miércoles, 4 de marzo de 2015
MARCEL PROUST, La parte de Guermantes. En busca del tiempo perdido III.
Como ya expuse este fin de semana en "mi lateral", Carlos, Yossi y yo misma, nos hemos puesto de acuerdo para leer (releer en el caso de Yossi) el tercer volumen de esta obra. Buscando un medio para entablar el diálogo hemos acordado, finalmente, utilizar esta entrada para hacerlo. Invitamos a quienes hayan leído este volumen a unirse con sus comentarios, si les apetece, a este intercambio de pareceres.
Como ya he confesado en las reseñas de los dos volúmenes anteriores me cuesta mucho leer a Proust, sus descripciones lentas, y que se alargan sin piedad ,provocan en mi un amodorramiento intenso y que ponga mi mente en modo de lectura automático con el consiguiente peligro de pérdida entre sus personajes y observaciones.
Ya sabéis que hay un largo test de personalidad que se hizo célebre por las respuestas que dio Marcel Proust en 1890. Nunca contesto un test y procuro escabullirme, no lo haré tampoco en esta ocasión, pero voy a elegir cuatro preguntas de dicho test (una de cada uno de los cuatro bloques en que se divide), y las voy a contestar, os animo a que hagáis lo propio con estas u otras preguntas o que, simplemente, paséis.
CÓMO ME VEO
6. Mi ocupación favorita: LEER, LEER Y LEER.
CÓMO APRECIO PERSONAS Y HECHOS
4. Lo que más aprecio en mis amigos: LA LEALTAD Y LA SINCERIDAD.
MANIFESTACIONES ARTÍSTICAS QUE ME GUSTAN
14. Mis autores preferidos en prosa: VIRGINIA WOOLF, JULIO CORTÁZAR, JAMES JOYCE, FERNANDO PESSOA, STEFAN ZWEIG, DENNIS LEHANE...
COSAS QUE ME GUSTAN
12. La flor que más me gusta: LA ROSA
Y acabo, he decidido combinar la lectura de este volumen con la trilogia del Baztán de Dolores Redondo.
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He leído hasta la página 70 (hoy todavía no he leído ni sé si lo haré). Y este es mi primer comentario:
ResponderEliminarMarcel, el narrador, vuelve a estar en París, en un piso de un edificio de los Duques de Guermantes desde cuyas ventanas y, a través de la criada, Françoise, observa las idas y venidas de la familia noble. Gracias a que le ceden una entrada puede ir a la Ópera a ver Fedra en la voz de Berma que tanto había admirado (y que le había decepcionado). En la ópera observa los palcos de la nobleza entre los que aparecerá de nuevo la Duquesa de Guermantes, admirará la interpretación de Berma y hará diversas reflexiones. En una de ellas reconoce que la idea de perfección es la idea por la que habría sacrificado mi vida. Esa idea era el primer motor de sus sueños (p. 56).
Otra reflexión interesante es que:
Sentimos en un mundo y pensamos, nombramos, en otro, podemos establecer entre ellos una concordancia, para no colmar el intervalo. (…) Es que la diferencia que hay entre una persona, una obra marcadamente individual y la idea de belleza, existe también –y es grande- entre lo que nos hacen sentir y las ideas de amor, de admiración. Por eso, no las reconocemos (p. 61).
La búsqueda de la belleza puede malograr un sentimiento o una obra si colocamos muy alto ese ideal de perfección.
El abismo entre la realidad y el ideal. ¿Cómo trazar un camino que una ambas y no quedarnos en el mundo real o en el mundo ideal?
Uyyy, qué mal educada ;)
EliminarABRAZOS A TODOS LOS QUE ENTRÉIS POR ESTA RENDIJA ABIERTA AL MUNDO DE PROUST.
