INGRID TUSELL
La casualidad quiso que leyera estas dos novelas seguidas, sin percibir en el momento que ambas tenían en común el elefante como protagonista del título. Quizás es la única similitud que tienen ambas, sin embargo lo que el azar ha unido que no lo separe nadie y menos que nadie yo...
Así había programado esta entrada... pero quiso el azar que a esta coincidencia se añadiera otra, ayer asistí en el 24 GUITAR FESTIVAL BCN al concierto de LUCINDA WILLIAMS & DOUG PETITBONE y esta magnífica cantante también tiene que ver con elefantes, pero eso es algo que no os puedo explicar...
Así había programado esta entrada... pero quiso el azar que a esta coincidencia se añadiera otra, ayer asistí en el 24 GUITAR FESTIVAL BCN al concierto de LUCINDA WILLIAMS & DOUG PETITBONE y esta magnífica cantante también tiene que ver con elefantes, pero eso es algo que no os puedo explicar...
Se trata de una cantautora estadounidense de música rock, folk y country. Estuvo acompañada en todo momento de su guitarra (primero la acústica y después una Telecaster plateada) y le secundaba el guitarrista Doug Petitbone que ha acompañado, entre otras, a Norah Jones y Tracy Chapman, y un buen bajista. Petitbone fue ligando solos extraordinarios e incluso se atrevió con una pedal steel.
La velada resultó sencilla, íntima, de gran sensibilidad... es una mujer que desprende, con su voz, belleza y emoción.
Iba de negro integral con botas de media caña... (también yo elegí ir de negro pero con bailarinas que combinan negro y blanco).
Y ahora sí, los libros....
PETER HOEG, Los niños de los cuidadores de elefantes.
Compre esta novela porque me gustó mucho La señorita Smila y su especial percepción de la nieve. La novela tiene 422 páginas y su extraño título se refiere a que en el interior de algunas personas (en la novela son el padre y la madre de los niños) hay algo mucho más grande que ellos, sobre lo que no tienen control (…) y ese algo es que quieren saber lo que es Dios realmente, quieren encontrar a Dios (…), por ello viven, por encima de todo lo demás, y ese anhelo tiñe sus miradas de tristeza, un anhelo tan grande como un elefante, un anhelo que nunca ha sido satisfecho realmente (p. 135). Los elefantes interiores de la madre y el padre son, según su hijo Peter, elefantes africanos a los que se puede llegar a tolerar pero que nunca son dignos de confianza.
Peter Hoeg (Copenhague,
1957) es un escritor danés licenciado en literatura comparada. Antes de
dedicarse a la escritura ejerció diversos oficios: actor, bailarín, marinero y
otros. Es fundador de la Lolwe Foundation, una organización sin ánimo de
lucro que tiene como objetivo mejorar las condiciones de vida de las mujeres y
los niños del Tercer Mundo.
La novela está narrada por
el hijo pequeño de los Fino, el padre es un pastor luterano y su mujer le ayuda
y toca el órgano, que junto con sus dos hermanos mayores Hans y Tilte tienen
que afrontar la desaparición de sus padres y tratar de encontrarlos. La trama
gira en torno a las sectas religiosas. Tratado con cierto humor desarrolla el
efecto que unos padres, muy poco convencionales, ejercen sobre sus hijos.
En ningún momento ha
logrado interesarme la novela puesto que acaba resultando tan inverosímil que
su pretendido intento de trascendencia queda anulado por un divagar sostenido
que a duras penas me ha permitido acabarla.
Me quedo con recomendar la
novela anterior, La señorita Smila y
su especial percepción de la nieve y confiar que la próxima (que no sé si me
animaré a leer) sea mejor que ésta.
ANTONIO LOBO ANTUNES, Memoria de elefante.
Compré este libro cuando leí la reseña que hizo offuscatio en su blog y por su contundente recomendación: (...) lo mejor que he leído este año. Por favor, leerlo o, por lo menos, intentarlo.
