miércoles, 13 de noviembre de 2013

FEMINIDAD

Cuando los revolucionarios franceses (y antes los ingleses y norteamericanos) clamaron Libertad, Igualdad y Fraternidad en 1789, tramaron en paralelo el modo de dejar fuera a muchos sectores de la sociedad: unos por no ser propietarios o blancos y otras, todas, por ser mujeres, pese a que algunas se identificaron con la revolución y lucieron la escarapela tricolor y la pica o espada del "pueblo en armas".


Se ocuparon de dividir la sociedad en dos espacios, el privado o doméstico era el de las mujeres, menores de edad eternas y, por ello, tuteladas siempre por un hombre. En ese espacio eran las “amas”, “reinas”, “ángeles” del hogar y en torno al cuidado de ese espacio y de quienes en él vivían orquestaron los parámetros de lo que era “ser mujer”, de su comportamiento y de su feminidad.

El otro espacio era el público, el del trabajo, la cultura, la educación, la política, etc, en definitiva el de la ciudadanía. Ahí solo cabían hombres, la “mujer pública” era otro tema en el que hoy no voy a entrar.

Las mujeres buscaron, y encontraron, muchos resquicios y recovecos por los que internarse en el espacio público. Clamaron y lucharon por incorporarse a él pensando que era la solución a miles de años de marginación. Hoy sabemos que no era más que una etapa y que no hay avances definitivos (me preocupa especialmente el crecimiento de la violencia de género que están sufriendo adolescentes de 14 años).















Uno de esos recovecos por los que las mujeres han transitado hasta hoy es el de construir una feminidad partiendo de un instrumento de poder o de camuflaje: el pantalón masculino. Todavía en 1970 las diputadas francesas Denise Cacheux (socialista) y Michèle Alliot-Marie (gaullista) fueron expulsadas de la Asamblea Nacional por llevar pantalones. Ofendidas, respondieron que si ese era el problema, inmediatamente se los quitaban.



Uno de los primeros ensayos que me permitieron iniciar un soliloquio conmigo misma, también durante unos años en grupo, respecto a lo que significaba la feminidad fue el de Betty Friedan. Mi ejemplar de su obra está muy leído y manoseado. Publicado  en 1963 reflexionó largamente sobre la concepción paternalista de la vida femenina, que definió como un “confortable campo de concentración”, que provocaba un “malestar sin nombre” que se manifestaba a través del suicidio, la depresión o el alcoholismo. Su obra es un canto a la liberación de la “mística de la feminidad”, es decir, de su status de sometimiento y dominio.

Un elemento que ha definido siempre los estándares de feminidad es el “estilo femenino” impuesto por el gusto del hombre y que muchas mujeres han rechazado, desde los culottes que George Sand adoptó en el siglo XIX para recorrer con comodidad las calles de París, el estilo masculino, sinónimo de comodidad, libertad y sensualidad, ha sido reconstruido y recreado por muchas mujeres.



Colette se cortó el pelo en 1902, casi a la vez que escandalizaba con sus novelas, siendo uno de los rostros más reproducidos de la garçonne y, con el paso del tiempo, símbolo de la feminidad.



Louise Brooks, actriz de éxito en el cine mudo en los años veinte, se cortó el pelo y lució una silueta longuilínea además de beber, fumar o mantener relaciones esporádicas que no ocultaba. Muy crítica con Hollywood, abandonó su carrera como actriz con 22 años. Su estilo fue el paradigma de las flappers.




Marlene Dietrich, también actriz ya famosa en la década de los treinta, deslumbró con su presencia e innegable glamour, reforzado por una actitud de mujer libre y autónoma. Vistió como nadie el traje masculino y el esmoquin  y lo convirtió en una prenda sensual y femenina.




Audrey Hepburn, otra actriz que optó por una estética ambigua exhibiendo un aire masculino y femenino a la vez: pelo corto, zapato plano, pantalón y rostro natural, son imitados aún hoy.




Françoise Sagan, intelectual que con solo 18 años conmocionó las letras francesas con su Buenos días, tristeza, una primera novela en la que narraba el despertar sexual de una adolescente. Esbelta, con el pelo corto y un maquillaje discreto, Sagan cultivó la ambigüedad de sus rasgos y se convirtió en la musa intelectual de muchos diseñadores como Yves Saint Laurent.



