lunes, 28 de diciembre de 2020

Iñaki Uriarte, Diarios (Tercer volumen: 2008-2010) y Diarios. Epílogo

 


Había leído y disfrutado los dos primeros volúmenes de estos Diarios tan peculiares (si buscáis la etiqueta encontraréis una reseña del primer volumen, no sé porqué no comenté el segundo), luego los había olvidado hasta ver anunciado que Isabel Coixet iba a hablar de ellos en un programa de radio no pude escuchar. Me di cuenta que me faltaba un volumen, que fueron dos porque no contaba con el Épilogo.

Uriarte no ha trabajado nunca, vive de una renta (según cuenta de un piso heredado) y de pequeños trabajos como crítico de literatura e incluso de alguna ayuda familiar. Es un bon vivant modesto por vocación. Uriarte es un gran lector que adora a Montaigne, Stendhal, Pascal, Proust, Borges, también Baroja o Pla.

Escribe unos diarios, sin referencias cronológicas excepto el año, en los que va desgranando con sentido del humor, calma, escepticismo relativo y cariño, la política, la amistad, el amor, la literatura, la salud, su gato Borges y mil y un aspectos que te van interesando, te van haciendo sonreír y empatizar.

«Las pequeñas cosas de la vida. La pequeña molestia en la rodilla al darme la vuelta en la cama, el pequeño catarro que no acaba de irse, el pequeño sonido de la fuga de agua que llega desde el cuarto de baño, el pequeño agravio de X esta mañana, que persiste en la memoria, el pequeño mosquito que zumba en la habitación, la pequeña picadura del mosquito en el hombro, el pequeño picor de la picadura, la pequeña pastilla que voy a tomar ahora mismo para olvidarme de las pequeñas cosas de la vida» (p. 64).

A Uriarte le gusta (relativamente) viajar por su pereza para encarar las mil y una incomodidades de un viejo. Por ello, Iriarte pasea y/o viaja a su ritmo, un ritmo tranquilo y sosegado. Sus destinos habituales: Francia e Italia, pero también Berlín o El Cairo. En esto viajes visita recónditos lugares en los que han vivido o escrito o pintado aquellos a quienes admira. Pero sorprendentemente también le encanta Benidorm, de donde siempre retorna a Bilbao (donde vive) mejor que cuando salió.

Su humor es fino, incisivo, imaginativo y cotidiano:

«Cada vez que hago algo que dicen que “alarga la vida” me da aprensión. Me veo a los cien años, en la cama, hecho un desastre, sin acabar de morirme porque a lo largo de mi vida comí, por ejemplo, demasiadas legumbres» (Epílogo, pag.46).

viernes, 18 de diciembre de 2020

Albert Camus, La muerte feliz

 


Agnès Spiquel, autora de la Presentación de la novela, la vincula con El extranjero. fue su primera novela; la abandonó hacia 1939 para escribir de un tirón en 1940, El extranjero.

La muerte feliz se publicó en 1971, después de morir Camus. Hay innegables vinculaciones entre ambas novelas, empezando por el protagonista: Mersault. Un aire parecido entre los dos Mersault es un hecho, aunque solo sea por el nombre. Pero hay mucho más, un aire parecido en lo referente a una cierta indiferencia, falta de arrepentimiento, escepticismo y pasividad. Todo ello mucho más acusado en El extranjero. Argel es, en ambas novelas, el trasfondo de sus vidas.

En  La muerte feliz su protagonista, Mersault, busca la felicidad a toda costa, pero no lo lograba por la pobreza. Camus vuelca su experiencia de la pobreza, su relación compleja con las mujeres, el placer por la naturaleza y, por supuesto, su reflexión filosófica en torno a la felicidad.

Sus descripciones de las estaciones o de un espacio natural son bellas y sugerentes:

«A mediodía, cesó el viento, el día estallo como una fruta madura y, por toda la extensión del mundo, dejo fluir un zumo tibio y asfixiante, entre un repentino concierto de cigarras. El mar se cubrió de ese zumo dorado como si fuera un aceite y devolvió a la tierra agobiada de sol un hálito caliente que la abrió y permitió que se alzasen aromas de ajenjo, de romero y de piedra recalentada».

martes, 8 de diciembre de 2020

George L. Mosse, Soldados caídos. La transformación de la memoria de las guerras mundiales.

 


Este libro apareció en 1990 aunque no se ha traducido hasta el 2016. Estamos ante una interesante propuesta historiográfica que se fundamenta en su interés por la ideología como sistema cultural a la que incorpora los símbolos, aspectos visuales y antropológicos, así como los mitos.

El libro está centrado en la Iª Guerra Mundial que, según Mosse, fue glorificada y embellecida en la postguerra. Se produjo un proceso de enmascaramiento de la realidad de la guerra (muerte, sufrimiento, heridos, etc.) que unida a la brutalización  del conflicto bélico, pusieron bajo control la memoria de la guerra. La insensibilización hacia el sufrimiento humano puso las bases del totalitarismo del periodo de entreguerras y de la IIª Guerra Mundial.

El mito de la «experiencia de guerra» es analizada en este libro a través de diversos aspectos: memoriales, cementerios militares, y poesía, arquitectura, naturaleza, juguetes, religión, cine o voluntarios de guerra.

sábado, 28 de noviembre de 2020

Jo Nesbø, Cucarachas

 


Leo «novela negra» desde hace muchos años, tantos que era una rareza encontrar a alguien que leyera este género. Antes de que se pusiera de moda, leer este tipo de literatura estaba mal visto, se consideraba un género menor. Yo tuve buena escuela porque empecé a leer «novela negra» norteamericana, algo inglesa, mucho después llego a mi biblioteca la nórdica y de otras procedencias.

La «novela negra» no es policiaca, la primera nunca plantea las cosas entre policías buenos y delincuentes malos sino que sus historias se desenvuelven en un arco de grises en que ni unos son tan buenos ni otros tan malos (uso el masculino porque el predominio de protagonistas masculinos es abrumadora). El final no suele dar lugar al triunfo de los buenos (policías) sobre los malos (delincuentes) sino que suele quedar en la ambigüedad. Normalmente el trasfondo político-social y cultural suele tener un gran protagonismo en estas novelas (ahí está la feroz crítica en la «novela negra» norteamericana a la justicia, a la clase política, etc.).