La
novela tiene 152 páginas y no sé explicar el título ya que no he encontrado
ninguna referencia en la novela que me dé una pista (o me ha pasado
desapercibida). Pensando en el significado genérico de tener memoria de elefante, me quedé con la definición menos habitual que hace referencia a que, como los elefantes, hay personas
que almacenan recuerdos. El protagonista, un psiquiatra que vive en Lisboa,
desgrana recuerdos que tiene almacenados.
Antonio
Lobo Antunes (1942, Lisboa) es licenciado en Medicina, especializado en
Psiquiatría. Entre 1970 y 1973 participó en la última fase de la guerra de
liberación colonial de Angola. Época que coincide con el fin de la Dictadura
portuguesa. Actualmente vive en Lisboa y se dedica exclusivamente a la literatura
y el periodismo.
Memoria de elefante desgrana, con
un peculiar estilo narrativo, la crisis existencial de un psiquiatra, alter ego del autor, que busca su
perdida identidad y que va recordando facetas de su vida familiar:
Su madre creía poco en él como individuo maduro y responsable: tomaba todo
lo que él hacía como una especie de juego, y aun en la relativa estabilidad
profesional de su hijo sospechaba la engañadora tranquilidad que precede a los
cataclismos (p. 97).
… de su trabajo como psiquiatra, de su regreso a
Lisboa tras su intervención en la guerra colonial o del complicado amor con la
mujer con la que se casó y que no puede dejar de amar:
Es como si solo pudiese amarla de lejos con las ganas que tengo, carajo, de
amarla de cerca, cuerpo a cuerpo, que en eso ha consistido nuestro combate
desde que nos conocemos. Darle lo que hasta hoy no he sabido darle y hay en mí,
congelado aunque respirando siempre, semillita escondida que aguarda. Lo que
desde el principio quise darle, la ternura ¿entiendes?, sin egoísmo, la vida
cotidiana sin rutina, la entrega absoluta de un vivir compartido, total, cálido
y sencillo como un polluelo en la mano, animal pequeño asustado, trémulo,
nuestro (p. 62).
Su manera de narrar, cuajada de descripciones
intimistas que recurren casi al género poético, requiere una gran concentración
por la gran cantidad de imágenes y metáforas que utiliza en el soliloquio sin
fin de esta novela:
(…) como ciertos poemas de Erza Pound nos muestran de pronto los desvanes
de nosotros mismos en el prodigio de una revelación: la certidumbre de haber
encontrado a un compañero de viaje en un asiento a primera vista vacío y la
alegría de una ceremonia compartida inesperada (p. 53).
Me mato, madre, sin que nadie o casi nadie lo note, me columpio colgado de
la cuerda de una sonrisa, lloro por dentro humedades de gruta, sudor de
granito, secreta neblina en la que me escondo (p. 59).
Una obra extraordinaria que he disfrutado pese a la
angustia que destila en esa desesperada búsqueda de algo que le ayude a existir. Muy recomendable.
Imágenes tomadas de google.
ResponderEliminarBuenos días 'Laura':
Como a 'Smila' ya la tengo anotada, me apunto a la 'memoria de elefante de A. Lobo Antunes' de la que ya tenía alguna referencia, leída no sé si aquí o en otro sitio (no soy un elefante... :P).
Cómo te lo pasas... de mayor quiero ser como tú... por muchas razones...
Y con la compañía de 'Lucinda Williams' de fondo, te deseo que disfrutes del fin de semana.
Petons y un fuerte, cálido y largo abrazo...
:)
PD: La portada del segundo libro me recuerda a 'Estambul'. Atrae.
PD2: "Tu mano viaja por mi espalda ajustando con precisión cosquillas de ternura, dibujando mensajes secretos, relajando como un bálsamo mis tristezas, enlazando besos entre mis omóplatos, construyendo murmullos a oleadas cuando se rompe la noche..." ¡VAYA!