Hoy muchas mujeres, otro icono es Inés de la Fressange, siguen reconstruyendo una feminidad liberadora y marcando algo que es fundamental, que la feminidad no está en una falda, en unos tacones o en una melena. Ni siquiera está en el pantalón o en el pelo corto. La feminidad está dentro de nosotras y la mostramos a través de múltiples facetas. ¡Y qué difícil es no someterla a las modas y standars de género!

Y así termino este soliloquio que mucho me temo ha entrado en deriva y se ha alargado, quizás, más de la cuenta. Si así fuere, disculpadme y no me lo tengáis en cuenta.

Imágenes tomadas de google

33 comentarios:

  1. Me viene a colación un ¿magnífico? libro recomendado por nuestro Arzobispo de Granada sobre el tema que en esta entrada mas o menos tratas, el título es ""Cásate y se sumisa" de autora italiana y de cuyo nombre mejor no acordarse. Con textos como estos, escritos por mujeres, difundidos por los altares, se hace muy poco favor a la mujer, como se ha dicho en múltiples ocasiones la mujer también tiene el enemigo en casa, por partida doble.

    Saludos

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  2. ¿Y todo esto para...?, hoy precisamente dedico mi entrada al libro que dice Emilio.
    Estamos yendo para atrás a pasos agigantados.

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    1. Estoy preparando una pequeña entrada sobre las perlas dichas por el editor del libro, que no es otro que el arzobispo de mi ciudad.

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    2. Emilio Manuel, Toro Salvaje y Tracy

      ¿Qué podemos esperar de la Iglesia católica? Nos ha mostrado tantas veces, especialmente en España, que estamos ante una institución retrógrada, ultra conservadora y que históricamente influyó decisivamente en el retraso y la falta de modernización de este país que no sé qué más podemos añadir.

      O sí. La ciudadanía somos responsables de seguir alimentándola celebrando ceremonias bajo sus ritos, acudiendo a sus procesiones, apuntando a los niños y adolescentes a sus clases de religión o llevándolos a sus colegios, pagando en la declaración de hacienda, etc. De esta manera un Estado aconfesional continúa alimentando a una institución que apoyo un golpe de Estado (1936), bendijo asesinatos y vivió al amparo de un dictador cruento.

      Es un tema que me enerva, lo dejo.

      Visitaré vuestras opiniones al respecto (Emilio y Tracy).

      Un abrazo!!

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  3. Lo que realmente importa es que las mujeres tengan acceso a las mismas oportunidades que los hombres.
    Y que dejen de juzgarnos por poco femeninas o por mucho!

    Me temo que esto es todavía una utopía...

    Un beso!

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  4. Si bien hay organizaciones, siempre pienso en las luchas solitarias y originales de las mujeres, por igualdad. Lo cual no debiera porqué ocurrir. La igualdad es una cuestión "incuestionable". Y qué paradójica la discriminación hecha por la revolución. Qué paradójico. Un abrazo.

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    1. El collar y Darío,

      Es penoso que tengamos que seguir reclamando la igualdad. Si dejamos la igualdad en el terreno formal (no lo desprecio porque hay muchos países en los que ni siquiera esta se ha alcanzado), no afrontaremos que el problema es mucho mayor que dicha igualdad ante la ley.

      Un abrazo a ambos!!

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  5. Espero que sepas perdonar que viendo abierta la caja de la sinceridad, alce yo la tapa de mis desatinos, esa separación por sexos ha sido, y es, el mejor instrumento de opresión en manos de las clases dominantes, las religiones y las normas sociales, imponen en general el papel de madre a todos los demás. Las graves consecuencias, para la humanidad, son tantas que enumerarlas me llevaría demasiadas frases. Las resumo en una, sobre este planeta sobra gente y faltan ideas. Un beso.

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    1. No percibo desatino alguno en lo que dices, al contrario.
      ¿Sobra gente? No sé, siempre opino, y lo sabes, que falta justicia social. Ahora, que faltan ideas, sí.

