La novela la compré porqué leí en algún blog que la recomendaban. No consigo recordar dónde ni quién habló de ella, pido disculpas por ello y si está entre quienes leen esta reseña, espero que me lo diga para agradecérselo y compartir impresiones. Efectivamente, quien la recomendo, me ha leído, se trata de Elena Rius, en su estupendo blog Notas para lectores curiosos.
El libro está acompañado de un tapón con la L de mi nombre, me lo regaló una amiga por mi cumpleaños. Siempre me habían gustado pero nunca me había decido a comprar uno, así que estoy marcando los libros que voy leyendo… encantada como una niña con zapatos nuevos.
La novela tiene 445 páginas, en una edición de bolsillo con letra muy pequeña. El título es fácil de explicar, la novela son fragmentos de la vida de la autora hasta los veinte años, tratados de forma novelada. Recibe una educación bastante caótica, a la vez deslumbrante, y poco sentimental. Perteneciendo a una clase acomodada, su padre era un aristócrata bávaro arruinado, su vida no fue fácil desde la infancia. Tampoco diría que fue difícil, digamos que fue especial y poco convencional.

Sybille Bedford (Charlottenburg 1911-Londres, 2006). Nacida en el seno de una familia aristócrata, sus padres se separaron siete años después, y la pequeña quedó bajo la tutela del padre, Maximilian von Schoenbeck. Tras su repentina muerte, en 1920, Sybille se reunió con su madre, Elizabeth Bernard, quien había fijado residencia en Italia. Pasaría los siguientes años entre Italia, Inglaterra y Francia, aprendiendo diferentes idiomas y otras materias con profesores particulares.
Con el avance del nazismo, se trasladó con su madre a Sanary-sur-mer, un pueblo del sur de Francia que acogió, en los años treinta, a una rica comunidad de intelectuales. Allí conoció a Aldous Huxley, su mentor y modelo de inspiración profesional hacia el mundo de las letras, y entabló amistad con Thomas Mann, Bertolt Brecht y Julius Meier-Graefe.
Al estallar la II Guerra Mundial, emigró a California, donde trabajó como traductora y secretaria al tiempo que escribía sus propios textos periodísticos y de ficción. Para entonces, ya se había roto su fugaz matrimonio de conveniencia con Walter Bedford, un oficial del Ejército británico.
Al morir Huxley en 1963, Sybille Bedford comenzó a trabajar en su obra más conocida: la biografía en dos volúmenes del autor de Brave new world (Un mundo feliz). Publicados en 1973 y 1974, los dos tomos de Aldous Huxley: A biography reflejan la proximidad entre ambos autores y representan el primer análisis a fondo sobre la vida personal del influyente y visionario escritor.
Adoptó el inglés como su lengua artística y profesional en una serie de novelas, memorias, artículos de prensa y ensayos sobre sus placeres favoritos: la comida, el vino y los viajes.
En Inglaterra, donde residió gran parte de su vida, fue candidata con esta novela de 1989, al más prestigioso galardón literario, el Booker Prize. Miembro honorario de la Real Sociedad de Literatura del Reino Unido, recibió en 1981 la condecoración como oficial de la Orden del Imperio británico.
La novela relata, de forma novelada, los años de infancia y juventud de la autora. Está estructurada en cinco partes y una introducción. La primera parte, Antecedentes: Alemania; segunda, Fugitivas: Italia; tercera parte, En tránsito: Inglaterra-Italia; cuarta parte, Anclaje: Francia; quinta, Desprendimientos: Sanary- Londres-Sanary.
La existencia de la autora, caótica, sin más tutela que sus propias lecturas y esporádicos profesores, fue apasionante y libre como no podía ser de otra manera ya que sufrió un cierto abandono por parte de su madre, una vez que murió su padre. Sin embargo, la existencia itinerante, nómada, yo diría incluso que, vagabunda, le permitió conocer países totalmente diferentes, culturas diversas, gentes variadas e ir construyendo su personalidad de forma propia. Esa existencia le permitió conocer las diversas caras del amor, su sexualidad ambigua que empezó a definir hacia el lesbianismo pero no de forma clara, la dureza del mundo de las drogas a través de la adicción de su madre a la morfina y su vocación de escritora. Toda esta vida personal tiene un trasfondo social y económico que aparece, a veces, y que yo hubiera preferido que se desarrollara más.
Algunos FRAGMENTOS que me han gustado:
---“A la muerte, a la desaparición de un ser vivo, me cerré con la mente y el sentimiento. Lo que expresaba para mí era que ahora jamás podría volver, no tendría que volver, no quería volver (se refiere a Alemania dónde murió su padre)” (p. 84-85).
---“Soy una insensata (le dice su madre), pero no tan insensata como para no saber que nos encaminamos hacia una gran infelicidad… Billi ¿puedes entender que se puede echar de menos a un ser humano, a una presencia… en todo el universo… hasta el punto de… bueno, de la extinción de todo lo demás” (p. 86).
---“En la política (le dice la madre) hay oportunistas y fanfarrones, gente astuta cuando tendría que ser directa, retóricos cuando tendrían que ir al grano y pensar, y no han aprendido a comprometerse sin traicionar” (p. 110).
---Preciosa descripción del paisaje mediterráneo que acompaño con la fotografía de una masada en el Maestrazgo: “En el interior se hallaba el campo, tostado por el sol, cargado con el canto de las cigarras, el campo sin edad de la maleza y las colinas en bancales, donde los campesinos vivían en los dispersos mas de piedra, el paisaje mediterráneo arquetípico de rocas, olivos, tomillo silvestre, viñedos, luz” (p. 121).
---“El amor no correspondido. No hay nuevo que decir sobre el asunto. Tanto si acontece a los dieciocho, los treinta, o los sesenta años, las punzadas son las mismas: el delirio, las esperanzas, la desesperación, la espera. A los dieciocho puede hacerte sentir que has sido golpeada como nadie, a los treinta eres capaz de decir que no hay dolor irreversible, a los setenta sabes que lo es: irreversible” (p. 281). Buff, buff, buffffffff…. Impresionante.
---Habla la autora de la capacidad para hacerse daño y dice: “…si individuos relativamente civilizados y bienintencionados podían ejercer tata violencia con los que amaban, ¿qué no haría la masa ignorante que trabajaba soportando injusticias mucho mayores, agravios, penurias, que era espoleada por las ideologías, el nacionalismo, el odio entre clases? Desde el momento en que eres capaz de decir, y creer, nosotros tenemos razón y ellos no, ¿no es cuando empiezan las guerras?” (p. 338-339). Habla del período de entreguerras en Europa, época compleja y conflictiva…
RECOMENDACIÓN: Como me dijo una amiga-seguidora en otra crítica, se me nota cuando un libro me ha gustado, casi debería suprimir esta parte última. La novela me ha enganchado y he sobrepasado el horario nocturno de lectura por acabar un capítulo. Esta novela es apasionante, es una invitación a compartir la aventura vital de la autora, mujer especial y extraordinaria.