Leí en 2016 la primera novela de este autor, La familia Karnowsky, y me entusiasmó, quedó pendiente la lectura de esta novela de la que ya tenía noticia cuando leí la primera y 2018 ha propiciado su lectura.
Esta novela es anterior a La familia Karnowsky puesto que fue escrita entre 1933 y 1935 en pleno auge del fascismo, especialmente del nazismo. Para un judío polaco como el autor estamos hablando de un contexto casi desesperado de amenazas tanto en su propio país como en la cercana Alemania.
El autor, que había empezado a trabajar en 1921 como corresponsal para el diario norteamericano Forverts, emigró en 1934 a EUA. La familia Karnowsky fue publicada en 1943.
Si por algo destaca esta novela, al igual que la primera que leí, es por su sentido narrativo, Israel Y. Singer relaciona y encadena los hechos con una gran maestría, la sucesión de hechos que se desarrollan en esta novela viene determinada por el principio de causalidad, todo tiene un “antes” del que provienen los hechos y un “después” al que se dirigen. Dicen que la novela judía, tanto en yiddish como en otras lenguas, se caracteriza por dicho sentido narrativo porque deriva de la oralidad de la cultura judía ligada a la diáspora. En este caso la narración en torno a los hermanos gemelos Ashkenazi, Simja y Yankev, es extraordinaria.
Esta novela se extiende a lo largo del siglo XIX y la década de 1920 marcada por la Gran Guerra. Está dividida en tres partes que reciben el nombre de “Nacimiento”, “Chimeneas en el cielo” y “Telarañas”, tres títulos relacionados con la vida de los dos hermanos, especialmente el mayor, Simja. Aunque aparecen otros escenarios secundarios, la ciudad de Lódz, situada cerca de Varsovia, pero territorio ruso hasta el fin de la Iª Guerra Mundial, es el espacio que bulle a lo largo de las 674 páginas de esta novela.
El relato sigue el curso de la historia familiar y desde el punto de vista de las peripecias de la familia Ashkenazi es magnífica. Sin embargo la novela va mucho más lejos… Esta novela trata de la identidad judía pintando, además, un cuadro del trasfondo social muy interesante. La clave de la novela es el conflicto de la comunidad judía que trataba de asimilarse a las sociedades en las que estaban asentadas desde hacía cientos de años, por ejemplo en la Polonia rusa que es el caso de esta novela, y que en su afán por hacerlo van abandonando rasgos importantes de su cultura. Este intento de asimilación, que ha sido descrito por muchos escritores/as, provocó incluso que no percibieran el creciente antisemitismo que se estaba desarrollando.
El cuadro que pinta Israel Y. Singer sobre el trasfondo social en el que vive la familia Ashkenazi a través de las relaciones familiares, de vecindad y de amistad, consigue meternos en la época y trasciende el tema del judaísmo para ir mucho más lejos y llegar a valores universales. El papel de las mujeres, del matrimonio, de la relación paterno-filial, de la identidad nacional y cultural, las luchas sociales, el sindicalismo, el socialismo, las condiciones de vida y trabajo en las fábricas textiles, todos son temas que se van imbricando para construir un edificio de gran solidez que impresiona conforme transcurre la lectura. Y al compás de todas estas relaciones van emergiendo personas de todo tipo: generosas y mezquinas, sabias y prepotentes, gentes que odian y gentes que aman.
Un párrafo interesante sobre la reflexión de un trabajador judío socialista (Nisen) que, ante un pogromo de los muchos que se producían en Rusia, se negaba a pensar que su condición de judío, que él no valoraba como relevante, lo fuera:
Quizá el ser humano fuese esencialmente malvado. Quizá la culpa de todo no era, como le habían enseñado, las circunstancias económicas, sino las lacras de la naturaleza humana. Tal vez la Torá tenía razón al afirmar que el corazón del hombre nace malvado. Tal vez Schopenhauer, su ídolo de antaño, conocía mejor al ser humano que el idealista Hegel o el pragmático Marx… (345).
Una lectura muy recomendable, no dejéis de leer a ISRAEL YEHOSHUA SINGER.
No creo que el hombre sea malo de por si, al menos cuando es niño. Sin duda, influye todo lo que va envolviendo su vida... Que pena que lo que ahora están legislando en Polonia, con lo que alli sufrieron...
ResponderEliminarUn abrazo, amiga, tomo nota de este autor
Hay niños malos también. Pero me cuesta pensar en la maldad intrínseca.
EliminarMuy cierto lo que dices de Polonia.
Un abrazo.
No conozco al atore, ni había leído nunca sobre él. Interesante.