      ¿Cómo construiremos otra forma de ver, relacionarnos y amarnos?
      ¿Cómo construiremos un mundo basado en la solidaridad y no en la codicia?

      Y así podría seguir preguntándome, y preguntándote, cómo cargar nuestras naves de sueños.

      Un beso y un tam.

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  6. La segregación por sexos es tan nociva como cualquier otra, las cosas han cambiado aunque siempre quedan resquicios, siempre es duro comprobar que los tres valores de la república siguen estando en el horizonte como una utopía, lo hablaba el otro día con el mejor lector que conozco, no hemos aprendido nada en miles de años de civilización, nos vamos acercando, hemos establecido normas colectivas de conducta pero en el fondo estamos aún muy lejos. He disfrutado muchísimo de las referencias que has traído para ilustrar la entrada. Besos :)

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    1. A veces nos vamos acercando y otras saltamos al vacío y retrocedemos (vuelvo a plantear lo ocurrido en Bosnia).

      Besos!!

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  7. Quería sugerir la propuesta de hablar sobre la feminidad y la aprehensión del pantalón masculino y su reinterpretación en femenino. Y lo que ayer fue lanzado como un insulto contra la feminidad, hoy es una prenda de uso común tan femenina como cualquier prenda considerada "femenina".
    Cierto que es un tema inscrito en la discriminación de la mujer, pero he querido divagar por ese derrotero de la feminidad.

    Y gracias por vuestros comentarios, sois la sal de mi espacio.

    Besos.

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  8. Tema interesante y, para el que lo considere prioritario, no suficientes por desgracia, frustrante. No soy ni de lejos conocedor de lo que se ha escrito y dicho sobre la Feminidad. Es más voy a hablar de su falso opuestol la Masculinidad. El ser hombre o más bien parecerlo, también viene impuesto por un canon, por un patrón que hay que cumplir si se quiere ser como los demás hombres, si se quiere sufrir poco, en definitiva. Lo que sucede que el patrón masculino da acceso a una cosa muy "potita" que se llama poder: puestos de decisión, sueldos altos, respeto por logros y no por personalidad. El cumplir el canon femenino no da acceso más que a la servidumbre a ese poder. Por eso es tan importante la mujer que lucha por acceder a lo que tenía vedado como el hombre que se da cuenta de que tener que ser hombre sólo para seguir con la norma impuesta no es para nada atractivo.

    En definitiva, a transgredir se ha dicho. Interesante entrada.

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    1. Estoy de acuerdo con lo que señalas, tanto feminidad como masculinidad es una construcción cultural e histórica que ha variado a lo largo del tiempo en función de las necesidades del poder (masculino). Para quien busque la autenticidad y ser uno mismo, un corsé siempre.

      Mi duda es cómo buscar una feminidad que me muestre como me siento y me pienso, libre de condicionantes. Sentirme femenina con una camisa de seda y con unas zapatillas y un pantalón de lycra para caminar cómoda. Versiones diversas de Laura Uve, sintiéndome siempre mujer. No es fácil de expresar en un discurso porque te vas topando con tópicos en cada esquina de pensamiento.

      Eso sí, trasgrediendo estoy cómoda, pulverizando rutinas y costumbres cotidianas me siento mejor que con lo contrario.

      Interesante comentario Argax!!

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  9. Coincido.
    Creo que la feminidad (o la masculinidad) está en la esencia de un@ mism@, independientemente de lo que te pones o estereotipos. Un mismo pantalón (o cualquier otra prenda) en dos personas diferentes, transmiten cosas distintas... y eso tiene que ver con la esencia personal no con lo que llevas puesto.

    Pero es verdad que esta prenda de la que hablas se ha utilizado y se sigue haciendo... en relación al poder o la autoridad mal entendida como rasgo distintivo de la masculinidad... 'quién lleva los pantalones'... Algo, paradójicamente, muy alejado de la realidad en ocasiones, sobretodo en la privacidad. Por ejemplo, en las sociedades/culturas matriarcales. Pero supongo que de todo esto tú sabes muchísimo más.
    A la vista está... ;)

    Petons y un fuerte y cálido abrazo.

    PD: Me regalaron un libro hace algún tiempo y es uno de los que está entre mis 'pdtes.' Creo que algo habla de este tema: "Mujeres que corren con los lobos" (Clarissa Pinkola Estés).