No es la primera novela de Jo Nesbø que leo, ni será la última. Sus novelas, como toda la «novela negra» me absorben y entretienen mucho. Empecé a leer este tipo de novela cuando estaba redactando la Tesis Doctoral y acababa literalmente agotada mentalmente, incapaz de leer literatura más exigente, me lancé a este género. Ha habido épocas de mi vida en que me costaba dejar de leer «novela negra» (cuando mis hijos eran pequeños, cuando me agobiaba el trabajo, etc.), ahora leo poca pero siempre la tengo a mano como en este caso.

En este caso, Harry Hole (un policía que abusa del alcohol y con una vida personal bastante desastrosa) es enviado a Bangkok desde Oslo para resolver el asesinato del embajador noruego…

miércoles, 18 de noviembre de 2020

Natascha Wodin, Mi madre era de Mariúpol

 


La autora, y protagonista de este Mi madre era de Mariúpol, rastrea las huellas de una familia que apenas conoce (y que había sido acomodada cuando ella pensaba todo lo contrario) en la ciudad ucraniana de Mariúpol. Estamos ante un testimonio que revive a una familia de la que la protagonista apenas sabe nada. A partir de su invocación, unas viejas fotos, un inesperado ayudante al otro lado del mar y mucha suerte, llevan a Wodin  a encontrar vestigios del pasado. Y así va encontrando una tenue línea de luz que le va guiando en el reencuentro con sus antepasados.

Madre e hija se enzarzan en múltiples discusiones. La hija quiere saber los motivos por los que se siente atrapada en un cuchitril del campamento  de personas desplazadas, tan lejos de la ciudad natal de su madre. El drama familiar del desarraigo, provocado por la deportación en 1944 de sus padres como trabajadores esclavos a Alemania,  se desarrolla en un tiempo marcado por los grandes desastres del siglo XX: el zarismo, La revolución rusa, la guerra civil contra el gobierno bolchevique, el estalinismo, la hambruna en Ucrania, las dos guerras mundiales y la dura postguerra en Alemania.

El libro pretende recordarnos la importancia  de conocer nuestro pasado, a nuestra familia y a nuestro entorno. Los hechos históricos mencionados hicieron posible que Wodin viviera su infancia y primera juventud con frío y con hambre siempre permanente. Las sorpresas se convierten en un relato apremiante que le permiten descubrirse a sí misma, no en blanco y negro sino en toda la variedad de grises que son posibles. Un paisaje vital letal se va dibujando conforme el relato avanza y nos va descubriendo cómo ha vivido ella, su familia cercana y esa otra que va recuperando del olvido para integrar una memoria que siempre es necesaria para encajar en el presente.

«Los humanos se protegen de la belleza para no verse catapultados fuera de la vida, fuera de las leyes del mundo» (p. 119).

domingo, 8 de noviembre de 2020

Claudio Magris, Microcosmos

El título nos dice casi todo. En este libro a Magris le interesa lo micro, lo pequeño, casi diminuto. Pone la lupa de aumento sobre historias que no suelen tener posibilidades de pasar a la Historia con mayúsculas. Las historias de este libro (nueve) no forman parte de un gran relato que sea objeto de estudio por su relevancia histórica, las historias de este libro son microhistorias a las que Magris entresaca del caos de los tiempos. Aparentemente no son importantes, no lo son sus protagonistas, ni lo son los espacios y lugares de los que habla (cafés, jardines, cimas, lagunas, pueblos, un oso, un perro, las piedras y las olas, la nieve, gestos, fronteras…).



Claudio Magris nació en Trieste, Italia, en 1939. Es profesor de Lengua y Literatura Germánicas en su ciudad natal. Es creador del término político Mitteleuropa que hace referencia a una Europa central con predominio alemán y que ha sido trasladado a la literatura, esa literatura, de la época de entreguerras, por la que me siento tan atraída. Sus obras son sobre todo ensayos, relatos y teatro. La obra que comentó tiene algo de novela, algo de historia, algo de libro de viajes y algo de ensayo por sus muchas reflexiones. En todo caso es un libro que no requiere prisas sino una pausada lectura para poderlo disfrutar. 

A través de múltiples situaciones, este libro no cuenta una historia, cuenta muchas y una sola que tiene muchas caras. Estamos ante un instrumento óptico que cuando lo movemos (leemos) a través de sus nueve capítulos, se pueden ver distintas perspectivas del tema que son simétricas. Microcosmos es circular porque se inicia en las máscaras del café San Marcos y luego se lanza a perseguir la sombra del autor en un trayecto que va recorriendo todo el entorno de Trieste, es decir, el Friuli, el Piamonte, el Veneto, Eslovenia y el Tirol austriaco. Magris construye un libro especial, original, un universo completo de perspectivas sobre el ser humano y sobre el entorno al que da tanta importancia como a las personas. 

Su manera de narrar es meticulosa, exacta y de gran belleza. Una muestra:

 « (…) para hacerle compañía a uno bastarían los montes, la robinia que hostiga el soto de castaños y encinas, los cipreses que invitan a una soledad no misántropa [*], benévolamente abierta para charlar un rato con quien le salga a uno al encuentro en las veredas hundidas, en la vegetación, en la luz subacuática del follaje» (p. 170).

[*] Nunca había visto sintetizada de forma tan certera la soledad que busco. 

He leído del autor: Danubio (fue el primer libro suyo que leí y ya no he podido despegarme de su nombre), No ha lugar a proceder, Otro mar y este Microcosmos, las cuatro son una maravilla.

miércoles, 28 de octubre de 2020

Benjamin Black, Los lobos de Praga

 

Benjamin Black es el seudónimo de John Banville, sobrenombre que utiliza cuando escribe novela negra. Había leído a Banville, no a Black hasta esta novela. Los lobos de Praga, es una novela que está ambientada en esa ciudad en el tránsito del siglo XVI al XVII. El protagonista de esta novela, Christian Stern, tiene que resolver el asesinato de una joven, encargo que recibe del emperador Rodolfo II, sobrino de Felipe II.


Black construye una brillante intriga que arranca del asesinado de una joven mujer que es mucho más compleja y que implica a muchas otras personas que también son asesinadas. La corte de
  Rodolfo II en Praga reúne conspiraciones, luchas y enfrentamientos entre diversos bandos que aspiran a controlar la influencia y el poder.

