De vuelta a la ficción, entre las posibilidades que tengo en el estante de aproximación decidí leer de nuevo a Echenoz. Tengo una estantería de varias baldas con los libros pendientes de lectura, al lado de mi mesa tengo una balda con los libros que he colocado en primera línea de lectura, no siempre respeto este orden y en numerosas ocasiones me paseo un buen rato por la estantería grande hasta que encuentro lo que me motiva, me llama, sin saber por qué. Me dejo llevar.
El título: ¿Dónde se va?
El título es breve como parece habitual en este autor, el último que he leído se titula tan solo: 14.
Félix Ferrer, el protagonista, toma la decisión de marcharse de su casa y de su matrimonio para emprender un viaje al polo Norte buscando unas antigüedades que pueden salvar su negocio de galerista de arte en declive. Un viaje en busca de un barco, el Nechilik, que quedó aprisionado en 1957 en la costa del distrito de Mackenzie (Canadá). El barco naufragó y quedó apresado por el hielo con su carga de pieles y de antigüedades consideradas de gran valor.
Pero Ferrer huye también de su vida rutinaria con Suzanne, una vida burguesa, de órdenes inmutables y de la que cada mañana se preguntaba cómo escapar al ritual cotidiano, esa misma pregunta había acabado integrándose en el ritual. Sin llegar a resolverla nunca (…) (13-14).
La novela empieza como acaba, con las mismas palabras, “me voy”, dichas en el mismo espacio, pero habiéndose producido un cambio ambiental y personal en el período de tiempo en el que transcurre la novela y que anuncian la posibilidad de nuevos cambios, de nuevas huidas hacia adelante.
París y el viaje al Polo Norte
Una parte de la novela transcurre entre París y su viaje al Polo Norte. Alterna capítulos en los que el narrador en tercera persona va explicando qué le ocurre a Ferrer desde que rompe su matrimonio e inicia, poco después, el viaje al Polo Norte en busca de las antigüedades. Las vicisitudes del viaje son de lo mejor de la novela con descripciones de los parajes que va conociendo (por ejemplo en el rompehielos):
Pasado ese primer día de descubrimientos, el tiempo brumoso empezó a deshilacharse. Por el ojo de buey de su camarote, Ferrer vio desfilar Terranova a su derecha antes de que empezara a recorrer las costas de Labrador hasta la bahía de Davis y el estrecho de Hudson, sin que en ningún momento se percibiera el rumor de los motores (18).Tanto en la descripción de su vida en París como en su viaje hay momentos cargados de un sentido del humor que inunda toda la novela, cuando en un momento de la novela a Ferrer le practican un by pass múltiple, al despertar:
(…) se descubrió totalmente cosido a lo largo del brazo, de la pierna izquierda y del meridiano del tórax. Era bonito como un trabajo de artesanía, consistía en largas y finas suturas muy regulares que recordaban un lazo inglés de encaje renacimiento, o al revés de una costura de media, o un renglón (122).
La ironía de que hace gala Echenoz se refleja en giros inesperados y en una trama, en parte policíaca, que resulta sorprendente y que dibuja ese universo típico del autor de unos personajes que van en cierto modo a la deriva, entre dudas e incertidumbres.
El narrador…
Quizás uno de los aspectos más originales de la novela es que el narrador se autocuestiona y cuestiona al protagonista, bromea y se toma confianzas con los personajes. A modo de ejemplo, el capítulo 28 empieza de esta manera tan poco habitual:
Mi fragmento favorito…
No quiero cerrar esta reseña con las palabras anteriores, prefiero hacerlo con el Echenoz que narra bien y que nos lleva con facilidad a parajes que siempre he deseado visitar:
Una maravilla ¿no os parece?
El narrador…
Quizás uno de los aspectos más originales de la novela es que el narrador se autocuestiona y cuestiona al protagonista, bromea y se toma confianzas con los personajes. A modo de ejemplo, el capítulo 28 empieza de esta manera tan poco habitual:
Personalmente empiezo a estar un poco harto de Baumgartner. Su vida cotidiana es demasiado aburrida. Aparte de vivir en el hotel, de telefonear cada dos días y de visitar lo que le cae a mano, realmente no hace gran cosa. A todo esto le falta nervio (138).Cuando leí este inicio de capítulo, sonreí porque hacía muchas páginas que venía pensando algo parecido de la novela. Le falta nervio, es demasiado leve, sin pretensiones y, a veces, resulta aburrida. Y todo eso pese a que tiene el Premio Goncourt.
