viernes, 8 de agosto de 2014

JAMES JOYCE, Dublineses

Tengo muchas razones para leer estos relatos pero solo explicaré la más obvia: después de leer Ulises puse en el punto de mira esta obra para ir avanzando en la lectura de su obra.



Se trata de quince relatos que, al estilo de retratos fotográficos, captan la vida palpitante de Dublin y de sus habitantes. Fueron publicados en 1914, ahora hace cien años, cuando se inició la Gran Guerra y en Irlanda el nacionalismo estaba en plena efervescencia (la declaración de independencia se produjo siete años después en 1921). No se trata de relatos largos, excepto el último, “Los muertos”, por ello son solo 276 páginas en total. Este fragmento pertenece precisamente al final de ese relato largo. 

Unos roces en el cristal le hicieron volverse hacia la ventana. Había comenzado de nuevo a nevar. Contempló somnoliento los copos, plateados y oscuros, cayendo oblicuamente contra la luz de la farola. Había llegado el momento de que emprendiera el viaje hacia el oeste. Sí, los periódicos tenían razón: nevaba de igual modo sobre toda Irlanda. La nieve caía sobre todos los lugares de la oscura llanura central, sobre las colinas sin árboles, caía dulcemente sobre el pantano de Allen y, más hacia el oeste, caía suavemente en las oscuras olas amotinadas del Shannon. (…) Yacía apelmazada en las cruces y lápidas torcidas, en las lanzas de la pequeña cancela, en los abrojos estériles. Su alma se desvaneció lentamente al escuchar el dulce descenso de la nieve a través del universo, su dulce caída, como el descenso de la última postrimería, sobre todos los vivos y los muertos. 

Al igual que en Ulises estos relatos están centrados en la clase media y baja irlandesa de principios del siglo XX. Con un tono, a veces burlón, siempre crítico, Joyce reproduce con claridad los vicios de los dublineses, en especial el de la bebida, pero también el catolicismo, el rancio y conservador nacionalismo, la parálisis cultural y social, la pobreza.



Me han gustado especialmente “Eveline” y su abandono de los planes de fuga con un marinero, “Un caso doloroso” y la constatación por parte del Sr Duffy de que dejó escapar el amor de su vida y, especialmente, “Los muertos” y las reflexiones sobre el sinsentido de la vida de Gabriel Conroy.

El orden de los relatos en Dublineses no es casual, por ese motivo se habla de que Joyce hace una “novela compuesta”. Cada historia aporta su fotografía al retrato colectivo implícito en el título: infancia, adolescencia, madurez y muerte. La “novela compuesta” avanza también desde el verano al invierno de “Los muertos”. No hay solo transformaciones en cuanto al tema sino también en cuanto a la forma: las historias protagonizadas por niños están narradas en primera persona y a partir de la adolescencia encontramos narradores en tercera persona. 

El brillo de un tardío crepúsculo otoñal se extendía sobre los paseos y las parcelas de hierba, lanzaba un benévolo polvo dorado sobre las desaliñadas niñeras y los decrépitos ancianos adormecidos en los bancos, aleteaba sobre todas las figuras animadas, sobre los niños que gritaban al correr por los caminos de grava y sobre cualquiera que atravesara los jardines. Contempló aquel panorama y pensó en la vida; y (como siempre que pensaba en la vida) se entristeció. Una dulce melancolía se apoderó de él.                                                               “Una pequeña nube” 

Una obra muy bien escrita en la que mezcla diversas técnicas con las que experimenta para transmitirnos la esencia de las cosas. Una obra compleja que se mueve más allá de lo aparente: las diversas edades del ser humano, la familia del escritor, la vida pública de Dublín, su lluvioso y brumoso clima, sus pubs… Joyce es capaz de indagar y captar las sensaciones de su entorno, buscar lo que hay más allá de lo que se percibe a simple vista, seguir su propio pensamiento, o el de sus personajes.

49 comentarios:

  1. Lo tengo por ahí, U-to, pero Proust insume mucho tiempo. Tal vez más adelante, ¿si?. Prometido.
    Gracias por recordarnos aquello que nos espera aun.
    Un beso grande!

