EDUARDO ÚRCULO
(...) comprendieron que un hombre de verdad es un fenómeno tan raro como una mujer de verdad. Un hombre que no necesita demostrar nada a los demás con palabras altisonantes ni con su espada, que no necesita cantar como un gallo, que no pide más ternura que la que él mismo es capaz de ofrecer, que no busca ni a una madre ni a una amiga en las mujeres, que no quiere refugiarse en los brazos del amor ni detrás de las faldas de las mujeres; un hombre que únicamente desea dar y recibir, sin prisas, sin ansiedad, porque ha entregado toda su vida, todas sus energías, todas las luces de su mente y todos los músculos de su cuerpo a la atracción de la vida misma: ese tipo de hombre es un fenómeno verdaderamente rarísimo.
SÁNDOR MÁRAI, La amante de Bolzano.
No es mi intención abrir debate sobre qué es un hombre de verdad, lo que no quiere decir que si alguien lo desea pueda ir por estos derroteros en su comentario. Sí diré que he seleccionado este fragmento porque estoy lo suficientemente de acuerdo con lo que dice como para que me haya llamado la atención y ahora inicie esta reseña.
La descripción de Márai sobre esta rara avis que es el hombre verdadero, me sirve como nexo de unión a la reseña puesto que, la traigo aquí, para hacer referencia a los personajes literarios y, en concreto, a Herzog.
¿Qué le pido a un personaje literario (y también al conjunto de la historia)? Le pido autenticidad. Le pido que me resulte creíble, que no quiere decir real, la trama puede ser de ciencia-ficción pero tengo que entrar en ella y creérmela.
¿Qué me ha pasado con Herzog? que no me ha resultado un hombre de verdad, lo he mirado siempre desde la extrañeza y la distancia, siempre desde fuera, no ha logrado atraerme como para entrar en su vida, empatizar con él e interiorizarlo, hacerlo mío. No me gusta usar las negritas ni subrayados de términos cuyo objetivo es señalarle al lector lo que considero ideas clave, sin embargo en este caso lo hago porque no quiero alargarme en exceso y es una manera, si se da el debate en los comentarios, de subrayar mi opinión.
Y sin más aclaraciones entró en la reseña...
SAUL BELLOW, Herzog.
Esta novela fue la primera propuesta de lectura
conjunta que acepté. Estaba leyendo ya la novela de Joël Dicker y durante unos
días anduve con las dos a la vez. Nunca leo dos novelas juntas porque me
interfieren las historias y no me gusta. Sí hago compatible, sin ningún
problema, la lectura de una novela con poesía o con ensayos.
La novela tiene 431 páginas y el título es el
nombre del protagonista, Moses Herzog (en la fotografía hay un despojo marino
encima de la tapa porque no había manera de que no se levantara).
Saul Bellow (1915-2005) es un escritor
estadounidense de origen judío. Estudió en la Universidad de Northwestern y fue
profesor de la de Chicago.
Bellow recibió numerosos premios entre los que
destacó el Premio Pulitzer por El legado
de Humboldt (1975) y tres meses más tarde le concedieron el Premio Nobel de
Literatura (1976).
Herzog fue escrita en 1964 y algo del trasfondo de la época, de guerra fría, aparece por los resquicios de una historia que está totalmente centrada en su protagonista (parece que algunos críticos señalan que tiene elementos autobiográficos).
Incesantemente, mantenía abierto hacia el mundo exterior un rincón de su mente. Oía los cantos de los gallos mañaneros. Su áspera llamada resultaba deliciosa. Al anochecer, (…) escuchaba los cantos de los tordos. Por la noche, se oía a una lechuza en el granero. Cuando excitado por una de sus cartas mentales, se paseaba (…) por el jardín, veía los rosales que se enroscaban por el tubo de desagüe o los pájaros que gorjeaban en la morera. Los días eran cálidos, y a última hora se ponían enrojecidos y polvorientos. (…) lo miraba todo con gran atención pero le parecía estar medio ciego (p. 10).
