domingo, 12 de octubre de 2014

CAPITALISMO A LA CHINA. YAN LIANKE, El sueño de la aldea Ding.

Dice Lianke, en el Epílogo, que cuando terminó de redactar esta novela me senté alicaído y dos regueros de lágrimas comenzaron a brotar incontenibles. Me encontraba abatido y sin fuerzas, como si me hubiera arrancado los huesos, con una especie de impotencia reprimida por la soledad y la desesperanza, varado en un extenso y deshabitado mar, en una isla desierta sin aves ni plantas. 

Quizás la gran sequía que se abate sobre la aldea Ding, a partir del libro séptimo (p. 297), es un reflejo de este estado de desolación en el que acabó de escribir la novela el autor, que solo se permite soñar en las últimas, y mitológicas líneas, con la posibilidad de la lluvia.

El autor señala en el Epílogo el intenso dolor y la desesperanza frente a la escritura que sintió al terminar esta obra que considera como un legajo de dolor y desengaño. Y por ese hondo dolor que puede transmitir al lector, pide disculpas. 

La primera pregunta es, por tanto, inevitable: ¿me ha inundado el dolor? Y la respuesta es clara, sí. La lectura de esta novela no puede dejar indiferente a nadie, duele el acontecimiento que narra, muestra de un capitalismo a la China que da pavor, duele la mezquindad humana que expone y duele la poesía que, pese a todo, destila esta obra. 

Llegué a esta novela de 368 páginas por la lectura de una reseña de Jesús Ferrero, titulado “Implacable capitalismo”, publicada en noviembre de 2013. El título de esta novela puede hacer referencia al recurso que utiliza el autor, a través de grandes fragmentos en cursiva, de sueños premonitorios que anticipan lo que puede ocurrir. Dice Ferrero que el título evoca, irónicamente, la gran novela clásica china El sueño del pabellón rojo

¿Por qué he titulado esta reseña como capitalismo a la China? Porque esta novela describe un hecho real que muestra el descontrol del capitalismo que se está desarrollando en China desde una economía planificada. China es el primer país del mundo que siendo una economía socialista está desarrollando un capitalismo permitido por un régimen totalitario controlado por el Partido Comunista. La novela trata del enriquecimiento de unos pocos a costa de la gran mayoría, la esencia del capitalismo, bajo el amparo del todopoderoso Estado chino. 


En la provincia de Henan, de donde es originario el autor, se extendió en la década de los 90 una epidemia que afectó a miles, quizás millones, de personas y, que a falta de información, llamaron enfermedad de la fiebre y que no era otra cosa que SIDA. Esta enfermedad se produjo como consecuencia de la compra-venta de sangre que incentivó el Estado y que se llevó a cabo sin ningún control sanitario. 

Esta tragedia está contada a través de un narrador muy peculiar: un niño de doce años muerto que es envenenado en la aldea Ding como venganza contra su padre que se ha enriquecido con el comercio de la sangre. Su abuelo, que va adquiriendo gran protagonismo en la novela es la figura contrapuesta a su hijo que desde unos referentes de ética y de justicia no acepta su actitud.

A partir de ahí y con un porcentaje importante de enfermos en la aldea, el autor muestra la mezquindad humana que no impide, pese a la proximidad de la muerte, la envidia, el robo, la ambición, el odio, el abuso, etc. La escuela desmantelada, los árboles talados, los enfrentamientos entre familias y, dentro de ellas, en las parejas si uno está infectado y el otro no. En medio de esta situación florece una bella historia de amor, que tampoco está libre del egoísmo, entre dos enfermos abandonados por sus parejas por la enfermedad.

Mi tío y Lingling se fueron a vivir juntos como marido y mujer. 
Fue una sorpresa por completo inesperada. 
Nadie hubiera imaginado que tuvieran el coraje de hacerlo delante de las narices de todos los vecinos de la aldea. 
Pero mi tío y Lingling eran como el agua y la arena que la absorbe, como dos imanes de polos opuestos que, ¡clac!, se quedan enganchados al acercarse como la tierra y la semilla que el viento posa para acabar echando raíces en ella (p. 211). 

Las referencias al sistema totalitario chino son muy escasas para evitar la censura, pero sobresale por cualquier resquicio el poder y la autoridad de los funcionarios del Estado, y miembros del Partido Comunista, las posibilidades actuales de enriquecimiento individual haciendo uso de sus cargos y el poder para escapar de las responsabilidades por la extensión de una epidemia como el SIDA. La ignorancia del pueblo, la falta de información y la supervivencia de tradiciones anteriores a la llegada al poder de los comunistas como el matrimonio apalabrado por las familias, ciertas creencias de la mitología china (como la necesidad de casarse tras morir si la muerte les ha sorprendido sin tener pareja), el papel tradicional de la mujer, etc., facilitan el abuso del poder. Y tengo que decir que me he reído, dentro del drama, cuando describe los féretros de los nuevos ricos chinos en los que a falta de religión tradicional, recurren a la religión mundial actual: casas, coches, electrodomésticos y, como no, los inevitables bancos, bienes de consumo o grandes símbolos de la riqueza. 