Mi fragmento favorito…
No quiero cerrar esta reseña con las palabras anteriores, prefiero hacerlo con el Echenoz que narra bien y que nos lleva con facilidad a parajes que siempre he deseado visitar:
Bañando altos acantilados con una tonalidad entre ocre oscuro y violácea, el aire inmóvil era helado y, por lo tanto grávido, pesando con fuerza sobre un mar igualmente inmóvil, de un color gris-amarillento arenoso: ningún soplo de viento, ningún barco, pronto prácticamente ningún ave para animarlo con el menor gesto, ningún ruido. Las costas, desiertas, salpicadas de musgos y líquenes cual mejillas mal afeitadas, caían abruptamente cortadas a pico sobre el agua. A través de la niebla uniforme, se adivinaba, más que verse, el imperceptible deslizarse de los glaciares desde las cumbres. El silencio continuó siendo total hasta que llegaron a la banquisa (18).
Una maravilla ¿no os parece?
Todos alguna vez hemos deseado decir " me voy" interesante... Un abrazo
ResponderEliminarAsí es. Yo con cierta frecuencia lo haría, al menos durante un tiempo.
EliminarUn abrazo.
Hace poco leí 14 y no terminó de convencerme el autor. Me faltó algo, no sé... Quizás más pasión, menos frialdad... No terminé de meterme en la historia ni de empatizar con los personajes. Pero sí, también tuvo momentos brillantes. Y por estos momentos, quizás me anime de nuevo con él y lea esta novela.
ResponderEliminarBesotes!!!
Sin embargo a mi me ha gustado más 14 que esta. La primera me pareció lograda en el sentido de meternos en las trincheras a través de gente común (que era la mayoría). Esta la encuentro más desigual.
EliminarBesos!
Hola
ResponderEliminarLlevo empezando Echenoz, en concreto “Rubias peligrosas” y “Cherokee” no sé las veces...y unas veces por una cosa y otras por que se cruza un libro imposible de rechazar termino abandonándolas. Ya no sé si debo recomenzarlas o no, me parece que si algo se te atraviesa lo mejor es irte, como el libro, dejarlo anclado en tu pasado y huir de los libros que te empiezan a incomodar.
En cuanto al libro, lo cierto, he de confesarte que desde pequeño tengo ese “latiguillo” en mi conversación, cuando algo me aburre, me agobia, me alarma, o me incomoda, digo.. ¡me voy! y casi siempre lo hago :)
Por lo que cuentas lo más interesante del libro es el narrador, algo que me atrae -y casi colecciono- desde que leí “la modificación” de Butor hace muuuuchos años, y donde el narrador es el principal argumento en favor de la novela,- y es una muy buena novela-, así que quizá le de una oportunidad a este en contra de “Cherokee” o “una rubia peligrosa”
gracias
un saludo
no sé por que he individualizado a "Rubias peligrosas" en "Una rubia peligrosa" pero lo corrijo, lo siento
EliminarNo he leído las dos novelas que mencionas, me pasa rara vez que abandone una novela (creo que soy demasiado disciplinada en ese asunto, por eso me cuesta decidirme por un libro o por otro cuando acabo una novela y elijo la siguiente), pero las pocas veces que me ha ocurrido, les he dado una segunda oportunidad, eso sí a la tercera las fumigo.
EliminarTambién suelo ser de las que cuando no estoy a gusto en un sitio, "me voy".
Sí, sí, el papel del narrador es original y poco habitual y resulta interesante.
Salud-os!!
Un autor que desconocía y que tras leer tus palabras no me dan muchas ganas de abordar...
ResponderEliminarMe parece que como que no va a ser...
Un abrazo, amiga, y feliz fin de semana, que ya nos llega
Vaya, ¡que responsabilidad! No era mi intención dar esa imagen de libro descartable, pero habiendo como hay muchos buenos...
Eliminar¡¡Un abrazo y buen fin de semana!!