La religión, la magia, la alquimia, las relaciones amorosas, las intrigas políticas, las diferencias religiosas, las desavenencias familiares, etc. van construyendo una telaraña de muertes, pasiones y luchas por el poder que rodean al joven Christian Stern. El trasfondo es la ciudad de Praga alrededor del castillo que habitaba el sacro emperador Rodolfo II y su corte.

Los lobos de Praga no son una «novela negra» al uso. Existe el asesinato (en realidad varios asesinatos), existe un investigador (Christian Stern) aunque no es policía, y existe una trama compleja difícil de esclarecer. Se trata de «novela negra» de alto nivel, muy bien escrita y que mantiene la trama misteriosa hasta el final.

Una novela que puede resultar interesante incluso para aquellas personas que no son aficionadas a este género.

 

domingo, 18 de octubre de 2020

Aleksandar Tišma, El uso del hombre

 

Hace tiempo tenía obsesión por interpretar-entender los títulos de las novelas. Y buscaba en la propia novela o fuera de ella hasta que encontraba una explicación, pero en un momento dado decidí descargarme de esa obsesión. Normalmente acostumbro a encontrar en la novela el porqué del título, no ha sido el caso de esta, quizás me he despistado absorbida por esta historia que en algunas ocasiones me ha acongojado.

El uso del hombre me parece que puede estar relacionado con el utilitarismo extremo a que el ser humano fue sometido por el nazismo en casi toda Europa, pero quizás me equivoque. Tišma, nacido en 1924, de madre húngara y padre serbio estuvo preso en un campo de trabajos forzados durante la II Guerra Mundial, fue partisano al final de la guerra y décadas después, en 1993, su oposición a Miloševic lo llevó a refugiarse en Francia. Me he enterado también que esta novela es la segunda de un ciclo de cinco novelas llamado «Ramas entrelazadas». Un ciclo que tengo intención de leer dada la calidad de esta que he leído.

He leído esta novela en la montaña, su compañía ha sido muy gratificante para mí pese a que su contenido es duro. Tišma construye unos personajes, especialmente Vera y Sredoje, con una sutileza y rigor extraordinarios. Su prosa es exacta, sin excesos cuando podría haberlos justificadamente, nunca deja desbordarse a sus protagonistas, ni la historia que nos está contando.

Para mí la protagonista indiscutible es Vera que pasa de una inocencia y ociosidad típica de una familia mixta de clase media judía en la localidad de Novi Sad (Serbia) al infierno de un campo de exterminio. En la fila de selección para el horno crematorio, Vera es elegida por su juventud y belleza para la «casa de placer», es prostituida hasta la liberación del campo. El autor no carga las tintas en esta situación que la condicionará para siempre pero nos cuenta lo suficiente para que percibamos la tragedia de la protagonista.

Sredoje es un amigo de Vera de antes de la guerra y de su misma edad. La huida de Novi Sad con su padre y su hermano le conducirán, muy pronto en solitario, a un comportamiento que nos irrita por su posición acomodaticia que lo sitúa en esa zona gris en la que tantos se movieron para sobrevivir.

Nos queda clara la inhumanidad, la maldad, la indiferencia de la desgracia ajena (especialmente hacia la población judía), la supervivencia en situaciones límites, la monstruosidad normalizada. Sobre este tema se ha escrito mucho pero Tišma lo hace con una maestría narrativa y una sutileza extraordinaria.

jueves, 8 de octubre de 2020

Paco Santos, Confidencias de un apestado

 

Hacía tiempo que tenía ganas de leer esta novela del istagrammer Paco Santos con quien comparto el gusto por la literatura, la filosofía y el buen humor. Por fin decidí buscarlo y enseguida me apeteció leerlo y lo colé en los libros que tengo en espera en las estanterías más próximas a mi mesa de trabajo.

Poco conozco del autor más allá de los breves comentarios que intercambiamos en IG. No me ha sorprendido saber que es licenciado en Filosofía porque sus libros le delatan. Algo del conocimiento de ese sector del profesorado encontramos en esta novela breve.

Confidencias de un apestado es una buena muestra del talento de Paco Santos para construir una historia y un personaje cuya psicología se va mostrando con rigor y sutileza a lo largo de sus poco más de cien páginas. Y todo ello con una prosa clara, exacta y bien construida. También hay un trasfondo social que, aunque es conciso, podemos reconocer con facilidad, más si cabe en estos tiempos de pandemia.

El protagonista es una persona honesta, algo que suele incomodar en ambientes en los que predominan las pequeñas corrupciones, deshonestidades, concesiones para medrar, lisonjas para caer bien al superior jerárquico o simplemente el invisibilizarse para seguir a la mayoría. Su honestidad lo convierte  en un «apestado» que escribe sus confidencias tras padecer la exclusión social. Paco Santos construye una distopía  que no lo parece pero que nos va removiendo en la silla mientras la vamos leyendo.

Mis felicitaciones Paco.



lunes, 28 de septiembre de 2020

David Grossman, La vida entera

No había leído nada de David Grossman y ha sido un estreno muy placentero, pese a su extensión la lectura ha sido absorbente y relativamente rápida.


En la novela un personaje brilla con luz propia por encima de cualquier otro, me refiero a un personaje femenino: Ora. Grossman logra construir el perfil de una mujer en toda su complejidad. Ora es contradictoria, llena de identidades diversas con múltiples matices. Muchos elementos hablan de esta complejidad: la manera de entender la maternidad, sus relaciones amorosas entre dos hombres que son amigos, la relación de israelitas y palestinos, la manera de afrontar el grave conflicto que marcó desde su nacimiento a la población de Israel, su posicionamiento en contra de la guerra y de las armas. Todos estos elementos generan una riqueza de emociones, circunstancias y conflictos muy motivadores.

El otro gran personaje es Abram, un hombre también complejo con una terrible experiencia de torturas graves que marcaran su vida o su no-vida. Abram amó a Ora desde que se conocieron siendo adolescentes y volverá a renacer después de muchos años.

«Mira, Abram, le dice ahora, me resultaba imposible respirar, eras demasiado para mí.

¿Cómo que demasiado?, le pregunta Abram muy bajito, ¿qué es demasiado cuando se ama?» (p. 603).

La historia de estos personajes  se construye a lo largo de un viaje a pie, por una zona cercana a Jerusalén, en la que Ora habla del común hijo, Ofer, a Abram. Ella cree que mientras no esté en casa y hable de su hijo a Abram, a Ofer, que está en una nueva campaña militar, no le ocurrirá nada malo.