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    1. Explícame por dónde vas con Proust. Yo lo he dejado a un lado porque no quería que dominara mi tiempo de verano, además tengo otra "excusa", mi amiga-amigísima los tiene todos, así que no me los voy a comprar y hasta septiembre no la veré.

      Te gustará esta obra seguro.

      Muchos besos!!

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    2. Voy promediando el tercer volumen. Me alegra que no tengas que pagar por ellos; son costosos. Descansa y disfruta de buenas letras, entonces!
      Un beso grande para ti!

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  2. Debe haberte impresionado mucho la lectura de semejante obra para ir por estos relatos. Me llama mucho ese tono crítico de Joyce que resaltas; creo que va siendo hora de armarme de valor e ir por él.

    Besos.

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    1. Ulises es la obra principal que he leído este año. Me sigue rondando por la cabeza y me ha abierto la puerta a muchas otras obras y, sobre todo, a comprenderlas mejor. Dublineses, entre otras muchas cosas, es Dublin, la ciudad amada por Joyce y a la que no volvió por su posición crítica hacia lo que estaba ocurriendo y que tan bien recoge aquí. Su ciudad lo excluyó y su ciudad ahora lo adora. Espero comprobarlo.

      Besos!!

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  3. Lo leí hace ya tiempo para aproximarme al Ulises de Joyce , me gustó mucho.

    Dublinesca de Vila Matas también ..

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    1. Tomo nota de la de Vila Matas.
      Y llegaste al Ulises??
      Saludos

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  4. Lo leí hace mucho tiempo, también dando rodeos con Ulises. No tengo la cabeza ahora para lecturas de este tipo, pero en cualquier caso posiblemente de tenerla "bien" seguramente lo intentaría con Ulises, aunque me tiemblan hasta las rodillas de pensar en ponerme con una obra así, imagina lo dispersa que ando.

    Me he quedado pensando en si, en general, en los libros de relatos el orden es casual o intencionado. Muchos sí tienen un hilo conductor, pero otros aparentemente no... ¿Quién sabe qué hay en la mente del escritor?. A veces les atribuimos intenciones que en verdad no tienen :)

    ¡Abrazo!

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    1. Ulises te ha de llamar como los cantos de sirena le llamaron a él. Cuando ocurra, entrarás bien pertrechada para leerla y nunca la olvidarás.

      Me parece que los autores siempre agrupan los relatos teniendo algún leitmotiv, pero en este caso es muy claro. Es cierto que es imposible saber qué hay en la mente del escritor, tan solo podemos saber lo que hay en la nuestra cuando nos acercamos a ella, pero un autor tan estudiado y analizado como Joyce nos permite conocer más elementos sobre sus obras, cosa que siempre ayuda.

      Abrazos!!

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  5. Hola U-topia. Había dejado un comentario y no se ha publicado... Voy a intentar reproducirlo.
    No he leído nada de James Joyce pero me cautivó su personalidad variable y retorcida (en el sentido que más me gusta de la palabra) que conocí a través de una biografía que leí sobre su mujer, Nora... Una mujer fuerte donde las haya y que, en mi opinión, fue el soporte físico y espiritual del escritor durante toda su vida.
    Tengo en mi lista de "pendientes" el Ulises, que le llevó media vida o más escribirlo, pero creo que es muy denso para empezar... Quizás debería acercarme a su obra con algo más light... Igual Los Dublineses es una buena opción, verdad??

    Un abrazo

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    1. Hola y bienvenida, Novicia Dalila!

      Nora tuvo que tener mucha personalidad y muchos arrestos para estar al lado de Joyce. Supongo que amó al hombre, no al escritor, puesto que si no he entendido mal, jamás leyó una obra suya. Ando yo con una biografía de Joyce, la de Ellmann, pero curiosamente no acabo de encontrar motivación para leerla con continuidad.

      Retrato del artista adolescente es la mejor aproximación al Ulises, pero estos relatos son preciosos y es una manera dulce de entrar en Joyce. Te habla una ignorante ehh, es mi opinión de lectora sin más.

      Un abrazo!!