Que bien elaboras las reseñas y con que exquisito detalle seleccionas los párrafos más interesantes. A mi también me gustan las rosas. Y los amigos sinceros y la literatura me agrada tanto que más parece vicio. De las ocupaciones, sólo puedo decir que cada una de ellas impone su horario. Confieso la más agradable: el intercambio epistolar, seguida por el asesinato de adverbios y la siembra indiscriminada de acentos. Y sobre los autores más envidiados: Zwig, Maalouf, Cela, Delibes y otras excelentes maestras y maestros de una relación que se haría interminable. Un beso
Eliminar¡Genial! No sé si tendrás ganas de releer la obra al completo pero cuesta menos y se disfruta más. Sí, empieza con la mudanza y las voces del narrador y de Françoise recordando tiempos y lugares mejores de maneras muy distintas: el narrador no se cansa de hacer apreciaciones sobre la forma de expresarse de Françoise, más que en tono jocoso intentando justificarlas con derivaciones de género y número en francés antigua del que todavía son testigo algunas calles de París. Sigue con la imposibilidad de explicar lo que ocurrió al asistir a la función de la Berma, un conflicto entre lo que sintió y lo que debería haber sentido
ResponderEliminarCoincidimos en la respuesta
Ocupación favorita: leer, cine, música, deportes
Lo que más aprecio en una persona: lealtad
Manifestaciones artísticas: Modernismo y a la vez Borges (¡muy extraño!)
Cosas que me gustan : caminar por ciudades hasta descubrir cada rincón, el mar y como flor las lilas.
Estoy combinando esta lectura con el recién horneado libro de Ishiguro, leeré también a Blake Butler
Un beso :)
Olvidaba recordar el vínculo entre el narrador y Françoise: Acabo de apuntar a él en la manera que Marcel expresa con cierto cariño la forma de hablar de Françoise... a la vez, es interesante como el narrador se da cuenta de que Françoise, tan directa y vehemente, no es capaz de poner en su lugar los sueños o hechos, la mayor parte de las veces exagerado de Marcel y Marcel precibe esta deferencia por una mueca en el rostro de la criada :)
ResponderEliminarComo la cosa viene acompañada de Borges no puede faltar a propósito de tus reflexiones esta del mismo Borges
ResponderEliminarBorges y yo
Al otro, a Borges, es a quien le ocurren las cosas. Yo camino por Buenos Aires y me demoro, acaso ya mecánicamente, para mirar el arco de un zaguán y la puerta cancel; de Borges tengo noticias por el correo y veo su nombre en una terna de profesores o en un diccionario biográfico. Me gustan los relojes de arena, los mapas, la tipografía del siglo XVIII, las etimologías, el sabor del café y la prosa de Stevenson; el otro comparte esas preferencias, pero de un modo vanidoso que las convierte en atributos de un actor. Seria exagerado afirmar que nuestra relación es hostil; yo vivo, yo me dejo vivir, para que Borges pueda tramar su literatura y esa literatura me justifica. Nada me cuesta confesar que ha logrado ciertas páginas válidas, pero esas páginas no me pueden salvar, quizá porque lo bueno ya no es de nadie, ni siquiera del otro, sino del lenguaje o la tradición. Por lo demás, yo estoy destinado a perderme, definitivamente, y sólo algún instante de mí podrá sobrevivir en el otro.
Poco a poco voy cediéndole todo, aunque me consta su perversa costumbre de falsear y magnificar. Spinoza entendió que todas las cosas quieren perseverar en su ser; la piedra eternamente quiere ser piedra y el tigre un tigre. Yo he de quedar en Borges, no en mí (si es que alguien soy), pero me reconozco menos en sus libros que en muchos otros o que en el laborioso rasgueo de una guitarra. Hace años yo traté de librarme de él y pasé de las mitologías del arrabal a los juegos con el tiempo y con lo infinito, pero esos juegos son de Borges ahora y tendré que idear otras cosas. Así mi vida es una fuga y todo lo pierdo y todo es del olvido, o del otro.
No sé cuál de los dos escribe esta página.
De: El hacedor (1960)
EXTRAORDINARIO fragmento.
Eliminar¿Cómo trazar un camino que una ambas y no quedarnos en el mundo real o en el mundo ideal? ya Nietzsche denunció que ni el uno ni el otro eran.
