viernes, 12 de febrero de 2016

MARCELINE LORIDAN-IVENS, HERTA MÜLLER, LÁSZLO NEMES: LITERATURA Y CINE PARA EXPRESAR LO VIVIDO CON INTENSIDAD.


La historia escondida tras el libro de Marceline Loridan-Ivens

Recomendaba a unos compañeros/as de trabajo, la película El hijo de Saúl y les explicaba cómo en un momento determinado tuve que apartar la vista de la pantalla y lloré con rabia y angustia. Una reacción que me ha ocurrido en los dos campos de concentración que he conocido: Schausenhansen y Auschwitz. Uno de los compañeros me preguntó si había leído este libro, y al reponder que no, me lo ofreció para que pudiera leerlo. 
Una sorpresa me esperaba con su lectura, una escena de la película estaba en el libro. Saúl formaba parte de los Sonderkommandos, eran judíos que cada día recogían los cuerpos gaseados, las “piezas” como los denominaban los alemanes, y los arrojaban a los hornos crematorios. En Y tú no regresaste, se relata la sublevación de estos Sonderkommandos que, sin armas negadas por la resistencia interna de Auschwitz, utilizaron la pólvora que les habían dado los judíos de la fábrica de armas para hacer saltar el crematorio, hacer saltar su vergüenza. Todos fueron capturados y liquidados.


Y el libro que le sucedió al de Loridan-Ivens fue el de Herta Müller, En la trampa. Tres ensayos. Este breve libro recoge tres interesantes conferencias sobre las condiciones existenciales de la escritura. Cada conferencia gira alrededor de tres escritores/as que le sirven para hacer patentes los vínculos entre texto y vida: Theodor Kramer, Ruth Klüger e Inge Müller. En él encontré claves para entender mejor el testimonio de Loridan-Ivens, pilar sobre el que gira esta reseña coral. 


El libro de Loridan-Ivens, ¿es un testimonio más del viaje al infierno?

Nunca podré aplicar el término “un testimonio más” o manifestar aburrimiento o cansancio por leer “un testimonio más”. Soy de la opinión que deberíamos leer muchos testimonios sobre lo ocurrido en el Holocausto, solo para acercarnos un milímetro a lo ocurrido y para empatizar con los millones de asesinados/as en una matanza que no tiene igual en la historia de la humanidad. Menciona la autora una réplica en la película Welcome in Viena cuando uno de los personajes dice respecto al Holocausto:
Nunca nos perdonarán el mal que nos hicieron
No puedo estar más de acuerdo con esta afirmación, no tenemos valor para asimilar lo ocurrido y pretendemos apartarlo de nuestras vidas, hastiados por pensar que nos hemos asomado al agujero negro, al abismo.


Como dice Herta Müller en su lúcido, y breve, En la trampa. Tres ensayos, hay textos que convierten lo vivido en carne propia a través de la intensidad (pag. 12 de este libro de Müller):
Es el propio texto el que consigue que a través del detalle de los sentidos, sea posible imaginar siquiera cuanto sucedió. El texto sitúa la mirada personal, los sentimientos individuales, por encima de la historiografía al uso, en tanto que con ella se impide la identificación con la desgracia individual.
Se trata, por tanto, de un testimonio lleno de valentía, coraje y emoción. Sin embargo, se compara con el de Primo Levi (y otros autores supervivientes que no he leído) y no puedo estar de acuerdo, es muy difícil superar Si esto es un hombre.

El relato

Se trata de un relato real, de una “novela sin ficción”. El testimonio se convierte en obra literaria, pero no es mera literatura, entendida en su sentido más habitual, dice Herta Müller, de “trabajo con el lenguaje”. Es más que eso porque al mismo tiempo constituye una prueba de la integridad personal de quienes escriben. Se constituyen en un modelo humano. 
La autora ha esperado mucho, a los ochenta y seis años, para escribir una carta a su padre con el que fue deportada desde Francia a Auschwitz-Birkenau y que nunca regresó. El relato es estremecedor, nos lo relata una anciana que recuerda a la adolescente deportada con 15 años al infierno. Pasados setenta años aún recuerda las imágenes, los olores y la violencia de las emociones (42) vividas en Birkenau.

MARCELINE LORIDAN-IVENS

Nos cuenta al oído cómo intentó quitarse la vida en dos ocasiones tras luchar por su vida en el Lager, cómo percibía el mundo al regresar del infierno como una luz cegadora después de meses en la oscuridad. Relata la incomprensión de quienes no habían vivido la deportación y querían que todo fuera como antes, querían arrancarme los recuerdos, se tomaban por lógicos, a tono con el tiempo que pasa y la rueda que gira… (61). Nada podía ser igual para las víctimas, su vida rota, sus familias diezmadas, distanciadas y rotas, los colaboracionistas tratando de olvidar y ocultando lo sucedido para exculparse, un camino difícil que muchos supervivientes no pudieron soportar recurriendo al suicidio.

