viernes, 20 de noviembre de 2015

BOHUMIL HRABAL, Una soledad demasiado ruidosa

Cuando los libros se convierten en tabla de salvación para afrontar una realidad que no parece que pueda deparar nada bueno, significa que las cosas se ponen feas, muy feas. No creo ser pesimista, pero por mucho que doy vueltas a la realidad que me rodea en círculos concéntricos hasta afectarme como componente minúsculo de la humanidad, no veo la luz que pueda iluminar posibles cambios favorables a la mayoría. Las primaveras de las plazas pasaron como un viento renovador e ilusionante que se ha disuelto en múltiples ismos desazonadores: nacionalismo, integrismo, fanatismo, neoliberalismo, capitalismo y guerras (que no acaba en ismo pero en las que están todos ellos).
Leer se convierte, entonces, en refugio para la libertad de pensamiento, para la calma, para la soledad, para la imaginación, para la cordura, para la crítica y para la libertad. Comprendo que los -ismos quemen libros. A veces, solo ellos nos salvan. Y como prueba de ello, una nueva lectura-nutricia...


KENTON NELSON

El libro de Gemma Gorga, El mundo a través del libro, fue el principal acicate para leer esta novela, también María con sus comentarios elogiosos la ha incentivado. Se trata de una novela muy breve de 102 páginas cuyo título hace referencia, según mi parecer, a la soledad del protagonista, leer es un descenso hacia la soledad más íntima del ser (98) como señala G. Gorga, pero es una soledad en compañía, la lectura lo es.


Hant’a, el protagonista de la novela, lleva treinta y cinco años prensando papel viejo, su trabajo es comprensible en una época en la que el libro se entiende como desperdicio, como materia de consumo que nos lleva a saltar de uno a otro, quizás, con demasiada soltura.

El prensador de papel viejo valora mucho los libros pese a su oficio, rescata algunos y los acumula en su pequeño piso, amontonados en los lugares más inverosímiles. En realidad, salva libros en un acto de rebeldía contra su trabajo que consiste en destruirlos. La influencia de la lectura es, según Hant’a, crucial, la porosidad del ser humano ante la palabra escrita es tan importante que se considera una especie de jarra que si se inclina rebosarían los más bellos pensamientos…
soy culto a pesar de mí mismo y ya no sé qué ideas son mías, surgidas propiamente de mí, y cuales he adquirido leyendo (…) porque yo cuando leo, de hecho no leo, sino que tomo una frase bella en el pico y la chupo como un caramelo, la sorbo como una copita de licor, la saboreo hasta que, como el alcohol, se disuelve en mí, la saboreo durante tanto tiempo que acaba no sólo penetrando en mi cerebro y mi corazón, sino que circula por mis venas hasta las raíces mismas de los vasos sanguíneos (7).
Como señala G. Gorga encontramos aquí una verdadera red metafórica inspirada en la fisiología a través de verbos como chupar, sorber, saborear, disolverse, penetrar… que evocan el mecanismo íntimo que rige el funcionamiento de la lectura (93). Hrabal capta la dimensión corporal de la lectura.
Hant’a lee para que la lectura le explique algo sobre él mismo, algo que todavía desconoce. La lectura entendida así, dice G. Gorga, se convierte más que en un placer en un imperativo para llegar a ser.
(…) porque yo, cuando me sumerjo en la lectura, estoy en otra parte, dentro del texto, me despierto sorprendido y reconozco con culpa que efectivamente vuelvo de un sueño, del más bello de los mundos, del corazón mismo de la verdad (12).
Mientras tanto Hrabal, con la prosa maravillosa que lo caracteriza,  va dejando caer reflexiones diversas a través de su personaje en el trabajo, en casa o en sus paseos por Praga. La auténtica batalla entre ratas que se produce en el subsuelo; sus amores, entre los que destaca Maruja y la preciosa torre que logra construir con sus amantes y una gitanilla que será ingresada en un campo de exterminio y asesinada por los nazis; sus lecturas y reflexiones filosóficas muchas veces afectado por el exceso de cerveza; o la crueldad del tiempo que acaba dejando su trabajo solitario en algo obsoleto.