Echenoz es uno de esos autores que tengo pendiente desde hace años. Y lo curioso es que he llegado a recomendarlo a amigos, que lo leyeron, compartiendo mi entusiasmo. ¿Entusiasmo por un autor que no he leído? Soy así de raro. En realidad, si que he leído fragmentos, entrevistas y supongo que de ahí viene todo. Pero como te decía, no me he estrenado con un libro completo.
ResponderEliminarDel título que reseñas me gusta la ambientación en el polo (ese fragmento final) y las libertades que se toma el narrador, que me ha traído a la mente a nuestro Unamuno. Buena recomendación para el fin de semana.
Saludos!
Gerardo, tienes que estrenarte con alguna de sus muchas novelas, esta puede ser una, 14 me gustó también. Es un escritor con una línea narrativa muy definida en cuanto a temas y personajes, además de su brevedad, no solo en el título, sino en sus historias.
EliminarLa parte del viaje al Polo es la que más me ha gustado, será mi fascinación por los países del norte y por el frío.
Esa conexión con Unamuno, no la había pensado.
Saludos!!
Hace apenas unos meses tras quedar encandilado por la famosa trilogía de novelas de Echenoz- Ravel, Correr y Relámpagos- y esa obra maestra llamada 14, me lancé a lectura de otras obras anteriores como Lago o ésta Me Voy que reseñas. Es indudable que su obra alcanza la cumbre con aquellas obras, ya que Capricho de Reina, su obra más reciente, tampoco me entusiasmó demasiado.
ResponderEliminarCuando digo que no me entusiasmó demasiado no quiere decir que no me guste. Admiro su ligereza, su sentido del humor, su aparente intrascendencia que queda desmentida si nos olvidamos de los detalles y vamos a su estructura y composición de fondo. Admiro mucho la brevedad de su escritura, ese rechazo a la pesadez grandilocuente con lo que otros autores amargan nuestros días con libracos de cientos de páginas rellenos de paja.
Como te he escrito en alguna ocasión, me encanta esta literatura francesa de hoy, liberada del compromiso con la petulancia, el modernismo obligatorio y la intrascendente trascendencia.
Un abrazo
A mi 14 me gustó mucho, esta la encuentro algo más desigual. Tengo Correr (no sabía que era una trilogía), que mencionas como la segunda, no sé si comparten personajes o algo...
EliminarMe gusta mucho ese fino humor que destila, la verdad es que casi llegué a reír con algunos aspectos de esta Me voy, sobre todo en el final circular de la novela.
Me molesta bastante el exceso de hojas innecesarias, sin embargo parece que las editoriales presionan a los escritores para que así sea. Parece que Echenoz "pasa" de estas presiones.
Me gustan Modiano, Carrère, Fred Vargas, Claudel, Ernaux, además de Echenoz, que me vengan ahora a la memoria. Por cierto, en cine también están desarrollando unas estupendas películas.
Un abrazo!!
La trilogía se compone de Ravel, que lógicamente va del músico, Correr que es la historia de Emil Zatopek, "La gacela humana" y Relámpagos que va sobre Tesla y que te recomiendo vivamente. No hay relación entre las tres historias salvo que son retratos, no biografías, de gente real que ha pasado a la posteridad.
EliminarUn abrazo
Me apunto Relámpagos, Tesla me interesa. Muchas gracias.
EliminarAbrazos!!
Tengo pendiente en mi lista "14", será mi primera aproximación al autor, ya veremos...
ResponderEliminarUn abrazo
Creo que te gustará, a ver que te parece.
EliminarUn abrazo!!
Esta obra, que leí hace tiempo, parece una especie de parodia de esta Europa frustrante donde los de arriba no quieren ver el horror que les rodea, donde el arte es una mera mercancía y donde la intolerancia campa a sus anchas. Con las esperanzas que muchos habíamos puesto en este proyecto europeo...En sueños, más de una vez me he ido a las Batuecas ya que el Polo Norte queda un tanto lejos...
ResponderEliminarBesos
El arte como mercancía puede llegar al esperpento tal y como apunta esta novela. El capitalismo, en su versión neoliberal, ha mercantilizado todo y además con el aura de la libertad (falsa libertad de elegir entre una marca y otra) que mucha gente se traga hasta el garganchón.