Cada párrafo contiene un aliento de vida, un soplo de valentía, un rastro de verdad, emociones que conmueven, hechos que horrorizan pero que es necesario conocer a fondo para saber reconocerlos si vuelven a emerger. No fue resultado de ninguna locura, ni de minorías, tras lo sucedido hay proyectos políticos, no solo el nazi sino muchos otros, perfectamente elaborados por personas cultas  (abogados, economistas, filósofos, políticos de diversas ideologías). Os recomiendo al respecto la lectura del historiador Timothy Snyder, Tierra Negra.

La autora no rehúye la reflexión, procuró adaptarse a la realidad pensando y confiando en que se podía cambiar el mundo, resulta interesante este camino elegido junto con su segundo marido. El atentado contra las Torres Gemelas en Nueva York pinchó el globo de sus ilusiones y… no sé si el horror despertó al horror, pero a partir de ese día sentí cuánto me importaba ser judía (90).

Un párrafo destacado sobre el siglo XXI…
El mundo es un mosaico horrendo de comunidades y religiones empujadas a los extremos. Y cuanto más se acalora, más avanza el oscurantismo y más apunta hacia nosotros, los judíos. Ahora sé que el antisemitismo es un elemento permanente, cuyas olas llegan con las tormentas del mundo, con las palabras, los monstruos y los medios de cada época (89).
Una recomendación…

Mejor, cuatro, ved la película húngara, leed este relato, Tierra Negra y las conferencias de Müller. Necesitamos ser conscientes de la semilla que tan fácil germinó para saber si de nuevo está creciendo. Esa semilla está en el ser humano.

37 comentarios:

  1. Como le comenté a Marcelo Z, nunca se escribirá, ni se leerá, lo suficiente sobre el Holocausto, un horror de tan grandes consecuencias que cambió la mentalidad y las sociedades de medio mundo para hacerlas un poco más humanas.
    Por eso comparto hasta la última coma tus reflexiones sobre nuestra actitud lectora al respecto. Y las aplaudo.
    Yo no me siento forzado a leer sobre esto, lo hago con una honestidad total, no solo por la atención y la comprensión que merecen quienes lo sufrieron, además quiero saber lo que tengan que decirnos, aunque sea doloroso, eso siempre me parecerá más soportable que la idea de ignorarlos. Ignorar esto voluntariamente te envilece, es un deterioro peligroso.

    Hay que leer y levantar el culo (con perdón) del sofá, de nuestra zona de confort, para decir : “joder, qué esto no fue una pataleta de unos cuantos fanáticos, qué esto fue una atrocidad sobre millones de personas que ha cambiado al mundo, y aún tiene consecuencias sobre nuestra forma de ser y estar en él”.

    Dicho esto entiendo que haya gente especialmente sensible y no pueda afrontar una lectura así, sin que ello signifique indiferencia ante lo acontecido.

    El último párrafo, referente al libro de Herta Müller, me ha dejado pensativo, pues leído como una totalidad al margen de su contexto, parece que la religión es un actor pasivo que se ha visto arrastrado a los extremos, empujado por las fuerzas malignas que gobiernan el mundo. Pero la religión, una vez que desterró al paganismo, se convirtió en organización para el dominio absoluto de unos pocos sobre la mayoría y regir sus destinos. Desde luego, viendo como marcha este mundo del siglo XXI, no podemos pensar en las grandes religiones como instituciones pasivas e inocentes en cuanto a la responsabilidad que han tenido en este panorama violento y mezquino que ahora presenciamos. Aunque soy consciente de que debería leer el párrafo en relación a toda la obra.
    Magníficas recomendaciones Laura, así como tus palabras, más necesarias que nunca.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Empezando por el final. Me gustaría volver a leer el párrafo pero el libro era prestado y ya lo he devuelto. No hubiera seleccionado el párrafo con ese sentido de que las religiones son llevados a los extremos como consecuencia de algo exterior a ellas mismas, no es así como recuerdo que lo proponía la autora. Entiendo que son empujadas desde dentro de las propias religiones, ella vivió con horror el atentado de las Torres Gemelas por lo que suponía de fanatismo. Me interesó ese rebrote de antisemitismo que luego se confirmó en París cuando el atentado de Charlie Hebdo (de hecho es el país del que están marchando más personas de la comunidad judía hacia Israel.

      Sobre el resto de tu comentario, la coincidencia es total. Mi afán por leer sobre este tema es para comprender al ser humano y, por tanto, comprenderme a mi misma.

      Gracias por tu interesante y atento comentario al texto.

      Un abrazo!!