ResponderEliminarBEsos.
Es bastante interesante, espero que si lo lees te guste.
EliminarBesos.
Creía que lo había leído, pero es a Isaac B. Singer. El mundo judío impregna la civilización occidental (ahora estoy con Trosky en la obra de Padura "El hombre que amaba los perros", también recomendable).
ResponderEliminarAbrazos.
Hay confusión, a veces, con los hermanos...
EliminarTrotsky fue todo un personaje (casi de novela).
Abrazos.
Muy pero que muy interesante. Siempre descubriéndome libros y autores!
ResponderEliminarBseotes!!!
Es lo bonito de los blogs, nos vamos descubriendo autores y novelas.
EliminarBesos!!
Desde que el imperio romano oficializó el cristianismo como religión pasó a doblegar, imponer y hasta desaparecer otras religiones no solo en la misma Europa sino hasta donde alcanzara su dominio. La costumbre perduró hasta después de la implosión de ese imperio, siendo muchos los pueblos y sus religiones en todo el orbe del planeta que sucumbieron mediante masacres y guerras de invasión ante la espada y la cruz "In hoc signo vinces" con el Crismón como estandarte. Varias fueron las religiones que perduraron bajo la férrea resistencia y clandestinidad hasta hoy, siendo la judía una de los ejemplos más evidentes. No sé si en esta investigación que adelantas habrás leído "Sobre la Cuestión Judía" de K. Marx.
ResponderEliminarBesos mi querida Luna!!!
No, no he leído esa obra ¿me la recomiendas? ¿sigue vigente? Él era judío pero de los que no lo consideraba un hecho relevante.
EliminarBesos!!
Es fascinante el enorme talento literario que se concentraba en una sola familia, los hermanos Singer, el que tú nos presentas, Israel, el Nobel Isaac, pero también la gran olvidada, la mayor de los tres hermanos, Esther Kreitman.
ResponderEliminarDe hecho fue la precursora de sus hermanos, la primera en demostrar sus magníficas dotes en la escritura, el faro secreto por el que ellos se guiaron y no quisieron reconocer, y a juicio de quienes estudiaron su efímera carrera, un brillo narrativo a la altura de sus hermanos. Pero el destino quiso que naciera en una familia de férreo código jacobino( cargo que ostentaba el padre), con lo que eso implica para la mujer, una vida de sumisión al varón. Su gran muro fue el patriarca. Tampoco ayudó la indiferencia que siempre obtuvo de sus hermanos, que la silenciaron, salvo insignificantes menciones, la mayor parte de su vida (hijos de su tiempo, al fin y al cabo).
La obra de un extraordinario escritor, como Israel Y. Singer, trasciende el marco geográfico temporal de su época y alcanza, como bien señalas, valores universales.
No paso tu recomendación por alto, me atrae mucho lo que nos cuentas, Laura.
Un abrazo, cuídate.
Sabía de la hermana aunque es la más desconocida de los tres, tú das la clave de los motivos (nada extraños en la época y quiero pensar que ya no tan importantes en la actualidad según la parte del mundo de la que hablemos) De todas formas intentaré leerla.
EliminarGracias por tu aportación, siempre interesante.
Un abrazo.
Los líderes de la comunidad judía centroeuropea observaron como el nacimiento y consolidación de los movimientos patrióticos nacionalistas eran un peligro para su propia supervivencia como etnia supranacional. Ante eses reto le quedaban dos posibilidades mantenerse como tales o adaptarse a las diversas circunstancias eso generó un conflicto interior dentro de la comunidad Ashkenazi resuelto de manera trágica tras la disoluicón del Imperio Austrohúngaro.
ResponderEliminarLeí algún libro cuando le dieron el Nóbel en el 78 pero ya no recuerdo nada o quizás confundo historias que leí de otro maestro llamado Joseph Roth
Un abrazo
Craso error el mío, confundí a Israel Yoshua Singer con Isaac Bashevis Singer. Por lo demás sigo suscribiendo mi primer párrafo.
EliminarAcabo de leer un libro sobre el anarquismo judío que trata sobre cómo les afectó el tema del nacionalismo, muy interesante e ilustrativo.
EliminarEs común confundir a ambos hermanos. Me encanta Joseph Roth.
Un abrazo!