Lo dicho... de mayor quiero ser como tú... ;)
Pues lo tenemos mal porque yo de mayor quiero ser como tú... así que no sé en qué quedará este extraño círculo que hemos montado :))
EliminarAh!! Los arco iris salen para todas, seguro que pronto te iluminará.
Un inmenso abrazo!!
Para completar el trío de libros que tengan algo que ver con el elefante te ha faltado "El viaje del elefante" de Saramago, que ya habrás leído.
ResponderEliminarRespecto a la primera obra que citas se me ocurre la reflexión: siempre hay un pastor, protestante o de la secta que sea. que provoca estos pensamientos en sus hijo ¡ay las estrictas religiones que daño hacen...!
El segundo libro que recomiendas... ¡vaya! para no leerlo, voy a buscarlo.Gracias.
Pues no lo he leído... Saramago se me hace difícil en su manera de narrar y lo tomo con cuentagotas, de esa manera logro saborearlo.
EliminarEn fin, las religiones, y en concreto en nuestro caso la católica, han sido causantes de tanto retraso, ceguera y daño en el amplio sentido de la palabra, que para que hablar...
Te gustará Lobo Antunes.
Disfruta, que sé que lo harás, del din de semana!!
Por lo general me sueles poner los dientes largos cada vez que leo una de tus entradas y hablas de esa música folk y country que por aquí, en el sur, solo la vemos de muy tarde en tarde, que digo tarde, tardíiiiiiiiiiisimo.
ResponderEliminarAunque ahora estoy con la lectura de otro Portugués, José Saramago y su libro "El hombre duplicado", un libro que, desde mi modesto punto de vista, está algo lejos de "La caverna" o "El ensayo sobre la ceguera", debido a ello y como algunas críticas, no se si bien intencionadas o no, indican que es una mala copia de la obra titulada "El doble" de F. Dostoievski también me he lanzado a su lectura, así que enseguida acabe con ambos me lanzo a leer a Lobo Antunez.
Un abrazo y buen fin de semana
Barcelona es un privilegio, lo reconozco, en esto de los conciertos...
EliminarSaramago, como le decía a Tracy, tengo que tomarlo a dosis pequeñas y lo voy leyendo con mucha calma. He leído La caverna y El ensayo sobre la ceguera pero no El hombre duplicado.
Me parece que esta novela de Lobo Antunes te gustará... eso espero.
Un abrazo y muy buen fin de semana!!
¡Qué buena recomendación!
ResponderEliminarVoy a ver si se consigue por acá, porque hay trabas a la importación, hasta de libros... La única pobreza que se vende en estas boutiques de libros nuestras es lo más reciente y lo más comercial, desafortunadamente, y a precios exorbitantes. Ni siquiera pude conseguir la prosa de Beckett en mayoristas... Sólo las obras de dramaturgia, que prefiero ver en teatro, como hice el sábado pasado. Ni que hablar de Rita Levi-Montalcini: ni la conocen los libreros... Una lágrima esta Argentina que tenemos...
Definitivamente padeces del mismo síndrome de Stendhal del cual, felizmente, padezco yo... Lástima que no te des una vuelta por mi jarro: me encantaría que me visitaras en casa de vez en cuando y de tus nutricias aguas vinieras a verter.
Hay una figura metafórica en nuestra lengua y en el inglés, que es hasta donde yo sé, la del "elefante blanco": eso que nos resulta ostentoso y pesado, y con lo cual no sabemos muy bien qué hacer cuando nos es regalado. Algo así les pasa a muchos adultos con su propia vida y su idea de trascendencia y sentido en nuestra modernidad líquida y sin anclajes sólidos. Tal vez tenga algo que ver con el elefante del primer autor que citas, a quien no pienso leer por la reseña que das. Me interesaría Antunes, como no, con un poco de tiempo y viento a favor. Me gustan los psiquiatras que escriben ficción.
Gracias por este baño de cultura tan plural y ecléctica!
Un beso!