      Eliminar


  2. Tienes razón, esa semilla está en el ser humano .. germinando a toda pastilla sin darnos cuenta y es terrible ver asomar las hojas por las orejas y los ojos de tanta gente…

    Ni si quera ellos mismos ( el pueblo judío) se lo ha perdonado ( el terrible mal que les hicieron) hasta el punto de continuar ellos mismos justificando esa forma terrible generar dolor y ahí siguen… como todos los demás. No se puede pedir a la humanidad que no olvide un dolor y a la vez ser la causa de otro … no se puede pedir al mundo que no olvide el holocausto y generar otro al lado con el pueblo Palestino... no nos podemos pasar la vida así. Supongo que sueno cruel hablando así en una reseña como esta, sé que tú me vas a entender en le fondo - contó en ello - pero siento que vivimos comidos por el resentimiento, la necesidad de revancha y la imposición de unas miserias sobre otras, justificándolo en que otros son/fueros peores o mira cuanto daño han infligido o cuanto han robado o cuanto lo que sea mal han hecho así que ahora que muerdan el polvo ellos como lo mordimos nosotros … y me da igual si hablamos de judíos, nacionalismos obtusos, corruptos o miserias varias de la humanidad … lejos de avanzar repetimos paso por paso los mismos comportamientos que criticamos y eso… no puede ser bueno.

    Me comentabas en la entrada anterior que tu escepticismo era compatible con la indignación y la lucha … y con todo el cariño LAURA me pregunto si no será esa actitud de constante confrontación q adoptamos frente a lo que aborrecemos la que está terminando con todo en este mundo y no voy en plan Gandhi, aunque me de envidia, tampoco digo en absoluto que haya que transigir…¡para nada! solo que por ahí la cosa no marcha, nunca ha funcionado a largo plazo por más que hayamos avanzado.. demasiada sangre en el camino y demasiados cabos sueltos en los que vuelve a germinar esa semilla como una zarza… solo tengo claro que a porrazos jamás se ha terminado con nada en esta vida … Miles de años y seguimos necesitando destruir, herir o doblegar al de enfrente para sentirnos mejor? Si se mira al abismo es para aprender del horror que se ve, no para revocarnos en él y repetirlo versionado.

    En fin LAURA, por favor discúlpame que me he ido totalmente de tu entrada ( para variar ;) te escribo con un gripazo monumental que me tiene enjaulada en la cama desde hace dos días, se me han disparado los dedos aquí ... supongo que estoy ganando por fin la guerra a mis virus ... y la he pagado contigo jaja ... muchos besos cielo y ... perdón, ahora mismo hago penitencia por todos mis pecados pero hay tanto holocausto olvidado que empieza a ocurrirme como con la violencia de género, de tanto recordarlos y poner en la tele los detalles de los asesinos, lejos de disuadir, estamos dando ideas a los locos que andan sueltos por el mundo y si no... a las pruebas me remito.


    Muchos besos cielo!


    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Prefiero el pincel fino a la brocha gruesa, así que matizo algunas de tus afirmaciones. En primer lugar, confundes pueblo judío con Estado de Israel, algo muy frecuente y desde mi punto de vista desafortunado ya que fuera de este Estado siguen viviendo comunidades judías importantes que no tienen nada que ver con las políticas israelitas. En segundo lugar, hay judíos que viven dentro de Israel que están en contra con la política de quienes dirigen el Estado (igual que tú lo estás con el PP ¿no?), en este espacio traje a Amos Oz que se ha caracterizado por su posicionamiento claro y contundente y por ser partidario de la convivencia con la comunidad palestina. Decir además que en Israel viven un 20% de personas que son árabes y que reducen aún más la posibilidad de identificar a Israel con la política practicada por sus gobiernos. En tercer lugar, nada tienen que ver los judíos/as exterminados en el Holocausto con el Israel actual más allá de que comparten la misma religión. No encuentro justo que siempre que se habla del Holocausto se salga con la política israelí, curiosamente nunca se hace con Alemania y el nazismo.
      Así que María, no entiendo tus argumentos, más cuando la revancha se habría de producir sobre Alemania y otros pueblos de la Europa Oriental, no hacia los musulmanes que nada tuvieron que ver con el holocausto. La agresividad de Israel responde a la dinámica de la propia creación de dicho Estado y del ataque instantáneo que sufrieron cuando fue creado dicho Estado. Comparar el Holocausto con la represión de Israel sobre el pueblo palestino no tiene una base sólida, si Israel aplicar la misma capacidad de matar, hace tiempo que no quedaría ni un solo palestino/a. Te recordaré algunos datos: Auschwitz tenía una capacidad para matar de 40.000 personas al día, solo en este campo fueron asesinados más de 1.500.000 personas en cinco años (no todos eran judíos), uno de cada dos judíos europeos fueron exterminados en un periodo de tiempo similar; todos sus bienes fueron robados y repartidos y fueron eliminadas las comunidades judías más sólidas, por ejemplo la de Polonia, que llevaban 500 años asentadas allí lo que significa una pérdida cultural para Europa inmensa.
      Simplemente te sugiero que no compares sucesos históricos diferentes ni responsabilices a la misma comunidad que sufrió una persecución y exterminio impensable e incomparable con ninguna otra a fecha de hoy. Si deseas criticar a Israel me parece correcto y seguramente podremos compartir muchos argumentos, como lo has hecho en este comentario, no. Me parece brocha gorda, sinceramente.