Moses Herzog se encuentra en un momento crítico de su vida, desde el punto de vista personal, sufre un segundo divorcio bastante agitado puesto que su mujer mantiene una relación sentimental con su mejor amigo. Pero no solo su vida personal se tambalea, ocurre lo mismo con su vida profesional y con su manera de entender la vida. En una actitud de huida hacia adelante escribe cartas mentales (que el autor las anuncia con letra cursiva) que nunca envía a nadie pero que nos muestran a una persona poliédrica pero, a la vez, confusa y derrotada al no saber cómo encarar todos los problemas que le sobrevienen con su divorcio.
En toda comunidad hay una clase de gente profundamente peligrosa para los demás. Y no me refiero a los criminales. Para ellos tenemos castigos. Me refiero a los dirigentes, a los jefes. Porque, invariablemente, la gente más peligrosa es la que trata de tener el poder en sus manos. Y mientras, hirviendo de indignación, los biempensantes ciudadanos se retuercen el corazón porque nada pueden hacer para cambiar las cosas (p. 74).
Por otro lado su relación con las mujeres participaba de esta crisis existencial que le impedía salir del caos de resentimiento que lo destruía.
El espejo de la máquina tragaperras le revelaba a Herzog lo pálido que estaba y, en general, su aire de mala salud. Contemplando su pobre aspecto, Herzog se sonreía de su propia vida, de Herzog la víctima, de Herzog el aspirante a amante (…) (p. 138).
Aunque la novela gira en torno al protagonista, Bellow construyó una multitud de interesantes personajes secundarios que relajan, a veces con cierto humor, la angustia de Herzog.
El estilo de Bellow es realista y sin trucos formales aunque sus personajes transitan entre lo heroico y lo esperpéntico y dibuja al hombre de ciudad perdido y confuso.
Empezaba a ver que su especial clase de miopía para las cosas de la vida, su falta de realismo y su aparente ingenuidad, le daban una cierta categoría (p. 201).
Sin embargo Bellow escribe desde una época y un momento que han desaparecido, escribía para una clase media cultivada y erudita que hoy es dudoso que exista. Es posible que sea esta escritura y estas historias tan ligadas a una época determinada y a un país como EUA lo que hace difícil empatizar con Herzog. El hecho de que sea un personaje que se mueve continuamente, que cae y se levanta, vuelve a caer y vuelve a levantarse, lo que me ha distanciado de él, dedicándome a observarlo como si fuera un bicho raro. También esa manera de escribir desde su condición de judío no acaba de convencerme. Por cierto, se posicionó en contra de Hanna Arendt cuando publicó Eichmann en Jerusalén, diciendo de ella que era una mujer vanidosa, rígida y dura, cuya comprensión de lo humano resulta limitadísima.
Pese a los aspectos que no me han convencido, siempre encontraba algún fragmento que me retenía para seguir leyendo.
Pese a los aspectos que no me han convencido, siempre encontraba algún fragmento que me retenía para seguir leyendo.
Y en mí hay terribles fuerzas, incluidas la capacidad de admiración o de elogiar, energías, incluida la de amar, que me han sido muy perjudiciales, y que han hecho de mí un idiota porque no he sabido dominarlas (p. 411).
Aunque no ha sido una novela que me haya enganchado, quizás el iniciarla con la lectura de otra no le ha favorecido, es una obra con virtudes que la hacen recomendable.
Imágenes, excepto la portada del libro, tomadas de google.
Me pasa con los libros, con las películas, con la poesía... con todo, si no me resulta creíble no hay nada que hacer... lo dejo en el mismo momento que tengo esa sensación.
ResponderEliminarBesos.
Coincidencia plena, pues.
EliminarYo tengo que aprender a dejarlo con tanta soltura, no dejo nunca un libro sin acabar :((
Besos!!
Estoy de acuerdo contigo en que es importantísimo que un personaje resulte creible. No creo que me anime con este libro, pero gracias por compartir tus impresiones. Abrazo!
ResponderEliminarPersonaje y trama, todo el conjunto.
EliminarEs un nobel!! Y la mía una humilde opinión!!
Abrazo!!