ResponderEliminarComo me veo:
ResponderEliminarComo el otro.
Cómo aprecio personas y hechos:
mejor si hay una copa de por medio.
Manifestaciones artísticas que me gustan.
Difícil decidir porque casi todas me gustan.
Cosas que me gustan.
La tranquilidad y el silencio.
Marcel, es un reiterado enamoradizo con vocación de escritor perezoso, salta con y en su memoria de un lugar a otro. Justifica su triste no hacer, en un estado nostálgico y vive en un permanente anhelo, imaginario las más de la veces, de poseer la belleza y del placer que igual obtiene cuando admira una tela, un paisaje, las olas del mar,un cuadro o cuando espia a una niña o a una mujer. Lo peor de ésta obra es que se derrama cual un caldero lleno de palabras y se acaban difuminando las frases más elocuentes. de las cien primeras páginas.
ResponderEliminarMe ha llamado la atención como a causa de los chivatazos del portero, la de Guermantes, ejerce de ama y castiga a sus criados retirandoles el día libre.
EliminarProust lo llama, acertadamente, "peregrinaciones azarosas".
EliminarTambién me ha llamado la atención esa extraña relación con Françoise en la que le llega a contagiar sus defectos, este párrafo lo señala muy bien:
"Gracias a sus defectos invariablemente adquiridos me enteré de mis defectos naturales e invariables, su carácter me presentó como una prueba negativa del mío" (p. 79).
Madrugada completa con Proust, superado uno de los escollos que recuerdo de la primera lectura: una conversación sobre teoría militar algo tediosa de la que, sin embargo, se pueden extraer algunos puntos interesantes. Como siempre con Proust, el esfuerzo es recompensado y asistimos al maravilloso episodio de la voz. No doy más detalles, no sé por donde vais, lo discutiremos. Buenas noches :)
ResponderEliminarNo he llegado todavía a esa parte de la teoría militar, ando por la página 110 (de 694) de la edición de RBA.
EliminarLees de madrugada, pero muyyy madrugada!!!
Nos pasa. Así estoy con Moby Dick hace dos años. No puedo avanzar. Debería abocarme a Proust, debería hacer un intento... UN abrazo.
ResponderEliminarNo he leído nada de Proust pero si tengo un libro suyo que ahora no recuerdo el título. Haré por descubrirle, espero no econtrarme con el mismo problema que tú, que me amodorre, jajaja. Yo tampoco soy nada aficionado a contestar test.
ResponderEliminarUn saludo.
Entre las palabras que se derraman del caldero, como bien señalas Carlos, me llama la atención esa imagen que da de la Sra Guermantes de que cambia el rostro cada día como de vestido o de sombrero, reiterando esa gran distancia entre lo imaginario y lo que se ve. Y, quizás, por eso mismo:
ResponderEliminar"No es necesario decir la verdad para que se manifieste y que tal vez se pueda obtener con mayor seguridad sin esperar a las palabras y sin tenerlas en cuenta siquiera, en mil señales exteriores, incluso en ciertos fenómenos invisibles..." (p. 79).
Por otro lado me llaman la atención, aunque son referencias muy breves, las menciones a Saint-Simon, Proudhon (socialistas utópicos), la masonería y el librepensamiento (un comandante muy valorado por Saint-Loup lo es).
Y de lo leído me han gustado mucho las reflexiones sobre los sueños: sueños profundos, pesadillas, sueños pesados... ¿y qué decir del "disco giratorio del despertar"... :))
"A veces no había yo oído nada, por estar en uno de esos sueños en los que caemos como en un agujero del que un poco después nos sentimos contentísimos de salir, pesados, sobrealimentados, digiriendo todo lo que nos han aportado, semejantes a las ninfas que alimentaban a Hércules, esas ágiles potencias vegetativas, cuya actividad se intensifica mientras dormimos" (p. 105)
Y eso sería lo más destacado de mi lectura de hoy que ha tenido muchas limitaciones de tiempo.