Te vas a convertir en una súper experta en literatura de escritores judíos - ahora que ya sé uno de los motivos que te acercan a ella, lo comprendo- y además tras leerte hoy, me doy cuenta sin ninguna duda que esta novela te ha encantado, porque una cosa es que como tantas veces haces, la recomiendes, otra que al leerte trascienda tu admiración por ella... eso es lo que he sentido al menos. Aunque a mi tampoco me parezca cierto en absoluto que el corazón del hombre nazca malvado ¿ de verdad dice semejante estupidez la Torá? los seres humanos como el resto de los seres vivos nacemos con una genética heredada pero hasta ahí, es el entorno y nuestras experiencias quienes nos van conformando. Siempre me ha resultado inquietante e incluso incompresible donde nace esta antipatía secular por el pueblo judío... al margen de la pugna secular cristianismo/ judaísmo y ser envidiados por sus especiales habilidades para el comercio y la banca, nunca he comprendido esa supuesta animadversión generalizada hacia ellos, en realidad no me cabe en la cabeza que se alimenta el odio de nadie contra nadie y sin embargo es el pan nuestro de cada día... ¿ serán conscientes los alimentadores de odio que lo hacen? porque a veces pienso que tampoco son conscientes de hacerlo y eso aun es más preocupante porque si un criminal no sabe que comete un crimen ¿cómo evitarlo? y luego... ¿cómo sancionarlo? supongo que por eso tantos verdugos se consideran víctimas... la más esperpéntica de las paradojas.
ResponderEliminarApuntado queda, muchísimas gracias ( por todo :-)
Un abrazo muy grande para ti y felices carnavales ...
Aunque hace meses que empezaron en tu tierra ; )
Hola María (feliz recuerdo de los carnavales...........yo huyo de ellos, jajaja)
EliminarPodría darte algunas explicaciones de la animadversión contra los judíos, pero seguro que tú ya las conoces. El "Otro" cuando es identificable y diferente siempre atraerá el rechazo sobre todo si está bien manipulado por el poder.
A mi me caen bien, más allá de la repulsión que me causan aquellos que son de extrema derecha, fundamentalistas y excluyentes (por desgracia, hoy mayoritarios en Israel).
Abrazos!!
Hola Laura, primero déjame comentar mi desacuerdo con ese pensar en la maldad desde el nacimiento, me gusta pensar que no es así y corren por internet videos sobre experimentos realizados con criaturas de corta edad que demuestran que la generosidad, la empatía y el preocuparse por los otros es algo casi innato, después las experiencias, el mundo en el que se vive, las personas con las que se relacionan... acaba determinando el carácter a veces mucho más que la biología.
ResponderEliminarMe ha parecido muy interesante la propuesta que has traído y que (uno más) desconocía. Después he leído a Paco que hablaba de una familia portentosa de escritores y he apuntado que debo cubrir esa laguna que tengo con estos escritores.
Se nota que has disfrutado con la lectura.
Un beso
Si es la cultura la que hace al ser humano, eso significaría que ni es malo ni bueno por naturaleza, ¿un punto de partido en blanco? Me cuesta creerlo pero no tengo conocimientos para afirmarlo o negarlo.
EliminarEspero que te guste si llegas a leerlo finalmente.
Un abrazo.
Mil gracias¡!...me atraen los personajes,esa historia familiar y ese escenario de la gran guerra.
ResponderEliminarLo leeré
Un abrazo
Te gustará Israel Y. Singer, seguro.
EliminarUn abrazo.
ResponderEliminarEl debate sobre el origen del mal... se nace o se hace...
Personalmente creo que lo 2º pero es verdad que a veces no te explicas, viendo su entorno, etc. la maldad en algunas personas...
Sí al perdón y la reconciliación, no al olvido.
Gracias por la recomendación.
Besos y cálido achuchón ya libre de virus (toco madera)!!
Por eso este tema es para mi un tema de meditación. Tiene muchas dimensiones y todas ellas dan para mucho.
EliminarBesos y achuchón 😅
Pues sí que parece una novela de altos vuelos, sobre todo la manera de intentar conjugar distintas identidades, algo que para muchos parece imposible.
ResponderEliminarEs una novela al estilo decimonónico...
EliminarAún me queda el anterior de este autor, que tú misma nos has recomendado, para leer. No creo que el hombre esté inclinado al mal pero, a la luz de lo que ha padecido la grey judía históricamente, comprendo su punto de vista.
ResponderEliminarLo apunto, mayormente porque parece un libro que describe una época, más allá de la trama que nos relatas -y ésos son de mi agrado-.
Recibe un fuerte abrazo!
Así es, son dos novelas que describen una época muy interesante, y terrible, en Europa.
EliminarUn buen abrazo para ti.
No dejaré de leerle que del tema judío, la integración en las sociedades en que viven siempre me ha parecido esencial y he oido muy poco de eso.
ResponderEliminarUn abrazote
Un gran tema de reflexión, desde luego.
EliminarUn abrazo.