Estamos ante una novela especial, eso lo habréis leído muchas, pero esta vez es más cierto que nunca (o casi).
¿Qué tiene de especial esta novela?
Para empezar, su autora. Luisa Carnés fue una obrera, ella misma trabajó en un salón de té y supo lo que era la explotación de las dependientas de estos locales (largas jornadas de trabajo por unas pocas pesetas que a duras penas llegaban para cubrir la subsistencia propia con dignidad).
Para seguir, esta novela fue escrita en 1934 y la siguiente edición es esta de la editorial Hoja de Lata, de 2016.
¿Qué tipo de novela es Tea Rooms. Mujeres obreras?
Es novela social. Novela de denuncia de las condiciones de trabajo de las obreras madrileñas. Personajes femeninos que representan un amplio arco de posibilidades para hacer frente a la miseria: mujeres agotadas por el trabajo y resignadas, mujeres que se prostituyen, mujeres embarazadas que mueren en manos de aborteros, mujeres que encuentran en la religiosidad el consuelo de una vida devastada, mujeres, muy pocas, con conciencia. Y entre esos prototipos la rutina de un salón de té que tiene espacios bien diferenciados: el salón luminoso, ordenado, disciplinado y con viandas abundantes y la trastienda o el sótano donde hay suciedad, caos, ratones, miseria y cansancio de los y las empleadas.
Entre sus páginas aparecen pequeñas explosiones de descontento (la más seria una huelga de camareros de un día) colectivo e individual que no parecen tener posibilidades de triunfar. Eso sí, existen las amenazas: para unos viene de la revolución rusa, para otros de la violencia fascista en Italia.
¿Tiene calidad?
Es una novela bien escrita, quizás demasiado estereotipada la historia y los personajes, pero hace un buen relato de situación de las obreras españolas que tienen un dilema…
…el hogar, por medio del matrimonio, o la fábrica, el taller o la oficina. La obligación de contribuir de por vida al placer ajeno, o la sumisión absoluta al patrono o al jefe inmediato. De una o de otra forma, la humillación, la sumisión al marido o al amo explotador (131).
Se trata de una novela breve que apenas supera las 200 páginas, rescatada del olvido; una voz femenina obrera que merece este reconocimiento postrero.
La verdad es que tras leerte se queda uno temblando... Que tiempos pasados, ay... Y lo peor, que tiempos presentes... Ufmmmm.... Me dejas molido, amiga
ResponderEliminarUn abrazo
Lo siento Ildefonso, no era mi intención. Pero tienes razón en que la situación laboral actual ha retrocedido con la excusa de la crisis.
EliminarUn abrazo!!
Tiempos duros... Y lo que lucharon para mejorar... Y cuánto se ha perdido de lo que consiguieron...
ResponderEliminarBesotes!!!
Esas luchas debemos recordarlas como lo que son, actos de un movimiento pleno de dignidad y de conciencia social.
EliminarBesos.
Me alegro muchod e que la saques a la luz porque es la primera noticia que tengo de ella. Es terrible lo poco que sabemos de la vida cotidiana de las mujeres en tiempos de la Segunda República aparte de testimonios como los de Rosa Chacel y otras escritoras y me estoy acordando de aquellas novelas infantiles de Celia de Elena Fortún.
ResponderEliminarUn abrazo
Esta novela demuestra que haberlos haylos, pero esos testimonios hay que rescatarlos como en este caso.
EliminarUn abrazo.
Conocía a esta escritora, casada con el dibujante Puyol y telefonista, también, de la editorial CIAP. Ella se hacía esta pregunta (a la que no encontraba respuesta satisfactoria): "¿por qué las mujeres se odian tanto entre sí?".
ResponderEliminarAbrazos.
No sé, me deja descolocada esa pregunta, si tengo que hablar por mi no es cierta, procuro impulsar relaciones de sororidad con las mujeres que me rodean.
EliminarAbrazos.
Pues ni idea..jajaj...Espero que pases unas felices fiestas,,,yo le dedico mi entrada a otra guerrera,,,a mi madre..un saludo desde Murcia.
ResponderEliminarIgualmente, saludos!!
EliminarTu lucha por dignificar a la mujer es justa y muy loable. Te felicito y animo para que no ceses.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Gracias Luis Antonio.
EliminarUn fuerte y gran abrazo.
·.