Sí, sueño vs. realidad, incluso apunta a un cierto cambio en el carácter al despertar, como si influyera en la personalidad, momentánea o permanentemente. Incide en esto más tarde con las percepciones, la frase clave " asistir bruscamente a nuestra propia ausencia" Puede que las traducciones de fragmentos no correspondan con los vuestros. Leo el original.
ResponderEliminarComo resulta que Marcelino vive como un marques en el hotel, disfruta de un dormir despreocupado y se vuelve más clasista en cada párrafo. Acude al cuartel cada día,por qué le atraen los aristocrátas embutidos en el mismo uniforme que desprecia en la burguesia enriquecida.
ResponderEliminarAunque luego resulta que se junta con uno con un interés muy específico. Ya ni el hotel le gustará tanto :)
EliminarProustinando a la 140
EliminarVaya manera de no meterse en lodazales que tiene Marcelino a la hora de los postres. Se ve que el asunto Dreyfuss estaba en periodo de máxima controversia en esa época, pero la paliza sobre tácticas militares no se la perdono. Esa referencias a la guerra contra Prusia de 1870 y el militarismo que entreveo, no me gusta ni medio pelo, ¡Y el falaz! Como disimula, mientras come de balde, que sólo se acerca a SaintLoup, porqué quiere arrimarse a la tía, la de Guermantes. ¡¡Si hasta le quiere quitar la foto que tiene!!
A eso justo me refería en el párrafo anterior al tuyo. La foto de "Oriana" y el palizón de estrategia y táctica militar. De Dreyfus también nos queda un rato. Justo después de la paliza militar y entre los posicionamientos anti y/o pro Dreyfus de muchos de los personajes Proust brilla :)
EliminarDeja claro el predominio en el ejército de las posiciones condenatorias de Dreyfus y los pocos que se salían de esa postura mayoritaria.
EliminarMe llama la atención la "fama" de los masones como "patateros" y de "aspecto hosco de brigadas".
Superada la conversación sobre táctica militar, me ha gustado su reflexión sobre el Capitán Borodino, los avatares para llamar por teléfono y la llegada de la primavera:
Entretanto, el invierno tocaba a su fin. Una mañana, después de unas semanas de chubascos y tormentas, oí en mi chimenea -en lugar del viento informe, elástico y sombrío que me daba ganas de ir al borde del mar- el arrullo de las palomas que anidaban en la muralla: irisado, imprevisto como un primer jacinto que desgarra suavemente su corazón nutricio para que de él brote -malva y satinada- su sonora flor e introductor -como una ventana abierta, en mi habitación, aún cerrada y negra- de la tibieza, el deslumbramiento, la fatiga de un primer día hermoso.
Abrazos!!
ResponderEliminarSe nota que lo estáis disfrutando... ;)
La trilogía de 'Dolores Redondo' te servirá para aligerar la densidad de 'Proust'.
He leído los dos primeros, tengo pdte. el tercero.
Que sigáis disfrutando mucho de la lectura colectiva.
Besos y cálido abrazo!!!
:)
Lo bueno de todos los volúmenes son las reflexiones que realiza sobre su entorno y sobre sí mismo. Pero este volumen fue uno de los que me resultó más denso y lento. Por momentos, he creído que Proust se había enamorado de sus propias palabras y frases, aun cuando el objeto narrativo no era de tanto interés -para mi, al menos-.
ResponderEliminarQue lo disfruten!
Un beso.