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  6. Hola Laura, me paso para saludarte y mandarte un beso, que ya me vale,!!!!
    No he leído nada de este autor, ya sabes que soy más de otro tipo de lecturas.
    Te deseo un feliz verano y te mando un abrazo !

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    1. Hola, querida Lídia!!

      Te envío también mis mejores deseos para lo que queda de verano y un fuerte abrazo.

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  7. Lo leí hace tiempo, como un ersatz de Ulisses que lleva años burlándose de mí desde su sitio en la estantería. Admiro el hecho de que hayas elegido leer el monstruo primero. A ver so yo me atrevo con él un día...

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    1. Como le decía a Ana Blasfuemia, lo mejor es esperar a la llamada del Ulises y no forzar su lectura que no es fácil. Me acerqué a él leyendo la Odisea y Retrato del artista adolescente... y salió bien, muy bien. Además Marcelo Z y Carlos releyeron conmigo, también ayudó mucho.

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  8. Lo tengo en mi 'lista de pendientes' desde que pusiste aquel fragmento de 'Un caso doloroso'.
    A ver cuando le hinco el diente...

    Más petons, 'Lady Laura'!!!!

    ;)

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    1. Son relatos breves excepto el último, eso facilita mucho su lectura. Anímate a ver qué te parecen.

      :)) Muchos, muchos besos, a la dama X!!!

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  9. Como el Ulises, empecé a leerlo y se quedó en la mesa, marcado, quizá para no volver a abrirse nunca. Alguna dificultad tengo con Joyce. Un abrazo.

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    1. Es igual, hay muchos escritores y escritoras en el mundo mundial :)

      Abrazo!!

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  10. Mierda de Google que nos priva de conversar por turnos.
    El resumen, que gracias por la visita. Que Joyce, aunque lo leí (Portrait of an artist..., Ulisses, Dublineses) hace ya ... años y... no me acuerdo de casi ná (triste historia). Pero me ponía un poco nervioso. Y no es, ni de lejos, autor de mi gusto, aunque le reconozco el hallazgo de estilo y la profundidad (pero es que yo soy superficial y consumista, así q....)
    Un besote y again gracias por la visita... Intentaré pasarme por aquí para cotillearte lecturas y opiniones.

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    1. Bueno, si hace años es normal que nos quede poco rastro de las lecturas. Y a mi no me gusta releer, así que me quedo con que las aproveché en el momento y algo ha debido quedar.

      Pues nos visitamos!

      Abrazos!!

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  11. Un escritor y unas obras que me marcaron.

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  12. Los muertos es un relato que tengo en la estantería pendiente. Desde hace años tengo que admitir... Tengo que animarme y empezar a leer algo ya de Joyce y éste parece ser un buen estreno.
    Maravilloso The bridge, como bien dices, pero ahora me quedo con Claudia. Qué bonito suena... Me relajo ahora aquí con mi café y disfruto de esta gran música. Gracias, como siempre!
    Besotes!!!

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    1. Anímate, es un excelente relato.
      Música, café y tranquilidad, paqué más :))

      Besos!!

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  13. Después de haber leído esta obra maestra dentro de la obra maestra que es la bibliografía entera de Joyce podría ser un buen momento para volver esa última película de John Huston basada en el último relato de Dublineses, Los Muertos, y que es una despedida del mundo del propio director a pocos meses de su muerte. Creo que más allá de las libertades creativas de Huston, es un magnífico ejemplo de como dos artistas se pueden hermanar a pesar del arte practicado, el tiempo y la distancia.
    Besos

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    1. Parece que me hayas leído el pensamiento. Creo que la vi en su momento, pero no guardo recuerdo de ella.
      Esas confluencias de dos artistas al margen del tiempo y del género de arte que practican, siempre me llaman la atención.
      Besos!!

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  14. Éste lugar me parece lleno de dulces coincidencias. Después de ordenar los libros acumulados y ahora que Joyce aparece en un lugar destacado, creo que Dublinesses reclama algunas de las muchas horas gratas que le debo. Y por ello habrá que acariciar su páginas de nuevo durante este invierno. Los muertos es un relato de esos para leer frente a una chimenea con una infusión de mate a mano Un beso.