Como todo lo que publicas, este autor ha despertado mi curiosidad y he estado mirando por Interner, creo que no es mi estilo, pero en cuanto me mude pasaré muchas horas de tren, así que alguno caerá, me gusta leer a gente que desconozco.
ResponderEliminarEl tren siempre ha sido para mi un lugar de lectura. Si me molestan los ruidos me pongo cascos con música y sigo leyendo :))
EliminarSaul Bellow a mí, sin embargo, me enganchó y no quiero soltarlo.
ResponderEliminarHola CDG,
EliminarLa lectura es así, atrapa a unos, desencanta a otros y deja en un mar de dudas a otras, o sea a mi. No digo que no lea otra obra de Bellow, ya veremos.
Muy cierto eso de que lo creíble no tiene porque ser sinónimo de realista, ni mucho menos. De hecho hay pelis pretendidamente realistas que no son nada creíbles y pelis de ciencia ficción, de lo más fantásticas, que resultan muy creíbles, es cierto. Es lo que dices tú, Laura, muchas veces se trata de entrar o no en la historia; a veces cuesta y no lo consigues, aunque lo que ves o lees no te parezca que está mal.
ResponderEliminarDe este escritor no leí nada. Gracias por la recomendación, muy sugerente, como siempre.
Un abrazo. Estupenda entrada.
Exacto, el ejemplo del cine es perfecto.
EliminarCuando ando renqueando al leer una novela, hmmm, mal. Eso quiere decir que ando descolocada, que ahora me gusta un capítulo y ahora sesteo leyendo otro, o sea, no me atrapa la novela.
Me pasa igual con el cine.
Un abrazo!!
Es muy importante que un personaje, que una historia nos resulte creíble. Es cuando realmente se disfruta con la lectura. Si no... malo. Y a pesar de todo, me has despertado curiosidad por el libro. Puede que pruebe.
ResponderEliminarBesotes!!!
Así es, para mi es la clave de la novela. Y no es que Herzog contenga un personaje falso, no. Tiene aspectos interesantes y momentos excelentes, pero tiene otros momentos en que me despegaba totalmente de él, de sus quejas constantes de su divagar.
EliminarPrueba, no lo desestimaría.
Abrazo!!
De tu lateral, me quedo con esa Samba francesa tan al ritmo de jazz y que tengo en una version de Bebel Gilberto...
ResponderEliminarOtro beso, este además, de esos de inacabable noche de bailar abrazados...
Carlos, no me dices nada del autor y sé que has leído dos novelas suyas. Aunque no has leído Herzog, me interesa tu opinión.
EliminarEsa Samba, que ya imaginaba que te gustaría en la versión de Gilberto, es un tema precios. Kent le da ese aire afrancesado-jazzistico que me encanta.
Ese beso es muy evocador, mucho.
No sé si te has dado cuenta que estamos en septiembre :))
Feliz septiembre!!
Pues trataré de hilar una respuesta más serena, si de hilarantes se calificaban en la contraportada esas obras (Henderson el rey de la lluvia y Son más lo que mueren de desamor) ambas me parecieron, tan sosas, que transcurridos unos días casi las he olvidado, relatos de enormes americanos juedo culposos, ricos y prepotentes, enfundados en un pantalón a cuadros. Qué le otorgasen el premio Nobel a este autor; sí lo comparo con la pasión y buen hacer de otros agraciados, esplendidos escribidores de propias historias en renovadas construcciones gramaticales; lo justifico, si acaso, que sea en el inglés original un literato excepcional, pero eso, amiga mia, no lo sé...
Eliminar¡Uy que desatre! feliz tránsito hacía el otoño que propicia reencuentros con la rutina que nos ampara, antesala del frio y del descanso...Un beso...
EliminarTampoco veo que Herzog sea hilarante, ni me ha transmitido alegría, ni ganas de reír ¿Será cosa de la editorial?
EliminarTambién estoy contigo en que esa escritura desde su condición de judío le perjudica, quizás tenga que ver con esa búsqueda de identidad que dice el ceñudo unos comentarios abajo, aunque la novela es de 1964, casi veinte años después del fin de la IIª Guerra Mundial, por no mencionar que él nació en 1915 en Canadá, no vivió en Europa.