Fer
Definitivamente padeces del mismo síndrome de Stendhal del cual felizmente padezco yo... Lástima que no te des una vuelta por mi jarro: me encantaría que me visitaras en casa de vez en cuando.
Hay una figura metafórica en nuestra lengua y en el inglés, que es hasta donde yo sé, la del "elefante blanco": eso que nos resulta ostentoso y pesado y no sabemos muy bien dónde ponerlo cuando nos es regalado. Tal vez tenga algo que ver con el elefante del primer autor que citas, a quien no pienso leer por la reseña que das. Me interesaría Antunes, como no, con un poco de tiempo y viento a favor.
Gracias por este baño de cultura tan plural y ecléctica!
Un beso!
Fer
Ay, quedó medio duplicado, ¡qué feo! Es por hacer tanto "copy & paste" para evitar el error, y ya ves... qué papelón...
EliminarDisculpas, por favor.
Un saludo de domingo.
Fernanda, no te preocupes... he intentado ver si podía borrar la parte duplicada pero no he sabido encontrar cómo hacerlo.
EliminarAquí también la mayoría de librerías están acaparadas por las novedades y los precios se han disparado... es cierto que no cuesta encontrar los libros pero también es cierto que caducan rápidamente y cuesta encontrar un libro cuando ha sido editado más allá de siete u ocho años.
Cuantos elefantes blancos tenemos que sufrir en momentos determinados y qué poco me gustan.
Mi visita está hecha y nos seguimos leyendo, Fernanda.
Buena semana con lecturas!!
Hola Laura,
ResponderEliminarLucinda Williams es magnífica. La casualidad ha querido que el otro día escuchara en un podcast una entrevista en la que hablaba de las crisis de inspiración y de como se gana un cierto sexto sentido para discernir lo que está bien o mal a la hora de crear, como se llega a una seguridad sobre el trabajo creado.
A Peter Hoeg no lo conocía pero le pondré remedio.
Y de Lobo Antunes ¿qué decir? Me ha encantado ver la cita en la que aparece Ezra Pound, he hablado con Offuscatio de este autor que, a pesar de todo, es uno de los grandes. El libro es magnífico, coincido con que es de las mejores lecturas del año, lo releeré pronto. La manera de narrar, llena de evocaciones, de asociaciones de imágenes tan particulares y propias y la historia del alter ego que para mí se hace inolvidable de la misma manera que Suttree o Arturo Belano, Lobo Antunes es muy grande. Seguiremos en orden cronológico con sus novelas. La próxima es La explicación de los pájaros, que dejé a medias por resultar complicadísimo seguir tantas voces que se entremezclan.
Me quedo con la canción de Tracy Chapman (otra vez). Recuerdo elprimer disco Talking 'bout a revolution, Baby, can I hold you tonight y mi favorita Fast car, es un disco que sigo escuchando con frecuencia. Incluso Crossroads que nunca me llegó a convencer me está empezando a gustar :) Un beso Laura y feliz fin de semana :)
Hola Yossi,
EliminarLo cierto es que Lucinda Williams es una mujer con mucha personalidad que encandiló, con su acústica, al auditorio desde la primera canción. Un espectáculo sencillo en el que prima la música sin más adorno.
Te recomiendo La señorita Smila..., te gustará.
Respecto a Lobo Antunes, esa forma tan poética de narrar, me encanta. Supongo que es lo que puede disgustar a algunos lectores. Esa frustración que arrastra respecto a la mujer que ama es dura de digerir... quizás su idea de ella acaba siendo tan idealizada que la realidad nunca será suficiente... bueno, es un tema y estoy empezando a divagar...
Me parece que ya hemos comentado esa afinidad por Chapman... una mujer que sigo desde hace ya bastantes años.
Un abrazo!!
Creo que el de Hoeg... ya me tiene... Un abrazo.
ResponderEliminarTe pilló!!
EliminarBueno, a ver que tal va su lectura.