Hant’a es un héroe porque cree apasionadamente en lo que hace y los héroes resultan fascinantes pero también incómodos porque con su actitud de dignificación de su trabajo, cuestionan el orden, algo que incomoda a la sociedad. Por vivir con esa intensidad su misión, Hant’a pierde la razón de su existencia cuando le quitan su trabajo. Y su reacción tiene una lógica que no desvelaré aquí.

Quiero cerrar con una frase de Novalis que da sentido a dicha reacción y que recoge Hrabal:

Cada objeto amado es el centro del paraíso.

47 comentarios:

  1. Con este amor a la lectura... Se hace irresistible este libro! Y por cierto, hoy que vengo con más tiempo y cotilleo tu barra lateral... ¡Gracias por traer a Cohen! Uf, que olvidado lo tengo. Y me ha gustado mucho también Zas.
    Besotes!!!

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    1. Es una joya, merece la pena dedicarle atención. Fíjate que me ha pasado lo mismo que a ti, el otro día pensé: ¡¡Pero cuánto tiempo llevo sin escuchar a Cohen!! Y ahí está :))

      Besos!!

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  2. Madre mía... yo alucino con Haden. Qué grande...

    En cuanto a tu reflexión, la comparto. Aunque quizá deberíamos tomar perspectiva de los asuntos que nos superan. Luego se analizan con más comodidad.

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    1. Y yo, lástima que haya muerto. Me encanta.

      Respecto a tomar distancia, estoy de acuerdo, pero este escepticismo en el que estoy viene de lejos, se ha ido alimentando poco a poco y no sé si tiene solución. Tampoco me lo tomo a la tremenda.

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  3. ¡Qué frase más bonita compartes al final! Me ha conmovido, tanto como esa reflexión con la que abres el post, y es que sí, la lectura nos salva de mil y un maneras, y al parecer nunca la necesitamos más que ahora.

    Un besazo.

    P.D. Gracias por pasar a visitarme por mi otro blog, temo que tengo el otro un tanto abandonado y es posible que postee cada vez menos por él.

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    1. Hant’a, que destruye y salva libros, no sabe vivir sin ellos. Yo he llegado a un punto en que tampoco, así que era lógico que disfrutara con esta novela.

      Me pasaré por tus espacios para leerte.

      Besos!!

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  4. Te he dicho taantas veces aquí, que este libro me enamoró del primer al último mordisco, que no me repito, gracias por hacerle por fin la reseña que merece ( si no lo reseñas tú, no es lo mismo ;-) un besito LAURA.

    Con su permiso copio a ZERVIO :
    "Madre mía... yo alucino con HRABAL (supongo, en vez de Haden;) . Qué grande... !

    AMÉN

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    1. Creo que te lo he leído un par de veces, para mi suficiente para anotarlo, así que agradecida me quedo porque he disfrutado mucho con Hant’a, ese ser tan especial, ese héroe en una sociedad totalitaria que busca refugio donde lo encuentra. En cierta manera es lo que yo hago.

      No, Zervio habla de Haden en el lateral, el contrabajista.

      Besos!!

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    2. Ya me parecía a mi que HADEN no me casaba entre los libros .. si qué es grande este HADEN ... tanto como yo pequeña e infantil... ya pasó! A veces me da por lanzarme desde los balcones, pero no pasa nada, tengo la cabeza muy dura y reboto rápido ;)

      Mil gracias cielo

      Un beso grandísimo!

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  5. Es una de esas novelas que nos dejan de rodillas y con la boca abierta. Pequeño grande Hrabal... Saludos

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  6. "porque yo cuando leo, de hecho no leo, sino que tomo una frase bella en el pico y la chupo como un caramelo, la sorbo como una copita de licor, la saboreo hasta que, como el alcohol, se disuelve en mí, la saboreo durante tanto tiempo que acaba no sólo penetrando en mi cerebro y mi corazón, sino que circula por mis venas hasta las raíces mismas de los vasos sanguíneos..."