    PD2: Por cierto, buenos ejemplos has buscado en esas mujeres que hoy has invitado a tu blog.

    PD3:Me apunto ese libro tan manoseado.

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    1. Siguiendo en la línea en la que comentaba a Argax, qué difícil construir una feminidad (y una masculinidad) no sometida a esas construcciones de género que construyen el mundo en dos esferas encorsetadas.

      En el espacio doméstico siempre se ha permitido que la mujer adquiera un cierto poder, es su mundo.

      Qué casualidad, Adriana Alba, habla del libro que mencionas. Lo tengo descargado en pdf por recomendación suya pero todavía no lo he leído. ¿Quieres que lo leamos juntas? Y si alguien más se une quizás podríamos hacer una lectura conjunta.

      Muchos besos y buen finde!!

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  10. Siento que todos nos acordemos del sinvergüenza del arzobispo de granada, y no hablemos apenas de tu post, pero es que es un gran cerdo con sotana.

    Besos.

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  11. La feminidad siempre se me ha antojado un concepto esquivo. Y muy, muy peligroso. Ya sabes como veo yo la cosa. Besos.

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    1. Lo es, siempre va una chocando con aristas cuando intenta articular una reflexión al respecto.

      Pasé de una concepción igualitaria al respecto a aceptar que hombres y mujeres tenemos algunas diferencias que podemos ejercer aportando riqueza y no negatividad. Pienso en la manera de entender el sexo por ejemplo. Bien, es un tema largo y complejo.

      Besos!!

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  12. Me encantó éste soliloquio sobre la feminidad.
    Hemos recorrido un largo camino, y nos queda mucho por andar, hombres y mujeres juntos a la par, sin discriminaciones.
    Te dejo mi abrazo y mi regalo.

    Plegaria de gratitud

    Para todas las mujeres maduras y sagaces que están aprendiendo cuando es el momento justo para decir su verdad y no callar, o callar cuando el silencio es más fuerte que las palabras.


    Para todas las mujeres que están llegando a la madurez, que están aprendiendo a ser gentiles cuando sería más fácil ser crueles, que saben poder herir cuando la situación lo reclama con un corte neto y preciso, que se están ejercitando a decir toda la verdad con toda piedad.

    Para todas aquellas que violan las convenciones y estrechan la mano de los extranjeros saludándolos como si los hubieran visto crecer y los conocieran desde siempre...

    Para todas aquellas que están aprendiendo a sacudir los huesos, remover las aguas, y la cama, pero también a aplacar la tempestad.

    Para aquellas que custodian el aceite de las lámparas, que mantienen la calma en la vida cotidiana...

    Para aquellas que perpetúan los rituales, que recuerdan como encender el fuego con un simple hilo y un sílice...

    Para aquellas que recitan las antiguas plegarias, que recuerdan los símbolos, las formas, las palabras, las melodías, las danzas, y aquello que los ritos, en otro tiempo, buscaban aplacar....

    Para aquellas que bendicen con frecuencia y con gusto a los demás...

    Para aquellas mujeres maduras que no tienen miedo, o que si lo tienen, deciden de todos modos accionar con determinación...

    Por ellas... que tengan una larga vida, en fuerza y en salud desplegando todas las velas de su inmenso espíritu.


    Clarissa Pinkola Estés

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    1. Yo añadiría:

      Para todas aquellas que renuevan la vida, la mirada, los afectos. Que quieren crear deseos y afectos nunca sentidos ni experimentados. Que desean hacer posible lo imposible y pensable lo impensable.

      Para aquellas que miran al futuro, el cambio, lo nuevo, lo inventado, lo creado.

      No soy la Pinkola pero me gusta pensar que podemos crear algo nuevo y diferente, algo que aún no ha existido.

      Mi afecto lo tienes, siempre me enseñas y me transmites paz. Algo para mi inmensamente necesario.

      Besos!!

