Esta es la primera novela que leo de esta escritora
polaca, premio Nobel 2018. Me ha costado leerla pero por fin lo he hecho y con
sumo placer. Tokarczuk crea un personaje central, la Sra. Duszejko (Janina Duszejko, pero no le
gusta su nombre), que me recuerda a Elizabeth Costello, un personaje estupendo
del escritor J. M. Coetzee.
Los dos personajes son mujeres mayores que podríamos
calificar de antisistema por su malestar con el capitalismo suicida que vivimos
en la actualidad, bajo su apariencia de señoras de edad avanzada son capaces de
mostrar su desagrado contra la sociedad actual de una manera impactante. Las
dos son vegetarianas, amantes de la naturaleza y de los animales. Lectoras
solitarias, son mujeres cultas con estudios superiores. Gruñonas y con una
potente personalidad. Librepensadoras, independientes, tienen ideas propias.
Solitarias pero con amistades peculiares.
La Sra.
Duszejko es una gran aficionada a la astrología y hace horóscopos. No suelen
gustarle los nombres que tienen las personas y ella les pone otros nombres más
adecuados. Sus reflexiones interiores son interesantes siempre:
«La conversación era dominada desde el principio por
dos hombres, del tipo de los pájaros sordos, porque se ensordecían el uno al
otro contando unas poco precisas aventuras que ambos denominaban “anécdotas”.
Algunas personas intentaban callarlos en vano» (p. 163).
Nos vamos enterando en la narración que se sentía
agraviada por la desaparición (y muerte) de sus «chicas» (dos perras). Esos
sentimientos y su rechazo a la caza la llevaran a transgredir un límite que da
sentido al título de la novela. La narración adopta la forma de «novela negra»
con una fuerte carga ecologista. Es una excelente narradora, elabora imágenes
de gran belleza, diálogos interiores, visiones y personajes llenos de
autenticidad.
¡Hola! La verdad es que me atrae bastante esta novela y la personalidad de estas dos mujeres, las dos amantes de la naturaleza, de los animales que rechazan la caza, como yo. Y además hace tiempo que tengo en mente a la autora igual me animo con ella
ResponderEliminarBesos
Ambas novelas son muy recomendables y tanto la Sra. Duszejko como Elizabeth Costello dos mujeres con personalidad y muy bien construidas por Tokarczuk y por Coetzee. Ambos Premios Nobel de Literatura.
EliminarBesos.
A mi me gustó mucho, por más que no visite la novela negra o el policial. Pero la narración es ágil, mantiene la tensión hasta el final y los personajes están bien elaborados.
ResponderEliminarMe alegra saber que hemos coincidido nuevamente.
Un fuerte abrazo para ti!
Aunque se la considera dentro del género, a mi no me lo parece. No he tenido la sensación de leer una novela negra. Lo que encuentro más destacado es la construcción de los personajes (especialmente el principal pero hay secundarios muy interesantes también), la trama y el espacio físico con su frío invernal me encantaron.
EliminarUn gran abrazo!!
No conocía la novela. Novela negra con carga ecologista... Interesante. Tomo buena nota.
ResponderEliminarBesotes!!!
Esta mujer polaca es una gran escritora y sus temas parecen muy interesantes en su orientación.
EliminarBesos
Un título tremendo para una historia que por lo que escribes tiene cierto interés. Polonia es un país de grandes narradores y supongo que estando en tiempos de cerrazón política, con un gobierno ultracatólico de extrema derecha, necesitará cronistas de un sistema que se adivina pernicioso.
ResponderEliminarSaludos
Tokarczuk me parece una mujer politizada y preocupada por lo que sucede a su alrededor (empatizo con una Nobel polaca con rastas).
EliminarCuando estuve en Polonia no hace tanto me impresionó (para mal) su profundo catolicismo, su admiración por el Papa Wojtyła que estaba por todos sitios, su anticomunismo (comprensible), su amor por la nobleza polaca del pasado y la invisibilidad (todo lo que podían) de la población judía antes de 1945. Mal asunto.
Saludos!!
Parece que con Olga Tokarczuk hay bastante consenso a la hora de considerarla un Nobel muy merecido, habida cuenta de otras concesiones polémicas. Dicen que es una excelente narradora, imaginativa (también es poeta), de las que te seducen escribiendo. Tus líneas corroboran esas impresiones. Ese enfoque de dos mujeres maduras, enemigas del capitalismo desenfrenado,y amantes de la naturaleza y los animales, es una toma de postura contundente… y atractiva. Me gusta.
ResponderEliminarGracias, Laura.
Un fuerte abrazo!!
Paco, todos esos aspectos positivos que has oído o leído me parecen muy merecidos.
EliminarPero me he debido explicar mal, no son dos mujeres sino una, la Sra. Duszejko, protagonista total de esta novela. Y este personaje me recuerda mucho a otro, Elizabeth Costello, que es de otro Nobel de literatura y que me gusta bastante: Coetzee. En ambos autores el trasfondo ecologista, pacifista, vegetariano... es muy marcado.
Un fuerte abrazo!!
Tomo nota, amiga... Tus palabras animan
ResponderEliminarUn abrazo
Una excelente novela, Ildefonso.
EliminarUn abrazo.
No controlo a la autora, pero sus personajes parecen interesantes. Se agradece que personajes de edad tengan un criterio tan marcado, muchas veces solo son muñecos en manos de una realidad que les supera.
ResponderEliminarMe parece una autora muy interesante como narradora y constructora de personajes muy sólidos y creíbles.
Eliminar
ResponderEliminarHe leído hace poco Los errantes, y bueno, igual más adelante le doy otra oportunidad a la autora. Igual tiene que ver que era un libro más de distintas historias.
Me han dicho que "Los errantes" es rara. yo estuve con los dos en la mano en la librería y al final me llevé este por pura casualidad, pero no descarto leer "Los errantes".
EliminarEse tipo de personajes femeninos suelen atraerme muchísimo.
ResponderEliminarSon poderosos y acaparan la trama. Me encantó.
ResponderEliminarHay una edad en que el gruñón que llevas dentro se muestra. No es que la vejez te haga gruñón es que te inmuniza contra la que se te viene encima cada vez que sacas el carácter. Puntualizo yo por alusiones.
ResponderEliminarMe cae simpática esa señora Janina de apellido complicado.
Un abrazo