El conflicto entre Israel y Palestina tiene un gran protagonismo en la novela: la posición palestina está menos presente pero la posición israelí nos deja patente la opción clara de Ora (y de David Grossman) a favor de la paz. Una posición la del autor que viene avalada porque perdió a un hijo de 21 años en una de las múltiples guerras de dicho conflicto.

Una excelente novela.

viernes, 18 de septiembre de 2020

Tatiana Ṱîbuleac, El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes

 


« (…) quería estar en ese mismo instante con mi madre, teletransportarme, desaparecer –cualquier cosa-, pero estar junto a ella. Rebobinar ese verano como una cinta y volver al día en que vino –gorda y bajita- a recogerme en la escuela por su cumpleaños. Desodiarla y decirle que tenía unos ojos preciosos antes de que ella me lo preguntara» (p. 180).

Las relaciones entre Aleksy y su madre son malas, hay razones para ello y se irán desgranando a lo largo de la novela. La madre está sentenciada a muerte por un cáncer agresivo y quiere morir en Francia y que su hijo le acompañe. Y de esos componentes emerge una dureza sin paliativos.

El fragmento que he reproducido nos da muchas pistas sobre lo que sucede en estas relaciones madre/hijo llenas de odio y de resentimiento y cómo un verano diferente puede cambiar el punto de partida de la narración. Por eso a Aleksy le gustará durante mucho tiempo «rebobinar ese verano» en el que se encuentra con su madre. «Teletransportarse» junto a ella y decirle que sus ojos verdes eran preciosos, unos ojos que van guiándonos a través de ese desmadejar una historia llena de negatividad, de resquemor, de distanciamiento entre ambos.

Hay relaciones que no son fáciles y esta cuenta con demasiados componentes que se entrecruzan y la deterioran hasta extremos impensables pero posibles. Desenredar esa madeja no es fácil, en muchas ocasiones es imposible porque nadie está dispuesto a empezar a tirar del cabo. La irreparable e inminente muerte de la madre propicia la situación para tirar del cabo y empezar a mirar, a escuchar, a sentir de otra manera.

Tatiana Ṱîbuleac escribe muy bien y logra construir una historia creíble que nos emociona y nos conmueve sin acercarse siquiera al sentimentalismo de la lágrima. Todas las emociones están contenidas, el verano transcurre con lentitud y las palabras no surgen con facilidad, ya no digamos el afecto y la cordialidad. Sin embargo, poco a poco se irán abriendo pequeñas brechas por donde el cariño, el perdón y la reconciliación se abrirán paso. Para el hijo será un verano inolvidable que rememorará muchas veces posteriormente.

martes, 8 de septiembre de 2020

Olga Tokarczuk, Sobre los huesos de los muertos

 


Esta es la primera novela que leo de esta escritora polaca, premio Nobel 2018. Me ha costado leerla pero por fin lo he hecho y con sumo placer. Tokarczuk crea un personaje central, la  Sra. Duszejko (Janina Duszejko, pero no le gusta su nombre), que me recuerda a Elizabeth Costello, un personaje estupendo del escritor J. M. Coetzee.

Los dos personajes son mujeres mayores que podríamos calificar de antisistema por su malestar con el capitalismo suicida que vivimos en la actualidad, bajo su apariencia de señoras de edad avanzada son capaces de mostrar su desagrado contra la sociedad actual de una manera impactante. Las dos son vegetarianas, amantes de la naturaleza y de los animales. Lectoras solitarias, son mujeres cultas con estudios superiores. Gruñonas y con una potente personalidad. Librepensadoras, independientes, tienen ideas propias. Solitarias pero con amistades peculiares.

La  Sra. Duszejko es una gran aficionada a la astrología y hace horóscopos. No suelen gustarle los nombres que tienen las personas y ella les pone otros nombres más adecuados. Sus reflexiones interiores son interesantes siempre:

«La conversación era dominada desde el principio por dos hombres, del tipo de los pájaros sordos, porque se ensordecían el uno al otro contando unas poco precisas aventuras que ambos denominaban “anécdotas”. Algunas personas intentaban callarlos en vano» (p. 163).

Nos vamos enterando en la narración que se sentía agraviada por la desaparición (y muerte) de sus «chicas» (dos perras). Esos sentimientos y su rechazo a la caza la llevaran a transgredir un límite que da sentido al título de la novela. La narración adopta la forma de «novela negra» con una fuerte carga ecologista. Es una excelente narradora, elabora imágenes de gran belleza, diálogos interiores, visiones y personajes llenos de autenticidad.

viernes, 28 de agosto de 2020

Juan Gómez Bárcena, Ni siquiera los muertos

 

Juan de Toñanes, soldado licenciado de las conquistas del «Nuevo Mundo», aceptó apresar a un indio renegado (llamado también Juan). Para detenerlo inició una persecución hacia el norte que la podemos situar en el siglo XVI, recién concluida la conquista.

Esta persecución trasciende los siglos puesto que continúa, entremezclando muchas aventuras e historias, en los siglos posteriores hasta llegar a la actualidad y encontrarse en las puertas de EEUU, en la frontera entre México y los EEUU de Trump. Resulta estremecedor el relato de los feminicidios de Ciudad Juárez.

El libro está bien escrito y muchas de sus historias tienen interés y se disfrutan, sin embargo me parece que se ha dispersado demasiado al saltar tantos siglos. No obstante es un intento en gran parte exitoso.  

martes, 18 de agosto de 2020

Yang, Jenny Chan, Xu Lizhi, Li Fei y Zhang Xiaoqio, La máquina es tu amo y señor



Un libro breve pero muy esclarecedor. Nunca nos preguntamos qué hay tras nuestros aparatos electrónicos. ¿Qué hay tras la admirada tecnología del mundo rico? En este libro nos dan la respuesta que se invisibiliza sistemáticamente para mantener el mito de Silicon Valley y de su esperanza de crear un mundo justo y pacífico por poner al alcance de todos/as las «herramientas informáticas» (p. 100). 

Nuestra creencia en la omnipotencia tecnológica nos ha conducido a no cuestionar el consumismo inducido por las nuevas tecnológias. De la misma manera se han invisibilizado los millones de personas trabajando en condiciones de casi esclavitud y cuya forma de protesta es el suicidio. 