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  13. Estoy de acuerdo con el contenido de tu soliloquio y con las figuras que has escogido como pilares de esa liberación que yo también considero que tienen un contenido iconográfico sin que eso suponga una banalización de su esfuerzo. Y sin embargo falta ahí la figura más trascendente y decisiva de esa liberación física e indumentaria de la mujer en el siglo XX. Me refiero claro está a Coco Chanel, contemporánea de Colette y artífice de que Louise Brooks, Marlene, Audrey y Sagan tuvieran un espacio decisivo en este movimiento junto a un buen montón de otras mujeres, conocidas y anónimas. Creo que el tiempo hará justicia y así como reverenciamos a Edison, a Einstein, a Freud o Darwin terminaremos por poner a esa gran mujer en el lugar que le corresponde.
    Besos

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    1. Totalmente de acuerdo, faltan algunas imprescindibles y Coco Chanel es una de ellas. Quizás sea ella la que más hizo por el uso del pantalón sin quitar ni un ápice la feminidad a las mujeres que lo usaban.

      Besos!!

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  14. Este soliloquio también invita a un sorbo de alguna bebida espirituosa ja ja ja. Pienso que la feminidad es algo natural de esa parte del ser humano que le corresponde a la mujer y en gran parte es una estrategia de vida para su continua reproducción en los rituales de apareamiento donde juega papel esencial la cosmética, el erotismo y la seducción como ocurre primariamente en la vida de las aves y mamíferos. Los problemas llegan cuando nos culturizamos, cuando se empieza y se cultivan estas cualidades naturales y la mujer pasa a ser un objeto y una mercancía de intercambio entre otras desde tiempos prehistóricos incluyendo los tiempos presentes, L. Strauss identifica el salto del animal al ser humano desde el momento en que se normativiza la prohibición y tabú del incesto, con el propósito precisamente del intercambio generalmente comercial de las mujeres entre las distintas comunidades. Ese fue el principio de la maldición histórica y religiosa contra la mujer. Cualquier esfuerzo por mínimo que sea en procura del equilibrio de condiciones de oportunidades dentro de la historia entre los géneros es de un invaluable aporte a la condición de lo humano y su justicia. La liberación de la naturalidad femenina y su expresión acorde con su deseo será la construcción de una libertad universal. Es algo en lo que hay que seguir insistiendo y que por fortuna se está dando diariamente hoy contra viento y marea cuando las posiciones oscurantistas incluso desde los centros más poderosos generadores de valor quieren retornar a la mujer muchos siglos atrás, hay que dar una pasada por los países del Medio Oriente hoy sometidos a invasiones militares y darse cuenta si las condiciones de las mujeres han mejorado o han empeorado luego de falsas promesas de mejores cambios, y también es bueno mirar hacia dentro y hacia todas partes y las sorpresas son grandes.
    Ojalá todas las mujeres tuvieran la oportunidad de plantearse este tipo de soliloquios y pudieran hablar todo lo que se les antojase. Hay que seguir luchando por ello.
    Besos querida Pensadora!!!

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    1. Seducir a través de la ropa me parece natural. Cuando ese acto se convierte en un canon obligado por la cultura y que define de forma precisa qué es ser mujer/ ser hombre, es decir el género, todo pasa a ser de otra manera, una imposición entre otras cuestiones. Salirse de esa imposición y transgredirla se convierte en una obligación sin por ello perder el fondo último de que es posible que una mujer pueda manifestar su esencia como tal y, porqué no, seducir desde la autenticidad libre.

      Besos!!!

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  15. Siglos de machismo no se van así como así y, lamentablemente, siempre hay retrocesos. La mujer sigue sufriendo discriminaciones de todo tipo. Pero había y seguirá habiendo mujeres con la personalidad y el valor suficiente como para protestar y vivir como quieran, dando ejemplo. Y serán igual de bellas se vistan o no con pantalones largos. El prototipo de femineidad va en cada uno. Las modas son muchas veces cárceles que traen consecuencias lamentables.
    Un abrazo, Laura.