    Oh, Señor, eso es exactamente lo que yo hago...

    Ohhhhhhhhhhhhh

    Un abrazote, grande, amiga

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    1. Como me gusta haber seleccionado un fragmento en el que te has encontrado reflejado. Yo también leo así, por nada del mundo quiero que las prisas me priven de ese placer por saborear la lectura.

      Abrazos!!

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  7. Leyéndote al principio, recupero una respuesta que dirigí a Ana (Ana Blasfuemia), en el sentido de aferrarme a los libros, a la lectura, cuando asisto a tales actos de inhumanidad (los atentados en París).
    Leer puede que no solucione este sinsentido, pero me acerca a todo lo humano para, desde ahí, tomar conciencia sobre la barbarie y condenarla como un acto abominable.
    Aunque, como bien apuntaba Ana, hay otros libros que incitan al odio. Cada uno que apele a su inteligencia.
    Al hilo de esos pensamientos que expresas al principio, me pregunto: ¿Alguna vez ha ido bien la humanidad?
    Creo que llevamos en crisis desde el minuto uno de nuestra existencia. La irracionalidad es un sutil mecanismo que mueve el mundo, y nosotros mismos en ella, de una forma más determinante de lo que cabría pensar. El equilibrio de la naturaleza pervive en esa compleja, extraña alianza entre la cordura y lo irracional. . Caminamos cuan funámbulos por una cuerda inestable.
    Deduzco de tus palabras que estamos ante de uno de esos personajes, Hant´a, que Hbral (un veterano pendiente), nos sirve para entender hasta que punto, la relación entre libro y lector, trasciende el mero hecho de la lectura, dejando sus posos en nuestras conciencias.
    Una estupenda reseña, Laura, en la que nos dejas argumentos para la reflexión, un bien tan escaso como saludable. ¡Hay que leer!
    Abrazos!!

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    1. Los libros que leemos nos explican a nosotros/as mismas, aun los que seleccionamos para entretenernos hablan de lo que somos. No sirve cualquier libro, de la misma manera que no toda persona que lee o que es culta, es bondadosa tal y como demostraron los cultos y leídos nazis o los sofisticados contempladores de la belleza japoneses en el periodo anterior a 1945.

      La humanidad en su conjunto es un colectivo demasiado grande ¿no? El ser humano a mostrado siempre una tendencia a la violencia, a la maldad y a dejarse llevar por abstracciones que provocan muchos muertos que me tiene preocupada.El periodo de entreguerras y la II Guerra Mundial me parece que es un periodo en el que deberíamos pensar y sacar algunas conclusiones para el presente. Constatar que no es así me tiene sumida en el escepticismo.

      Pocas cosas me sacan de ese malestar, la lectura es una de ellas. Personajes como Hant’a me consuelan, y no es que sea la alegría de la huerta, es un resistente.

      Gracias por tus palabras Paco, eres un sol.

      Abrazos!!

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    2. Una falta, porras, es HA mostrado

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  8. Precioso título. Es cierto que leer es una acto solitario, pero en el que uno nunca llega a sentirse realmente solo, no es ese vacío ni esa angustia lo que invade al lector: al contrario, es una ruidosa calma, se me ocurre la catarata como metáfora. Excelente reseña, me lo anoto.
    Saludos.

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    1. Una catarata en la que el agua fluye y toma velocidad para caer provocando belleza. Se me ocurre eso, no es muy original, pero estoy de acuerdo contigo en que la lectura no da la impresión de estar sola aunque se esté en soledad.

      Gracias Gerardo.

      Salud-os!!

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  9. Comparto totalmente tu sentimiento.

    "Cuando era niña, cuando era adolescente, los libros me salvaron de la desesperación: eso me convenció de que la cultura era el valor más alto”

    Simone de Beauvoir.