      Soy contraria a la violencia, así que cuando hablo de indignación y lucha me refiero a una respuesta no violenta que se acerca mucho a la desobediencia civil que practicaba Gandhi inspirado en la obra de Thoreau.
      No tengo nada que perdonarte, solo matizar argumentos con los que disiento pero que respeto.

      Cuídate la gripe y un fuerte abrazo!!

      Eliminar

    2. Siento no haber afinado más LAURA, quizá supuse q en un comentario no me exigirías el grado de perfección y matiz que parece debí tener, lo siento. Voy a intentarlo ahora ya q te has puesto así ( me debes cien comentarios tamaño libro de los míos ;)

      En todo de acuerdo con salvedades, como tú. No deseo criticar a Israel y su política represiva contra Palestina, más que a Turquía en su política represiva contra kurdos o armenios, la India contra Kachemira… puedo seguir hasta el infinito. Solo pretendí, veo q con poca fortuna, extrapolar la idea general de que muchas veces las víctimas se convierten en verdugos, repitiendo el horror o represión sufrida, versionándola y justificándola siempre con algo cuando da la vuelta a la tortilla. Ningún genocida va de genocida sin motivos.

      Generalizar siempre es malo, cierto, pero con todas las comillas, matices y salvedades que desees, el Estado de Israel -tienes razón- diferente de todos los judíos del planeta, pero formado por ellos mayoritariamente, tú lo has dicho 80% de la población, y sí, ¡naturalmente que herederos directos de las víctimas del holocausto judío! nada han aprendido del pasado horror sufrido ¡con excepciones! por supuestísimo, que tú hoy disculpas por la situación geopolítica y nacimiento de ese estado, vale! y además añades d si quisieran borraban de la faz d la tierra a los Palestinos, pues sí, efectivamente podían gasearlos como hizo Hitler y entonces ya eran iguales. xD! si eres contraria a la violencia no justifiques ninguna o ¿es que hay violencias de primer y segundo orden? ¿de que vale hacerse cruces con el horror del pasado sufrido por el pueblo judío si seguimos sin ver que horror es horror y punto se terminó?

      Siento que tb tú has pecado de usar la brocha gorda que tanto me criticas comparando a un simple partido(PP) con todo un pueblo ( el Israelita ) mayoritariamente e históricamente judío. Lo siento LAURA, admito tu crítica, por supuesto, pero me temo que el tono de suficiencia y reproche que has usado conmigo en esta ocasión es excesivo e innecesario. Supongo que no era tu intención, en letras no te veo el gesto… ni el volumen, solo he sentido tu casi cabreo y me ha sorprendido. Podría no decirte nada pero si de verdad aprecio a alguien le digo lo que siento bueno, malo o regular , lo hago si siento merece la pena, si no, paso. Mucho más cómodo callarse!


      Te copio textualmente:
      “Simplemente te sugiero que no compares sucesos históricos diferentes ni responsabilices a la misma comunidad que sufrió una persecución y exterminio impensable e incomparable con ninguna otra a fecha de hoy “

      Bien, tomo nota e intentaré no volverlo a hacer, pero si quieres ser rigurosa como me exiges a mi, te recuerdo que 4 veces mayor que el holocausto sufrido por el pueblo judío fue el sufrido por el pueblo chino con ocasión de la revolución cultural de Mao Tse Tung, responsable de la muerte de más de 70 millones de personas, del que casi nadie habla y menos se escribe.

      Todo mi cariño y simpatía por el sufrimiento deI pueblo judío, que efectivamente no es solo el pueblo de Israel, pero igualmente te digo que parte de esa comunidad que sufrió el holocausto es responsable del sufrimiento de otro que vive a su lado en condiciones infrahumanas y eso, por muchas justificaciones que le busques es inaceptable, como inaceptable es cualquier abuso de poder que genere muerte o intente por el motivo que sea el exterminio de otro.

      La próxima vez me limitaré a decirte que estupenda tu reseña y fin, ciertamente me salí del todo del tema del libro de tu entrada, lo siento mucho (bis)

      No pasa nada por diferir, lo hemos hecho en otras ocasiones. Yo soy vehemente e impulsiva, más q nadie, pero si noto q hago daño, freno, sé que tú tb.

      Otro abrazo fuerte para ti, que pases un buen día, mi gripe bien, gracias!

