La
primera mitad del siglo XX es una etapa que hace muchos años me tiene
cautivada, tanto desde el punto de vista histórico como literario y artístico
(en especial la arquitectura y la pintura). Encadeno lecturas que me llevan de
un vértice al otro construyendo una visión poliédrica a la que le doy vueltas y
vueltas. Fue Javier Cercas en El impostor,
y el proyecto de un viaje para este verano, quién me condujo a la obra de Levi
que tenía comprada desde hacía un tiempo. Y Levi me ha conducido a Eugen Kogon,
El Estado de la SS. El sistema de los
campos de concentración alemanes y éste quién sabe a dónde.
Esta
reseña romperá con la guía habitual que sigo para comentar mis lecturas porque
no me siento capaz de constreñirla a ningún esquema. Es un libro extraordinario
que me ha impactado como hacía tiempo que no lo hacía ningún otro, así que
prefiero que las impresiones surjan libres y diminutas, llenas de emociones,
como si se tratara de riego por aspersión o polen primaveral. Mi intención es
obvia, invitaros a leerlo, a impregnaros de su verdad, a emocionaros y a
impresionaros con lo que es capaz de hacer el ser humano, con la poca
heroicidad que tienen las víctimas que recorren Auschwitz al quedar reducidas a
la nada:
Entonces por primera vez nos damos cuenta de que nuestra lengua no tiene palabras para expresar esta ofensa, la destrucción de un hombre. En un instante, con intuición casi profética, se nos ha rebelado la realidad: hemos llegado al fondo. Más bajo no puede llegarse: una condición humana más miserable no existe, y no puede imaginarse. No tenemos nada nuestro: nos han quitado la ropa, los zapatos, hasta los cabellos; si hablamos no nos escucharán, y si nos escuchasen no nos entenderían. Nos quitarán hasta el nombre: y si queremos conservarlo deberemos encontrar en nosotros la fuerza de obrar de tal manera que, detrás del nombre, algo nuestro, algo de lo que hemos sido, permanezca (p. 39).
Primo Levi, un químico que
decidió integrarse en la Resistencia italiana, fue detenido y conducido, con 24
años, a uno de los campos que formaban Auschwitz en 1944. Embarcado en un vagón, fue consciente de que estaba en uno de los famosos trenes de guerra
alemanes, los que no vuelven, aquellos de los cuales, temblando y siempre un
poco incrédulos, habíamos oído hablar con tanta frecuencia (p. 22).
Leo
su testimonio y trato de imaginar qué emociones, qué miedos, debían despertarse
al oír cerrarse desde el exterior uno de esos vagones y quedar comprimidos de
pie decenas de personas como si fueran mercancías en un viaje sin retorno. No
puedo imaginarlo y, a pesar de ello, se me eriza el vello de los brazos.
Allí,
como los demás judíos, Levi fue
reducido a la condición de esclavo, un Häftling
(preso), con un número tatuado en
el brazo izquierdo (Levi era el nº 174517) y sometidos a la rutina constante
del frío, hambre y maltrato en el que cada día era igual al anterior o al
posterior si se tenía suerte y evitaba la “selección” para ser ejecutado:
Y en los andamios, en los trenes en maniobra, en las carreteras, en las excavaciones, en las oficinas, hombres y más hombres, esclavos y amos, y amos que son esclavos de ellos mismos; el miedo mueve a uno y el odio a los otros, toda otra fuerza calla. Todos son aquí enemigos o rivales (p. 67).
Como esclavo el trabajo era
extremadamente duro, cada mañana entre la niebla, las marchas y canciones
populares que les gustaban a los alemanes sonaban (son la voz del Lager [del campo]) y salían en formación, como
autómatas; tienen las almas muertas y la música los empuja, como el viento a
las hojas secas, y es un sustituto de su voluntad (…) Los alemanes lo han
conseguido. Son diez mil y son solo una máquina gris: están determinados
exactamente; no piensan y no quieren, andan (p. 83).
