sábado, 15 de febrero de 2014

JAMES JOYCE, Retrato del artista adolescente.

Tenía este libro en casa de mi madre, pertenece a una colección de Historia Universal de la Literatura de las editoriales Orbis y Origen  que compraron en casa en los años ochenta. Se trata de la traducción de Dámaso Alonso, considerada como la mejor traducción de esta obra al castellano. Ya he comentado que la lectura de esta novela forma parte de mi intento de leer el Ulises, que emprenderé de aquí a poco (seguramente ya en marzo, si alguien se anima que me lo diga y ponemos fecha para empezar a leer).


La novela tiene 304 páginas y el título hace referencia  a la historia de un joven llamado Stephen Dedalus, álter ego de Joyce, por lo que en ella aparecen muchos episodios basados en la vida real del escritor, pertenece al género de la novela de aprendizaje. Fue publicada en el año 1916, pero en la propia novela se señala que fue escrita entre 1904, en Dublín, y 1914, en Trieste. El apellido del personaje hace clara referencia a Dédalo, el arquitecto y artesano de la mitología griega constructor del famoso laberinto de Creta, donde estaba preso el Minotauro.

La biografía de James Joyce (Dublin, 1882-Zurich, 1941) es tan conocida que no considero necesario resumirla como hago habitualmente.



La novela se centra en las luchas de un joven en contra de las convenciones de la sociedad burguesa, en especial las que tienen una base católica e irlandesa.

Stephen cerró los ojos y extendió su mano temblorosa, con la palma hacia arriba. Sintió que el prefecto le tocaba un momento los dedos para ponerla plana y luego el silbido de las mangas de la sotana al levantarse la palmeta para dar. Un golpe ardiente, abrasador, punzante, como el chasquido de un bastón al quebrarse, obligó a la mano temblorosa a contraerse toda ella como una hoja en el fuego. Y al ruido, lágrimas ardientes de dolor se le agolparon en los ojos. Todo su cuerpo estaba estremecido de terror, el brazo le temblaba y la mano, agarrotada, ardiente, lívida, vacilaba como una hoja desgajada en el aire (p. 56-57).

La obra está contada desde el punto de vista del protagonista y se va desarrollando a lo largo de cinco capítulos. En las primeras páginas, la narración es una especie de monólogo interior y a través de esta técnica, el personaje, transmutado en narrador expone sus pensamientos al azar. Después se recurre a la clásica tercera persona narrativa.

Para estar a solas con su alma, para examinarse la conciencia, para afrontar cara a cara sus pecados, para evocar sus modos, sus épocas, sus circunstancias, para llorarlos. No podía llorar. No podía evocarlos en su memoria. Sentía solo un dolor en el alma y en el cuerpo, todo su ser –memoria, voluntad, entendimiento, carne- entumecido y cansado (p. 159).

Esto nos indica que Joyce mezcla estilos en función de las etapas de la vida del protagonista ya que pasa de reflejar los balbuceos de un bebé, en las primeras páginas, a la etapa que cierra la novela que se basa en las aventuras introspectivas de un universitario. La memoria es cambiante y por ello destaca la repetición en lugar del desarrollo continuo, cronológico.

Para unos, sin embargo, se trata de una obra repleta de símbolos que por no ser experta no he localizado. Yo he observado sobre todo las aventuras emocionales e intelectuales de su protagonista. Se me escapa el significado, más allá de lo evidente, de la apocalíptica retahíla sobre el Infierno a cargo del jesuita, en el capítulo tres. Sin embargo resulta obvia la crítica al nacionalismo que Joyce deja clara en esta y otras obras y que tan pocas simpatías le proporcionó en su país.

Cuando el alma de un hombre nace en este país, se encuentra con unas redes arrojadas para retenerla, para impedirle la huida. Me estás hablando de nacionalidad, de lengua, de religión. Estas son las redes de las que yo he de procurar escaparme (p. 241).

Personajes secundarios, y detalles de su entorno, parecen más excusas al servicio de la evolución del personaje central que otra cosa. El protagonista absoluto es Stephen y el autor va revelando los detalles de su persona y de la cultura en que se desenvuelve.

Una lectura que no entraña dificultades, con una escritura precisa y clara y una narrativa que roza la poesía en muchos momentos.

Una alegría temblorosa, como una caricia de luces pálidas, danzaba una danza de espíritus encantados en torno de él. ¿Qué era? ¿El paso de la muchacha por entre el aire crepuscular? ¿O el verso lleno de vocales densas, pleno de ritmo, son de laúd? (p. 278).
 Muy recomendable.

59 comentarios:

  1. Me llevo tu recomendación, muchas gracias, porque también deseo ponerme con el Ulises, que se me resiste desde que tengo memoria.