El ejército de esclavos de la electrónica son cientos de miles de jóvenes migrantes: el retrato de una superviviente, Tian Yu, obrera de Foxcoon, sirve de hilo conductor a la socióloga Jenny Chan para analizar el recorrido de estos trabajadores. En ese otro lado del mundo, cuando la vida es secuestrada por el capitalismo, la última forma de desobediencia es prescindir del cuerpo productivo propio. Parece que solo es posible visibilizar las condiciones en que millones de chinos trabajan saltando desde el tejado de un edificio.

Deberíamos repensar la materialidad de nuestra existencia.

sábado, 8 de agosto de 2020

Yishai Sarid, El monstruo de la memoria

Empezaré por el final, hacía tiempo que no me sorprendía tanto un final como el de El monstruo de la memoria. Por razones evidentes no puedo comentarlo, tampoco sé si se entendería esa sorpresa si no se ha leído la novela.


Hace tiempo que tengo muchas pegas a la importancia que se da a la memoria histórica, más de una vez he afirmado que es un oxímoron y que o es memoria o es historia, pero no ambas cosas. Es evidente que me inclino por el rigor de la historia, es bien cierto que un exceso de historia crítica puede menoscabar el consenso sobre lo que una sociedad necesita recordar u olvidar. 

La memoria me incomoda porque hace tiempo que he detectado que se busca rescatar el pasado para servir al presente y al futuro. Por ello, como señala Jacques Le Goff , no sorprende que los ejercicios colectivos de rememoración histórica se parezcan mucho más al mito, por un lado, y a la propaganda política, por el otro, que a la historia. No voy a defender aquí la superioridad de la historia por su supuesta objetividad, pero sí que es cierto que esta disciplina cuando se hace con propiedad siempre es crítica y sus reflexiones (aunque algunas veces pueden ser útiles a la sociedad) no pretenden ser instructivas.

¿Qué plantea la novela de Yishai Sarid? Un narrador-protagonista, un historiador israelí, escribe una carta en la que el experto se dirige al presidente de Yad Vashem, una institución de Israel que tiene el objetivo de mantener viva la memoria de las víctimas del Holocausto. En esta carta hay una profunda reflexión sobre el papel de la memoria que él se ve obligado a sostener al convertirse en un experto guía de grupos (sobre todo alumnos/as de enseñanza secundaria) que visitan en Polonia los campos de exterminio. 

Conforme estas visitas guiadas se multiplican, el protagonista se va dando cuenta de que se ha convertido en una especie de relator de la memoria oficial y se rebela ante ese papel. Hay un hecho que le hace darse cuenta que la memoria se puede convertir en un monstruo (al estilo del «sueño de la razón produce monstruos» de Goya): la opinión de un adolescente, de uno de los grupos que guiaba, que plantea tranquilamente que creía que «para sobrevivir también tenemos que ser un poco nazis».

Este y otros hechos le van desvelando que la autoridad de la memoria colectiva depende de que no se indague con excesiva insistencia en los datos objetivos y de que no haya excesiva preocupación sobre su contingencia, y de que en cambio se permita ser arrastrados por intensos sentimientos revestidos de los variados hechos históricos. 
«Me asqueaba tanto mito, tantas ideas, aquella curiosidad enfermiza» (p. 116).
Para evitar esa simplicidad, esquematismo y mitificación, el protagonista intenta dar explicaciones más profundas y complejas, planteando a la vez preguntas incómodas. Este cambio de posición le empezará a provocar problemas entre los grupos que guía, hasta llegar al sorprendente final.

martes, 28 de julio de 2020

Giacomo Debenedetti, 16 de octubre de 1943


Estamos ante un relato breve, apenas sesenta páginas, que tiene el valor de ser el primer texto escrito sobre la Shoah italiana (1944). Al texto le acompaña un Prólogo de Natalia Ginzburg y otro relato breve titulado Ocho judíos

Como bien dice Ginzburg estos dos relatos afrontan temas actuales: «La violencia, el exterminio de una colectividad por motivos raciales y, finalmente, la diferencia de los judíos». Esa diferencia que es compatible con otros diferentes que antes y después de los acontecimientos narrados son objeto de violencia por motivos raciales o de género o de clase o de opción sexual, etc. Un tema, por tanto, que sigue de plena actualidad cuando el 25 de mayo pasado George Floyd fue objeto de violencia hasta la muerte como resultado de su arresto por parte de cuatro policías locales en la ciudad de Mineápolis, Minesota (Estados Unidos). 

16 de octubre de 1943 es la crónica de la deportación de los habitantes del gueto de Roma a los campos de exterminio por parte de los SS alemanes. El autor logra sintetizar con brevedad y contundencia la tragedia y el dramatismo que se produce en el gueto cuando empiezan a ser conscientes del destino que les espera tras confiar en que nada les podía pasar. 

Debenedetti consigue sintetizar con maestría el horror de esos momentos que transcurren como una pesadilla en medio de los gritos, los golpes, las amenazas, los engaños, la arrogancia, la desesperanza. Y todo ello con una cuidada escenografía, teatralidad y solemnidad. 

El segundo relato es una reflexión sobre la condición de víctima y las relaciones que establece con los otros/otras.

sábado, 18 de julio de 2020

Jorge Navarro Pérez, Todos reciben. En el polvorín empujados hacia el drama

Esta novela es el tercer volumen de la Trilogía de Ramón Casas. Jorge es un amigo de hace tiempo con el que tengo la fortuna de compartir y mantener el afecto, he leído los otros dos volúmenes: Las cinco muertes del barón airado/La tiranía del espíritu; El lugar más tranquilo y hoy comento este tercero (que podéis comprar en Amazon). 


Las tres novelas tienen como protagonista, alrededor del cual gravitan muchos personajes, al pintor Ramón Casas. Este conocido artista nos introduce en el mundillo de la bohemia y de la cultura en la Barcelona de finales del siglo XIX y principios del XX. Centrándome en esta tercera novela, un suceso articula la historia: la llegada a Barcelona del joven rey Alfonso XIII que el catalanismo quiso hacer polémica. 

El autor es profesor de historia y ha publicado algunos estudios de historia local, cosa que explica sus conocimientos del contexto que rodean a sus personajes. La trama, casi policíaca, se desarrolla a principios del siglo XX y el autor se mueve con soltura entre los ambientes populares, intelectuales y de la burguesía aristocratizada. De la misma manera, escribe con gran facilidad de anarquistas, catalanistas, liberales y republicanos. 