ResponderEliminarIndudablemente, por el tema, tiene que ser muy interesante. Es fantástico pensar que la lucha por los derechos igualitarios de los seres humanos pueda ser un proceso imparable, gracias a autores como la que citas.
Un abrazo
y aprovecho para desearte los mejor para los día venideros.
· LMA · & · CR ·
Es una novela que describe de forma realista la situación de las mujeres trabajadoras en los años de la II República.
EliminarMis mejores deseos para ti, un abrazo.
Tenía referencias del libro y su autora gracias a un blog amigo, elpaxaruverde. Es un libro valioso en el sentido (y en otros) de reflejar las duras condiciones sociales y laborales de las mujeres, que la propia escritora sufrió en su tiempo, aunque la injusticia hacia las mujeres no entiende de épocas, ha sido una constante.
ResponderEliminarSiempre que un libro así revive en la memoria presente, supone una toma de conciencia necesaria. Una magnífica elección, Laura, como todas las tuyas.
Cuídate.
En efecto es una interesante novela social, con el mérito añadido de recuperar ese testimonio que. como tantos otros, se perdió durante el franquismo.
EliminarGracias por tus palabras.
Un abrazo.
Interesante la propuesta Laura y terribles tiempos aquellos, es cuando se ve el camino realizado y el que aún queda por realizar.
ResponderEliminarCreo que la literatura como dice Paco también es una toma de conciencia y que el esfuerzo y todas esas vidas no queden en el olvido.
Sobre el comentario que hace Ignacio de la pregunta que se hacía la autora ¿por qué las mujeres se odian tanto entre sí?, no es la primera vez que la he escuchado y me parece muy relacionada con esa extraña competitividad y poca solidaridad que a veces se nos atribuye entre las propias mujeres. No sé, supongo que habrá casos de todo igual que entre los hombres, ¿no crees? A mi me parece mejor crear complicidades y ayudarnos pero tanto entre mujeres como entre hombres y mujeres.
Besos y felices fiestas
Coincidimos en la importancia de recuperar los testimonios de mujeres olvidadas para seguir construyendo genealogía y la sororidad como objetivo y no el odio o la competitividad (en todo caso no me parece que sea mayor entre las mujeres, pero es solo una percepción de lo que veo cerca de mi).
EliminarBesos y mis mejores deseos para ti.
ResponderEliminarHay testimonios que merecen, especialmente, ser rescatados del olvido y tenerlos siempre presentes...
Besos y cálido abrazo desde esta noche ventosa y helada!!
:)
EliminarPD: Aunque esos testimonios sean novelados.
Siempre es interesante recuperar testimonios de los desfavorecidos (as).
EliminarBesos y un gran abrazo.
Por ahí lo tengo, a la espera. Y creo que una de las alegrías (literarias) de este año ha sido ver libros como este por las librerías y en manos de muchos lectores.
ResponderEliminarUn abrazo
Totalmente de acuerdo contigo Ana, recuperar esta literatura es encontrar nuestros eslabones genealógicos, encontrarnos a nosotras mismas.
EliminarUn abrazo (y mis mejores deseos para el 2018).
El salón de té me recordará, de por vida, la letra de "La negra flor" donde Auserón cantaba "...¿un salón de té?, ¿un salón de té?, con esa mala leche,un salón de té!" El no se refería a estos salones de los que hablas pero parece ser que la mala leche está implícita en el género.
ResponderEliminarUn abrazo
No recuerdo la canción y mira que me gusta Auseron, la buscaré.
EliminarUn abrazo Y feliz 2018, querido Uno!!
Te felicito por tu lucha por la mujer, feliz 2018.
ResponderEliminarGracias Boris, Feliz 2018!!
EliminarNi libro, ni autora. Lo que se dice en ascuas. Me alegra leerte, sobre todo cuando nos haces partícipes de una obra que refleja tu compromiso social.
ResponderEliminarGracias por traérnosla.
Que tengas un 2018 de éxitos y buenas lecturas.
Un gran abrazo.
Será difícil encontrar el libro, no sé si a través del e-book será factible (como no uso no puedo investigar si es posible).
EliminarMis mejores deseos para ti y tu familia, querido Marcelo Z. Buenas lecturas para el 2018!!
Lo tengo pendiente de lectura, en la creencia de que es justamente eso: una novela social, de denuncia, un "no te olvides, esto sucedió", y la verdad que es agradable comprobar que se van recuperando escritoras silenciadas que son memoria de una época.
ResponderEliminarUn abrazo.