Como en la "Búsqueda del Tesoro", el Universo nos deja pistas...señales...causalidades.
ResponderEliminarTal vez el simbolismo del elefante quiera mostrarte algo.
En la India y su mitología son sagrados, Ganesha por ejemplo es el "Gran liberador de obstáculos".
Lucinda me encanta.
Te dejo un beso, un regalo y el deseo de que tengas un bello fin de semana Laura.
Los libros. Su cálida
tierna, serena piel. Amorosa
compañía. Dispuestos siempre
a repartir el sol
de sus aguas. Tan dóciles,
tan callados, tan leales.
Tan luminosos en su
blanca y vegetal y cerrada
melancolía. Armados
como ningunos otros compañeros
del alma. Tan musicales
en el fluvial y transbordante
ardor de cada día.
Oficio de paciencia
Eugénio de Andrade
Pues no lo había pensado... quizás signifique algo que yo no alcanzó a entender.
EliminarEse poema es una maravilla, ya sabes cuanto me gustan tus regalos, siempre exquisitos y acertados.
Los libros... siempre mis fieles compañeros, donde encuentro mucho de lo que necesito: realidad y sueño, odio y amor, aventura y rutina, emociones y muchas soluciones a mis dudas y a mis interrogantes en la vida.
Un gran abrazo!!.................por supuesto interoceánico...
No encuentro la reseña de offuscatio.
ResponderEliminarTe dejo este enlace y luego regreso a comentar:
Lectura a elefante de Gregory Colbert
Por algo el elefante es un símbolo milenario en muchas culturas y sus credos mítico religiosos. Para la cultura de occidente es un símbolo extraño y a veces incómodo como el de la batalla del Hidaspes donde Alejandro Magno debe retroceder en su campaña militar por la negativa de su tropa de seguir por temor a un nuevo enfrentamiento contra ejércitos que usaban elefantes en la guerra. También es de ingrato recuerdo los elefantes para la Roma Imperial cuando Aníbal se paseó victorioso por toda Europa hasta llegar a sus mismos límites.
EliminarSon muchas las relaciones que este formidable ser establece con el espíritu de los humanos alcanzando incluso la sacralidad. Dentro de la literatura y el arte su presencia es también abundante.
Las metáforas que los escritores citados en esta publicación usan están ligadas directamente con el espíritu acudiendo a su característica de gigantomaquia, en el primero como anhelo y en el segundo como fuerza del recuerdo, lo que no dejo de asociar en parte con M. Proust.
Se abre una gran expectativa con esta relación simbólica que se te presenta la cual nos deja muy atentos para futuros eventos ja ja ja. Yo personalmente estaré pendiente de los caminos sacros que esta senda te pueda abrir y deparar, te imagino como toda una deidad guerrera al frente de un ejército de elefantes todos ellos obedientes como inocentes peluches ja ja ja ya veremos.
Uno de los recuerdos y experiencias determinantes en la psiquis de H. Hesse fue cuando niño veía en la pared un cuadro hindú que perteneció a su abuelo que simbolizaba un elefante, cuenta él que el elefante le movía los ojos y le danzaba, lo que dejó de hacer una vez obligaron al escritor cuando niño a recluirse en un internado!!!
Besos!!!
Un texto y una gran imagen como todas las de Colbert... me gusta especialmente este fragmento... soledad y lectura... ensimismamiento añadiría yo, una compleja relación la que establecemos con los libros... y que vacío nos queda cuando acabamos un libro que nos ha atrapado por completo y de pronto acaba...
EliminarSoledad y lectura son hermanas y estas hermanas lo son también del silencio y todos juntos crean un escenario. El escenario es este desierto o playa, o bien una habitación retirada de la casa, o también una butaca de tren o de avión. La soledad rodea al silencio del ojo que va y que viene por la página y el ojo de este niño lee ahora este libro quizá para que se lo aprenda el elefante (como sucede en Fahrenheit 451con los hombres-libro en los bosques), sí, acaso para que se lo aprenda el elefante, ya que este es el último libro del mundo y debe conservarse en la memoria del animal que lo hará pasar luego a la gran memoria de la manada.