El estilo de Lianke es muchas veces escueto, preciso y desnudo, pero no exento de lirismo y de una triste y profunda belleza. 
Los rayos del sol irradiaban sobre la aldea Ding. 
Hasta el último rincón había florecido en el lapso de una sola noche. Ciruelos en flor, crisantemos, peonías y rosas; jazmín amarillo y orquídeas salvajes; florecillas silvestres de las que habitualmente crecen en las laderas del monte, como jaramagos, dientes de león y almorejos, allá a lo lejos, sobre el antiguo cauce del Rio Amarillo, y hasta en las tapias de corrales y establos, salpicándolo todo de verde, rojo, amarillo, cárdena y magenta (p. 87, en cursiva en el original). 

Construye una historia, entre realidad y sueños, que por su manera de contemplar al ser humano se convierte en universal. Está organizado en ocho libros que, a su vez, tienen capítulos, aunque los últimos son muy breves puesto que la acción se resuelve muy rápidamente. Conforme vas leyendo te vas interrogando sobre los comportamiento humanos de estos aldeanos chinos y sobre la similitud con cualquiera de los que andamos por estos lares. Una espléndida novela.

34 comentarios:

  1. Llegué a la novela porque había leído otro título de la editorial que me gustó y fue conocer esta y desear tenerla, lo fui posponiendo hasta que me la llevé. Todo para decirte que cuando la empecé a leer me quedé clavada en el sitio. Qué horror y qué manera de contarlo y es que de lejano no tiene nada aunque lo parezca. Esa mezquindad del ser humano y ese sistema en el que vivimos pensando en que eso es desarrollo... se mercantiliza todo y resulta tan normalizado que asusta. Después llegué a esa reseña que mencionas.
    Lo del niño y cómo muere te deja helado pero es solo el comienzo hasta llegar a ver el resto, esa mezcla de sueños, mitos, etc. Embauca y pese al dolor es de agradecer que no termine aniquilando todas las esoeranzas.
    Una reseña estupenda, me ha encantado leerla y volver a esta historia. Gracias.
    Besos

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    1. Tengo la intención de leer más obras de este autor, ¿has reseñado también esa novela que leíste primero? Voy a indagar ahora en tu cuentalibros para ver tus reseñas sobre Lianke.

      Es impresionante y dolorosa su manera de narrar, imposible sin la censura de un sistema totalitario.

      Gracias y un fuerte abrazo!!

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    2. Me expliqué mal, leí otro libro de Automática, La chaise-longue victorina pero empecé a husmear en su catalogo y llegué a Lianke y esta aldea. No he leído nada más aunque me gustaría. Por cuentalibros te dejo el enlace (me plantearé lo de las etiquetas ;-)
      Gracias a ti, un abrazo!

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  2. Pues mira, la novela y/o tu reseña, sí resultan atractivas... incluída esa portada.
    (El autor ahora y desde ese 'Epílogo'... un poquico más, también).

    Tomo nota.

    Besos de domingo bajo una lluvia otoñal por fin!!!

    ;)

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    1. Un hombre muy valiente que transmite en carne viva su dolor. He leído que él junto con un médico fueron recorriendo los pueblos en los que se había extendido la "enfermedad de la fiebre" explicando a los campesinos la verdad de su enfermedad y cómo se contagiaba y cómo no lo hacía.

      Una novela excelente por muchos motivos.

      Esta noche ha llovido aquí pero ahora rebrota el sol, me tiene harta este clima.
      ¡¡¡¡QUIERO OTOÑOOOOOOOO!!!!

      :)) Besos y buen domingo.

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  3. Después de tu reseña siento la urgencia de leer esta novela. ¿Ha sido el azar o fue a posta publicar esta reseña ahora cuando el ébola se convirtió en un ciudadano español gracias a la ineptitud y mercantilismo de las autoridades?
    Saludos

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    1. Una casualidad, pero como dice Adriana, una comentarista habitual en este espacio, no hay casualidades sino causalidades.

      Espero que te guste si finalmente la lees.

      Saludos!!

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  4. Tengo este libro desde hace tiempo, me tentó Marilú cuando se hizo con él, aún antes de leerlo, pero temo un poco ese dolor de trasfondo, y no es que yo sea cobarde a la hora de leer (creo), pero siempre hay libros que suspiras muchas veces cada vez que intentas cogerlo. Ya te contaré.

    Gracias y un abrazo!

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    1. Siempre me llama la atención esa costumbre tuya de esperar a leer algunas obras, los motivos que esgrimes son diversos pero esa "pensar" en el libro antes de empezar a leerlo siquiera me resulta curioso.

      Abrazos!!

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  5. No me da miedo el dolor, aunque luego me duela mucho. Así que este libro me lo llevo bien apuntado.
    Besotes!!!

