viernes, 14 de agosto de 2015

CARLOS GONZÁLEZ REIGOSA, Intramundi.

Esta novela es un libro viajero que se mudó de una biblioteca, la de un amigo, a la mía por expreso deseo suyo y para celebrar mi cumpleaños. Es un libro que me trae el calor, el aroma y el poso de una biblioteca que tiene dos espacios en los que se asienta: Castilla y, especialmente, Galicia. Se trata de una historia que he leído despacio pero viajando yo misma, puesto que la inicié en el mediterráneo y la acabé de leer en Madrid.


Intramundi (2002), a lo largo de sus 262 páginas, nos traslada a Galicia, a un lugar que existe y no existe, Tras da Corda, a una época  pasada, pero presente hoy, la II República, la guerra civil y el franquismo. El significado del título está en la propia novela, es el nombre que Doña Escolástica, maestra en el valle durante la dictadura franquista, da a Tras da Corda:
(…) todo lo que ocurría dentro de él era suficiente para llenar la vida de sus habitantes y, a la vez, nada de ello parecía interesar fuera. Debería llamarle Autarquía (…), pero esta palabra, probablemente certera, no le decía nada. Lo que Doña Escolástica veía era un mundo interior que sólo ella, quizá por venir de fuera, era capaz de detectar y de percibir en toda su intensidad. Un Intramundi anclado en sí mismo y ajeno al resto del mundo (pp. 147-148).
Carlos González Reigosa (Lugo, 1948), licenciado en Ciencias Políticas y Ciencias de la Información, es periodista y autor de diversas novelas y relatos cortos. Acostumbra a escribir en gallego y en esta comunidad ganó el Premio Xerais de novela en 1984 por la novela Crimen en Compostela. Así mismo, recibió el Premio Internacional Rodolfo Walsh de literatura testimonial en 1996.


Tengo que reconocer que para mí era un autor totalmente desconocido pese a que sus novelas han sido publicadas en castellano.

Intramundi  está dividido en cuatro partes siguiendo una división cronológica: 1928, final de la dictadura de Primo de Rivera y II República; 1936, guerra civil e inicio del franquismo; 1948, la etapa más dura del totalitarismo y la de mayor penuria económica, y los inicios del desarrollismo; 1966, la etapa tecnocrática del desarrollo económico. El autor procura explicar cómo los cambios que se producían en el país afectaban a una población aislada en la que el poder era del cacique. En ese mundo, aparentemente inmóvil, hay aspectos que sí que incidieron de manera destacada y cambiaron el mundo de Tras da Corda en los cincuenta años por los que transita esta historia.
La Historia que uno merece y la que vive casi nunca tienen que ver (p. 250).
La memoria es el único paraíso del que no nos pueden echar (p. 255).
El autor convierte la construcción de una carretera, que uno de sus habitantes, Ángel Xesto, impulsa como factor de cambio y de apertura al resto del mundo, en el “caballo de troya” contra el inmovilismo representado por el cacique y el cura del pueblo. Sin embargo, la II República con el caudal de ideas innovadoras transformó a algunos de sus habitantes de forma notoria tanto en las relaciones personales como políticas. Sin duda alguna hay algunos personajes significativos alrededor de los que pivota la novela como Ángel Xesto, un hombre honrado, honesto, con la rebeldía cotidiana del que no se incorpora a organizaciones políticas por su individualismo consustancial y cuyo oficio tradicional, zuequero, le permite no depender directamente del segundo personaje relevante, D. Nazario, el cacique que procuraba que no se produjeran cambios en sus dominios. Dolores Teixeiro, compañera de Ángel, que mantiene su opción de mujer libre en un medio tan cerrado como Tras da Corda y Saúl Centeo, socialista, que se echó al monte formando una agrupación del maquis, “Aurora Libre”, y luchando contra el franquismo con las armas, constituyen otros dos personajes de relevancia.
Dios se había equivocado al poner al hombre al frente de tanta maravilla, y quizá algún día pagase muy caro su error. No veía nada menos fiable en toda la creación que el ser humano. De todas las demás criaturas se sabía lo que se podía esperar; del hombre, no. Nunca (p. 195).
La resistencia contra el cambio, los partidarios de éste, las costumbres y tradiciones de un valle hermoso y cerrado que no facilit  los cambios, y los acontecimientos históricos, forman una narración bien hilvanada y unos personajes definidos y con personalidad.
Un paisaje mil veces evocado comenzó a desfilar a su alrededor. El verde oscuro de los bosques, el verdegay de los campos abiertos, el verdiseco de los yermos montañosos, el verdoyo de las hierbas frescas, el verdemar de las rías, el verdeazul de los cielos… (p. 247).
Cuando leí este fragmento con tal variedad de posibilidades del verde, pensé en este fragmento de Cristina Peri Rossi, extraído de El viaje:
(…) los ojos y el alma necesitan el verde para descansar. 
 Y me quedé pensando si, justamente, era ese el motivo que había llevado a mi amigo a regalarme este libro de su biblioteca… ¿Quién sabe?

16 comentarios:

  1. ¿Y ha servido? ¿Has descansado?
    Parece un libro interesante. Lo tendré en cuenta por si me encuentro con él.
    Abrazo!