    Besos.

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    1. No sé qué pasará con el Ulises, pero esta obra es una maravilla y muy recomendable.

      Besos!!

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  2. Lo de prepararte, como si de una maratón se tratara, para poder leer el "Ulises" me ha hecho gracia, pero llevas toda la razón, está claro que no me preparé en su día para su lectura y no pasé de las primeras páginas.

    Un abrazo.

    PD/ ¿Has leído algo africano? he comenzado con Amos Tutuola

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    1. Bien, resulta tan difícil su lectura que cuando leí esta propuesta de leer antes la Odisea y el Retrato..., pensé que nada perdía y leería estas dos obras que también quería leer. La verdad es que a fecha de hoy he disfrutado mucho con Homero y esta de Joyce, veremos qué pasa con la gran obra :))

      No conozco a Amos Tutuola, voy a buscar información y ya me dirás tu opinión.

      Un abrazo!!

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  3. Hace ya muchísimos años leí esta obra en un curso de verano de la universidad de Edimburgo, de la mano de varios expertos en ella. Me gustó muchísimo, pero fue una lectura guiada, en la que me fueron mostrando el camino. Y me sirvió para leer después El Ulises. No sé si ahora tendría fuerzas para abordarlo de nuevo, aunque a veces esté tentada.

    Besos.

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    1. Más allá de ese simbolismo que puede haber y que en esta lectura no he apreciado más allá de lo obvio, esta novela no me parece complicada de leer.
      Sí sé que hay guías de lectura para el "temible" Ulises. Veremos que tal va el intento de leerlo.

      Besos!!

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  4. No volveré a intentar leer Ulysses.
    Se acabó.
    En cuanto a los símbolos que interpretan los "sesudos intelectuales" la verdad es que ya no les hago ni caso. Siempre recuerdo de la biografía de Buñuel que él decía que le entraba mucha risa cuando los críticos cinematográficos "interpretaban" determinadas partes de sus películas como por ejemplo algunos sueños que tenían los protagonistas, o apariciones inesperadas.
    La única razón que Buñuel tenía era que el contrato con la productora mejicana le exigía un mínimo de duración de la película y como las películas le salían cortas, una vez acabadas se dedicaba a introducir sueños y escenas raras.
    Y claro, todos los sesudos analistas e intelectuales de postín escribían grandes análisis sobre la película que a él lo producían ataques de risa.

    Besos.

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    1. :)
      La verdad es que cuando una obra es tan compleja de leer por lectores acostumbrados a ello plantea dudas acerca de la finalidad que pretendió el autor. Esta que comento es una obra accesible, interesante y rica en su forma y contenido.

      Mi admirado Buñuel, además de por la duración de las películas mexicanas, tenía unos "enemigos" naturales que exorcizaba a través de esas metáforas cinematográficas extraordinarias: la religión, y especialmente el clero (en este país, hubo mucho anticlerical que no era creyente pero respetaba las creencias), la doble moral burguesa, los valores conservadores tan arraigados respecto al sexo y las relaciones amorosas-sexuales, etc. Todo eso está en sus obras de forma evidente, lo demás de esos sesudos intelectuales que se dedican a dar vueltas a sus obras, carece de relevancia y estoy de acuerdo contigo.

      Besos!!

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  5. Qué curioso, las casas de las madres parecen albergar los mismo libros (y en este caso, hasta la misma edición). Lei este libro hace tiempo (mucho) y lo que me pasó con él acabo de tener la clave por el comentario de Ro: me hubiera hecho falta una lectura guiada. Así a tontas y locas recuerdo que me costó un mundo, quizás influida también por esa aparente necesidad de interpretar símbolos que a mí se me escapaban y que te dejan con la autoestima lectora fatal. Quizás así, sin necesidad de intelectualizar ni descifrar la lectura, la saborearía más. Ahí está, en cualquier caso (en casa de madre) ;)

    Besos

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    1. No sé que decir, me ha resultado de fácil y agradable lectura. Ahora leyendo tu comentario y alguno anterior igual no he captado el intríngulis de la novela.

      Esta colección fue un boom en aquellos años de falta de libros.

      Besos!!

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  6. Pues me ayudas a saldar una vieja deuda, que ha sido leer contigo 'Odisea', y esta reseña que aboga porque termine de una vez las cuentas pendientes con Joyce, después de leer 'Ulises' sin haber visto siquiera ambas obras. Lo apunto. Besos para ti.

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    1. Si lo lees me gustaría saber tu opinión al respecto. Y sobre todo, si detectas simbolismos que, quizás, yo no he captado. La novela me ha gustado y he encontrado muchos fragmentos que me han interesado y que utilizo en el lateral o en el texto de Anacional.