      Eliminar
    3. Ahí están tus comentarios y el mío, me parece que las posiciones están claras. Solo dos cosas breves:
      Me gusta la discrepancia y si me cabreo es respecto a argumentos o razonamientos, no hacia personas. Diferencio muy claramente.
      No justifico la violencia, ninguna violencia. Intentaba argumentar que no se pueden usar la misma vara de medir, nada más. Así que dejo lo de China que nada tiene que ver con un holocausto por motivos etnico-raciales.
      Para mi cada vida humana es tan importante como cualquier otra.

      Besos.

      Eliminar
  3. Laura,...¡¡qué alegría me da volver por aquí comentando! Siento mucho la ausencia tan prolongada, pero te he leído, aunque no haya comentado.
    Anoto las recomendaciones. Pienso lo mismo; no hay suficiente literatura para los "holocaustos", y supongo que el futuro escucharemos otros que nos han sido invisibilizados...porque sin duda, hay más personas que piensan como lo hicieron otros hace muchos siglos. Y lo más triste es la obediencia que sigue a estas personas...o la omisión. En fin...un tema para hablar.
    No he leído a Müller, así que tomo nota, y la película también...y de "y tú no regresaste", ¡¡qué titulo tan significativo...Estoy escribiendo sobre una escritora, un tanto desconocida, que también vivió el holocausto y fue de las que no regresaron. Esperemos que la bondad humana y la espiritualidad bien entendida, tengan encuentros en este mundo.
    Un abrazo y un placer regresar a tus libros y reflexiones.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola María, la alegría es mutua, siempre me resulta grata tu presencia y tus comentarios en este espacio dedicado a los libros, punto de encuentro entre ambas.
      Ciertamente ha habido otras matanzas a lo largo de la historia, otros holocaustos, pero a fecha de hoy, el que casi coincide con la llamada II Guerra Mundial es EL HOLOCAUSTO con mayúsculas. Y es así por el número de muertos y por el trato inimaginable recibido por los millones de personas sacrificadas.

      Qué interesante lo que explicas de que estás escribiendo sobre una escritora que sufrió la ignominia de la que hablamos.

      Solo nos queda esa esperanza, frágil esperanza pero que confirmaron los pocos justos que existieron en aquellas terribles circunstancias.

      Gracias y abrazos!!

      Eliminar
  4. Acabo de reseñar un libro en el que el antisemitismo es uno de los temas principales, "La liebre con ojos de ámbar" de Edmund de Waal (aprovecho para recomendártela porque creo que disfrutarás de su lectura). El odio hacia el otro es un sentimiento fácil, mucho más fácil que el amor o el respecto. Y el poder en crisis siempre busca a un chivo expiatorio a quien culpar por su incompetencia y corrupción. Por eso es tan importante pensar de forma crítica y leer. En este caso el problema es qué leer. Si hablas con la gente, casi todo el mundo ha oído hablar del niño en pijama de rayas, pero pocos saben de los supervivientes que decidieron transcribir sus recuerdos. Es un problema que seguramente tiene mucho que ver con que el libro se haya convertido en una mercancía más, y lo que vende son novelas simplonas y sensibleras. Por eso se agradece mucho una publicación como la que traes hoy. En cuanto a los demás, si por lo menos leyeran "Dora Bruder" de Patrick Modiano... Con todo lo que "molan" los premios como el Nobel. Pero no. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Comparto esa opinión de que el odio hacia el otro (igual que el racismo y muchos otros ismos más) es más fácil que la bondad. El otro, sobre todo si es diferente, tiene otra cultura o viene de fuera, acapara recelos que según las circunstancias pueden acabar, como así ha ocurrido, en lo peor. Y todo esto me recuerda esa gran novela de Claudel El informe de Brodeck, excelente novela en la que queda claro cómo en un pequeño núcleo de población pueden fraguarse odios que parecen más producto de multitudes enloquecidas (muchas veces un tópico, especialmente lo de "enloquecidas").
      No he leído El niño con el pijama de rayas, no me suelen gustar las novelas sobre este tema y he leído muy pocas, Dora Bruder es una muy buena excepción.

      Voy a ver tu reseña y la anoto ya.

      Un abrazo!!

      Eliminar
  5. Comparto totalmente tu opinión. Nunca son para mí bastantes los libros leídos sobre el holocausto. Por aprender, por ¿comprender?... No, lo que se hizo es imposible de comprender. Pero por, como bien dices, empatizar con tantas y tantas víctimas. Así que este libro, caerá, en su momento. Que ahora no estoy en mi mejor estado de ánimo para estas lecturas. Y como ni he visto la peli ni he leído tus otras recomendaciones, bien apuntadas me las llevo también.
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me parece que si podemos comprender, Margari, quienes llevaron a cabo el holocausto y el resto de asesinatos de población civil, tenían un proyecto político muy claro que se fundamentaba en la razón, en el beneficio, etc. Por desgracia es así.

      Besos!!