Y vuelvo a estremecerme al
imaginar esa coreografía endiablada montada por los nazis para extinguir la
esencia del ser humano, trato de revestirme con su piel para pensar qué debe
ser optar por dejar de pensar para sobrevivir. No puedo; estremecida de horror
solo puedo pensar en lo que ha sido capaz de hacer el ser humano con sus
semejantes. Reflexiono sobre la evidencia de que en Auschwitz la
lucha por la supervivencia no tiene remisión porque cada uno está
desesperadamente, ferozmente solo (p. 151). Solo en el infierno, solo para
sucumbir, solo para vaciarse de vida y de pensamiento.
Qué
lejos quedan estas imágenes del cuadro
que suelen imaginarse de los oprimidos que se unen, si no para resistir, cuando
menos para sobrellevar algo (p. 156). La realidad es desoladora en los
campos, todos, desde los SS malvados a los Häftling, todos los escalones
de la demente jerarquía querida por los alemanes, están paradójicamente
emparentados por una unitaria desolación interna (p. 209).
¿Qué más añadir? ¿Lo importante que era llegar al
recipiente del aguado potaje, ni pronto ni tarde, para que fuera más nutritivo,
o tener una cuchara, que no daban, para obligarles a comer como las bestias, o
unos calzoncillos, o una cierta higiene sin jabón ni toalla, o unos zapatos, o
un oficio especializado, o la astucia para sobrevivir, o tantas otras
cuestiones que no concebimos? Levi sobrevivió, muchos ni siquiera tuvieron la
oportunidad de saber si hubieran sido capaces de soportar el límite de una vida
demencial porque directamente eran descargados en las cámaras de gas.
Un libro imprescindible, magnífico, extraordinario.
Esta claro que ante esta monstruosidad no hay palabras... Y lo peor es que la gente lo ha olvidado. Para los jovenes, lo que pasó entonces cae tan lejano como la guerra de Troya... Uno, en estas cuestiones, es pesimista...
ResponderEliminarUn abrazo fuerte, amiga
Yo digo que soy escéptica, que es una forma de pesimismo. Yo que no lo olvido siento una auténtica necesidad de conocer y reflexionar sobre lo que ocurrió. Me da la impresión que ahí están muchas de las claves que explican al ser humano.
EliminarAbrazos!!
Una lectura muy dolorosa pero imprescindible. Saludos
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo.
EliminarSalud-os!!
Es extraño Laura, tú empiezas este viernes comentando la destrucción de un hombre, y yo lo hago, también este día, exponiendo el aniquilamiento de una mujer. No se me ocurre mejor forma de llegar a un libro que el azar, igual que sucede en el juego de la oca, “de puente a puente tiro porque me lleva la corriente”, y te dejas llevar por ella sin saber donde acabarás.
ResponderEliminarMe impresiona lo que se cuenta y, desde luego, como lo transmites tú. Leer es felicidad y sufrimiento. Es la vida. Un saludo.
Como dice Adriana Alba con su gran saber sobre la vida, no hay casualidades sino causalidades. Siempre he querido escribir sobre las lecturas enlazadas y esa cadena de causalidades que la explican.
EliminarLeer es la vida, no concibo leer solo lo que me gusta porque como dice Byung-Chul Han, una vida llena de positividad es una vida uniformada en la que no existe "lo otro", la posibilidad de decir "no". La negatividad es la clave de la vida y leer sobre el ser humano implica leer libros como este de Levi que tanto bueno dice del ser humano por contraposición a lo tanto malo que es capaz de hacer.
Salud-os!!
Si te pones así... habrá que leerlo.
ResponderEliminar:)) Es recomendable, pero tú decides, claro.
EliminarY tú nos llevas de un sitio a otro. Tenía "fichado" a Primo Levi, lo recupero y me llevo a Eugen Kogon.
ResponderEliminar¿Sabes qué? me alegro que esta lectura te saque de tu esquema habitual a la hora de comentar una lectura. Eso de por sí ya es todo un comentario del libro...
Estremece, claro, porque nuestra mente no es capaz de imaginar el horror, de atraparlo como algo real. Duele. Por eso no hay que olvidarlo.
Un abrazo
Aún estoy con esta lectura enlazada, ahora leyendo a Vasili Grossman y su Vida y destino, magnífica obra que llevaba tiempo esperando en la estantería, seguramente, este enlace de lecturas que me tiene encandilada desde hace semanas.