:))
Feliz septiembre de momento.
o dos...
La verdad que ese "tipo" de hombre que demanda el fragmento S. Márai como verdadero si que es raro ja ja ja. Según lo que expresa tu reseña el personaje de la novela entonces no calza con ese patrón, pues es un hombre increíble ja ja ja en el sentido que no es creíble.
ResponderEliminarUna nube con carga negativa sólo producirá la poderosa chispa del rayo y la magnificencia del relámpago y del trueno una vez se encuentre con otra de carga positiva, ese es el momento de su verdad ja ja ja y prueba definitiva para llegar a ser creíbles. Si en el arte de las letras no se logra ese resplandor encandilador y retumbante de las pasiones encontradas entonces poca será la fortuna para llegar a electrizar a los lectores y no hablemos de electrocutar, cualidad que gozan tantas mujeres sin pretender ni siquiera ser artistas ja ja ja.
Hay aspectos en los que me gustaría escudriñar más en esta obra como las cartas mentales, super interesante!!! esto en el proceso de creación como aprehensión estética del mundo. También sobre su visión de la "gente más peligrosa" que de eso debió saber bastante.
Uno de los aspectos más deplorables dentro del mundo intelectual y artístico es ese permanente recelo que algunos muestran por los otros y no desde el arte si no desde factores externos a él. Juega mucho la competencia por intereses económicos y de reconocimiento de mercadeo, los políticos e ideológicos. Es un juego donde intervienen ya sea directamente o indirectamente apetitos y pasiones de la "gente más peligrosa" y en el que caen lamentablemente como cortesanos tantos y tantos artistas...Vuelvo a pensar entonces en eso del hombre de verdad ja ja ja.
Besos mi querida Laura Uve!!!
Sin embargo considero que ese hombre de verdad existe, no lo pienso como perfecto sino como verdadero, viviendo su masculinidad renunciando a estereotipos que cientos de años han ido creando para vosotros igual que para nosotras.
EliminarHerzog no me ha parecido verdadero en muchos momentos de la novela, me ha parecido un personaje manejado por su autor, no me ha envuelto en sus preocupaciones y desvelos. Me he quedado mirándolo desde fuera a ver qué hacía. Sin embargo es verdadero en cuanto a que rompe con el estereotipo de hombre fuerte y no le importa llorar o mostrar sus dudas. Justamente eso lo hace en sus cartas mentales, desde mi punto de vista lo mejor de la novela, tanto como recurso literario como por su contenido en ocasiones lleno de humor o de rabia o de dolor.
De ese fragmento sobre la gente peligrosa, incluso me ha interesado más esa referencia a los biempensantes ciudadanos que piensan que nada pueden hacer pese a su gran indignación. Últimamente le doy muchas más vueltas a lo segundo que a lo primero.
Besos, pensador (ya contarás a que conclusiones llegas sobre ser hombre de verdad)!!
Ese hombre de verdad es una creación literaria y cinematográfica. Los demás tenemos que pagar el piso. Estoy muy de acuerdo contigo en lo del personaje creible, tal como lo defines. Con todo me gustan los estractos del libro. Ese sobre los dirigentes me lo copiaría en oro.
ResponderEliminarUn abrazo
Por esa respuesta sé que eres un hombre de verdad, sin duda alguna.
EliminarSobre los dirigentes y los dirigidos, las dos partes son de plena actualidad.
Un abrazo!!
¿Y no será, amigo Uno, que de existir el hombre auténtico, como Zaratrusta, debiera vivir oculto en una cómoda gruta mental, ajeno a los demás y al devenir de las circuntancias que acongojan a la sociedad, sopena de ser ofrecido al dios cesar como víctima propiciatoria?
Eliminar...¿Qué le pido a un personaje literario (y también al conjunto de la historia)? Le pido autenticidad. Le pido que me resulte creíble, que no quiere decir real...