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    1. DUBLIN :))

      Una ciudad para mi unida a Joyce sin duda alguna.

      ¿¿¿En invierno relato y película???

      Besos!!

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    2. ¡También creo que esa será la època más adecuada. Cuando y cómo tú digas!

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  15. Lo leí hace tiempo y creo que era demasiado joven. La verdad es que no recuerdo nada así que puede que me anime a leerlo de nuevo. Abrazo!

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    1. Es un bonita manera de releer a Joyce. Su retrato de Dublín es muy exacto.

      Abrazo!

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  16. En Dublín, una reunión navideña convoca, como todos los años, a familiares y amigos a la casa de tres mujeres dedicadas a la enseñanza y al cultivo de la música. Las pequeñas cosas que suceden revelan los tipos humanos y las relaciones entre las personas. Gabriel es consciente de la escasa profundidad espiritual de esa reunión, más aún, de su patetismo, pero debe obrar como sostén de los valores que en el fondo no aprecia, el patriotismo y la hospitalidad irlandesas.
    Desde la llegada de los invitados hasta el momento de su partida se suceden las alternativas de siempre, las previsibles conductas y conversaciones. Se habla de ópera, se toca el piano, se recita un emotivo poema amoroso, se baila diferentes danzas y se come alegremente. Uno de los parientes interrumpe obstinadamente con su borrachera –como todos los años- las conversaciones, provocando risas y fastidio. Otro de ellos asume la tarea social de mantener el buen clima de la charla con chistes y comentarios destinados a hacer reír a las damas.
    Para Gabriel, todo ese fluir de costumbres provincianas tiene la superficialidad y la falta de autenticidad de los encuentros rutinarios, de las celebraciones rituales. A pesar de que participa activamente de la fiesta, nos damos cuenta de que sus sentimientos tienen otro objeto. Sobre el marco de reunión familiar repetida se destacan varios signos –miradas, actitudes, comentarios- que dejan ver el amor profundo y auténtico hacia su esposa. Ese amor verdadero lo salva en gran medida de la inercia vital.
    http://ver-verdequetequieroverde.blogspot.com/2014/02/literatura-como-epifania-de-liberacion.html#comment-form

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  17. Su mujer, sin embargo, se muestra indiferente y ensimismada, no participa de la fiesta ni parece responder a los sentimientos de Gabriel. Luego de la reunión, ambos se marchan a un hotel, pero la intimidad que ahora tienen no deja de profundizar la distancia anímica que ella demuestra. Algo sucede en su interior que Gabriel no sabe. En la habitación del hotel, que el filme muestra con claroscuros de luz de luna, ella revela estar agobiada por el recuerdo de un amor intenso que tuvo en su juventud, y que fue revivido por una canción de amor que se cantó en la fiesta. Un joven –con el que sólo había paseado de la mano, "como hacen allá en el campo"- había muerto de neumonía por ir a su ventana durante las noches frías del campo cuando ella estaba por entrar en un convento, es decir, había muerto de amor por ella.
    Esta revelación resulta completamente inesperada para Gabriel. Luego de muchos años de matrimonio, ha descubierto el carácter de episodio que tiene para la vida de su mujer, en contraste con el sitio que ella ocupa en su propia vida. Su mente vaga entonces entre distintas ideas, confundida por la necesidad de cambiar el sentido de cosas fundamentales. Las palabras finales del relato –acompañadas en el filme por imágenes de la nieve y de la habitación- son justamente las de su conciencia. Su mujer se ha dormido, él la mira sin resentimiento y como si fuera una extraña, pensando en el pobre papel que le ha tocado jugar en su vida. La imagina bella y joven, la razón de un amor y una muerte.