Los aportes literarios y artísticos que se dieron en la época de Proust asestaron golpes definitivos a la polución idealista que por más de dos mil años ha regentado el espíritu de la casi totalidad del planeta. Proust fue y es uno de esos pilares que contribuyeron a correr el velo o el telón y sin duda uno de los caminos que nos conduce hacia esa revelación es la sustancial pregunta de la anfitriona en esta página: ¿Cómo trazar un camino que una ambas y no quedarnos en el mundo real o en el mundo ideal? tal pregunta toca los mismos cimientos de la discusión y de la lectura, lectura que por lo demás no es para el día de mañana, pues es de esos acontecimientos que sería imposible despacharlos desde la interpretación literal, ya que si no hay una gestación de una revolución interior, de una transformación metamórfica del corazón, podríamos decir que jamás habrá promesa de lectura. Y no es para menos pues se trata de llegar a la esencia misma de la explosión del tiempo y de lo que puede ser su esplendor: el éxtasis. La hipnosis del YO atrofia las potencialidades de lo que podamos llegar a ser, una lectura atenta de alguno de estos artistas o filósofos de esa época pioneros de una revolución para la que parece que nuestro presente aún no está preparado, puede abocarnos a una definitiva salida a nuestra propia libertad. Dejo algunos enlaces que bien pueden servir, el primero como motivación para leer el segundo texto del mismo autor de esta novela donde trata prácticamente del diseño o esquema de esta magna obra para todos los tiempos. Esto para quienes no lo hayan leído naturalmente.
ResponderEliminarhttp://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/trab_eventos/ev.112/ev.112.pdf
https://saixliterato.files.wordpress.com/2011/04/ensayos-literarios-marcel-proust.pdf
http://promethee.philo.ulg.ac.be/engdep1/download/proust/french/pdf/Contre%20Sainte-Beuve.pdf
El éxtasis, la plenitud, la lucidez... difícil empeño que casi estoy convencida que no lograré nunca.
EliminarEstoy con Proust que el exceso de idealismo puede anular la posibilidad de disfrutar de algo real porque jamás se podrá llegar al ideal de belleza y perfección que persigue el autor.
Voy a ver los enlaces.
Te deseo un feliz fin de semana.
Besos!!
Acabo de leer la comunicación de Analía Melamed, "La disolución de la figura del autor en Marcel Proust". No sabía nada de esos pastiches, muy interesante y me ha gustado mucho la reflexión sobre el hecho de que en cada persona hay mucho yoes superpuestos y cómo se refleja esta cuestión en un autor literario.
EliminarCreo que el final puede aportar luz sobre el debate que estamos sosteniendo aquí.
Es que en los pastiches adelanta como en ningún otro lado en qué va a consistir su obra: un
texto escrito con otros textos, una enorme reescritura de la literatura pero también de la
música, de la pintura, de la arquitectura, del teatro. Un gran pastiche de la historia del
arte, donde el autor se pierde constantemente, se nihiliza, para resurgir, según se viera
Proust mismo y lo recordara Benjamin, como una costurera, que une retazos que
conforman una pieza única y original, o según lo viera Deleuze, como una araña en el
centro de su tela al mismo tiempo magnífica y demencial.
Pasaré al siguiente enlace pronto. Gracias por tu aportación Aristos.
Besos!!
Darío, Enzo, X, Marcelo, Aristos... gracias por participar en este intercambio de comentarios sobre este tercer volumen.
ResponderEliminarAbrazos!!!
No quiero echar las campanas al vuelo pero me parece que estoy leyendo este tercer volumen con cierto placer que no había encontrado en los anteriores. He ralentizado la lectura para ponerme a su compás a través de dos medios un tanto pedestres: leer en voz alta cuando siento que me pongo en modo "lectura automática" y tomar notas sobre lo que leo. Sea como sea parece que la lectura marcha mejor, veremos.
ResponderEliminarMarcel asume que no puede escribir, ni trabajar y que se deja llevar sin hacer nada al respecto (feliz él que se lo puede permitir).
Insiste con el tema Dreyfus y como divide a amigos y familias (la suya propia).
Muy interesante, aunque me recuerda mucho a la relación de Charles Swann y Odette, la que tienen Saint-Loup y su amante. Un fragmento:
No era que "Rachel cuando del Señor" me pareciese poca cosa, sino que la capacidad de la imaginación humana y la ilusión en que descansaban los dolores del amor me parecían poderosos.
Tan poderosas que Saint-Loup vislumbra momentáneamente la realidad de su amante y la descarta.