      Eliminar
  6. Solo admitiendo que la maldad es un componente intrinseco del alma humana se puede entender el holocausto, los holocaustos que han pasado, que pasan y que seguiran pasando... Somos malos... Y buenos... El infierno y el cielo somos nosotros... Por eso no tengo claro, ni mucho menos, que en cualquier momento vuelva el imperio del mal...

    No es solo bondad lo que hay en nosotros.Eso lo tengo muy claro.

    Un abrazo fuerte

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No creo que haya comparación posible con el Holocausto en mayúscula del que estamos hablando, aunque ha habido muchas otras matanzas en la historia, que pena que la humanidad vaya sobrada de maldad. Tampoco yo estoy segura de que no se repita, indicios hay de que la maldad ha reinado de nuevo tras la II Guerra Mundial.

      Un fuerte abrazo!!

      Eliminar
  7. Creo que con éstas lecturas estoy aprendiendo a ser vigilante de mis propios pensamientos. Y a ser consciente de que el horror, como una solución permanente, más o menos visible, permanece presente sobre el planeta. Incluso germinando en nuestro civilizado alrededor. Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Totalmente de acuerdo. La maldad nunca nace grande, germina y nace pequeña, las circunstancias pueden llegar a hacerla crecer en poco tiempo. Por eso es importante lo que señalas de vigilar nuestros propios pensamientos y detectarla fuera de nosotras. Mi duda es si serviría de algo. Hubo personas que lo vieron venir, pienso en Joseph Roth y se desesperaron sintiendo la indiferencia de personas y gobiernos.
      Un beso!!

      Eliminar
  8. Estoy de acuerdo contigo: es algo que no debemos olvidar.
    No he hecho nada de lo que nos recomiendas así que me temo que tengo deberes...
    Abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tus palabras y buena (y reflexiva) lectura.

      Abrazos!

      Eliminar
  9. Fueron tantos y tantos los que jamás regresaron...

    (...)

    (19 de noviembre de 1942) Podríamos cerrar los ojos ante toda esta miseria, pero pensamos en los que nos eran queridos, y para los cuales tememos lo peor, sin poder socorrerlos. En mi cama bien abrigada, me siento menos que nada cuando pienso en las amigas que más quería, arrancadas de sus hogares y caídas a este infierno. Me da miedo el cavilar que aquellos que estaban tan próximos a mí se hallen ahora en manos de los verdugos más crueles del mundo. Por la única razón de que son judíos.

    Ana Frank,fragmento de su Diario

    La secreta dulzura del dolor...

    la secreta dulzura del dolor
    es transparencia/sale
    de la furiosa resignación del sueño/
    suena en la boca del perdido

    en su origen/en su
    rumor de existencia que
    le clava la cabeza al gran espanto/
    al doble andar/al doble hilo/a la

    no verdad del estar como no estar/
    el vuelo torpe que los cría/
    lo que rompe la luz/memoria

    confusa por sus números/
    pecho que dura como huella/
    la nada que te ama/


    Juan Gelman.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué bien lo recoge Ana Frank, ese miedo frío que debió encoger por dentro a millones de personas que no tuvieron escapatoria quedando en manos de mal absoluto.
      El poema de Gelman es una preciosidad. Gracias por esos retazos siempre tan acertados y que tanto aportan al tema.

      Abrazos!!

      Eliminar

  10. En esta ocasión, lo vivido creo que es imposible no compartirlo de otra forma que no sea con intensidad...
    Para desgracia de quienes lo viv...ieron/en.
    Para intentar que no se (nos) olvide...
    aprender... para no repetir... ¡ojalá!
    La esperanza es lo último que se pierde...

    Creo en la justicia del tiempo, la redención y el aprendizaje a través del perdón que camina junto a la memoria del no-olvido.

    Aunque no sea un momento de... para mí... tomo nota.

    Besos, petons, muxus y un fuerte y cálido abrazo!!

    :)

    PD: Hermosa y buena fotografía, la de la portada... ¿del viaje? Me recuerda a Lisboa, aunque tal vez esté equivocada. La memoria es frágil... ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Soy esceptica respecto a las posibilidades del ser humano de aprender del pasado, reflexionar y comprender lo ocurrido. Sin embargo, estamos obligados con el sufrimiento padecido (en pasado y en presente) a no dar pábulo a la xenofobia y el nacionalismo agresivo y excluyente, germen del mal sin duda alguna.

      No estás equivocada, tienes muy buena memoría querida X

      Besos, petons, muxus y un fuerte abrazo!!