    Fugazmente, le vienen a la mente los episodios de la fiesta, su tonto discurso, el vino y el baile, la tía Julia... Pronto, se da cuenta Gabriel, estará vestido de negro buscando palabras inútiles de consuelo con ocasión de la muerte de Julia. "Uno a uno –concluye- todos se estaban convirtiendo en sombras". La enseñanza que extrae de las imágenes que circulan por su mente es que resulta mejor pasar con valentía al mundo de la muerte, "en la gloria completa de alguna pasión, que marchitarse y desvanecerse tristemente con la edad". Se imagina entonces el amor de juventud de aquel joven hacia su esposa, cuya intensidad él nunca sintió. Su alma percibe incluso la región de los muertos, que vuelve incierta la existencia del mundo real. A raíz de un pequeño golpeteo producido por la nieve, mira hacia afuera por la ventana. En toda Irlanda, piensa, está nevando, incluso en el cementerio donde yace el joven que amó a su esposa. Como un elemento universal, imagina que la nieve cae sobre todo el universo, imagina que se encuentra "cayendo suavemente a través del universo y suavemente cayendo sobre todos los vivos y los muertos".

    http://ver-verdequetequieroverde.blogspot.com/2014/02/literatura-como-epifania-de-liberacion.html#comment-form

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  18. YA REGRESANDO DE VIAJE Y LISTO PARA LEERTE. ME PONGO AL DIA.

    SALUDOS
    CARLOS

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    1. Y yo... pero no sé si podré ponerme al día :))

      Saludos!!

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  19. Luego vuelvo para disertar un poco sobre el gnomon, la parálisis, los intervalos o puntos suspensivos, la epiclesis asociada a lo que ya se había mencionado como epifanía. Todos temas que se mencionan en el primer cuento y que estructurarán toda la obra de Joyce e iluminará el arte de la literatura en adelante, que como extraña coincidencia también se dan en la obra de Proust. OK besos!!!

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  20. Después de mucho tiempo sin pasar por aquí, observo que tu blog sigue siendo un importante canal de información y crítica literaria. Creo que es una labor importante.
    Un abrazo.

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    1. Gracias Mercedes. Me alegra mucho volverte a ver por aquí.

      Un abrazo!!

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  21. "Cada noche al levantar la vista y contemplar la ventana me repetía a mí mismo en voz baja la palabra parálisis. Siempre me sonaba extraña en los oídos, como la palabra gnomón en Euclides y la simonía del catecismo. Pero ahora me sonó a cosa mala y llena de pecado." El gnomon generalmente entendido como objeto vertical para ubicar las posiciones del sol mediante la sombra, heredero tal vez del menhir y antecesor del obelisco, ha sido según su historia uno de los instrumentos más asombrosos que se relacionan con la evolución espiritual y de pensamiento de las sociedades que le dieron un uso. Mediante él se pudo medir el espacio y el tiempo y con ello tejer un sinnúmero de mitos hijos de la luz y de la oscuridad. Luego del filósofo Platón encarnó el concepto de Dios mismo que hasta el día de hoy nos regenta.
    Si el gnomon sirvió para explorar la física y la metafísica, a Joyce le sirve para explorar el interior del alma hasta ubicar esa semilla dicotiledónea de la vida donde lo femenino y lo masculino subyacen velados por las diferentes capas de una moral que paraliza a toda una humanidad. El Joyce escritor ha sido injustamente condenado por muchos feminismos que nunca han abierto una página de sus novelas, y digo injusto porque precisamente es uno de los constructores estéticos que ha redimido a la mujer desde su esencia misma. Si su nogmon le ha llevado a demarcar con ahínco los dramas de la vida desde la definición existencial entre lo femenino y lo masculino también lo ha hecho desde la luz y la oscuridad, de ahí que desde esta serie de cuentos ya esboza lo que será su Ulises como obra solar y el Velorio de Finnegan como obra nocturna o de la sombra. Mediante el sencillo principio de la rigidez y parálisis del gnomón contrasta las fuerzas en movimiento constante del corazón que subyacen atrás de lo aparente del día o como palpables misterios en la falta de luz.

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  22. "¿Qué es ese intervalo, que hay entre mi y mi?" Pessoa. El viejo Cotter estaba sentado junto al fuego, fumando, cuando bajé a cenar. Mientras mi tía me servía mi potaje, dijo él, como volviendo
    a una frase dicha antes:
    -No, yo no diría que era exactamente...
    pero había en él algo raro... misterioso. Le voy a
    dar mi opinión.
    Empezó a tirar de su pipa, sin duda ordenando sus opiniones en la cabeza. ¡Viejo estúpido y molesto! Cuando lo conocimos era más interesante, que hablaba de desmayos y gusanos; pero pronto me cansé de sus interminables cuentos sobre la destilería.
    -Yo tengo mi teoría -dijo-. Creo que era
    uno de esos... casos... raros... Pero es difícil decir...