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  16. Me preocupa que la feminidad se asocie irremediablemente a los cánones impuestos por la moda y la cultura patriarcal,alienante y consumista que empuja a la mujer a ser siempre esclava,cuando no de la cosmética,de las dietas de adelgazamiento o el rejuvenecimiento,a volver a ser madre-esposa sumisa siempre estupenda,pero se mire por donde se mire, siempre oprimida,nunca libre,ésa parece ser la clave para mantener el dominio sobre ella.
    Feminidades hay tantas y tan diferentes como mujeres,luchemos porque cada una se exprese lo más libremente posible,sin cánones ni estereotipos,lo más lejos posible de los anuncios publicitarios donde la perfección a menudo está más cerca de la ficción que de la realidad.
    A la lista de mujeres que citas con un look que se rebela contra la feminidad que se pretende implantar como única,añadiría a Tilda Swinton, Katherine Herpburn y Diane Keaton ,especialmente en Manhatan de Woody Allen,con chaleco y corbata.
    Un abrazo

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    1. Javier Simpson y Troyana,

      Esa era la propuesta de diálogo, la búsqueda de la feminidad desde unas bases de libertad femenina que rompan con los corsés que se intentan imponer a las mujeres y que conllevan una mística de la feminidad, como decía Betty Friedan, que la convierten en una trampa para las mujeres abocadas, incluso a la enfermedad y el suicidio, a cumplirlo.

      Esas mujeres que inician un camino, o lo siguen, sabiendo que sufrirán por pensar por si mismas, abren mundos a las demás.

      Estoy de acuerdo con esas tres mujeres que añades, Troyana.

      Abrazos a ambos.

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  17. No creo que se haya alargado sino lo contrario: creo que te ha quedado perfecta. Una entrada para reflexionar, desde luego. No conocía el libro que mencionas. Lo tendré en cuenta.
    Abrazo!

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  18. De disculpas por la extensión nada.Excelente texto que comparto. Es verdad que en ocasiones se puede entender que el corte de pelo o la cuestión del pantalón no deja de ser anecdótico. Pues no lo fue. En absoluto. El libro de Friedan estalló como una bomba en su tiempo. Y se nota que está muyyy leido....
    Aaaay que fotos tan seductoras y que envidia me da el festival de Barcelona. Ya nos contarás. Un abrazo

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  19. Zamarat y V,

    Un libro clave que también V conoce, aprovecho aquí para recomendar su estupenda reflexión alrededor de la mujer y el cine: Algunas mujeres buenas.

    Hoy hay muy pocas adolescentes que llevan el pelo corto, curioso, y ahí está Emma, de La vida de Adéle, luciéndolo corto y azul como una especie de bandera de rebeldía.

    El concierto de ACS, una pasadaaaa!!

    Abrazos a ambos!!

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  20. Tus líneas pueden disparar una reflexión del rol de la mujer en muchas direcciones. Particularmente, rescato de todo esto el tema del modelo. Hace algunos años, enseñaba el concepto de modelo. Tomaba esa soberbia pintura de Pieter Paul Rubens llamada 'Las tres Gracias' -en El Prado, supongo- y la comparaba con la imagen de la modelo Twiggy, de los '60 del siglo pasado. Seguramente, lo que encarnaba el modelo de belleza femenina para el pintor flamenco, hoy sería tildado de 'regordeto y celulítico', lo que deja a las claras que no podemos juzgar el ayer con la mirada del presente. La mujer -y el hombre-, entendidos como género a futuro, se están continuamente construyendo. Es la mirada de la sociedad la que tiñe de epítetos, de realizaciones y frustraciones a aquello que sólo debiera ser considerado como 'un grado superior de la evolución mamífera'. Es en medio de la sociedad, por tanto, donde debemos luchar por construir una imagen de mujer -y de hombre- que nos permita ser más nosotros mismos. Este debiera ser nuestro compromiso.
    A propósito, me gustan las mujeres; con cabello largo o corto, con pollera o con pantalones. Pero sin ninguno de éstos, me gustan mucho más! Besos, Laura.

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  21. Siempre determina más la mirada que el objeto observado. Y la mirada, como bien dices, es construcción cultural y social que varía con el paso del tiempo o entre sociedades diferentes.

    Compromiso, y objetivo en la vida, ser nosotros mismos hasta donde nos sea posible, mantener un criterio de libertad y de capacidad crítica que nos permita desembarazarnos de imposiciones de género (o del tipo que sean).

    :)) Ya veo por donde van tus gustos.

    Un abrazo!!

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