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    1. Siempre sirve, pero hay que recargar el verde periódicamente ;)

      Abrazos!!

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  2. ¡Vaya, cuántas palabras para nombrar el verde galaico!
    Movido por tal curiosidad he ojeado el diccionario de la RAE y encontré treinta y cuatro denominaciones (casi seguidas), cuya etimología es el verde, me entusiasman estos hallazgos! :)
    El verde cantábrico tiene un influjo poderoso sobre mi, sobre todo el de mi querida Asturias.
    Descubrir un nuevo escritor que te ha transmitido buenas sensaciones, siempre supone un ejercicio intelectual saludable, expandir nuestras fronteras lectoras y salir de territorios que tengamos más trillados, eso es lo vivificante.
    Galicia es tierra de excelentes autores, posee un universo simbólico rico y original como bien lo reflejan sus escritores. Apunto en mi libreta a este autor que me descubres.
    Gracias Laura y abrazos !

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    1. No sabía que había tantas denominaciones del verde, así que gracias por buscarlas tú.
      Estoy de acuerdo con tu afirmación sobre Galicia, quién me envío el libro es gallego, claro. Me ha parecido muy interesante el tema y la manera de entender la idiosincrasia de sus habitantes.

      Yo estoy cautivada por todo el norte-verde cantábrico-atlántico.

      Abrazos!!

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  3. Qué curiosa la historia de este libro viajero, es muy lindo pensar en la forma en que llegan a nosotros, me gusta pensar que estamos destinados a ellos. Este, se nota, te ha dejado una buena impresión, lo que me alegra, así que lo tendré presente; gracias por hablarnos de él y contarnos su historia.

    Besos.

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    1. Quizás estaba predispuesta a que me gustara por como llegó a mi, pero creo que es interesante.

      Besos!!

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  4. (…) los ojos y el alma necesitan el verde para descansar.

    Tomo nota, me encantó tu reseña.

    Besos y regalo:

    De vez en cuando

    De vez en cuando abrazo a los árboles
    o apoyo la espalda
    y me quedo así un rato
    Hay uno, viejo, grueso y muy alto
    cerca de un puente, al que han tuneado
    con fibra negra y caritas felices
    que pareciera ya no querer estar ahí
    cansado de los ruidos y de la mente
    Un día le hablé, le dije que era hermoso
    que estaba al tanto de sus poderes
    y que gracias.


    Mariela Laudecina

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    1. Ayyy que lindos versos Adriana. Yo también abrazo árboles... qué bobada ¿no? tan racional que soy yo y hago estas cosas :))

      Besos!!

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  5. Una bella reseña, actuar para que el cambio se lleve a cabo mientras se aguarda, con paciencia, si esa actitud que tanto semeja al conformismo y que tan distinta es. Un liberal, con p delante, palabra que no se debe reseñar, confia en que el progreso, en este caso una carretera, en otros la electrificación o el agua corriente en los más miseros territorios, arrasa con los viejos vicios y las malas costumbres. Presenta oportunidades nuevas para el desarrollo y enriquece a los pueblos. No sólo por la posibilidad de incrementar las ganancias, sino porqué de la mano de esos ingresos llegan otros bienes intangibles y espera que al final la libertad sea más una necesidad social que una aspiración teórica. Mientras tanto, que nada nos impida soñar. Un beso.

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    1. No confío demasiado en el progreso, pero comprendo que espacios cerrados como ese valle, necesitaban abrirse al exterior para romper esas dinámicas viciadas que existían.

      Siempre apostaré por soñar, pese a que a la vez soy tan realista.

      Un beso!!

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  6. Verde que te quiero verde... Preciosa reseña de un libro que no conocía de nada, pero que voy a tener que buscar. Los fragmentos que nos has dejado son sugerentes y tentadores. Y tu reseña, aún más.
    Besotes!!!

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    1. Gracias, espero que te guste si lo acabas leyendo.

      Besos!!

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  7. Un libro que viaja
    de una casa a otra,
    de una estantería a otra,
    de una manos a otras,
    de un corazón amigo a otro;
    que navega
    de una orilla a otra,
    tan lejos,
    tan cerca...
    Historia de un viaje
    que recorre la historia,
    entre un origen
    y un destino.
    Un prólogo,
    un comienzo,
    el meollo
    de la cuestión,
    un epílogo,
    tras un final?
    Unas hojas,
    unas letras,
    transitadas
    por unos ojos
    verde musgo...
    Una lectura,
    muchas lecturas,
    un hermoso regalo,
    una hermosa reseña más.

    Besos, petonets, muxus... 'Lady U-topía'.

    ;)

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    1. Peroooo que bonito X, Te ha salido una preciosidad. Gracias y millones de besos!!

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  8. Para mi también era un autor desconocido. Me gusta el concepto de libro viajero y como cierras la reseña, aunque resulta evocador ese verde y la idea de partida creo que lo que más me convence es tu lectura, no sé si me termino de animar a leerlo.
    Un abrazo

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    1. Bueno, si fuera así, espero que te guste y si no lo fuera, los libros seguirán viajando de aquí para allá y esa imagen me encanta.

      Un abrazo!!

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