      Eliminar
  11. La historiografía tiende a minimizar los efectos de la crueldad en su búsqueda de un sentido de las cosas. Cuando llegan los testimonios personales, cuando logramos identificarnos con una persona que ha sufrido en carnes propias el holocausto y otra calamidad entonces empezamos entender de que va la cosa pero ojo, hay que tener cuidado, el exceso de empatía nos sobrecoge, pero también puede inmovilizarnos.
    Lo mismo ocurre con las noticias que vemos en los informativos, te voy a poner un ejemplo. Hace tres días se dio la noticia de un niño que desapareció en Asturias con el temporal tras ser llevado por una ola cuando paseaba con su padre y su abuelo.
    ¿Una noticia más? Pensemos en ese padre y en ese abuelo que ven como el mar les arrebata a su hijo/nieto. No puedo pensar en el sufrimiento de esas personas, en como la vida quizás ya no volverá a ser como antes después de algo así.
    ¿Podrán dormir por la noche?
    ¿Podrán encontrar la paz?
    ¿Cuantas veces se reprocharán haber salido aquel maldito día a pasear con el niño?
    ¿Qué consecuencias físicas o psicológicas puede provocar un suceso así?

    Hay que entender a los que optan por no profundizar en ciertas cosas para no ser destrozados por ellas.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La historia tiene su papel y los testimonios orales el suyo. Podríamos añadir que la ficción también tendría otro papel. La historia debe analizar y dilucidar las motivaciones, la influencia de cualquier aspecto que haya podido influir y debe poner las cosas en su sitio sin que medien, en la medida de lo posible, lo afectivo, la posición ideológica, la empatía. Es humano que así sea pero el/la historiadora ha de marcar distancia para mejor analizar e interpretar.
      El testimonio oral aporta todo lo que muy bien señalas, sin embargo es parcial y condicionado por el paso del tiempo y la subjetividad.
      El ejemplo que explicas solo podrá hacer todo el recorrido quien lo ha vivido en primera persona, los demás podemos dedicarles unos minutos pero nos sentimos implicados hasta cierto punto.
      Gracias por tu reflexión. Estoy contigo en que cada persona debe hacer lo que considere oportuno, yo no puedo dejarlo de lado, tengo que entender y tengo que conocer.

      Un abrazo!!

      Eliminar
  12. Toda la pedagogía que se haga por mantener en la memoria el exterminio nazi es poca. Son muchos los que quisieran olvidar esos episodios y hacerlo sería un error lamentable y muy peligroso.
    Yo también visité Sachsenhausen, cerca de Berlín, y el Museo del Holocausto de Jerusalén. He leído bastante sobre el tema y pienso seguir haciéndolo. Por eso tomo nota de tus propuestas bibliográficas, U-topia.

    La Unión Europea sancionó una ley que entró en vigor a finales de 2007 penando el negacionismo del Holocausto y de todos los demás crímenes nazis; además, creó en 2010 la base de datos Infraestructura europea para la investigación del Holocausto (EHRI), destinada a reunir y unificar toda la documentación y archivos que conciernen al genocidio. Por otro lado la ONU rinde homenaje a las víctimas del Holocausto desde 2005, habiendo fijado el 27 de enero como Día Internacional de la Memoria de las Víctimas del Holocausto, dado que ese día de 1945, el Ejército Rojo liberó el campo de concentración de Auschwitz.

    Es imprescindible, también, no meter a todos en el mismo saco. Una cosa es el pueblo judío y otra el Estado de Israel. Hace dos años visité Israel y Cisjordania y pude comprobar que entre los ciudadanos de Israel hay una gran diversidad: religiosos (tradicionales, ultraortodoxos), laicos, etc. Hasta los hay partidarios de reconocer el estado de Palestina. Los menos, claro...

    Sobre este tema, no quiero ocultar mis simpatías por el pueblo palestino. Ver sus escasas ciudades amuralladas y controladas y como pierden espacio para facilitar los asentamientos de ciudadanos de Israel me indigna.

    Te felicito, una vez más, por lo acertado de abordar este asunto y aclarar ideas sobre el mismo. Muchas gracias

    Abrazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los propios alemanes lo olvidaron desde el principio, los juicios de Nuremberg lo propiciaron al reducir la responsabilidad colectiva a una cosa de unos pocos locos asesinos. Los acuerdos firmados en las conferencias previas al fin de la guerra, la aceptación de que el aliado soviético entra en guerra en 1941 cuando llevaba en ella desde 1939 y coaligado con el enemigo, el propio EUA mantuvo sus relaciones diplomáticas con Alemania hasta que fueron atacados, las tropas aliadas no vieron ni ocuparon los campos de exterminio ni atendieron a las matanzas de la URSS, las bombas de Hirosima y Nagasaki, el abandono del pueblo judío durante la guerra pese a conocer lo que ocurría, la solución casi inevitable de crear el Estado de Israel porque nadie quería acogerlos ni podían volver a sus lugares de origen (hubo meses que movieron a los judíos por Europa sin sabe qué hacer con ellos), en fin... la historia de Israel y sus cambios políticos. Una historia muy compleja que se tiende a resolver demasiado fácilmente ¿no te parece?