    Y como decía Frida Khalo...

    "Donde no puedas amar no te demores"

    Besos Laura.

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    1. Tengo pocas certezas, pero una de ellas es que a través de la lectura llega la reflexión, la libertad y la capacidad de tener un juicio propio (descartemos esas lecturas que provocan el odio e intoxican, que también las hay). Comparto esa impresión con Beauvoir y la afirmación de Khalo es breve pero auténtica y verdadera.

      Besos!!

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  10. Mientras te leo, escucho a 'Leonard Cohen'... ;)

    Nada que añadir a lo que...
    'Hrabal', tú y 'Adriana A.' a través de otras dos grandes... ya habéis contado tan hermosamente bien.

    Besos, petons, muxus y un fuerte y cálido abrazo!!

    :)

    PD: Uno ya lo tengo, el otro (G. Gorga) está en la 'lista'... ahora sólo tengo que leerlos... :P

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    1. Muy buena compañía, Cohen es un compañero constante en mi vida.

      Este de Hrabal se lee en un vuelo, te gustará seguro, así que a por él ;)

      Abrazos y besos!! (Qué bien que hace frío!!)

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  11. Qué coincidamos en la elección de la lectura que nos acompaña durante estas tardes alongadas. Sin previo acuerdo, no me atrevo a calificarlo de coincidencia. Creo que es una obra profundamente meditada y llena de alegorias. Los libros son el refugio adecuado para observar la realidad. Cruda vedad. Aunque parece que a la opinión pública le gusta bien sazonada con cánticos e himnos de guerra, se conoce que resulta más digestiva. En todo caso, tampoco sé sí la literatura sirve para comprender el mundo, pero no conozco otra forma para intentarlo. Un beso.
    P.S. ¡¡Y que les den!!

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    1. Nuestras coincidencias lectoras son tejidas y elaboradas entre palabras compartidas.
      Los libros como refugio, como caudal de agua que nos quita la sed, como sabia que nos nutre, como sabiduría que nos regala preguntas, como compañeros que nos acompañan (el bolso o la mochila no los son sin un libro) y nos dan calor.

      Odio los himnos, las banderas, el fanatismo, el militarismo, la guerra, la maldad. No quiero compartir nada con creyentes (religiosos o laicos), así que necesito el refugio de los libros como Hant’a (y el final que sea como tenga que ser).

      Un beso!!

      Pdt: ¡¡Qué les zurzan!!

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  12. Esa tabla de salvación es la que te permite ver lo que mucho rebaño no puede, no creo que sea pesimismo yo tampoco pero demos gracias a la providencia de que los libros nos sirven de refugio.

    En cuanto a libro, es una pequeña maravilla, es una história trágica y a la vez tiene ese humor checo inconfundible. Hanta es un personaje singular en muchos aspectos, de esos de los que no se olvidan, su tenacidad, su existencialismo solipsista, sus obsesiones, a mí me gustó mucho aunque recuerdo que hubo quien me dijo que era difícil empatizar con él, nunca lo entendí. Estoy pensando en tus conclusiones, en realidad, siendo teóricos, Hanta es un antihéroe pero vuelvo a coincidir contigo, solo hay que mirar alrededor para que Hanta sea el héroe portador de valores esenciales y vuelvo a coincidir, justo ahora, mientras espero bajo la lluvia, leo unos versos de Novalis. Besos :)

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    1. Tengo delante una fotografía de Joyce con sus gafitas redondas y su bigote. Observo su expresión y sé que fue una persona que pensó mucho, que se enfadó casi con el mundo, que fue contracorriente, que se martirizó con el alcohol. ¿Otro héroe? Mejor antihéroe, denostado en su país aunque hoy lo hayan santificado.
      ¿Cuántos Hant’a anónimos han buscado el refugio de la fea realidad en los libros (y en hacer bien su trabajo)? Pienso ahora en Pessoa, un oscuro oficinista que en casa se desbocaba a través de la escritura, también bebía mucho (Hant’a también).