      Besos, Marcelo!!

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  7. Con este autor aún no me he atrevido. Parece por lo que cuentas, que esta novela es ideal para ir perdiéndole el miedo...
    Besotes!!!

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    1. Pienso que es adecuada y accesible para una buena lectora como tú.

      Besos!!

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  8. Un joven que se crece y se rebela contra lo establecido y aceptado. ¿Como todos los criados en un ambiente opresor? Un beso.

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    1. No todos, si fueran todos otro gallo cantaría. Pero diría que es lo natural.

      Un beso!!

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  9. Es verdad, nada que ver la accesibilidad tanto de este libro como de Dublineses, ambos de su primera época, con la dificultad del su Ulises, donde tanto por contenido como por forma, con tanto experimentalismo y tanta innovación estilística, se las trae.

    Es curioso porque la vida que relata Stephen de su paso por el colegio de jesuitas es prácticamente la misma que he escuchado a muchos que han pasado por ese colegio en este país muchísimos años después..castigos y humillaciones como bases de enseñanza, visión integrista de la religión católica en esos mismos retiros espirituales que narra.. aquí, igual. A veces me asombra como se congela el tiempo en ciertos ambientes...

    Debe ser por eso que luego fuera, ciertas mentes son incapaces de evolucionar y supongo que tal cual explica Joice tanta restricción religiosa mezclada con un nacionalismo exacerbado son la razón por la que a Irlanda y a comunidades acogotadas por los mismos males, les ha costado y cuesta tanto subirse al carro de la modernidad. Sí, sí, tienes razón Laura, muy recomendable.

    Un besito, feliz finde.

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    1. Ya tenía en la lista Dublineses, aunque creo recordar que lo leí hace mucho (miraré en casa de mi madre cuando vaya) :))

      La iglesia católica me temo que es igual, o parecida, en todos los sitios. Incluso en Irlanda es posible que nos superen. El apoyo de la iglesia al franquismo, debilitó su influencia. Todo relativamente, naturalmente.

      Lo que sí sé con certeza es el daño que ha hecho la iglesia católica aquí, y sigue haciendo. Sin duda uno de los factores que más dañó la modernización del país, no dudaron en machacar la II República con todo lo que de modernizador tuvo.

      Igualmente María, un beso!!

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  10. Una de las obras que más me ha gustado.
    Animate al Ulises, sé que es difícil, pero a ti te gustará, ya me contarás-
    Un abrazo

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    1. En esa aventura estoy, en marzo cual Ulises femenina me lanzaré al mar a navegar por sus complejidades, espero no tardar 20 años :))

      Un abrazo!!

      Besos!!

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  11. Pues también conozco esta obra que he leído un par de veces. Tienes mucha facilidad para reseñar libros. Con pocas palabras y citas precisas aproximas muy certeramente a éste magnífico artista adolescente. Lo del Ulises sigue pendiente para mí: espera en mi librería su momento. Sí he leído también "Dublineses" y " exilados". Besos, amiga.

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    1. Gracias por tu elogio, viniendo de ti es muy valioso para mi.

      Llevaba también en mi librería mucho tiempo, espero lograrlo y no rendirme.

      Besos!!

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  12. Me gustan este tipo de historias, definitivamente debo leerla, saludos.

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    1. Boris, cariño, Joyce es un poco complicado y tú eres joven, tienes mucho tiempo por delante para leerlo. Pero si te animas adelante.

      Un abrazo!!

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  13. Joyce, siempre ha sido una asignatura pendiente. Su Ulises, hubo un tiempo que me perseguía...Tal vez, tendría que comenzar con su biografía, y puede que así,...me guste aún más. Cuando estuve en Dublín hace muchos años, hay tantas referencias a su persona, que casi parece que te le vas a encontrar.

    ¡¡Qué bellos son esos encuentros en la casa de nuestros ancestros!! Siempre hay algo que aunque hayamos visto mil veces, y que sabemos que existe, un dia toma su propia identidad para ser más conocidos.

    El elogio a Clara Campoamor, también me gustó mucho...pagó cara esa defensa por el sufragio femenino. Como dice ella, al final fue lo que quedó de la Republica...(aunque hubo más). Leer su defensa de por qué era un derecho independiente a cualquier miedo, o a no estar preparadas para hacerlo...eso no justificaba nuestra condición de ciudadanas. Siento que tuvo que sufrir mucho posteriormente, por la decisión tomada en el 33. Le debemos mucho...
    Un besin grande!!

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    1. María, hay autores cuyo solo nombre impresionan ¿verdad? Y el Ulises es como un reto. No debería ser así pero lo es.

