miércoles, 25 de septiembre de 2013

DIÁLOGO SIN PALABRAS...

RODNEY SMITH

Ella se acomodó entre los brazos del desconocido, buscó su sitio con movimientos prudentes y suaves, pudorosos pero seguros, como quien siente que con cada gesto expresa algo; estaba comenzando el gran diálogo, el mismo diálogo sin palabras que habían iniciado el primer hombre y la primera mujer, el mismo diálogo que continúan todas las parejas de enamorados cuando un hombre abraza a una mujer; ella buscaba su sitio en ese diálogo. A decir verdad, ni siquiera se movía, sino que simplemente dejaba que los dos cuerpos encontraran su lugar y su equilibrio en el espacio, guiados por las leyes de la atracción y la gravitación.

SÁNDOR MÁRAI, La amante de Bolzano.

Y su banda sonora... BILLIE HOLIDAY &THE TEDDY WILSON ORCHESTRA, Love me or leave me...

Imagen y vídeo tomados de google.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Casanovas y Mesalinas… SÁNDOR MÁRAI, La amante de Bolzano.

OLEG OPRISCO

Giacomo Girolamo Casanova (1725-1798) fue un famoso aventurero, escritor, diplomático y agente secreto italiano. Fue conocido en su época por sus conquistas amorosas, que en toda su vida fueron 132 según su más importante obra autobiográfica: Histoire de ma vie, en la que el autor describió con franqueza sus aventuras, sus viajes y sus innumerables encuentros galantes. Hizo un relato en el que las aventuras con diversas mujeres fueron mostradas con elegancia, lo que hizo de él, popularmente y a través del tiempo, el prototipo de amante y aventurero. Su apellido se convirtió en prototipo del amante. 

La palabra casanova significa, casi trescientos años después de su nacimiento, hombre que anda con varias mujeres a la vez, hombre que vive muchas aventuras amorosas, mujeriego, conquistador, tenorio, donjuán… 

Se me ocurre de entrada que no es lo mismo un hombre que anda con varias mujeres a la vez que un hombre que vive muchas aventuras amorosas. Dudo si este término es peyorativo en la actualidad. 

También se me ocurre que no hay un paralelo femenino a un casanova, porque a una mujer que anda con varios hombres a la vez o que vive muchas aventuras amorosas, jamás se le aplicaría ese término y sí, por ejemplo, el de mesalina, mujer fatal, cuando no directamente puta o zorra. Dudo menos que ese contenido peyorativo se haya reducido en la actualidad. 

En fin, os lanzo el guante para que opinéis si os apetece, en todo caso mi objetivo principal es reseñar una estupenda novela y a ello paso sin más dilaciones.


SÁNDOR MÁRAI, La amante de Bolzano.

La literatura de Márai me gusta tanto que hace tiempo que he decidido leerla toda, por tanto esta obra, de la que siempre he leído elogios, era una de las que estaba en mi lista de prioridades.

La novela tiene 281 páginas y el título se refiere a Francesca, la mujer de la que Casanova se enamoró cuando tenía 15 años y que reencuentra, unos pocos años después, en Bolzano.

Sobre el autor ya hice una pequeña reseña en la primera novela que comenté y que podéis encontrar si buscáis en la etiqueta que lleva su nombre.

La historia de esta novela es sencilla como casi todas las de Márai, caracterizadas por la poca acción de sus novelas y las muchas reflexiones sobre temas diversos que realiza. El autor toma un personaje literario conocido, Giacomo Casanova, “el casanova” por definición, el eterno amante y destroza el imaginario colectivo que de él tenemos convirtiéndolo en un apátrida, despojado de su gloria, desterrado de su Venecia idílica, carente de hogar. Márai no habla del imaginario, sino del hombre, del hombre concreto, débil y que cae en el juego del amor del que él se cree maestro y dominador. Se trata, pues, de una interpretación del personaje desde la libre creación literaria.

Casanova huye de la prisión de Los Plomos en Venecia en compañía de un disoluto fraile, Balbi, a modo de desventurado compañero de andanzas y a su servicio. En su huida llegan a Bolzano y allí se entera de que Francesca, condesa de Parma, vive en esta ciudad. Casanova se batió en duelo con el conde de Parma cuando Francesca tenía tan solo 15 años, herido gravemente tuvo que marchar lejos de ella y el destino la vuelve a poner en su camino. El conde sabedor de los sentimientos de Francesca hacia Casanova intenta un juego peligroso para retenerla tras conocer el mensaje que ella envía a Casanova y que dice: Te debo ver (muy interesante el análisis que hace el conde de este brevísimo mensaje en las páginas 186 a 193). El diálogo final entre Giacomo y Francesca es una auténtica maravilla. Es ella, al final, a pesar de su apariencia de títere, quien toma las riendas de la historia, quien decide por los tres.

La simplicidad argumental contrasta con la complejidad psicológica de los personajes. En la novela el autor adopta el punto de vista del personaje, un aventurero, un caballero de Venecia que vive al día, que busca los recursos económicos siempre en función de sus necesidades del momento, marcadas  por la necesidad de conquista.

La novela se hace eco del mito de Casanova:

Las mujeres se alegraban de que se hubiese fugado. Como si una fuerza, hasta entonces encadenada, se hubiese desatado por el mundo; como si del mito y la leyenda, de los libros y los recuerdos, de los sueños y las emociones, de las profundidades ocultas –secretas y desconocidas, verdaderas y temibles- de la vida de los hombres y las mujeres, hubiese surgido alguien sin disfraz y sin peluca, sin polvos de tocador, tan desnudo como vuelve una víctima de su cita en la cámara de torturas (pp. 19-20).

Tiene hermosas descripciones sobre el amor:

Aquel amor maduró lentamente, como una fruta noble; necesitaba tiempo, varios cambios de estaciones, sol y lluvia olorosa, amaneceres en los que se pudiera pasear por el jardín cubierto de rocío, entre los majuelos en flor; necesitaba conversaciones en las que una palabra aclarase de repente los paisajes de un alma femenina tímida y tierna… (p. 94).

De la idiosincrasia de Giacomo Casanova según Márai:

Porque el mundo exigía orden y consentimiento, rendición a regañadientes, sumisión incondicional a las leyes divinas y humanas. Pero dentro   de él, de manera arraigada y terrible, ardía la llama de la resistencia; y eso no podían perdonárselo (p. 107).

Aunque en apariencia el tema central de la novela es el amor,  en realidad es el de la máscara que esconde la verdad íntima de los personajes: de Casanova y de Francesca. Y especialmente la máscara tras la que Casanova ha ocultado su verdadero ser para evitar precisamente caer en desgracia ante los poderosos de la tierra.



Seguiré leyendo a Márai. Esta novela es recomendable y está en la línea de su autor.