ResponderEliminarMe ocurre algo muy parecido, como lectora muchas veces me sumerjo en historias que a pesar de saber que son irreales tienen para mi la contundencia y solidez que estoy necesitando en ése preciso momento (es difícil de explicar con palabras) son destellos, luces que señalizan el camino de la trama..".por aqui si", "por aqui no", "mejor doblo en la próxima esquina"... y eso es lo que más disfruto cuando leo, incluso si tengo que hacer un alto en el camino...hay libros que los recorro en un solo tramo, otros los voy recorriendo con paradas técnicas para cargar combustible y víveres... y algunos que han quedado arrumbados en mi lista de pendientes, hasta que llegue a mi corazón su llamada.
Bella entrada Laura, buen fin de semana .
Besos y regalo.
(Poesía Vertical II, 52)
Si alguien,
cayendo de sí mismo en sí mismo,
manotea para sostenerse de sí
y encuentra entre él y él
una puerta que lleva a otra parte,
feliz de él y de él,
pues ha encontrado su borrador más antiguo,
la primera copia.
Roberto Juarroz
te entiendo perfectamente Adriana, acabo de leer en la novela con la que ahora estoy una frase que está relacionada con otro asunto pero que a mi me servirá para aplicarla a la lectura.
EliminarMe gusta que una novela me proporcione... Una breve bengala de felicidad... que asciende en mi interior y estalla, dejando caer una lluvia de chispas... JEFFREY EUGENIDES.
Siempre empiezo a leer esperando esa "bengala de felicidad", Herzog no me la ha provocado aunque es una buena novela para apreciar desde fuera.
La poesía la recorro siempre por tramos y sin serlo, Libro del desasosiego, lo estoy disfrutando así.
Me encanta Juarroz, que bellos versos, gracias!!
Y un inmenso abrazo de confraternidad.
Vaya por delante que me ha encantado leer tu opinión pero no la comparto. Sí puedo entender el por qué de la falta de conexión que puede tener el lector con Herzog pero no me ocurrió, más bien lo contrario. A mí el libro me apasionó, tanto que tengo la intención de leer las notas que destaqué todas seguidas en una tarde. La novela de trasfondo puede gustar más o menos, tiene elementos culebronescos, no sé si estarás de acuerdo pero el trasfondo existencial puesto en valor por las reflexiones en forma de cartas y la propia evolución del personaje me parecen absolutamente brillantes, le di cinco estrellas, es la puntuación que otorgo a las futuras relecturas.
ResponderEliminarLa próxima lectura conjunta será una de Philip K.Dick, a mediados de septiembre, El Hombre en el Castillo, no sé si es mucho tu género pero hay tres incondicionales del autor y de la ciencia ficción en general en el grupo.
Sin fecha definida leeremos Marisa y yo El afinador de habitaciones y tachán tachán... uno que seguro que te va a interesar muchísimo... Los bosnios :) No hay fecha, si te interesan ya las pondremos en twitter, te voy diciendo todo lo que vaya surgiendo, a ver si tenemos más suerte con las próximas. Un beso :)
Lo sé Yossi, hemos tenido muchas coincidencias pero resulta lógico que haya tambie´n diferencias en algunas obras por muchos motivos y circunstancias que siempre acompañan la lectura de una obra y que influyen en su recepción como lectores. Y añado... que todos los libros por desacertado que sea (y no es el caso de Herzog) me deja en el mismo lugar que antes de leerlo, todos me aportan algo y así he querido señalarlo en la reseña. Pero como decía a Adriana, no he logrado con esta novela esa comunión con ella en la que una se encuentra a si misma, esa bengala de felicidad que si me está ocurriendo con Middlesex de EUGENIDES, mi lectura actual.
EliminarYa he dicho en algún comentario anterior que esas cartas mentales es lo mejor de la novela y es ahí donde me sentía más ligada al personaje, pero luego venían muchas páginas de titubeos que me cansaban y me alejaban de su historia. Poca credibilidad de las mujeres de Bellow, me parecen estereotipos.
Me apetecía mucho el debate para comparar con otros lectores/as.
El de Celso Castro, no sé, quizás. Descarto el de Philip K Dick ahora(y que conste que tengo ganas de leer ciencia-ficción), pero lo apunto, veo que es una novela ucrónica, hmmm, muy muy interesante. Y me apunto ya a la de Colic.