      Me han contado que hay una ruta Joyce para recorrer Dublin. Qué interesante. Lo curioso es que cuando el vivía no lo aceptaban tan bien por su cuestionamiento del nacionalismo y el catolicismo.

      Es verdad, en casa de mis padres tengo libros que nunca me he traído y cuando voy a casa (la considero mía, la verdad) siempre investigo a ver qué encuentro :))

      Admiro mucho a Campoamor, en cualquier país sería una persona de referencia, aquí, que tan necesitados andamos de referentes, es una desconocida. Penoso.

      Besos!!

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  14. Lo tengo presente, aunque seguro iré primero por Dublineses. Me intriga más. Ulises es una de mis obras favoritas. Actualmente tengo una edición bastante simpática. Espero volver a leerlo, es uno de esos libros únicos en que uno siempre halla nuevas experiencias. Un abrazo.

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    1. A ver si logro hacer mi primera lectura con éxito. Si es así, podemos comentar y compartir alrededor de una reseña.

      Un abrazo!!

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  15. Solo he intentado leer el Ulises una vez, y lo conseguí; pero no se lo recomiendo a nadie, es una obra pedante y vacía, difícil de leer e incluso pesada. Reconozco que lo terminé por testadurez y nunca más lo he vuelto a abrir.

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    1. Pongo a la Utopía por testigo que si siento lo que me dices, no avanzaré mucho en su lectura y quedará arrinconado en mi biblioteca por siempre jamás.

      Qué mala experiencia Ses.

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  16. Debería tomar tu ejemplo, y emprenderla con Joyce de una vez por todas. Lo mío es imperdonable... Un abrazo.

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    1. Nooo, los caminos que nos conducen a los autores y lecturas son los que son.

      Un abrazo!!

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  17. Gran libro y muy asequible para el lector medio y aún más asequible el Dublineses. El personaje Stephen Dedalus, fiel representación del propio Joyce, vuelve a tener un enorme protagonismo en el Ulises como antítesis de Harold Bloom, el protagonista principal de la obra.
    Besos

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    1. Espero tenerte de guía en la lectura de Ulises puesto que tú lo has leído y me interesa tu lectura de esa obra (voy anotando mentalmente tus comentarios).

      Besos!!

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  18. Reconozco que me asusta un poco James Joyce... No creo que me anime con el "Ulises" pero puede que en algún momento lea éste.
    Abrazo!

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    1. Pues ya somos dos :)). Especialmente el Ulises.

      Abrazo!!

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  19. Yo también tengo la misma edición, comprada en alguna rebaja posiblemente, y reconozco que no lo he leído. Lo que sí intenté varias veces sin pasar de la página treinta como mucho es el Ulises. Esa novela puede conmigo, pero te deseo lo mejor en la aventura en la que te vas a embarcar, y si sobrevives ya nos contarás.
    Saludos

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    1. Esta obra se puede leer sin problemas, te animo a ello siempre que te motive, claro.

      Prometido. Y si no avanzo de la página treinta, también lo contaré.

      Saludos!!

      Pdt: me encanta tu nombre e imagen :))

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  20. Coincido con Mateo en tu facilidad para reseñar libros, siempre dan ganas de leer lo que proponés, elegís unos fragmentos encantadores..

    Besos y regalo:

    Son pocos los libros cuyo papel se recicla y se convierte en pasta; una vez entregados, viven en algún lugar, abandonados a su suerte. Por un instante son nuevos, pero al siguiente ya son viejos; apenas existe diferencia entre un libro cuya edad se mide en tres instantes y otro de setenta años. Cada libro cambia la faz del mundo, nos ofrece su savia en blanco y negro. Ya sea sobre la apicultura, ya sobre San Pablo, cada uno se nos presenta con una pretensión casi insoportable, aunque se declare sin pretensiones. La pretensión de ser sin pretensiones es más difícil de soportar que la amenazadora seriedad del profeta. Los libros sin pretensiones no existen.
    (1960)

    Más allá de la literatura
    Heinrich Böll

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    1. Que acertada esa última afirmación de H. Böll, comparto su opinión de que todo libro que se atreve a publicarse tiene pretensiones, como mínimo de despertar la luz, la emoción, la ternura, la pena, la simpatía, el conocimiento, la sabiduría, la reflexión..................... en algún lector/a. Pretende acaparar la atención de alguien, aunque sea una sola persona. ¿O no tenemos la misma pretensión los autores de blogs?

      Gracias Adriana por esa afirmación que me alegra (y me sonroja).

      Un gran abrazo interoceánico.