EliminarEuropa no es la Europa que han construido los banqueros y los políticos, para mi Europa es la cultura, mi admirada mitteleuropa por ejemplo, que el fascismo eliminó con su apisonadora totalitaria, pero que ha subsistido para nuestro deleite.
No es mal destino :))
Besos!!
Me gusta como terminas esta reseña LAURA...
ResponderEliminar"Una maravilla ¿no os parece?"
...Enfocando en lo positivo, intentando salvarnos el libro al final de esta reseña.
Cada vez nos cuesta más hacer esto ... y por mucho mal, injusticia, horror e incluso en el caso de esta novela " poco nervio" que pueda tener, siempre hay algo salvable, sin duda que sí. Solo que nadie parece tener interés alguno en hacer esto. Nos va el postrero beligerante de boca...solo eso.
Como si para superar las frustraciones personales, sociales o ambientales necesitamos criticar siempre algo, alguien, lo que sea, con o sin motivo, con o sin fundamento, críticas ácidas y destructivas sin aportar nada .. no sé, me parece terrible. Nos hemos convertido en inconformistas crónicos pero SOLO DE BOCA y absolutamente acomodaticios en nuestros comportamientos en nuestros hecho, tan inactivos en general - siempre hay excepciones- que al final uno se pregunta
¿ para qué tanto ensañamiento verbal si al final nunca hacemos nada?
En fin, me fui ..perdón! ya sabes ... ; )
Gracias por tanto como nos cuentas aquí!
Mil besos y muy feliz finde un poco más templado que en el Polo y por favor tú...no nos dejes ;)
María, la novela no me ha disgustado pero tampoco me ha entusiasmado, es desigual. Eso es lo que he querido recoger en el comentario de la novela.
EliminarRespecto a lo que comentas del exceso de crítica de boquilla, estoy de acuerdo contigo que abunda, y más en las redes sociales.
Gracias a ti, buena semana y un fuerte abrazo!!
Hola Laura.
ResponderEliminarDe entrada, me fascina el Polo Norte (también el Sur). Será porque es un escenario que desafía a nuestra lógica, incluso a todos nuestros sentidos, o por esa atracción hacia los confines del mundo, siendo el P. Norte y el P. Sur los confines por antonomasia. Además tienen esa condición de parajes irreductibles ante la soberbia del hombre, porque no ha logrado someterlos… Aunque el cambio climático puede cambiar las tornas.
El Polo Norte es también un viaje lleno de simbolismo, no sé si eso se trasluce en esta obra de Echenoz (autor al que no he leído, aún), representa la huida más lejana de uno con todo, y de sí mismo, llegados hasta ahí solo queda el retorno, más allá no hay nada, excepto soledad.
Me ha parecido entreverlo (esa carga simbólica) en ese bonito fragmento que has seleccionado para concluir, en lo que parece las inmediaciones del Polo N.
“ningún soplo de viento, ningún barco, pronto prácticamente ningún ave para animarlo con el menor gesto, ningún ruido. Las costas, desiertas”
Palabras que encierran la certeza de haber llegado casi al final… de todo.
Ignoro si Echenoz habrá pisado aquellos parajes. Si lo hizo realmente, el Polo Norte tiene que conmoverte hasta el tuétano, y entonces ese escenario no puede ser una parte más de la historia, sino que todas las historias están dentro de aquel lugar… ¿Lo ha planteado así Echenoz?
Divagaciones mías...
Buen fin de semana Laura!!
A mi me encanta también el norte, el frío, la naturaleza extrema y salvaje, al menos literariamente, lo poco que conozco me ha encandilado pero no es lo mismo ir de turismo que vivir.
EliminarSí, tiene esa carga simbólica que señalas y ciertamente que hasta donde llega, no hay nada más hacia delante, tiene que retroceder una vez cumplido con su objetivo de encontrar esas obras de arte que se encuentran en un barco encallado en el hielo.
No, no ocupa ese lugar central que a ti te gustaría (y a mi), pese a ello es una parte importante, para mi la más interesante.
Buena semana y un abrazo!!
Es un párrafo estupendo ese del final, de esos que más que describir pintan con palabras. Un beso.
ResponderEliminarAsí es, por eso me gustó tanto, lo lees y al cerrar los ojos estás allí.
EliminarUn beso.
Por cierto, así es, Laura, qué enorme escritor nos ha dejado este viernes, Imre Kertész, al menos el tiempo no ha podido derrotar a su obra.