Un beso!!!!
Después de leerte no sé si me animaría con Herzog...con los libros,las películas,las exposiciones y con todo en general,si no me atrapa del todo...lo dejo.
ResponderEliminarNo tengo paciencia.
Un hombre de verdad...domingo a estas horas...no me veo en condiciones de reflexionar sobre el tema...
Suena Duke de fondo...
Nos vemos,bss,Carmen.
; )
Bellow es un nobel y yo una humilde lectora, así que no lo descartes.
EliminarYo sí tengo mucha paciencia con la lectura (ya me gustaría tener tanta en la vida) y acabo todas las novelas. Me siento incómoda y derrotada si no lo hago (rarezas mías porque, muchas veces, es perder el tiempo).
Bien, pues que suene Duke, yo en estos momentos y llevo un buen bucle de días, escucho a Ben Webster (mis tres CDs favoritos, uno de ellos con Harry Edison, doble), uno de mis favoritos.
Un abrazo!!
Lo del hombre y la mujer de verdad me ha llegado, por eso me apunto la obra de Márais para entrar en el detalle.
ResponderEliminarUn abrazo.
Te gustará La amante de Bolzano. También a mi me llegó ese fragmento, y mucho.
EliminarUn abrazo!!
¿Qué quiere decir verdadero? eso es algo que puede ser muy objetivo o subjetivo depende de como se mire, para alguien una persona será verdadera y para otra no. Es un tema que puede dar para mucho debate.
ResponderEliminarEstoy en que las historias han de ser ante todo creíbles para hacerlas tuyas, aunque también puede haber alguna que no lo sea, pues la imaginación es muy poderosa. Y a eso no se le puede poner límites.
En cuanto al libro, resulta interesante lo comentado.
Un saludo.
Siempre hablo de estos temas desde la subjetividad, claro.
EliminarEntendí el texto de la siguiente manera, un hombre (o mujer) verdadero es aquel que es capaz de romper los estereotipos para los que está educado y se reconstruye desde sí mismo, tratando de entregarse a la atracción de la vida generosamente y sin las limitaciones de lo políticamente correcto (abrevio mucho). Esta no significa un modelo de hombre puesto que cada persona se iría haciendo a si misma desde la total libertad. Una utopía en definitiva puesto que hoy no existen esas condiciones de libertad que lo permitan de manera completa, solo podemos aspirar a acercarnos lo más posible a ser nosotros mismos.
Y sí, da para hablar mucho. Me gusta que aquí vayan apareciendo comentarios en ese sentido.
Creíbles en cuanto que yo me los creo aunque podamos hablar de ovnis y vegetales que dominan el mundo. En efecto la imaginación siempre es un factor en la lectura (y diría que en la música también, en cambio el cine reduce esas posibilidades desde mi punto de vista).
Salud!!
Respecto al hombre de verdad, esa especie de hombre anuncio de Martini o de la ONCE, alguien lo dijo mejor que yo y puede que con semejante cinismo:
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=QO6aZTSmTz4
El extrañamiento que te produce el personaje de Herzog puede que tenga que ver más que con el contexto geográfico, con el contexto étnico del pueblo judío en unos momentos en que tras el Holocausto estaba buscando su camino en la diaspora o en el esperanzado nuevo Israel. Ese conflicto de identidad justifica mucho de la escritura algo errática pero sumamente interesante de los escritores judíos de la posguerra y hast más allá de los 60.
:)))) hmmm... que guapísimo el hombre martini (el de la ONCE no sé quién es).
EliminarQuerido ceñudo, Alaska, como es habitual en ella, dice poco, sugiere más bien y me ha parecido deducir que justamente ironiza sobre el hombre estereotipado que es el que cuestiona Márai. Por cierto, ¿será Mario Vaquerizo ese hombre que buscaba? Ejem!!
Muy interesante lo que planteas sobre los condicionantes que podían pesar sobre los escritores judíos, aunque Bellow no nació en Europa y esta novela es de casi veinte años después. Pese a esos peros el holocausto es un acontecimiento lo suficientemente universal y tremendo como para aceptar esa influencia que señalas. Te agradezco este punto de vista en el que no había pensado.