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  21. Picasso cierta vez afirmó que había pintores que hacían de una mancha amarilla un sol mientras que otros hacían del sol una mancha amarilla, ja ja ja
    Con este Retrato de un adolescente, que viene siendo un autoretrato, J. Joyce de una “mancha” logra hacer brillar un sol, en este caso una vida.
    Basado como un pintor de oficio en la magia de los contrastes revela los focos que sustentan las máximas vibraciones de nuestra existencia, ambición de realización de todo artista.
    Desde ese fantástico viaje de Ulises desenmarañando todo lo terrestre hasta desafiar a los dioses para ser consciente del amor y dejando sin empezar un segundo viaje, la literatura universal se ocupa de una u otra manera de esta misma interrogante para todos los tiempos.
    El éxito de toda lectura radica hasta donde podemos ungirnos de este desafío a los dioses para sentar nuestras bases de afirmación, para mirarnos al rostro de nuestro autoretrato y dejar de ser una mera mancha para que nuestro sol irradie al principal cometido del universo: la vida.
    Insistiendo que desde Platon hasta nuestros días la relación con la divinidad ha sido modelada para forjar un mundo y un ser humano esclavos y enfermos podemos emprender nuestro propio viaje de vida hacia esta obra, hacia la gran posibilidad de tocar nuestra divinidad, de volar con las mismas alas de Dédalo hacia el sol y no hacia la mancha para escapar del laberinto.
    Joyce se vale de los contrastes para dinamizar su escritura, en este caso el mismo nombre del protagonista Esteban Dédalo representa al mártir cristiano y al triunfante padre de Ícaro que logra volar por encima del laberinto para escapar. Ya este mismo nombre es la crisálida que llevará el guión hasta la liberación final.
    Tomaré solo tres ejemplos que son los básicos y definitivos para lograr su tan ansiada y buscada epifanía.

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  22. El primer ejemplo es cuando Esteban presa de una educación que pecaminiza el sexo se relaciona con una prostituta:
    “…Un temblor se apoderó de él y sus ojos se nublaron. Y ante su confusa vista, las llamas amarillas del gas se elevaban contra un cielo cubierto de nieblas, ardiendo como ante un altar. En los umbrales de las puertas y en los vestíbulos iluminados, había grupos misteriosos dispuestos como para un rito. Era otro mundo distinto: se había despertado de una soñolencia de centurias.
    Estaba aún en mitad del arroyo sintiendo que el corazón le clamaba tumultuosamente en el pecho. Una mujer joven, vestida con un largo traje color rosa, le puso la mano en el brazo para detenerle y le dijo:
    -Buenas noches, rico…”
    Aquí Aristos Veyrud por necesidad tiene que reírse ja ja ja ja ja, pero veamos la continuación más adelante:
    “De pronto, ella volvió la cabeza y le oprimió los labios con los suyos. Y él leyó lo que querían decir aquellos movimientos en los ojos francos que, levantados, le miraban. Era demasiado, cerró los ojos y se entregó a ella, en cuerpo y alma, sin conciencia de cosa de este mundo, salvo del sombrío roce, de la dulce hendidura de aquellos labios. Los sentía en la carne y en el cerebro como conductores de un vago idioma. Y entre ellos sintió una desconocida y tímida presión, más sombría que el desfallecimiento del pecado, más dulce que el sonido o el olor.
    3
    El corto crepúsculo decembrino se había desplomado torpemente tras un día plomizo, y mientras Stephen miraba el sombrío cuadrado de la ventana de la clase, el vientre le estaba reclamando su alimento. Esperaba que tendrían estofado para cenar, con nabos, zanahorias y patatas majadas y grasientos pedazos de cordero adecuados para ser bien revueltos en la salsa gruesa, adobada de harina y de pimienta. ¡Engúlletelo!, ésta era la voz del vientre.”

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  23. Noten los contrastes que maneja el escritor cual pintor de academia, “…las llamas amarillas del gas se elevaban contra un cielo cubierto de nieblas, ardiendo como ante un altar…” y luego “El corto crepúsculo decembrino se había desplomado torpemente tras un día plomizo, y mientras Stephen miraba el sombrío cuadrado de la ventana…”
    Estas dos escenas superpuestas en color y en música, mientras la escena de amor es de color y temperatura cálida, la escena que sigue es gris y fría. Mientras la primera escena tiene frases más cortas, en la segunda son más largas, como expresando latidos y ritmos de respiración.
    Es importante tener esto en cuenta porque esta obra está más compenetrada con la naturaleza humana de lo que normalmente aparenta, de ahí que su estructura esté basada en técnicas de cómo pintar un autorretrato antes que en las técnicas de narración tradicionales, es una técnica de meditación desde la estética antes que la composición de un espectáculo. Luego de convocar ese éxtasis sexual el escritor retrata lo ocurrido posteriormente y examina su inercia en un día común y corriente del protagonista. ¿Es el balance positivo? O ¿Esteban sigue siendo igual o peor que antes?