ResponderEliminarUn saludo.
Tengo dos obras suyas pendientes de lectura y en cuanto acabe la que iniciaré hoy, cogeré una de Kertész.
EliminarSalud-os!!
ResponderEliminarUna etapa del viaje se cierra,
otra se abre...
así la vida...
Ese frágmento del final de tu reseña es bonito... pero como que no.
Buen finde bajo los primeros rayos solares de la Primavera!
Aunque esta mañana aquí hemos amanecido entre -1º y 0º... :O
Besos, petons, muxus y un fuerte y cálido abrazo!!!!
:)
La vida en definitiva... Bueno, últimamente no te tiento con ninguna propuesta eh??
Eliminar:))
Un día de lluvia intensa, primaveral cien por cien.
Besos y un gigantesco abrazo!!
A veces es necesario huir para no perecer... pero yo nunca me iría al Polo Norte... no me gusta el frío...
ResponderEliminarEl último párrafo de tu reseña ciertamente es una maravilla descriptiva... es como una foto hecha con palabras... a mí la descripción puntillosa siempre me ha gustado...
Un vez más, através de tu reseña se enriquece mi conocimiento sobre autores y obras literarias...
Gracias. Abrazo.
Pues al caribe mejor ¿no? A mi me encanta el frío, así que sí me iría al norte.
EliminarEse viaje en barco rompehielos es una maravilla, tiene muchos momentos líricos.
Gracias a ti y un abrazo!!
Con Echenoz tengo altibajos. Me gustó 'Relámpagos', algo menos '14' y menos 'Correr'. Lo que sí me pareció fantástico ha sido el párrafo final que nos has regalado. Lo apunto para más adelante.
ResponderEliminarUn gran abrazo!
Tengo Correr pendiente de lectura. Sin embargo 14 me gustó bastante. Parece que en Relámpago hay muchas coincidencias.
EliminarUn gran abrazo!!
Interesante esta huida para empezar a vivir de nuevo y qué lugar más adecuado que aquel que representa uno de los últimos lugares de la tierra, allí dónde no sabes si hay nada, el lugar más lejano y alejado de todo para empezar.
ResponderEliminarMe ha gustado ese cuestionamiento del narrador, me parece que debe aportar un punto interesante a la historia.
Un saludo
Has captado los dos aspectos más importantes, desde mi punto de vista, de esta novela. Lo más positivo a destacar y por lo que merece la pena ser leída.
EliminarSalud-os!!
Utopía, te dejo un enlace a mi nuevo blog, ya que por motivos técnicos me he visto obligado a cambiarlo...
ResponderEliminar====================================================
http://ildefonsorobledo.blogspot.com.es/
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Un abrazo
Vaya, que disgusto ¿no?
EliminarYa lo tengo anotado.
Un abrazo!!
Resulta curioso que el propio autor sea a su vez su mejor crítico. E interesante llamar al orden a los personajes, muchas veces creo que mandan más que los propios autores.
ResponderEliminarLa verdad que sí. Me dejó descolocada cuando me di cuenta de este "juego" a través del narrador.
EliminarEs la sensación que me deja Echenoz. Escritura fluida, pero leve.
ResponderEliminarMe resisto a ponerlo en el Club de Lectura, pese a las oportunidades que ha tenido.
Abrazos, chica.
Pues daría juego en una lectura compartida. Aunque habría que seleccionar una de sus obras con cuidado.
EliminarAbrazos!!
Qué maravilla, sí, el párrafo elegido, y como a ti me gusta el frío, y además me atraen los paisajes desolados y salvajes, y cuantas veces he sentido esa necesidad de romper con todo y deaparecer... uf, de entrada me atrae mucho y, creo, que no he leído nada de este autor, aunque eso de que le falta nervio y te ha aburrido... No sé, me la apunto de momento y ya veo.
ResponderEliminarMadre, mia, voy muy atrasada por aquí. Sigo viniendo a ratos. Siempre disfruto.
Un beso,
Pese a esa falta de nervio el libro merece la pena y su autor también, así que es una buena lectura. A mi me gusto mucho 14 sobre la Iª Guerra Mundial.
EliminarUn beso y gracias por tu atención a las novelas que he leído.