Rachel es sin duda un personaje interesante, su relación con Saint-Loup es gran parte de la trama. El collar, la actitud de él, la de ella. A mí ya me queda poco, he conectado dos reacciones: la de Marcel al oír a su abuela por teléfono y la reacción de la abuela ante un beso de Marcel.
EliminarAtentos además a los dos exabruptos cómicos de Marcelino: el primero con la puerta giratoria y el otro un juego de palabras en francés que no sé cómo habrán resuelto en español, no se me ocurre una forma, tiene que ver con sentimientos... Y olores :)
ResponderEliminarMe he atascado (y me aburre) en los salones en los que compiten las señoras para atraer visitas de prestigio.
EliminarHas avanzado mucho porque aun no he llegado a la puerta giratoria.
Laura, esa parts es mortal. Villeparisis y compañía y siento decir que no es la única que queda así en este volumen. Sí, he avanzado mucho pero ya sabes que he hecho trampa y que lo había leído antes. También te queda algo trascendental, un hecho de los más importantes en los 7 tomos...
ResponderEliminarHace unos días leí el primer tomo de una obra semejante: Una danza para la música del tiempo. Escrita en ambiente londinense, con unas descripciones de los usos sociales parecidos. Creo que más dinámica y explicita y que profundiza en el carácter británico. Y mucho más entretenida. Esta parte sobre las reuniones y el comportamiento en los salones de moda es pesada como ella sola. Últimas noticias: "Marcelino sigue sin encontrar la pluma adecuada". Un beso
ResponderEliminarBienvenidos, amigos, al universo Proust. Hay momentos en que cada frase resulta supinamente aburrida. Pero está bueno transitar el desierto, sabiendo que algún oasis posterior habrá en el curso de la travesía. Que no desfallezcan vuestras fuerzas! Rachel volverá a aparecer; Saint Loup no será el Saint Loup de este libro y sí, el debate sobre Dreyfus acapara en gran medida el volumen. La otra gran parte -los salones-, pues... ya la están transitando.
ResponderEliminarUn abrazo a cada uno de Uds.
Hoy en el salón de la de Villaparisis descubro con pesar que la revolución sirvió para poco y hemos reencontrado a la esposa de Swann, que es un personaje, de entre todos los que vienen y van, de los que mejor me caen. El asunto Dreyfus se está posicionando como la cuestión central del volumen. Se agradece el abrazo consolador. Releo para tomar aire Tren nocturno a Lisboa y escucho a Zaz, recomendación utópica que asumo como antídoto contra el tedio. De nuevo hace frío y frente a la ventana, unas pocas flores que lucen en el almendro resisten su asedio.
EliminarTemo que se me pase lo trascendental de este volumen, me despisto con facilidad y eso que, por fin, he salido del salón de Villeparisis y he acabado la primera parte. La abuela de Marcel está enferma y cerca de la muerte.
ResponderEliminarCarlos, cada cual se busca sus tretas para acompañar esta lectura :))
Es cierto que el affaire Dreyfus está muy presente pero de forma casi clandestina, o eso me parece a mi.
La verdad es que no me engancho al estilo Proust, esas inacabables descripciones de un mundo que tan poco me interesa, me desesperan. Nos vamos acercando a la pág. 400. Pero Yossi seguro que vas mucho más adelantado ¿a punto de acabar?
Acabé pero bueno, ya sabes, lo había leído antes. He hablado mucho en clave para no destriparos nada. El asunto Dreyfus siempre me ha interesado mucho, por varios motivos pero seguro que ya habéis descubierto la belleza del párrafo de la conversación de Marcel con su abuela por teléfono, tiene una fuerte conexión emocional con la enfermedad de la abuela, puntos en los que Proust brilla. Estoy de acuerdo en que no se profundiza sobre el asunto Dreyfus ni aparece el célebre j'accuse.