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  23. Joyce fue un estudioso de la música y además cantaba, así que los intervalos en las piezas que interpretaba bien le abrieron ventanas desde esas intermitencias tangibles de las palabras hacia los abismales precipicios que la imaginación apenas puede llegar a vislumbrar. Los puntos suspensivos que deja su interlocutor lo llenan de desesperación, pero al tiempo le muestran que en esos espacios de nada está el sustrato de esa miseria que aflora a raudales en la cotidianidad de cada uno de los días. Esos espacios serán protagónicos en su última novela, pues en ellos es donde el espíritu tomará la obligación de ser libre, es allí donde nadie dirá que es lo que hay que hacer o lo que ya está hecho o mandado a hacer como en la reunión del cuento de los Muertos donde el ritual de la fiesta es solo corroborar la dinámica de una estructura social donde todo ya está estructurado.

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  24. Estructura que aparte de esos silencios y constantes puntos suspensivos se ve resentida en la sonrisa de quien es la encarnación misma del gnomon, el indicador inconsciente de la luz y de la sombra, el sacerdote. Cuando se le rompe (quebrantamiento de las reglas y de la ley) el cáliz, síntomas primeros de su parálisis, lo toma como el advenimiento de una reprensión divina, prácticamente enloquece y lo encuentran hablando solo mientras sonríe. Lo mismo ocurre cuando muere, el niño espera que su cara de muerto esté sonriendo, como cuando se le aparece en sus sueños con una sonrisa. Ese quebrantamiento de la fuerza de la regla de un mundo que homogeniza en un mismo universo a los vivos y a los muertos es un anhelo constante de principio a fin, desde el niño hasta el adulto, es el deseo leve como una llama que se esconde como una remota posibilidad de vida ""Uno a uno –concluye- todos se estaban convirtiendo en sombras". La enseñanza que extrae de las imágenes que circulan por su mente es que resulta mejor pasar con valentía al mundo de la muerte, "en la gloria completa de alguna pasión, que marchitarse y desvanecerse tristemente con la edad"...

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  25. Bien mi querida Luna hasta aquí por hoy, tal vez en otra oportunidad hablemos de esa sustancial diferencia de la concepción del conocimiento antes y después de Platón referida específicamente al gnomon y la némesis, y esa mágica relación entre el observador, el observado y el testigo que es precisamente el que piensa como bien lo indica la presencia del gnomon.
    Besos!!!

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    1. Vengo de la "epifanía" que de forma más completa me ha permitido comprender cómo Joyce forjó su carácter. El amor por la música, la lluvia, las nubes, el viento, la bebida, el querer ser más de lo que la manga permite.

      Te leo y tendré que releerte para entender ese "quid" alrededor del cual has estructurado tu comentario. Recuerdo tu entrada, también la he vuelto a leer.

      El gnomon, el objeto cuya sombra se proyectaba sobre una escala graduada para medir el paso del tiempo. El guía, el maestro. Muchas propuestas a digerir :))

      Muchos besos!! Y quedo pendiente de esa conversación.

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  26. Me gustaron mucho estos relatos.
    Sobre Los Muertos hizo John Huston una peli que te recomiendo.
    Con todas sus licencias cinematográficas sobre la obra de Joyce,le quedó un film interesante.
    Recuerdo su luz,muy lograda y la interpretación de su hija Anjelica.

    Besos veraniegos!

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    1. Estoy en ello, creo que la vi hace tiempo y ahora me gustaría volverla a ver.

      Besos!!

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  27. Leyéndote a ti y a los que comentan, yo, humilde ignorante, aprendo...

    Gracias a todos.

    Abrazo.

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    1. Gracias a ti, querido.

      James Joyce ha sido mi gran descubrimiento de este año, estoy entusiasmada, la verdad.

      Un abrazo!!

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