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  24. Veamos entonces el segundo ejemplo, la segunda búsqueda de su epifanía:
    Luego de que Esteban se siente culpable y en extremo pecador por lo ocurrido con la prostituta llega a confesarse:
    “¡Qué alegres, las calles enfangadas! Marchaba hacia casa a grandes pasos, consciente de una gracia que se difundía por sus miembros y los aligeraba. A pesar de todo, lo había hecho. Se había confesado y Dios le había perdonado. Su alma era pura y santa una vez más, santa y feliz.
    ¡Qué hermoso morir ahora, si fuera voluntad de Dios! Y qué hermoso vivir en gracia una vida de paz y de virtud y de indulgencia para con los demás.
    Se sentó al fuego en la cocina, sin atreverse a hablar de pura felicidad. Hasta aquel momento no había sabido cuan hermosa y apacible podía ser la vida. El cuadrado de papel verde, prendido con alfileres alrededor de la lámpara, proyectaba un dulce reflejo. Sobre la mesa había un plato de salchichas y pudding blanco y, en la repisa, huevos. Todo para el desayuno del día siguiente, después de la comunión en la capilla del colegio. Pudding blanco y huevos y salchichas y tazas de té. Después de todo, ¡qué simple y qué hermosa que era la vida! Y toda la vida yacía ahora delante de él.
    Como en un ensueño, cayó dormido. Como en un ensueño, se levantó y vio que ya era de mañana. Como en un ensueño de duermevela, caminó hacia el colegio a través de la mañana tranquila.”
    Observen de nuevo los contrastes de color y temperatura usados, y los estados emocionales que se le corresponden, también los ritmos del corazón y la respiración…magia ¿verdad?

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  25. Lleguemos al tercer ejemplo:
    Luego que Esteban rechaza optar por vestir los hábitos, por su conciencia de pecado de simonía (punto importante para esta obra, la anterior y la que le sigue, ya que este se relaciona con el drama humano y literario de afirmación ó resolución) sale hacia un llamado de un atardecer en el mar en busca ya de su definitiva epifanía, este es el punto central y motivo de la obra, quien lo entienda y lo viva puede decir que ha leído Retrato del artista adolescente:
    “Arriba, el derivar silencioso de las nubes; abajo, el silencioso fluir de las algas de mar; el aire gris, tibio aún; y en sus venas, la canción nueva y salvaje de la vida.
    ¿Dónde estaba ahora su adolescencia? ¿Dónde estaba el alma que había reculado ante su destino para cavilar a solas sobre su propia miseria y para coronarla allá en su morada de sordidez y subterfugios, envuelta en un lívido sudario, con guirnaldas, marchitas ya al primer roce? ¿Dónde, dónde estaba?
    Solo. Libre, feliz, al lado del corazón salvaje de la vida. Estaba solo y se sentía lleno de voluntad, con el corazón salvaje, solo en un desierto de aire libre y de agua amarga, entre la cosecha marina de algas y de conchas; solo en la luz velada y gris del sol, entre formas gayas, claras, de niños y de doncellitas, entre gritos infantiles y voces de muchachas.
    ………
    La imagen de la muchacha había penetrado en su alma para siempre y ni una palabra había roto el santo silencio de su éxtasis. Los ojos de ella le habían llamado y su alma se había precipitado al llamamiento. ¡Vivir, errar, caer, triunfar, volver a crear la vida con materia de vida! Un ángel salvaje se le había aparecido, el ángel de la juventud mortal, de la belleza mortal, enviado por el tribunal estricto de la vida para abrirle de par en par, en un instante de éxtasis, las puertas de todos los caminos del error y de la gloria. ¡Adelante! ¡Adelante! ¡Adelante!

