miércoles, 28 de noviembre de 2018

MARISA MADIERI, Verde agua



Este libro me ha deparado pequeñas sorpresas al revelarme un tema que desconocía: el éxodo istriano producido cuando, tras la II Guerra Mundial, la Yugoslavia de Tito ocupó Istria y Fiume que contaban con una importante población italiana (unos trescientos mil) que marchó hacia Trieste. Allí vivieron durante años en campos de refugiados como el Silos del que habla Madieri. Otra sorpresa ha sido cómo de esta circunstancia histórica, la autora cuenta su historia personal para evitar el olvido de todo lo vivido. También me ha sorprendido la manera de narrarlo, aparentemente fiel a la pura realidad sin excesos emocionales, y no es que no hubiera motivos para ello, sin que sobren las palabras en un ahorro de ellas sorprendente. Madieri habla como mujer y con la mirada de mujer y eso te va embargando con su cadencia tranquila, equilibrada, llena de valores de armonía y de entendimiento.

Pero aún me quedaba una última sorpresa que me pilló totalmente desprevenida: saber que era la compañera de Claudio Magris, escritor al que admiro y cuyos libros valoro mucho, en un Posfacio magnífico que me ha emocionado.

Verde agua emociona, su lectura fue abriéndose camino en mí como el agua cuando se derrama con lentitud y te va empapando, Madieri te va atrapando, te va cautivando con su sencillez y su ternura sin por ello dejar de contarnos el drama histórico y personal que le tocó vivir.

Un párrafo:
Desde que dejamos Fiume, aparte de la Iliada y la Odisea, que habíamos estudiado en la escuela, no había leído nada. Los libros de papá estaban todavía en cajas en un depósito, en el colegio había solo algún volumen edificante, el tío Alberto no poseía una biblioteca. Los libros, pues, me parecían un fruto prohibido. Cuando tenía uno a mi alcance, permanecía horas leyendo, ávida y celosa, tendida sobre el diván de mi celda entre los pesados cortinajes que olían a polvo, olvidado el calor estival, totalmente enajenada de la realidad que me rodeaba (92).
Un libro excelente.

domingo, 18 de noviembre de 2018

ALMUDENA GUZMÁN, El jazmín y la noche. Poesía reunida (1981-2011).



De nuevo traigo a una autora de poesía (poeta o poetisa) que me gusta pero que me cuesta leerla con continuidad como cualquier libro de poemas. Es un problema que tengo con la lectura de poesía, no puedo leer mucha porque me satura, pero al leerla poco a poco me eternizo con un libro (este además es largo puesto que sobrepasa las cuatrocientas páginas).


Almudena Guzmán me parece una poeta que crea un universo íntimo en la forma de contar, de sentir y de pensar. Sus poemas hablan de la vida personal y también de la vida en su dimensión social, en este sentido me ha gustado especialmente los poemas de 2011 con dos apartados: “De lo público” y “De lo privado”, una separación que, muchas veces tiene una estrecha frontera.

Como me gustan las cosas inútiles.
Los botones viudos,
los miriñaques rotos,
las cerillas mojadas.
Será que me siento
como el periódico de ayer.
Siempre se empieza por una lista.
Jesús estuvo en la lista de los crucificados,
y en una lista pusieron a los armenios,
a los kurdos y a los bosnios.
De Getsemaní al Ararat,
del Gólgota a Sebrenica,
la lista se extiende como un mar de petróleo
por el pergamino del destino del hombre.

Este libro recoge un largo recorrido de treinta años, ahí está su universo de preocupaciones, de sensibilidades, de temores, de placeres…

jueves, 8 de noviembre de 2018

ERIC VUILLARD, El orden del día


Se trata de una novela basada en hechos reales: se narran, de forma breve y concisa, situaciones importantes que marcaran el futuro del régimen nazi desde su ascenso al poder en 1933 hasta el inicio del expansionismo territorial (en Austria y Checoslovaquia) en 1938.



Las diversas situaciones que recoge Vuillard sintetiza muchos de los aspectos que permitieron el gran desastre del Holocausto y de la II Guerra Mundial en Europa: los intereses empresariales para financiar a Hitler a cambio de ventajas para las empresas (destacada la mano de obra esclava de los deportados/as, pero no fue la única ventaja aunque sí la más terrorífica y desvergonzada); la sumisión y contagio de la ideología totalitaria de los dirigentes de Inglaterra y Francia que se reunían con Hitler haciendo concesiones vergonzosas como la ocupación de Austria o la Conferencia de Munic; el entusiasmo de masas de población que vieron en Hitler una especie de salvador de su situación tras la Iª Guerra Mundial (en Austria) y otras escenas memorables.

Todos estos momentos componen una novela sin concesiones a lo que vino después y que se comprende mejor con esta aportación trepidante.

Un fragmento:
Nunca se cae dos veces en el mismo abismo. Pero siempre se cae de la misma manera, con una mezcla de ridículo y de pavor. Y uno quisiera tanto no volver a caer, que se agarra, grita. A taconazos nos quiebran los dedos, a picotazos nos rompen los dientes, nos roen los ojos. El abismo está jalonado de altas moradas (141).
Excelente novela que recibió el Premio Goncourt 2017.