      Incluso los homenajes de los campos son cuestionados por algunos historiadores como es el caso de Timothy Snyder e incluso de supervivientes. Cuando salí de Auschwitz, alguien dicho en español: Me ha decepcionado Auschwitz. Sin comentarios.

      Mis simpatías estarán siempre con las víctimas, pero nunca con la simplificación (esto parece que suena prepotente pero tengo mis años y estoy muy acostumbrada a que nunca nada es simple y ahí lo dejo).

      Gracias por tu comentario Luis Antonio.

      Abrazos!!

      Eliminar
  13. Creo que es una placa de Auschwitz la que reza 'los pueblos que no tienen memoria tienden a repetir los errores del pasado', frase que resume en gran medida la horrorosa experiencia que nos legó el Holocausto.
    Comparto con Carlos que estas lecturas nos enseñan a estar atentos con nuestros propios pensamientos, sobre todo en lo que la figura del 'otro' tiene de distinto y cómo ello impacta en uno.
    Apunto todas tus recomendaciones, aunque la peli no pasó por aquí aún.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estoy muy de acuerdo con lo que dices, la historia tiene un papel importante en presentar los hechos y darles una explicación racional. Pese a lo que nos obstinamos en señalar, los victimarios eran y actuaron racionalmente, tenían un proyecto con unos objetivos muy claros y los beneficios que reportaban convencieron y compensaron a los millones de personas que colaboraron en la matanza. Fueron los justos los que, quizás, actuaron irracionalmente por lo que suponía su postura de ayuda para ellos/ellas y su entorno. El sueño de la razón crea monstruos pese a la buena prensa que tiene (en mi la primera).

      Un beso!!

      Eliminar
  14. Excelentes recomendaciones, Laura. Algunas ya las he realizado. Me queda la película, pero es que no sabes lo que me cuesta ir al cine; no lo tengo en perspectiva.

    Soy de la opinión que la desintegración forma parte del ser humano.

    Abrazos (blancos).

    Ignacio

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te comprendo, a mi me pasa igual con el cine. Sin embargo esta película bien merece el esfuerzo.

      Soy de tu misma opinión pese a que me ha costado mucho aceptarlo.

      Abrazos utópicos :))

      Eliminar

  15. Llueve sobre mojado... soy muy sensible al tema, más viendo la historia actual del pueblo masacrado convertido en masacrador. La frase que citas lo explica muy bien "nunca nos perdonarán el mal que nos hicieron"
    Tomo nota. No perderme la película.

    Un abrazo

    · LMA · & · CR ·

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El pueblo masacrado no es el Estado de Israel, el masacrador. Conviene recordarlo.
      Espero que te guste la película.

      Un abrazo!!

      Eliminar
    2. Lo recuerdo bien. Gracias.
      http://cristalrasgado.blogspot.com.es/2009/01/homenaje-gaza.html

      un abrazo

      Eliminar
    3. No me he explicado bien. Justamente lo que creo que no debemos olvidar es que el pueblo masacrado en el Holocausto no es lo mismo que el Estado de Israel actual que es al que se le puede aplicar el término masacrador, por ejemplo en Gaza (lo digo por tus versos).
      Esa costumbre de considerarnos (o considerar a otros) herederos de nuestros antepasados no la comparto en absoluto, sus pecados o sus virtudes no me corresponden, igual que no me siento responsable por las decisiones que toma en mi nombre el Estado español.
      No comparto ese recordar constante de que los que fueron víctimas (los judíos) ahora son victimarios porque se comparan magnitudes imcomparables y personas diferentes aunque compartan la misma religión.

      Un abrazo!!

      Eliminar
    4. Totalmente de acuerdo. Nunca seremos culpables de los desatinos de nuestros pueblos, cometidos en el pasado.
      Si pudiéramos llegar a serlo, si nuestro apoyo a gobernantes actuales lo es sin fisuras, hagan lo que hagan y perjudiquen a quien perjudiquen. El pueblo español nunca podrá ser culpable, por ejemplo, de nuestra intervención en la guerra de Irak, dado que hubo una condena explícita al gobierno que nos metió en ella.
      No es necesario que respondas. Gracias por tu paciencia.

      Eliminar
  16. Parece un relato crudo, aunque esta sí que me la apunto...

    El holocausto fue una atrocidad... a veces he visto documentales y, al verlos, se me encoge el alma y me hierve la sangre... ¿cómo puede un ser tratar a otro ser con tal vileza? Nunca lo he entendido... y nunca lo entenderé...

    Abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Parece imposible entenderlo pero se puede analizar y responde a razones ideológicas y políticas. Quizás eso, la banalidad del mal que decía Arendt, es más difícil de aceptar que la irracionalidad o la locura ¿no crees?

      Un abrazo!!

      Eliminar

DIME QUÉ PIENSAS SI ASÍ LO DESEAS...