Para añadir algo más a lo que digo...
Hay libros que forman parte de nuestras vidas. En cierto sentido, cada cual a su modo, cuantos hemos ojeado, consultado o leído. Pero algunos, aunque no tantos, se tejen con nuestra identidad, logrando precisamente que no sea siempre idéntica. Y aún más, pocos, a veces incluso solo uno, son determinantes para que seamos quienes somos, en ocasiones abandonando posiciones ya establecidas. Y quizá consideramos que cierto libro es el libro sin el cual todo sería distinto. No siempre pensamos que habría de serlo para los demás. Decir su título es prácticamente una confesión, y no descartamos que lleguemos a contarlo, pero ya sería una confidencia. Nuestra relación con él es literalmente amorosa o, más precisamente, erótica. Es querido, próximo y siempre nos dice algo. Y nos gusta.
Podríamos abrirlo por cualquier página y, aunque no la recordemos, tenemos memoria de lo que todo el texto destella en cada párrafo. Lo releemos como quien explora una relación viva, no con afán de añadir un resto valioso, un trofeo o un vestigio a la galería de nuestro afán conquistador, sino de hallar amparo, aire, sustento para el deseo. Y siempre está ahí, no como un yacimiento, sino como un manantial.
ÁNGEL GABILONDO, Darse a la lectura
Interesante, y para mi desconocido, todo lo que explicas sobre lo que simboliza el elefante. Especialmente interesante la referencia que haces a Hesse...
EliminarAristos.... ¿yo como una deidad guerrera frente a un ejército de elefantes? Eres tremendo y me has hecho reír bien a gusto..., pero en el mundo de la lectura todo es posible y cualquier trasmutación se puede producir... :))
Me gusta como enlazas las posibilidades de un texto para abrir nuevas vías a la reflexión (y al buen humor que te caracteriza).
¿Te ves de elefante?
El libro de P. Hoeg obviable.
ResponderEliminarLa obra de Antunes no la conozco en profundidad y este título lo encuentro muy atractivo por diversos motivos. Lo voy a apuntar a mi agenda de libros, pues creo que será una lectura muy interesante. Me ha encantado la cita de la pág. 59.
De Saramago he leído unas cuantas obras, pero siempre me invade la misma sensación. Sabe crear una estupenda idea para construir el libro pero por desgracia no sabe como cerrar la trama del libro, lo que lleva a forzar en exceso esa idea, para acabar de forma abrupta el mismo.
Buena recomendación Antunes.
Un saludo.
Si te gusta esa cita, te gustará Lobo Antunes... es su estilo esas imágenes poéticas que va enlazando unas con otras y que cada una da para pararse y pensar un buen rato, o para volver y releer.
EliminarA mi me pesa la forma de escribir de Saramago, sin pausas, sin descansos... por eso tengo que tomarlo a pequeñas dosis. No había pensado en lo que dices sobre el cierre de sus historias.
Salud!!
Me gusta la música que traes hoy y comprendí la memoria de elefante, es dificil vivir en una comparativa constante, que supone tener la vida completa presente en todo instante. ¿Una enfermedad o una suerte? No sé, a lo peor sólo es un hecho doloroso...Ah, un beso... de retorno...
ResponderEliminarEntiendo que cuando tenemos como referencia un amor ideal, y no abandonamos ese momento culminante y lo idealizamos más y más, acabaremos incapacitados para amar en la realidad y siempre nos asaltará la frustración. El protagonista, en cierta manera, va a la deriva por ese motivo. Digo en parte porque me parece que su trabajo también le genera frustración y su infancia no fue todo lo feliz que un niño necesita...
EliminarUn beso y feliz retorno.