La novela tiene componentes de diversos géneros, por supuesto del histórico, en el que Navarro se mueve con comodidad construyendo un relato que refleja muy bien lo ocurrido en la realidad. Su conocimiento de la historia no le lleva a olvidar que escribe ficción y cambia esa realidad a su conveniencia para dinamizar el relato de los hechos. Es también una novela con ciertos tintes policiacos porque encontramos misterios a dilucidar que poco a poco vamos viendo cómo se resuelven. Igualmente tiene momentos de novela romántica, especialmente alrededor de la mujer de Casas (Julia), pero también de otros personajes menores. 

Es sobresaliente el contenido político de la novela que nos dibuja una Barcelona de la Restauración en la que la manipulación de las elecciones y la corrupción definían dicho sistema político. Navarro lo conoce y con su hábil pluma es capaz de situarnos en medio de las intrigas políticas y militares, todo ello aderezado con dosis de (buen) humor. 

Podría añadir, para concluir, que estas novelas nos aproximan a la Cataluña actual. Aunque han pasado mucho años, más de cien, resulta innegable lo fácil que es trasladar lo sucedido a la actualidad. Algunas cosas han cambiado mucho como es el caso de la importancia del anarquismo en Barcelona, pero muchas otras como el catalanismo nos indican los motivos por los que se ha llegado a la situación actual. 

Jorge Navarro Pérez escribe bien, con solvencia, utilizando un estilo fluido, ameno y coloquial que facilita mucho la lectura de esta interesante historia.

miércoles, 8 de julio de 2020

Elena Ferrante, Un mal nombre. Las deudas del cuerpo. La niña perdida. Dos amigas II, III, IV

Leí el primer volumen (os dejo enlace) de esta tetralogía hace casi cuatro años.


En el comentario que hice de La amiga estupenda señalaba que el anonimato de la autora que se escondía tras el seudónimo de Elena Ferrante me llamaba la atención en un tiempo de sobreexposición mediática. Hoy parece ser que se ha desvelado la verdadera identidad de la escritora llamada Anita Raja pero sigue sin conocerse detalles de la autora. Me sigue sorprendiendo favorablemente este anonimato de la autora de esta famosa tetralogía. 

En el comentario del primer volumen dije también que no me había deslumbrado su lectura pero que tenía la intención de seguir leyendo los otros tres volúmenes. La verdad es que no me enganchó lo suficiente como para continuar su lectura inmediata, de hecho han pasado casi cuatro años hasta que he leído este segundo volumen. En esta ocasión sin embargo he leído seguidos los tres que me faltaban porque a partir del segundo han logrado captar mucho más mi atención la historia de las dos amigas.

Las grandes protagonistas de la historia son las dos amigas, Lila y Lenú, que fraguan su amistad en la infancia y en sus correrías por un barrio popular de Nápoles en los años cincuenta. En Un mal nombre continua la narración de la trayectoria de las dos mujeres que saltan de la adolescencia a la juventud trazando un gran fresco histórico y social de los años sesenta del siglo XX. En Las deudas del cuerpo las dos amigas sobrepasan la treintena, las dos tienen pareja e hijos/as pero parece que no acaban de encarrilar su vida y los conflictos personales se suceden. Conocen, especialmente Lenú el feminismo de los años sesenta/setenta y aparece un segundo libro en el que reflexiona sobre la situación de las mujeres. Sin embargo, son ideas que no acaban de ser integradas en su vida y el amor romántico vuelve a aparecer en la vida de Lenú, mientras Lila vive una relación sin sobresaltos.

Junto con las dos amigas hay otros muchos personajes interesantes de varias generaciones que van trazando ese fresco histórico, ya no tan condicionado por la II Guerra Mundial como en el primer volumen. 

Las dos amigas tomarán caminos muy diferentes, Lenú el camino del estudio (y el matrimonio) como forma de ascenso social y de huida de las calles de su popular barrio y Lila el matrimonio (y después el trabajo). Ambas amigas se unen y se distancian pero mantienen siempre un vínculo invisible que las une y que cuando se encuentran, retoman. 

Se trata de una literatura que entretiene, bien escrita y con un trasfondo social y urbano en el que la ciudad de Nápoles tiene un protagonismo destacado. Rescato una afirmación de Montaigne en Los ensayos que puse en un comentario mío en el comentario del primer volumen: 
«(…) sólo me gustan aquellos libros que son o amenos y fáciles, que me halagan, o aquellos que me consuelan y aconsejan para ordenar mi vida y mi muerte» ("La soledad", Libro I, cap. XXXVIII, 335).

domingo, 28 de junio de 2020

Karen Joy Fowler, El club de lectura Jane Austen

 Tras la lectura de El plantador de tabaco necesitaba un libro más breve y ligero, pensé que esta era una buena opción. Yo no soy una gran lectora de las obras de Austen y nunca he participado en un club de lectura. Y digo esto porque la trama de la novela gira entorno a un club de lectura para leer y compartir impresiones sobre las obras de Austen.


El club de lectura está formado por seis personas, solo una de ellas es un hombre, que se reúnen una vez al mes en casa de una de ellas. Esas reuniones son una muestra del amor por la lectura de este peculiar club de lectura. Cada reunión se convoca en una de las casas del grupo donde meriendan mientras desmenuzan la novela elegida. 

Si fuera una gran lectora de Austen, supongo que hubiera disfrutado más cuando analizaban la obra elegida. No obstante esta novela utiliza la reunión del club de lectura para ir desgranando los problemas, la personalidad, las emociones y sentimientos de cada uno de los personajes que la pueblan.

La novela resulta entretenida y original en su manera de presentarnos a los diversos personajes y poder dar unas pinceladas que nos permiten conocerlos y disfrutar de sus opiniones y de su auténtica pasión por la lectura… y, naturalmente, por Austen.

jueves, 18 de junio de 2020

John Barth, El plantador de tabaco

Llevaba poco más de tres semanas de confinamiento por el Covid.19 cuando decidí que esta novela tenía que convertirse para mí en una especie de tabla de salvación que me elevara por encima de las malísimas noticias que cada día aparecían en los medios de comunicación. No es ninguna novedad que la literatura es para muchas personas una tabla de salvación. Su extensión, 1.173 páginas, exige siempre un compromiso lector que no siempre estamos en disposición de encarar, sin embargo el confinamiento lo propiciaba.