Un abrazo!!
Me confundi, con lo del hombre de la ONCE me quería referir al hombre calvo de la lotería de la Navidad.
EliminarEste individuo: http://www.youtube.com/watch?v=5QVLKAGY4mc
Abrazos
No conozco el libro al que haces referencia y me resulta difícil comentar pero si tu nos has conseguido empatizar con el protagonista...
ResponderEliminarEn cuanto a la verdad de los hombres y mujeres en la actualidad, en eso si estoy de acuerdo encontrar realidad en nuestros días es tan difícil...
Un besote corazón
En nuestros días y siempre ¿no te parece? Lo fácil es seguir la senda marcada.
EliminarUn abrazo!!
¿Ya eres tú? :))
no te habrá gustado mucho, pero has encontrado fragmentos muy potentes.
ResponderEliminarno son de verdad, pero me encantan los hombres de Urculo, ...los sombreros, las maletas.
Qué es hoy ser "un hombre de verdad"?
estamos confusos, desorientados, sin rumbo: como vaca sin cencerro.
un beso, guapa
La novela me ha gustado y muchas partes de la novela me retenían en su atenta lectura. Pero me quejo de una lectura desde fuera, sin empatía.
EliminarCoincidimos, Úrculo transmite esa provisionalidad del viaje, del que observa, del que vive extrañado de si mismo en la ciudad, por eso y porque a mi me parecen hombres verdaderos está ahí.
Dentro de la confusión, intentar vivir con la autenticidad de una misma, si no llevamos cencerro y nos perdemos ya encontraremos vía ¿no?
Un beso!!
Haces un razonamiento muy preciso del porqué Herzog, como personaje, no te ha parecido un hombre de verdad. Ocurre a veces que una novela nos gusta como tal mientras la estamos leyendo, pero acabamos distanciándonos de ella por una falta de empatía con el protagonista, o porque sentimos que la opinión que el autor nos quiere trasladar de él no se corresponde con la que nosotros nos hacemos de él. Que yo no haya leído aún a Bellow, siendo Philip Roth uno de mis escritores de cabecera, es un hecho cada vez más inexplicable. Mi deseo es empezar por The Adventures of Augie March, que Roth ha ensalzado apasionadamente alguna vez. Un saludo.
ResponderEliminarSobre todo siento a Herzog como una marioneta en manos del autor, esos vaivenes me resultan artificiales y eso me desconcierta al punto de alejarme y verlo zigzaguear desde fuera. Las cartas mentales, sin embargo, me acercaban a él de inmediato. Hubo demasiadas páginas de desenganche de la novela provocadas por la falta de interés.
EliminarResulta curioso las lagunas que, a veces, se crean con algunos autores. Si luego empezamos a leerlos y nos hechizan parece imcomprensible nuestra tardanza en leerlos. Me ha pasado con algún autor.
No he leído la obra que mencionas y quizás me anime más adelante.
Saludos!!
Reconozco que no leo demasiado que un personaje sea creíble depende de la habilidad del autor o escritor para que así lo parezca, personalmente amo mucho todo lo relacionado con la fantasía, sin embargo estoy convencida que para que un autor o escritor haga creíble algo, este tiene que vivir ya en él, sea la novela fantástica, o no.
ResponderEliminarYo no soy escritora. Quizás tampoco una buena lectora, Besos.
Y bueno, ni siquiera soy una buena intelectual.
Soy una amapola nada más. Besos.
Seguro que eres mucho más que una amapola, pero si se trata de elegir flor, servidora es una rosa olorosa :))
EliminarMi trabajo requiere el uso de la inteligencia pero de ahí a ser intelectual media una distancia. No soy escritora de ficción. Soy una lectora ávida y voraz, eso sí :))
Besos.
¡Hola Laura!
ResponderEliminarAquí de vuelta y feliz de leerte. ¿Sabes? Creo que lo más importante para mí al leer, es sentir que los personajes son creíbles, empatizar con ellos, que me inspiren algo y si con este libro en particular no te ha ocurrido, lo siento mucho. Aún así, los fragmentos que has subido son impresionantes.