Buenas tardes, Laura. Parece que no sólo compartimos gustos literarios. Hace una semana, he visto la película "The last ride" e, inmediatamente, dejé que el country se convirtiera en la banda sonora de la primera semana del verano de 2013. Por otro lado, ya conoces mi opinión sobre "Memoria de elefante". Me parece una obra magistral, que me ha llegado como pocas. Tengo páginas y páginas llenas de fragmentos a los que no me canso de volver una y otra vez. Quizá, cuando vaya a Lisboa, me lo compre en edición original. Creo que se lo merece. Un abrazo,
ResponderEliminarLeer en la lengua del escritor siempre es una gran ventaja, me parece una excelente idea puesto que es tu lengua, seguro que habrá matices, con un vocabulario tan rico como el de Lobo Antunes, que se nos escapan al leer la obra traducida.
EliminarEl country-folk-rock es una delicia... El country solo acaba siendo reiterativo desde mi punto de vista.
Un abrazo!!
Tienes toda la razón, Laura. El segundo, "En el culo del mundo", lo leí en portugués, con la traducción al lado, y debo confesar que tuve que recurrir varias veces al diccionario y releer algunos párrafos. En la edición en castellano, sin embargo, todo me resultaba más fluido. Lección aprendida.
EliminarCon esta entrada se corre el riesgo de coger una trompa (no me digas que no está bien traido). El chiste facil es la secreta neblina en la que me escondo.
ResponderEliminarUn abrazo
:))) Tremendo... Uno... está bien traído, sin duda.
EliminarUn abrazo.
El primer libro ni lo conocía, pero el argumento no me ha llamado mucho y por lo que cuentas, me parece que lo voy a dejar pasar. Y el segundo sí que lo conocía, por la reseña de Offuscatio también. Y si la reseña de Offuscatio me obligó a ponerlo entre los pendientes, con la tuya va subiendo puestos. A ver si logro hacerle hueco pronto.
ResponderEliminarY gracias por descubrirme a esta cantante! Sigo escuchándola ahora.
Besotes!!!
Sin duda el de Lobo Antunes y es una pena porque La señorita Smila... me gustó mucho...
EliminarBuenas noches!!
Un autor que me interesa, tengo algunos libros suyos, incluida esta lectura. Pronto espero leerlo. Me ha animado leer a offuscatio y a José, sumado a mi conocimiento previo de Antunes al que tengo por buen autor y espero conocer para sacra mis conclusiones. Me ayuda todo ese entusiasmo que veo. Un saludo.
ResponderEliminarTe aviso que es un manjar para algunos paladares, ni más ni menos selectos, hay que entrar en sus maneras de narrar... Espero tu opinión, me interesa.
EliminarSalud!!
Me apunto la novela recomendada.
ResponderEliminarTiene buena pinta.
Besos.
Te gustará...
EliminarAbrazo!!
Me atrae la de "Memoria de elefante".Tomo nota.
ResponderEliminarMe ha gustado leer el post con la música de fondo.
; )
Bss,Carmen
Luzinda Williams casa bien con la lectura, me alegro por esos instantes dedicados a la lectura de mis sugerencias.
EliminarPodías haber unido a estas dos novelas, sobre todo a la segunda que se desarrolla en Lisboa el viaje de los elefantes de Saramago, estos portugueses tienen un halo de entrañable nostalgia sabia, sazonada con un cierto regusto por la postración, no sabría explicarte bien lo que intento decirte pero yo, que vivo pegadita a Portugal y trato mucho con ellos te aseguro que es una característica curiosa sobre todo entre la gente a la que le interesa la cultura, ámbito en el que para sorpresa de muchos en este país nos dan cien mil vueltas. Noto ese desprecio ancestral por lo portugueses aquí y me resulta imposible de enteder... vaaaya LAURA lo siento, me fui por la tangente... supongo que me han parecido adorables estos pedazos que nos has regalado de la novela de Antunes. Gracias.
ResponderEliminarUn beso grande LAURA.
