viernes, 17 de febrero de 2012

CELOS, LA BAJADA A LOS INFIERNOS DE LA DESCONFIANZA…

Tengo la suerte de no ser celosa. A lo largo de mi vida he vivido situaciones propicias a ellos con mis sucesivas parejas y personas amadas, pero no los he padecido. Si alguna vez he sentido un pellizco en el estómago… se ha disuelto por mi manera de entender los afectos. Por sugerencia de David Amorós, he escuchado muchas veces la maravillosa canción de Bunbury, De todo el mundo, y me siento traducida a la perfección en su letra:


No tengo dueño,
no soy tu esclavo,
un poco tuyo
y de todo el mundo.



CATHERINE MILLET, Celos. La otra vida de Catherine M.
Esta obra la compré por la interesante referencia que leí en el blog de jordicine 


La obra tiene 221 páginas y está dividida en nueve capítulos que marcan la evolución de la otra vida de Catherine M. El título es fácil de explicar ya que se trata del descenso al infierno de los celos por parte de una libertina (ella misma se aplica dicho término). No estamos ante una novela sino ante una autobiografía que la autora considera como “una continuación necesaria” de La vida sexual de Catherine M., obra anterior a ésta que no he leído y que es, según sus palabras, una autobiografía “de mi vida sexual” (p. 212).





Catherine Millet (Francia, 1948) es una administradora, crítica de arte y escritora francesa. Fundadora y directora de Art Press, una de las revistas de arte más influyentes de Francia, Catherine Millet es la autora de varios libros sobre arte contemporáneo y una experta en la obra del pintor Salvador Dalí y del artista Yves Klein.
Catherine se hizo mundialmente famosa por conseguir millones de lectores con su controvertido libro La vida sexual de Catherine M. (2001). La autora se sacó la máscara de respetada crítica de arte para exponer públicamente los detalles de su vida sexual, describiendo en una explícita e irrefrenable secuencia las relaciones sexuales que involucraban a desconocidos, en una gran variedad de escenarios, incluyendo clubes, aceras, plazas y casas de amigos. La descripción precisa de escenas sexuales y de fotos íntimas han dividido a los críticos. Algunos ven el libro como un hito a favor de la libertad de las mujeres, y otros lo consideran simple pornografía. El hecho es que La vida sexual... vendió más de 2,5 millones de copias en 47 países.


Dice Evelio Rosero que una novela tiene que ser, sobre todo, arte literario, no panfleto, no un ensayo o compendio de denuncias y reflexiones. No estamos ante una novela sino, según su autora, “ante un escrito cuya función no era periodística ni didáctica” y para la que quiso buscar una “forma nueva”:


“Al igual que los pintores que admiraba y que lo habían reinventado todo a partir de un ancho de lienzo crudo, pensaba que debía descubrir una manera inédita de poner las palabras unas detrás de otras” (p. 214).

Dudo mucho que Millet haya logrado crear esa nueva forma de escribir, lo que sí es cierto que, a veces, no es fácil leer su escrito, como también afirma jordicine, porque utiliza pocos puntos y recurre al uso de subordinadas dentro de subordinadas.
Millet se considera, como ya he dicho una libertina:


“Libertina, ciertamente no he sido voluble. Miro a los que encadenan las historias de amor como a personas de una raza extranjera de la que no conozco la lengua ni las costumbres. Soy de un escepticismo desalentador e incurable hacia los caracteres románticos que sucumben al flechazo. ¡Mi experiencia era tan distinta!” (p. 211).

El concepto de libertina que usa Millet no es el de la RAE: “Aplicase a la persona entregada al libertinaje (= desenfreno en las obras o en las palabras; Falta de respeto a la religión)”. Millet utiliza libertinaje como libertad sexual sin estar condicionada por el amor y, mucho menos, por el romanticismo del enamoramiento. Una libertad sexual cuyo criterio es el deseo. Sin embargo esa opción sexual, tan anticonvencional y poco común, queda contaminada por una pasión tan ordinaria y común como los celos.
Celos que estallan cuando se percata que su pareja, Jacques Henric, tiene como ella una rica vida sexual. A partir de ese momento, Millet entra en un auténtico infierno buscando y registrando entre los papeles de su marido, controlando sus movimientos y entrando en una espiral de crisis de ansiedad y de rabia, pesadillas y lloros, y poco a poco entrando en el sórdido espacio de la obsesión por reconstruir todos los detalles de la vida sexual de su pareja.
Catherine Millet hace un valiente ejercicio de explicación de su problema, un problema tan íntimo que la mayoría de las personas oculta. Ella no solo no lo hace sino que entra en una reflexión profunda, de la mano de su psicoanalista, sobre su intimidad y las posibles causas de su caída en el torbellino obsesivo de los celos y de todas las implicaciones que conlleva para ella.