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  6. Me cuesta creer que una novela pueda conseguir hacer sufrir hasta ese punto. Y por eso me has despertado la curiosidad por ella, aunque no estoy del todo segura de que me gustara. Sabes, creo que es que aún no les he perdido el miedo a los autores orientales, con su forma de contar siempre tan "distinta" (con lo que me gusta a mí lo distinto). Besos.

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    1. Su dolor siempre será superior al nuestro, eso seguro. Pero conforme vas leyendo, el dolor de los personajes, y la dinámica a la que son arrastrados, te va calando poco a poco.

      No leo tampoco mucha literatura asiática aunque algunos autores me han cautivado, Haruki Murakami en especial. Ahora estoy leyendo a Tan Twan Eng de Malasia y me está encantando.

      Besos!

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  7. Me has interesado mucho en este escritor y su obra gracias a tu magnìfica presentaciòn U-topìa. No he leìdo nada de Lianke aunque sì de otros autores chinos de los que admiro especialmente el lenguaje poético con que expresan sus sentimientos, de una manera casi velada. No sé si es este caso
    Un abrazo !

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    1. Tiene ese fondo de poesía también aunque el tema es tan arrasador que no es lo que predomina.
      Gracias por tu comentario Chusa, si lo lees ya me dirás.

      Un abrazo!!

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  8. Bueno me imagino que ahora tendré mas tiempo para leer, aunque mis ojos me harán alargar la lectura mas de lo que seria deseable.

    Un beso.

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    1. :))

      ¿Te jubilas? Me alegro mucho.

      Tendrás que seleccionar bien las lecturas para no cansar los ojos.

      Un beso.

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  9. Yo creo que me has descubierto un autor de cabecera, solo con la impresión del autor de cuando terminó de redactar quedao más que convencido, me puse a buscarlo desde tu post anterior pero no ha habido suerte, tarde o temprano caerá. Besos.

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    1. Espero que te guste y no haber levantado falsas expectativas, que eso siempre me asusta.
      No creo que te cueste encontrarlo. Espero tu opinión cuando lo leas.

      Besos!!

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  10. El capitalismo de Estado se disfraza de socialismo y solo es un régimen brutal y sanguinario que no tiene lo único bueno que tiene el capitalismo: la libre competencia. En el caso chino además ha generado un estado burocrático y totalitario que muestra sus contradicciones cuando quiere combinar liberalismo económico, aunque muy controlado desde el poder, con la propia dictadura burocrática. Al menos en el maoísmo había cierta esperanza para los desfavorecidos,ahora solo hay el afán de acumular y acumulara aprovechando las brechas del sistema.
    Comento estas cosas porque no conozco la novela de referencia aunque por algo de lo que has escrito también quizás tenga algo que ver con La Peste de Camus.No tengo datos para deducirlo.
    Besos

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    1. No sé si la libre competencia es "buena", en todo caso estoy contigo en que es un régimen totalitario brutal. Por otro lado la "Revolución Cultural" fue sanguinaria y terrorífica. Nunca me gustó el maoismo, siempre me pareció una especie de trágico napoleón con ansias de poder ilimitado.

      En cierta manera recuerda a La peste pero no se traduce apenas en el descubrimiento de la solidaridad que descubren los médicos en la obra de Camús.

      Besos!!

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  11. Parece un relato sobre la China actual, esa que parece haber perdido lo mejor de sus tradiciones sociales y adquiere a cambio los peores vícios del progreso occidental. Una estupenda reseña. Un beso

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    1. Es una mezcla extraña del pasado tradicional, el comunismo totalitario y el capitalismo salvaje, nada bueno me parece que puede salir de ese cóctel.

      Gracias Carlos!!

      Besos!!

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  12. Parece muy interesante: me lo anoto que no he leído demasiada literatura china y creo que ya va siendo hora.
    Abrazo!

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    1. Me parece una excelente novela, ya me dirás si acabas leyéndola.

      Abrazo!!

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  13. Sin dudas, algún vicio capitalista ha de tener esta China poderosa. Quizá estemos condena a capitalismos que suplanten capitalismos y nada más. Un abrazo.

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    1. Versiones del capitalismo que van del pasado al futuro y que construyen un mundo que no me gusta nada, la verdad.

      Abrazo!!

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  14. Me gusta ese lirismo.
    Besos.
    Gracias por compartir, un abrazo y feliz semana¡¡

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    1. Y a mi, si se puede ver la vida a través de la belleza porque verla a través de la pena.

      Feliz semana!!

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  15. Qué buena pintaaaaa...

    La reseña estupenda,como siempre.

    Besos desde un Madrid lluvioso
    ; )

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    1. Gracias!!

      Has cambiado de nick, con lo que me gusta a mi la espalda, siempre tengo por mi lateral :)

      Besos desde el Mediterráneo entre nubes y sol.

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  16. UN PAIS DONDE SE JUEGA AL CAPITALISMO SIN LIBERTAD...
    ABRAZOS
    CARLOS

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    1. La cuadratura del círculo, lo peor de cada casa junto.

      Abrazos!!

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  17. Me alegra que te haya gustado.
    Entre realidad y sueños se contruyen castillos.

    Un abrazo¡

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