Barth estudió de joven en la universidad con Pedro Salinas, bajo cuya dirección leyó El Quijote. Seguramente alguna influencia hay de esta obra en la suya, su protagonista, Ebenezer Cooke, virgen, inocente y poeta, recuerda incluso físicamente (alto y desgarbado) al personaje que creó Cervantes. 

El plantador de tabaco (1960) es un magnífico ejemplo del arte de contar historias, a lo largo de su más del millar de hojas se concatenan continuamente historias cautivadoras, historias maravillosas que nos transportan a finales del siglo XVII en unos escenarios que empiezan en Londres y enseguida surcan el Atlántico para llegar a las colonias inglesas en América del Norte. El espacio geográfico es el del lugar de nacimiento del autor: Maryland y la bahía de Chesapeake. El mar se convierte en El plantador de tabaco en protagonista de esta novela, igual que lo ha sido para el autor a lo largo de su vida y en sus libros. 

Estamos ante una narración en clave burlesca, a Ebenezer no paran de ocurrirle aventuras en las que suele acabar siendo objeto de burla por su inocencia, torpeza y afán por mantener su virginidad que no quiere perder. Los embrollos y problemas del protagonista permiten al autor mostrar su gran capacidad para escribir historias maravillosas como las que se producen en la travesía trasatlántica de Londres a América: piratas, prostitutas, estafadores, pillos, traidores y conspiradores, pueblan las páginas de esta novela.

No hace falta un confinamiento para empezar esta novela, solo el gusto por la literatura y las historias bien contadas (y eso sí, saber que vas a trajinar con un libro de kilo y medio de peso).

lunes, 8 de junio de 2020

Ladislav Mnacko, La noche de Dresde

No recuerdo cómo llegué a este libro, pero lo busqué porque esta es una edición antigua (de 1970) que compré en una librería de segunda mano no hace mucho. Pudiera ser que llegara desde el libro de Dragan Velikić, Bonavia, pero no lo puedo asegurar. En todo caso, la novela merece la pena.



La historia que se relata en esta novela tiene interés por su complejidad: veinte años después de la destrucción de la ciudad alemana de Dresde, un extranjero regresa a esta ciudad en la que vivió el terrible bombardeo que sufrió la ciudad en la parte final de la II Guerra Mundial. Allí entabla conversación con una joven alemana que trabaja en la recepción del hotel y pasan una noche conversando sobre el pasado que traumatiza a la joven por ser hija de un criminal de guerra condenado.

El extranjero irá desgranando sus recuerdos de aquellos años y se confrontan dos pareceres diferentes sobre lo sucedido en la época nazi, el suyo y el de su joven interlocutora. Entre esos recuerdos, el extranjero describe con detalle su relación con una mujer alemana, Luisa, con la que mantendrá una apasionada y compleja relación amorosa. Al buscar la casa donde vivía Luisa, escenario de su amor, se encontrará con una sorpresa inesperada que no os desvelo por si leéis la novela.

Las dificultades, las contradicciones, los problemas éticos y otras muchas complejidades son narradas con eficacia y habilidad, sosteniendo la tensión del relato hasta el final. Sobresaliente la descripción del terrible bombardeo llevado a cabo en febrero de 1945 por parte de las fuerzas aéreas británicas y norteamericanas y que arraso, en una tormenta de fuego, el centro histórico de la ciudad provocando una cifra de muertos no clarificada, pero que se sitúa entre 25.000 y 40.000 personas.

Una novela sin duda digna de lectura.

jueves, 28 de mayo de 2020

Amor Towles, Normas de cortesía

La tentación, para comprar este libro, fue leer en la contraportada que se trataba de una novela cuyo trasfondo histórico era la década de 1930 en la ciudad de Nueva York. Una época y una ciudad que siempre me han gustado tanto en lo histórico como en la ficción. Tenía buenas expectativas y estas se han cumplido sobradamente. ¡¡Que buenos momentos (pese al confinamiento) he pasado con su lectura!!


La protagonista es una joven, Katey Kontent, que intenta sobrevivir en la «selva neoyorkina», llena de peligros, tentaciones y posibilidades una vez se sale de la dura crisis del crac de 1929. 

Diversos personajes acompañan a Katey y con ellos aparece el amor, la amistad, posibilidades laborales, literatura, jazz y hasta una breve mención a Emma Goldman que ya no vivía en EUA expulsada del país desde 1919.

Towles escribe muy bien, su lenguaje es rico en expresiones, descripciones de ambientes y psicología de los personajes. La historia resulta interesante desde el principio del libro, sus personajes resultan atractivos e interesantes, son complejos y contradictorios. La protagonista va sorteando aquellas relaciones humanas que no le interesan o que pueden dañarla y, desde la sencillez y sus referentes éticos, lo va logrando, algo bastante de lograr en el contexto que le tocó vivir. 

Normas de cortesía es una gran novela, de esas que nos hace amar la literatura.

lunes, 18 de mayo de 2020

César Aira, Ema, la cautiva

Un gran descubrimiento este autor argentino que no sabía que está postulado para el Nobel. Desde luego seguiré leyendo otras novelas suyas.


En esta novela, Aira construye una historia llena de imaginación que abarca todo: personajes, paisaje, época histórica, trama, TODO. La trama se basa en Ema, una cautiva que no lo parece, excepto al principio de la novela cuando militares blancos conducen un grupo importante de hombres, mujeres y niños/as al fuerte Pringles, atravesando la Pampa argentina.

El contraste entre blancos (mayoritariamente soldados) e indígenas es sobresaliente. Mientras los primeros parece que vagabundean derrotados entre alcohol, juego, comida y mujeres, los segundos parecen tener la clave del «buen vivir», de la simplicidad y de la armonía con la naturaleza (aunque también beben y fuman en abundancia).

Una naturaleza abundante y bella (casi poética) proporciona todo lo necesario para vivir a los y las indígenas mientras los blancos lo tienen que comprar todo, si es preciso inventando y acuñando dinero ellos mismos. Aunque existen diferencias sociales entre los indígenas, los caciques parecen tratar bien a las personas de categoría inferior, eso sí las mujeres están destinadas a un papel reproductor y a ser objeto de cambio entre los diversos pueblos.

Solo Ema escapará, relativamente, de su condición al emanciparse, aparentemente con facilidad, de su cautiverio y montar un negocio de cría de faisanes (un ave muy apreciada tanto por blancos como por indígenas).