FRAGMENTOS sobre las repercusiones físicas de los celos:

“Al principio el estado emocional en que me hallaba me obligaba a moverme con una lentitud extrema. La aceleración del ritmo cardiaco es a veces tan grande que parece que el corazón choca contra la pared del pecho y creemos oír el ruido del impacto. Antes de poder hacer un ademán, aguardaba a que se calmase en su caja el órgano alocado. O, como ocurre a menudo, utilizaba los pulmones como un airbag para contenerlo, y respiraba profundamente” (p. 74).


“Empezaba a conocer ese sufrimiento que, nacido de las dudas que sentimos respecto de una persona que se ha convertido en el centro de nuestras preocupaciones, se alimenta, es bien sabido, de las fabulaciones con que colmamos las lagunas en su vida, pero también, a la inversa, de la expectativa nunca satisfecha en la que nos hallamos sumidos y que paralizan todas las facultades de razonamiento, sean o no delirantes. Nos hace sufrir la imaginación y a veces nos hace sufrir aún más la falta de imaginación” (pp. 77-78).


“(…) el resultado era una sensación física atroz: me recorría el cuerpo una ola glacial y seca. Lo saben todos los que han conocido la experiencia de buscar la prueba que temen: cuando responden a lo que creen que es el interrogante abierto que les obsesiona, la sangre se les retira de golpe de las venas” (p. 105).


RECOMENDACIÓN: se trata de una obra original, especial, poco común.


La fotografía de la autora y el vídeo de Bunbury están tomados de google. 

48 comentarios:

  1. Quiero desearos un estupendo fin de semana de carnaval, cuidado con los excesos que después llega la cuaresma y tenemos que afrontarla también con alegría.

    Un abrazo carnavalero!!!

    ResponderEliminar
  2. Muy, muy atractiva tu recomendación LAURA, a ver si la encuentro este finde.

    Yo tampoco he sentido celos en mi vida, jamás, pero sí los he sufrido de otros... y es cierto, destrozan al que los padece y al objeto de esos celos... ahí, sufre todo el mundo a lo bestia.

    Los celos arrasan todo lo que encuentran a su paso... todo.


    Un besito LAURA y feliz carnaval también para ti,

    ResponderEliminar
  3. Tomo nota de tu recomendación Laura.
    El problema de los celos es tremendo, la gente que lo sufre lo pasa muy mal. Creo que todos somos un poco celosos, unos en mayor medida que otros, pero cuando los celos se convierten en algo patológico pueden con todo y lo destrozan todo.
    Un besito y felices carnavales

    ResponderEliminar
  4. Los celos suelen ser devastadores, principalmente para quienes lo sufren, alguna vez en mi adolescencencia, corriendo tras un amor algo travieso, he sentido la punzada fatal en la boca del estómago, luego la vida y los años me fueron suavizando y al adquirir confianza en una misma, el sentimiento atroz desaparece... Me gustaría leer el libro igual, sería como otra mirada y todo lo que involucra a sentimientos de mujeres me interesa mucho...

    Besos Lau

    ResponderEliminar
  5. Hola Laura, yo también me quedo aquí en u-topía. No conocía a esta autora. la verdad es que con los blogs adquiero un montón de información, que a veces no me da ni tiempo de procesar. pero bueno poco a poco, con un buen café al lado, en taza pequeña y gruesa y dejando volar la imaginación.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  6. Lo leí hace unas semanas, hablé del libro en el blog, y me entusiasmó. Lo bueno, además, es que es autobiográfico. Tiene que costar contar cosas así, no? El anterior no lo leí, pero este es tan bueno como crudo. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  7. EStupenda entrada Laura, bien planteada, un poco angustioso el tema, ya sabes, los celos, uff! quién esté libre de c... pero no sé por qué he presentido que lo que le ocurre a esta escritora como persona es sencillamente narcisismo pero claro, seguro que me equivoco de plano... ¡Dame luz hermosa! Bss...