EliminarYa sabes que mis lecturas "de piel" adoptan un formato contenido que debe tener que ver con mi carácter racional que sujeta lo pasional de lo que voy sobrada desde mi punto de vista.
El horror y el ser humano, eso es lo que me tiene concentrada en este enlace de lecturas.
Abrazos!!
Tenía en mente de hacerme de la 'Trilogia de Auschwitz' para leer cuando estuviera lo suficientemente fuerte; ahora, no me queda más que buscarlo. Si bien he leído mucho acerca de los horrores que los seres humanos infligimos a otros congéneres, éste parece ser emblemático.
ResponderEliminarGracias por tu reseña, U-to. Ojalá que la memoria sea lo último que perdamos, antes que la esperanza!
Un beso grande!
De momento me quedo con este primer volumen que me parece excepcional, los otros dos son posteriores y centrados en otros aspectos más novelados, o eso me da la impresión. Pero quizás los lea en otro momento.
EliminarSin memoria no "somos".
Besos!!!
Una lectura dura por lo que intuyo. De nuevo traes a estas páginas la más cruda realidad humana y la certeza de que la historia de ayer mismo se quiso escribir con sangre inocente y pluma de muerte hasta alcanzar extremos inimaginables que rebasan en mucho los límites. Hoy, en otros lugares del planeta se desarrollan embriones semejantes que cosifican a los seres humanos que consideran diferentes por cualquier razón. Un pasado desazonador que deberiamos tener muy presente. Se nota que esta reseña nos llega directa desde el corazón. Un beso.
ResponderEliminarEs difícil comprender que por ideas llevadas al extremo del fanatismo se pueda matar en masa y con ese desprecio y perversión. Como dice Castellio, "matar un hombre por ideas, es matar a un hombre", aquí hablamos de millones.
EliminarVeo ese peligro actual, sí.
Un beso!!
Creo que la próxima vez que me acerque a este tema será con este libro, pues lo tengo apuntado desde hace tiempo y estoy segura de que me gustará, a pesar de su crudeza.
ResponderEliminarAbrazo!
Es una obra excelente, desde luego.
EliminarAbrazos!!
Tienes que ser muy fuerte animicamente para sobrevivir a tanto horror del mismo ser humano, que bueno que él lo lograra..
ResponderEliminarBesos
Es cierto que hay que ser muy fuerte, pero las secuelas fueron tan grandes que tras sobrevivir acabaron como Primo Levi suicidándose al cabo de los años.
EliminarAbrazo!!
Lo que no entiendo es que cknozco gente que con cierto astìo dice cosas como buff...otro libro sobre los campos de concentraciòn....como si se hiciese negocio con lamiseria humana.....en algunos casos he detectado esa visiòn y ciertamente puede llegar a resultar irritante.
ResponderEliminarPero no es este el caso....aqui no se juega con la estetica del horror....sino que se va mucho mas allà....a como se perpetra la anulacion, la aniquilaciòn de todo lo que define al ser humano como tal.....es tremendo...me recuerda vagamente al libro de Joseph Roth la filial del infierno en la tierra...este no necesito anotarle. Me parece imprescindible.
Y claro que ese primer tercio del pasado siglo tiene un atractivo tremendo....convivieron el agudo pensamiento con el germen del horror, y esa paradoja y otras tantas resultan enigmas muy atractivos para quienes no dejamos de hacernos preguntas, como es tu caso. Un abrazo
Las personas que rechazan la lectura de este tipo de obras tendrán sus razones, aunque muchas veces no han leído nada o muy poca cosa.
EliminarEs un testimonio el de Primo Levi excepcional, una mirada crítica que transpira reflexión y sabiduría. Muy interesante, la verdad. Y me parece bien traída la referencia a Joseph Roth, un crítico muy fino del fascismo y de lo que estaba por llegar... y llegó.
Lo de hacerme preguntas es una "mania" que me viene desde la infancia, forma parte de mi idiosincrasia :))
Un abrazo, me alegro de tu vuelta y !!gracias!!