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  26. Se detuvo, de súbito, y oyó en el silencio el zumbido de su corazón. ¿Hasta dónde había caminado? ¿Qué hora era?
    ………
    Sentía sobre él la gran cúpula indiferente del cielo y el reposado avance de los cuerpos celestes; y, debajo, la tierra, la tierra que le había engendrado, le tenía cobijado en el seno.
    Cerró los ojos, adormilado. Le temblaban los párpados como si sintieran el gran movimiento cíclico de la tierra y de sus satélites, como si sintieran la luz extraña de un mundo nuevo. Su alma se iba hundiendo en aquel mundo desconocido, fantástico, vago como las profundidades submarinas, surcado por formas y seres de niebla. ¿Era un mundo, una luz vaga o una flor? Brillo y temblor, temblor y flujo, luz en aurora, flor que se abre, manaba continuamente de sí mismo en una sucesión indefinida, hasta la plenitud neta del rojo, hasta el desvanecimiento de un rosa pálido, hoja a hoja, y onda de luz a onda de luz, para inundar el cielo todo de sus dulces tornasoles, a cada matiz más densos, a cada oleada más obscuros.
    Cuando se incorporó, la tarde había caído ya. La arena y las plantas raquíticas de su lecho ya habían perdido su dulce calor. Se levantó lentamente y, al recordar el gozo arrobado de su sueño, suspiró.
    Trepó hasta la cresta de la colina de arena y miró en derredor. La tarde se había hundido. El borde de la luna nueva rasgaba la pálida aridez del horizonte, tal un aro de plata a medio enterrar en la arena; y el flujo de la marea trepaba tierra adelante y aislaba, allá lejos, algunas figuras humanas diseminadas aún por la playa entre los últimos charcos.
    5
    Apuró hasta el fondo la tercera taza de té aguado y se dedicó a roer las cortezas de pan frito que yacían diseminadas alrededor, mientras contemplaba fijamente el negro hoyo del tarro. El unto amarillento había sido excavado en él formando como un hoyo en tierra pantanosa; la contemplación de aquella sima le trajo a la memoria el recuerdo del agua terrosa y obscura que había en el baño de Clongowes. Una caja, recientemente revuelta, de papeletas de empeño, yacía junto a su brazo; fue cogiendo mecánicamente con sus dedos manchados de grasa aquellos papelitos, blancos y azules, llenos de dobleces y de arena, mal garrapateados con la firma de un prestamista: Daly o Mac Evoy.”

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  27. Noten la aplicación ya de todas las estructuras pictóricas y musicales que definirán y completarán la novela, pero sobre todo noten aquí la presencia de la luna, símbolo femenino por excelencia en la mitología Celta y pagana, que ya venía marcando como brújula esta iluminación desde el principio de la novela:
    “Pero, ¿qué música? La música se fue aproximando y logró evocar las palabras, aquellas palabras del fragmento de Shelley en que habla de la luna errante, sin compañía, pálida de hastío. Las estrellas comenzaron a desmenuzarse y una nube de fino polvo estelar cayó por el espacio…”
    “¿Viene tu palidez de aquel hastío

    de trepar por los cielos contemplando

    la tierra, ¡oh!, tú la errante y solitaria…?”
    Noten también que luego de cada subida a las cimas viene el acto de alimentarse, de comer, que empata el final de un capítulo con el inicio de otro, como si el alcance de cada epifanía fuera más que natural y cotidiano y alimentara o se pudiera degustar y comer!!! Increíble!!! el mismo acto de comer común y corriente se convierte en una acción divina!!! Nada más puede resultar tan maravilloso, eso solo se da desde el arte, en este caso desde la literatura!!!!!!!!!!!!
    Ja ja ja abrazos a los que no se durmieron, y muchos besos a la anfitriona de tan epifánicos y suculentos temas!!!!!!!!!!!
    PD: Para Adriana Alba en este capítulo Esteban llega a esta epifanía definitiva luego de la aparición de una hada celta otros de los grandes contrastes que Joyce usa entre la mitología cristiana y el mundo feérico celta. En el Ulices habrá otra escena similar pero de eso hablaremos cuando ya estemos allá ja ja ja.

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    1. Tremendo y apasionado Aristos... voy a intentar responder a tus comentarios con las impresiones que me han causado tras la lectura de la obra que estamos comentando.