La historia parece transcurrir en el siglo XIX, aunque muchas veces dudaba de si estaba ubicada en la época de la colonización en el siglo XVI o, por sus reflexiones sobre el dinero, estaba contextualizada en la actualidad. 

Una historia increíble pero cuya magia me ha atrapado felizmente.

viernes, 8 de mayo de 2020

Jeffrey Eugenides, Las vírgenes suicidas

La lectura de La trama nupcial me animó a leer esta que hoy comento y que, en realidad, es su primera novela. 


«Supimos de esa cárcel que es ser chica, de los impulsos y sueños que genera y por qué acaban sabiendo qué colores combinan y cuáles no. Supimos que las chicas eran gemelas nuestras, que todos existíamos en el espacio como animales con idéntica piel y que si ellas lo sabían todo de nosotros, nosotros en cambio no podíamos sacar nada en claro de ellas» p. 51. 
Estamos ante una novela sobre adolescencia, una extraña novela que narra el suicidio de cinco hermanas adolescentes que afectó a un grupo de adolescentes que las conocían y estaban pendientes de ellas por su belleza. 

Veinte años después de los suicidios, un grupo de hombres (los adolescentes que las conocieron) rememoran los suicidios y buscan entender, como en una especie de investigación policial, qué ocurrió a las hermanas Lisbon. 

Un retrato de la decadencia norteamericana en los años setenta, un acercamiento al mundo complejo de la adolescencia y sus problemas especialmente cuando su familia es especialmente rígida y moralista y acaban enclaustrando a sus hijas a raíz del primer suicidio.

De las tres novelas que ha escrito Eugenides es la que me ha gustado menos aunque tiene su interés. Hay película de esta novela, la dirigió Sofia Copoola en 1999 y parece que está muy bien.

martes, 28 de abril de 2020

Dragan Velikić, Bonavia

Hay libros que empiezas a leer y en la página primera ya sabes que te va a gustar, incluso que te va a entusiasmar. Ocurre con muy pocos, pero de vez en cuando aparece esa novela que no vas a olvidar porque desde el principio te cuenta algo que te interesa, algo con lo que te identificas. No es que lo que explica lo haya vivido, no es así, es que las reacciones, las emociones, las reflexiones, los sueños, los pesares y las alegrías, las has vivido también. 


Bonavia es un libro en el que los viajes se convierten en huidas. Los personajes se entrecruzan entre sí en una especie de concierto en el que entran y salen, se apoderan de la historia o casi desaparecen para volver a reaparecer páginas después. Todo está tan bien orquestado y narrado que les sigues a la espera del próximo paso de Miljan, Marko, Marija, Kristina y muchos otros personajes.

Hay un trasfondo apenas visible que es la guerra de la antigua Yugoslavia y el colapso que se produce tras el conflicto y la propia desaparición del país (curiosamente, de la mano de Viena se narra otro país, todo un Imperio, que también desapareció). Hay ciudades como Budapest, Belgrado o Viena (incluso algunas ciudades norteamericanas más fugaces). Hay viviendas, hoteles, trenes o tranvías. Alrededor de la vida que surge aquí y allí hay mucho pensamiento interior, muchas reflexiones, soledad, enfermedad, ambiciones, abandonos.
 «Hace tiempo que el crimen se ha paliado con el movimiento invisible del reloj de la historia, sus campanadas miden el pulso de los sonrientes y triunfadores» (p. 58). 
Una excelente novela, una de esas que cuando acaba te quedas compungida porque quisieras seguir al lado de los personajes y saber más, saber cómo sigue la vida de ellos y de ellas.

sábado, 18 de abril de 2020

JEFFREY EUGENIDES, La trama nupcial

Leí hace poco más de seis años, Middlesex. Me gustó mucho, tal y como dejé escrito en la reseña que hice, y me prometí a mí misma leer sus otras novelas. Debí comprar en ese momento La trama nupcial pero no he encontrado el momento de leerla hasta ahora. Espero no tardar tanto en leer Las vírgenes suicidas o sus relatos recogidos en Denuncia inmediata.


Como en el caso de Middlesex, Eugenides, al que no le gusta nada hablar de su vida personal, refleja en algunos de sus personajes rasgos autobiográficos como el origen griego de Mitchell (que quizás contenga más rasgos de su autor en su personalidad), un personaje muy bien tratado en la novela.

Sorprende que Eugenides tome como base de su novela una historia de amor entre jóvenes que acaba en boda, una trama aparentemente muy convencional y mil veces tratada en la literatura, el cine o el teatro. En efecto, Madeleine y Leonard son dos jóvenes a punto de acabar sus estudios universitarios que se enamoran. Incluso hay un tercer joven, Mitchell, que también está enamorado de Madeleine formando un típico triángulo amoroso. Sin embargo, nada es lo que parece porque Leonard padece una enfermedad mental que transforma el “pastel” amoroso en casi una pesadilla. 

El trasfondo de estos amoríos juveniles es el de los años ochenta del siglo XX en EUA con sus transformaciones y cambios que el autor va desgranando a lo largo de la novela.

Una historia bien contada y bien articulada. Con Eugenides es imposible aburrirse, es un maestro en desarrollar historias que relacionan diversos personajes entre sí, de la misma manera construye personajes de personalidad muy bien definida. Todo esto te atrapa y quieres saber más y más.

miércoles, 8 de abril de 2020

Imre Kertész, Un relato policíaco

Se trata de una novela corta (apenas cien páginas) destinada a acompañar a El buscador de huellas. 


Las editoriales del régimen comunista húngaro solo publicaban a apartir de una determinada extensión, El buscador de huellas no llegaba al mínimo y para publicarla el editor le propuso que añadiera un relato breve. Así nació Un relato policíaco

Aunque el escenario de la narración es un país sudamericano imaginario, el autor pensaba en Hungría. Evitó dejarlo en evidencia para burlar a la censura. Tenía sus motivos, esta narración es un relato escalofriante (y frio) sobre la toma del poder ilegalmente para imponer una dictadura, de la esencia de un sistema autoritario (de verdad) y de cómo una persona, el narrador, puede convertirse en un torturador, en un verdugo. 

La indiferencia moral de este policía, que espera su ejecución años después, nos habla de nuestra época. 

Excelente como todo lo que escribe Imre Kertész.