Síiii, Tracy me lo ha recordado también más arriba. No lo he leído y a Saramago me lo tengo que beber a pequeñas dosis.
EliminarEstoy totalmente de acuerdo con lo que dices, que odiosa esa prepotencia de vecindad que también se sufre dentro del propio país.
Nuncaaaa hay tangentes en este espacio imaginario que es U-topía... diría que existe para podernos salir por tangentes, ángulos y diagonales del inmenso poliedro que es esta casa, al menos yo así la quiero.
Bon dia Maria!!
Eres insaciable, Laura, semejante a esos personajes de Hoeg. Nos das tres entradas por el precio de una. De hecho cada tema requiere un comentario distinto.
ResponderEliminarTengo mis peros a ciertos contagios de la música country a otros géneros y viceversa. No niego la importancia del género, pero cuando pienso en country me veo como los BLues Brothers intentando tranquilizar a aquellas masas de borrachuzos camioneros en uno de esos baretos todo madera del sur.
Leí hace poco el libro de Smila, antes había visto la película, y me llevo a entender la presencia de mendigos de rasgos orientales en el centro de Copenhague y que yo pensaba que eran asiáticos cuando se trataba de inuits de Groenlandia llegados en su mayor parte en las psotrimerías de los 60 . Quizás esa distorsión entre una sociedad avanzada y una inadaptación personal amen de ese viejo misticismo nórdico tan trágico, explique muchas de las problemáticas de estas sociedades donde la fachada es más importante que el volcán que se aloja detrás.
Me he propuesto leer en varias ocasiones pero sabiendo que sus textos no son la alegría de la huerta he preferido tomármelo con calma. Portugueses, brasileiros y galegos conocemos bien de esas ansiedades de trascendencia de la que hablabas respecto de la novela de Hoeg. Lo que pasa es que indefinidos por naturaleza preferimos no etiquetar esa inquietud con nombres que se escriben con mayúscual y poniendfo la voz grave.
Besos
Quizás el Dr Krapp puede saber, desde sus conocimientos, porqué mi cabeza bulle de tal manera que encadeno una cosa con otra y acabo haciendo estas sábanas inmensas de fin de semana...
Eliminar:)) tienes razón... digo con los borrachuzos...
En fin, el country puro y duro, con sus sombreros, botas de cowboy y demás no me entusiasma aunque hay cantantes que lo bordan, sin embargo me gusta la fusión (igual que en el jazz) y Luzinda Williams lo hace con una sensibilidad y un poderío bastante logrado.
No he visto la película de La señorita Smila..., la novela me gusto mucho por diversas razones y la recomiendo siempre. Es cierto lo que comentas de estas sociedades nórdicas en las que creemos que todo es riqueza, democracia social y demás y hay mucho escondido en la retaguardia (la novela negra nos lo descubre en cada página).
No me gusta la trascendencia y, a veces, caigo en ella, procuro dejarla atrás con humor... y me gusta esa manera de darle esquinazo de los gallegos (no conozco portugueses ni brasileños).
Te había entendido sobre el último párrafo, Doctor...!!
En le último párrafo me refería a Lobo Antunes. Mi manía de corregir sin corregir el texto tiene esas cosas.
ResponderEliminarA mi también me gusto el libro de Smila. Albricias, uno que he leido. Y te diré que Lucinda Williams es una de las grandes en su terreno. Incluso ha ido ganando con los años. Tiene una personalidad arrolladora que supongo habrá salido a la luz en directo. El toque minimalista del concierto lo emplea en ocasiones, aunque también tiene la versión más furiosa. En todo caso un lujo. Excelente cóctel el que propones. La foto de la cabecera preciosa...Un abrazo
ResponderEliminarHe releído incluso algunos fragmentos de Smila, cosa que no acostumbro a hacer... esperaba más de esta otra novela y no he encontrado rastro de lo que tanto me gustó en Smila.
EliminarUna mujer con una presencia en escena muy atractiva sin moverse apenas... es estupenda.
Un abrazo!!