Besos.
Coincidimos plenamente. Sin embargo la novela, pese a los defectos que le he encontrado, me parece una obra interesante. Los fragmentos lo certifican.
EliminarBienvenida de nuevo, un abrazo!!
Esta obra... va a ser que no.
ResponderEliminarPues no te animo aunque se merece una posibilidad.
EliminarÚrculo, que aunque vasco de nacimiento para mi siempre será asturiano y por eso tremendamente cercano... Oviedo es una ciudad en la que te lo encuentras a cada paso... junto a sus maletas, como a punto de irse o de volver, nunca se sabe... más o menos como andamos todos... después este hombre de verdad de Márai que no sé si existe y si esa es la definición exacta o no de un hombre ( o mujer) pero es casi... perfecta:) y después el Herzog resentido, derrotado, dolorido y tambaleante que intenta una y otra vez volver a incorporarse y que... en mayor o menos medida a veces somos todos sin siquiera pasar por lo que a él le ocurre... gracias bonita, un placer pasarme de nuevo por aquí, me ha encantado esta tapita de pixín y sidra que me has servido... cuando te apetezca pulpo a la gallega con botillo del Bierzo ( por separado, que si te me mueres jajaja) ya sabes donde te espera con los brazos abiertos...
ResponderEliminarMuaaaaaaakkss!! enorme y graaaciaaas sieeempre cielo.
Halaaa, barriendo para casa o los alrededores eh?
EliminarEstos cuadros de maletas y sus borsalinos (que tanto me gustan) y gabardinas. Ojo que hay muchos otros hermosos sin maletas y demás (de hecho el que he puesto va sin maletas).
Yo conozco de esos hombres de verdad que, además, pasan muy desapercibidos. Pero yo soy una experta rastreadora, jejejeje.
El botillo lo perdono, el pulpo me gusta, ¿y un vinito helado de esos gallegos tan ricos?
Jajajaja, pues vaya con el corrector con personalidad propia.
Un placer volverte a leer!!
Besos!
Que "si no"... te me mueres ... joooo! tengo un corrector nuevo que me hace escribir rarísimo, corrige lo que no tiene que corregir y deja todas las patadas que meto ... será posible... perdón ... como ves, más o menos como siempre:))
ResponderEliminarMe parece apasionante tu espacio, Laura. Y siempre me digo la de cosas que me pierdo cuando estoy desconectada del blog. Me han encantado las reflexiones que además comparto. Y obviamente me voy a hacer del libro porque invita a leerlo.
ResponderEliminarGracias.Me ha encantado.Un abrazo
Gracias de verdad.
EliminarEs una buena novela, quizás no le encuentres las "pegas" que yo he captado.
Un abrazo!!
ResponderEliminarNo lo encontré... el sábado no hallé un hombre de verdad, de altura... Hace tiempo que no veo uno...
Aunque puede que sea yo, igual necesito gafas... :S
Bueno, la esperanza es lo último que se pierde, no?
Luego si doy con él, ya sólo hace falta que para el susodicho yo lo sea... una mujer de verdad, de altura... ;)
Esta vez no me lo apunto. Después de leeros a todos, no termina de convencerme este libro y ya tengo una lista lo suficientemente grande.
Petons y un fuerte, cálido y largo abrazo... :)
PD: Me gusta mucho la descripción del hombre verdadero de 'Sándor Márai'. A éste sí que lo tengo apuntado. Hace tiempo además, desde que comentaste 'La Mujer Justa'.
PD2: Y me gustan los cuadros, los hombres de 'Urculo'.
Querida X, no es tan fácil encontrarlos, ya lo dice Márai (y tú misma y yo también). Muchas veces pasan desapercibidos camuflados bajo una apariencia de normalidad que complica mucho las cosas a las exploradoras de estos raros especímenes.
EliminarLa reseña de Márais saldrá este finde, espero que te interese. Y Úrculo es muy atractivo como pintor.
Besos y un gran abrazo!!