A mí es un tema que me anonada, la mayor barbaridad de la historia de una historia bárbara de por sí, y lo que he leído me deja para el arrastre. No creo que me atreva con esta novela, realmente me da miedo.
ResponderEliminarPD: Le Pen y demás negacionistas Si deberían leerla.
ResponderEliminarLe Pen y sus más de cinco millones de votantes franceses de las elecciones europeas.
EliminarMe afecta leerlo pero por otro lado necesito saber.
Un libro que lleva mucho entre mis pendientes. Pero tengo que buscar el momento adecuado para estas lecturas.
ResponderEliminarBesotes!!!
Es un gran libro, seguro que le encontrarás un hueco.
EliminarBesos!!
ResponderEliminarSomos capaces de lo mejor y de lo peor.
Dolor, sufrimiento, horror,... y heroicidad en la supervivencia... hechos palabras y test(amento)imonio.
No tengo duda de su calidad, pero no es el momento. A mí ya me dejó vapuleada hace tanto "El Diario de Ana Frank", aunque suene inocente...
Veremos más adelante.
Pero no debe haber olvido... no para esto.
Besos y que estés disfrutando mucho del finde!!
;)
Me interesa mucho la condición humana, qué significa, cómo afronta situaciones límites, el fanatismo, la violencia, la heroicidad, la libertad, especialmente interior. Eso me lleva a estos libros.
EliminarNo he leído El diario de Ana Frank, la he visto en el teatro.
Besos y buena semana. El finde estupendo :))
Bueno, ya lo sabes, es un periodo que me toca muy de cerca, del que no he dejado de oír historias y testimonios desde pequeño. El libro, en realidad, los tres de" la trilogía" pero sobre todo este me encantó, por el tono, por la honestidad, por la prosa... Tengo pensado releerlo. Me llevo también tu lectura de ahora, llevo años queriendo leerlo. Besos
ResponderEliminarLos comentarios los he cortado-pegado de Goodreads, a mí también me sorprendió que quedaran tan cuadrados y tan bien conociendo a Blogger :) Los pega en el blog como si fuera una imagen
EliminarEn tu caso el tema debe interesarte más si cabe. Serías un gran interlocutor para hablar de este momento tan decisivo en la vida de la humanidad.
EliminarEstoy de acuerdo contigo, el libro de Levi es impresionante por su honestidad y objetividad en un tema tan difícil, en su caso, para mantenerla.
La novela de CZESLAW MILOSZ me ha parecido excelente. Busco otras obras suyas, pero no es fácil encontrarlas.
Ahh!! Ahora lo entiendo, jajajaja, no entendía como hacerlo y es que no se podía.
Besos!!
Buen día. Enhorabuena por la bitácora.
ResponderEliminarNo he leído a Levi, a pesar de haberlo hecho bastante sobre el holocausto. La gente dice: ¡y qué sacas dándole vueltas a algo que ya pasó!
Abrazos.
Yo saco nuevas preguntas, saco reflexión sobre algo de lo que conviene puesto que resurgen de nuevo las opciones de extrema derecha y neo-fascistas.
EliminarGracias y un abrazo!!
Hace poco vi ese documento extraordinario que es Shoah y opino que debería ser de visión obligatoria en centros de enseñanza para no olvidar jamás lo que pasó.
ResponderEliminarSaludos.
Acabo de encontrarlo y voy a verlo. Gracias por hablarme de este documental, me interesa mucho.
EliminarSalud!!
Siempre te leo y si el libro te ha impactado es porque es grandioso, tienes un sobresaliente gusto literario, saludos.
ResponderEliminarGracias Boris, eres un sol.
EliminarSalud!
Laura, este libro es un imprescindible...y ahora que se acerca Junio, con el 70 aniversario de la liberación...es de lectura muy recomendable.
ResponderEliminarHace poco vi la película "La profesora de Historia", creo que te gustará. Tiene mucho que decir, aunque imagino que no igual que Primo Levi...pero las voces, hay que escucharlas...todas...
Espero acercarme de nuevo a su lectura...Algún día...
Un abrazo grande
Estoy de acuerdo en que hay que escuchar, leer, ver y mirar con el foco bien abierto.
EliminarIgual me animo a buscar esa película.
Un abrazo grande, María.