      Para mi no es una prioridad empatizar con los personajes, no lo busco. Si aparece no me resisto, pero no me resulta imprescindible. Hant’a me hizo vibrar con su búsqueda, su resistencia a lo impuesto y su amor a los libros, aunque viviera de destruirlos (que metafórica contradicción).

      Lluvia, Novalis, irresistible.

      Besos!!

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  13. Desde luego, los libros son el único refugio al que podemos acudir las más de las veces cuando la realidad se empeña en mostrar su peor cara. Lástima que al final haya que volver a bregar con ella, pero que nos quiten lo bailado.

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    1. Y últimamente la peor cara aparece hoy y mañana también. Huir de la realidad no sirve de nada, pero se afronta mejor con libros.

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  14. La lectura es una huida hacia adelante pero no solo frente a los sinsabores que nos proporciona el mundo que nos rodea, político-social-económico etc.., también lo es porque da prestancia, contenido, eco y es como una salsa que da sabor a nuestra propia vida rutinaria e infinitamente previsible.
    Somos como una hamburguesa de McDonalds a la que hace diferente de las demás el envoltorio, las patatas fritas y el cartoncito en el que te la entregan.
    Besos

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    1. Jopetas!! No sé si me tienta más la hamburguesa o el envoltorio.
      La salsa de la vida ¿¿eh?? Pues es un buen símil. En todo caso para mi los libros ocupan un lugar muy relevante en mi vida.

      Besos!!

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  15. Me siento como Hant’a ante los libros, no hay nada que me procuré tanto gozo continuado como la lectura, me dejo secuestrar por ellos y cuando cierro las páginas me siento como si me arrancaran a la fuerza de un lugar íntimo y acogedor.

    Cuando entro en una librería siento desasosiego, porque soy consciente de que necesitaría cien vidas para leer todo lo que me gustaría. Es un peligro para mi economía de guerra, nunca salgo con las manos vacías.

    A mi lista va.Me apetece mucho.

    También siento que estamos rodeados de una soledad demasiado ruidosa y también de mucha estupidez.

    Gracias por descubrime estas joyas.

    Un beso,

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    1. Conozco esa sensación, casi de desamparo, cuando finaliza la novela y una no quiere salir de "esa" historia. Y conozco el desasosiego y el gasto excesivo en libros, así que estamos en el mismo club inexistente de lectoras voraces y disfrutonas ;)

      Sobre lo que nos rodea, para qué hablar, aunque trato de mantener este espacio al margen, siempre es inevitable que aparezca.

      Verás como te gusta.

      Gracias a ti por tu comentario, abrazos!!

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  16. Este libro lo leímos Claudia -mi co-lectora- y yo en tiempos distintos. El talento de Hrabal estriba en mostrar que el acto de leer, con su (i)lógica propia, es en sí mismo un acto de recogimiento, una ocasión para la meditación y el buceo personal intentando alcanzar las respuestas que la sociedad que nos rodea no puede satisfacer. También tiene mucho de rebeldía -más en el entorno en que él sitúa a Hant'a- y de afirmación de aquellas cosas que reconocemos como trascendentes para nosotros.
    Por otra parte, guardo en mi memoria escenas inolvidables y también, claro, el final, que no podía ser de otra manera.
    Gracias por recordarme tamaño deleite.
    Un beso, U-to!

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    1. O como mínimo si no son respuestas, la lectura abre nuevas preguntas que hacen avanzar el pensamiento. Quienes quemaban libros, sabían lo que hacían, siempre será más peligroso alguien que lee que alguien que no lee, me refiero para el orden establecido, cualquier orden establecido. Yo también lo veo como un rebelde, o quizás mejor, como un resistente.

      El final, en efecto, no podía ser de otra manera.

      Besos!!