      Tus comentarios están en la línea de que estamos ante una obra con múltiples simbolismos. Por lo que te conozco, esta lectura está en tu línea de entender la estética, la filosofía y, en definitiva, la vida.
      Según lo que aportas, la lectura de esta obra de Joyce gira en torno a la vida, la existencia (de Esteban). Y me parece que también la ambición de realización de todo artista (de ahí el título y la referencia al “artista”). La existencia, para serlo, debe basarse en la propia afirmación, que no puede llegar sino a través de la liberación. Solo si en nuestra vida podemos dejar de ser esclavos en un mundo de esclavos, lograremos SER, lograremos, según tus palabras, “tocar nuestra divinidad”, que entiendo solo es posible a través de esa liberación que nos permita, de verdad, vivir.
      Joyce estructuraría, pues un camino de liberación. Esa epifanía, esas revelaciones que le enseñan ese camino de liberación y de alejamiento de la esclavitud en la Irlanda de la época.
      Por otro lado, destacas también que a través de los contrastes muestra esas revelaciones y ese camino de liberación, dinamizando su escritura.
      Primera etapa de ese proceso de liberación (y se lo revela el sexo con una prostituta): el sexo es vida, no es pecado, pese a que le costará muchas páginas resolver esa visión de felicidad y liberación que siente en brazos de la primera mujer con la que tiene sexo. La visión de la calidez frente al frío (no he captado ese ritmo de frases más o menos largas, pero sí color y temperatura).
      Segunda y tercera etapa: El suplicio de sentirse pecador y la búsqueda desesperada de perdón y el muy costoso camino de rechazar los hábitos por sentirse él mismo pecador y, quizás, por rechazar el pecado de simonía (este aspecto me pasó desapercibido). Carga contra la iglesia católica de forma explícita y eso es muy evidente.
      No vi el tema de que comer tiene ese papel relevante que tú señalas.
      Me gusta que la luna tenga ese papel de “iluminación”, en definitiva de epifanía para el protagonista de la novela.
      Aristos, me parece que das claves muy interesantes para comprender mejor la novela, de algunas he sido consciente al leerla, de otras no lo he sido y no las descarto porque encajan en lo que he percibido de su lectura.
      Entiendo que estarás de alguna manera en la lectura del “Ulises”, ¿empezar en marzo te va bien?
      Besos gurú de las epifanías )

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    2. Hace algún tiempo fui invitado a una lectura del Ulices con yoicianos consumados y de ello tengo unas notas en el papel y en el corazón, que es con el que aprendí a leer ja ja ja, de hecho muy sutilmente Joyce menciona en varias ocasiones que lo que hay que aprender es lo que siente el corazón!!!. Hoy mismo podríamos empezar a comentar el Ulises ja ja ja, bueno espero que cuando salga el tema de la reseña esté cómodo de corazón para palpitar en tu blog ja ja ja
      Besos!!!
      PD: Joyce no se hizo para leerlo una sola vez y luego acomodarlo en los estantes, su invitación a la vida va muy en serio ja ja ja.

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    3. Bien, espero que estés cómodo de corazón en esa reseña y en mi blog. Y espero encontrar ese camino desde el corazón para la lectura del Ulises.

      Besos!!

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  28. Ante todo, para que no se me olvide, al cien por cien en lo de Gil Scott Heron. Y creo que con eso está todo dicho.
    De este libro hay una cosa que me atrae especialmente. El uso de la primera persona. Es algo que si está bien hecho me seduce totalmente. De modo que le anoto.Además el tema tira y mucho. A la lista va.
    Porcierto Katia Chauseva también dice cosas, la tengo justo a mi derecha....es un lujo tu lateral. Un abrazo

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    1. Cierto, todo dicho. Y larga "vida" a Gil Scott Heron.

      Es una obra accesible y muyyy interesante, seguro que le puedes sacar mucho provecho, Víctor.

      Que bello cuello ¿verdad? y qué bella perspectiva. No puedo decir nada más sin desvelar alguna debilidad :))

      Y gracias!!

      Un abrazo.

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  29. Pues me alegro de que te gustara porque Joyce es Joyce para lo bueno y para lo malo. Fue mi primero del irlandés en preparación para sufrir el Ulises que pienso releer antes de que acabe el año ¿te apuntas? Un beso :)

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    1. ¿Te va bien en marzo? Era cuando pensaba empezar a leerlo pero puedo retrasarlo un poco.

      Un beso!!

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    2. Cuenta conmigo, para mí es relectura. Voy a ver si recluto lectores :)

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    3. Te apunto. Cuatro re-lectores y una novata, yo.

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  30. Alzo mi mano en el aire y así firmo el compromiso de releer El Ulises de Joyce, ascender de nuevo las angostas escaleras de la torre circular y descifrar cada una de las frases. Ingente tarea nos espera para llegar a buen puerto tras esa larga travesia. ¿El 16 de Junio no habrá que desayunar con higado y riñones? Un beso .

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    1. Te contaré un secreto, Carlos.

      Tengo una bella caja de palabras dadas; ahí pondré esta declaración solemne de que me acompañaras por esos angostos caminos a los que me lanzaré a transitar.

      No pienso tomar tan vil desayuno. Prefiero un desayuno convencional: zumo, café con leche y tostada con mantequilla y mermelada. Pero si hay celebración puedo cambiarlo por dos cosas que combinadas me encantan.

      Un beso.

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  31. Un gran libro. Personalmente, más que una buena introducción al Ulises lo considero de imprescindible lectura antes de Ulises. Joyce es uno de esos lectores cuya obra debería leerse cronológicamente. Como bien dices la traducción de Damaso Alonso es bastante buena. Para Ulises creo que la mejor, con mucho, es la de Valverde.

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