ResponderEliminarPor otra parte, mañana empezamos conjunta, todavía no sé exactamente quienes están. El libro es Buenos presagios de Pratchett y Neiman y se ideó a modo de homenaje al primero por su reciente muerte. Mucho me temo que se comentará por Twitter. Iré lento, estoy leyéndome el tocho de Levin. Ya sabéis, estáis más que invitados a uniros y como siempre, no hay plazo. Si queréis uniros y no tenéis el libro yo tengo copias digitales que os puedo enviar tanto en español como en inglés.
Mucho me temo que, aparte de algún detalle brillante en Guermantes todo resulta algo estático hasta el final.
Finalizado el capitulo primero, la relación de los hechos narrados con las palabras utilizadas creo que presenta un saldo deficiente. Algunas frases resultan admirables, pero no sé si merece la pena navegar una travesia tan dilatada para vivir una Odisea tan escasa.
ResponderEliminarFalleció la abuela y agotado por la pena, Marcel ante la ausencia paterna, reposa y sueña despierto con recibir a numerosas amantes en su lecho. Menudo pájaro está hecho.
Yossi, he releído el fragmento de la conversación de Marcel con su abuela y es cierto que es muy buena, tenía algún fragmento subrayado.
ResponderEliminarRespecto a la "conjunta", mi prioridad es acabar esta obra de la que aún me quedan más de 200 páginas, cuando acabe me lo pienso.
Carlos, estoy de acuerdo contigo, una odisea muy escasa para mi gusto. Reaparece Albertine y algunos besos ganara. No logra interesarme.
Lo que sobre todo me preocupa, sobrepasado el hito de la página 500 de la lectura, es que SaintLoup, me lo ha dejado plantado esta noche fría en medio del salón de un restaurante en la Isla de Francía, frente a una corriente de aire y como se me acatarre, vamos a asisitir durante las siguientes cien páginas a un encamado invierno que contenga las más exquisitas descripciones sobre toses, estornudos, fiebres graves y ligeras, tratamientos adecuados, cuidados franciscanos y desvelos maternales. Es broma, o eso espero. Un beso.
ResponderEliminarNo, no queda lo mejor del libro. De todas formas es el volumen más árido :)
ResponderEliminarY concluimos la lectura del libro, ahora toca recapacitar para hacer la reseña, no es nada fácil pero lo vamos a intentar, para ello pido a mis dos acompañantes que me enviéis alguna reflexión sobre su lectura, si os apetece, claro.
ResponderEliminarAbrazos a los dos y gracias por una compañía tan gratificante.
Pues ante todo que ha sido un placer leer con vosotros el tomo más tedioso de la colección, que por algunos momentos brillantes como la conversación con la abuela por teléfono y el relato de la muerte junto a otros puntos brillantes merece mucho la pena, que me apunto cuando digáis a los volúmenes siguientes y te pregunto, Laura, si puedo usar un enlace a esta entrada cuando haga la reseña :)
ResponderEliminarEste comentario dice mucho en tu favor después de soportar el abundante limón. ¿O será vinagre? Que adereza los mios. Un abrazo.
EliminarNaturalmente Yossi, puedes enlazarlo, estan tuyo como mío y de Carlos.
EliminarY llegando al final de esta exahustiva lectura alcanzamos la segunda parte de este tomo tras asistir al fallecimiento de la abuela. Consternados pasamos de largo en el duelo sin dar el pésame al abuelo que aparece de soslayo. Y por fin asistimos a una velada cena en el salón de los Guermantes, durante la cual se muestra la endogamia que practican los aristócratas y que, para mi, justifica las revoluciones pasadas y pendientes. A pesar de las muchas páginas llenas de abundantes descripciones sobre las conversaciones cruzadas y llenas de críticas hacía los que no están presentes. Nos hemos quedado sin conocer un dato de enorme interés.¿Cuáles platos componen el menú? Y para postre nos comunican de sopetón una importante noticia para el desarrollo de la obra. Al amigo Swann, le han diagnosticado una grave enfermedad y le pronostican unos pocos meses de vida.
ResponderEliminar¿Tendrás ánimos para el cuarto volumen?, jajajaja
Eliminar¡Bien sabes que si! Un beso.
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