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  17. @María , Hrabal és muy grande. Pero Charlie Haden también me pone los pelos de punta (El contrabajista que hay en uno de los vídeos de la derecha)

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  18. Cada vez concibo más los libros como refugio. No para esconderme, sino más bien al contrario. Siempre lo digo, me gustan los libros que me amplian. Lo que nos rodea se me hace tan incomprensible que inevitablemente en los libros busco más que comprender, encontrar verdades que parecen difuminarse "ahi afuera".

    Hrabal, tengo que leerle. Este libro, también. Magnífica reseña, gracias.

    Un abrazo

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    1. Los libros son refugio, no escondite, muy cierto. Los libros iluminan (en eso tenían mucha razón los ilustrados, aunque estos lo centraran todo en el lado racional), son un candil que nos hace más fácil el camino.

      Te recomiendo mucho a este autor y este libro, disfrutarás.

      Un abrazo!!

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  19. Eres una afortunada de poder disfrutar de ese paraíso en los libros.
    Un abrazo.

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  20. Militarismo.

    Leí el libro hace un tiempo. Me fascinó la forma de narrar. Me fascinaron los personajes.

    Creo que tienen razón: no hay salida colectiva digna. A pesar de ello, no sé por qué predico que sí y me implico en proyectos comunes. Tienen mucho de vivificadores, pero siempre los estropeamos desde dentro. Y, después, los estropean desde fuera.

    Abrazos.

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    1. Estoy de acuerdo con todo lo que dices, incluso en que pese a mi galopante escepticismo sigo sintiendo la necesidad de participar en proyectos comunes. Mal día será aquel en el que pierda esa inocencia.

      Abrazos!!

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  21. Haces unas reseñas...que me llevan a decir....lo quiero ya.
    Los libros hacen de reducto,de colchón,de faro, etc . Me permiten estar aquí y dejar de estar. Lo que leo explica lo que soy y aveces soy capaz de aventurarme a lo no conocido o volver a a los contornos cotidianos que me dan tranquilidad...

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    1. ¡¡Qué maravilla!! Tantas lectoras, tantas posibilidades que ofrecen los libros.

      Gracias por tus palabras.

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  22. Hola. Hoy ando asomándome, despues de mucho tiempo, a los blogs amigos.. cuando inicié el recorrido no tenía pensado comentar dado mi animus plomizo, pero después me he decidido a comentar...

    Como siempre me ha gustado mucho tu reseña... siempre encuentro en tus reseñas una información útil, amena... una información que despierta mi interés... ya sabes que a mí la novela no me tira mucho... pero he comprado algunas que tengo pendiente de lectura... ya veremos...

    El primer párrafo de esta entrada me ha gustado mucho y estoy muy de acuerdo con lo que en él dices... pero yo que soy un pesimista (¿o realista?) declarado, aún veo lo "imposible" al alcance de nuestra voluntad... aunque tal vez para conseguirlo sea necesario aprender a leer entre líneas el contenido de algunos libros (muchos clásicos) y reescribrir el contenido de los que ardieron el la hoguera de la intolerancia...

    Bueno, que me estoy desviando del tema...

    Un abrazo.

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    1. No te desvías del tema en absoluto y me alegra mucho volverte a "ver" por aquí, tus comentarios siempre aportan una reflexión y eso lo valoro mucho.

      Pese a todo, me queda un resquicio de confianza en los imposibles, en la utopía. Y comparto contigo la necesidad de pensar, repensar y crear nuevo pensamiento, estamos estancados en lo trillado quienes pensamos que hay otros mundos posibles, más justos, igualitarios y libres. Vesss, me has hecho confesar que aún tengo confianza (poca) en nuestras posibilidades (me refiero al ser humano).

      Gracias y abrazos!!

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  23. Por tu reseña tiene pinta de la típica delicia que disfrutar entre mis manos.
    Apuntado!

    Besos y gracias como siempre por la inspiración.
    ; )

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    1. Delicia-joya, eso es justamente. Si te decides, que lo disfrutes.

      Gracias a ti por tu visita.

      Besos!!

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