    ResponderEliminar
  8. Qué buena recomendación, cuanto menos por original, dejando de lado que cada uno puede escribir y contar su vida si lo cree necesario, pues somos libres de comprar o no ese libro,y ya está. Coincido contigo en que no habrá inventado nada esta señora a nivel literario, pero, si sentía la necesidad de contarlo, leo que también había gente con necesidad, o al menos curiosidad por leerlo, no?
    Sobre los celos, opino como tú, todos en algún momento podemos sentir algo, en mayor o menor medida lo somos, pero cuando ya te afectan de tal manera, pasan a ser una patología, y es innsano, aún así creo que muchas personas confunden celos con orgullo herido, que no tiene nada que ver.
    Un besote

    ResponderEliminar
  9. La verdad es que los celos siempre me han resultado muy carroñeros, como tu, tengo suerte de no tener esas pruebas de amor...

    Besicos

    ResponderEliminar
  10. No me acaba de apetecer mucho la recomendación.
    No me lo tengas en cuenta.

    Feliz fin de semana y besos en libertad.

    ResponderEliminar
  11. Cuando se habla de los celos, muchos opinan que si no "celamos" no "amamos" -no creo en eso-.

    El desapego es sumamente terapéutico, como nos cuenta la autora en uno de sus párrafos

    "(...) el resultado era una sensación física atroz: me recorría el cuerpo una ola glacial y seca...

    Esas sensaciones corporales que siguen a un ataque de celos ( o ira, o rencor, o venganza, o envidia, etc.) son altamente destructivas, las emociones repercuten en el cuerpo físico de manera catastrófica.

    No sólo hay apegos hacia las personas, también se apegan a sus trabajos, a sus autos, a sus casas, a sus títulos nobiliarios...

    Somos administradores "temporarios" de nuestros cuerpos, es necesario relajarnos, y que mejor que bailar en una murga.... jajaja.

    Te dejo link murga Porteña -carnaval-

    http://www.youtube.com/watch?v=TS7UPQIc6Ok


    Buen fin de semana y abrazos Laura.

    ResponderEliminar
  12. No he leido el famoso libro de esta colega libertina ni ningún libro que trate expresamente el tema de los celos pero los párrafos que aquí reproduces describen muy bien lo que una vez(una sola vez)sentí. Es horrible y peor cuando detestas a los celosos. En ese caso, el mio, aumenta tu sufrimiento porque además te odias, de desprecias por sentir de ese modo.
    No he conocido persona en este mundo que se sintiera mas lejos de caer en los celos que yo.
    Aviso: nadie está libre de enfermar de celos.
    Y ahora me vuelvo a poner mi máscara y me tiro a la calle.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  13. No soy celosa, afortunadamente, se debe pasar fatal.

    ResponderEliminar
  14. "Nueve años seguidos quisiera estarla matando"Otelo
    La estadísticas dan números escandalosos en crímenes pasionales por estos lados. Al igual que la tasa de divorcios, descomposición familiar, como los casos de codependencia al alcohol o drogas luego de una separación. Los suicidios también son tenidos en cuenta.
    Los celos "patológicos" son amplios y variados y obedecen a distintos cuadros y sus combinaciones. No existe un modelo único...

    "La autora se sacó la máscara de respetada crítica de arte para exponer públicamente los detalles de su vida sexual, describiendo en una explícita e irrefrenable secuencia las relaciones sexuales que involucraban a desconocidos, en una gran variedad de escenarios, incluyendo clubes, aceras, plazas y casas de amigos."
    Interesante lo de las aceras y plazas ja ja ja. Espero no se haya saltado los ascensores ja ja ja sería imperdonable y le quitaría puntos al libro. Ah y los parqueos privados o en vía pública ja ja ja.
    En el mundo que vive la escritora del fashion y el glamour, del arte en esos niveles sociales, las escenas pueden ser escándalo para el común, que como dice una de las comentaristas está pendiente de consumir ese tipo de asaltos en los sucesos de la prensa rosa. Pero fuera de la mojigatería la novela estaría en el estilo costumbrista. En cuanto a los celos vividos por ella que creo es la temática central del libro, y según tu reseña y las citas que presentas estoy bastante de acuerdo con MariCari♥♥♥♥♥ con el factor narcisista pues la protagonista se desenvuelve en ese ambiente donde la imagen y la vanidad son fundamentales.

    Personalmente pienso que en cuanto al desempeño y comportamiento sexual cada cual se satisface de acuerdo a su deseo y necesidad y no existen patrones ni manuales a seguir para los amantes, basta encontrar la pareja compatible y las cosas funcionan. Hay parejas hiperactivas, como las hay que son todo lo contrario e igual son tan felices como las demás. Hay las que les gusta pintar pajaritos en el aire mientras otras la pechuga de avestruz, cada cual se desempeña como bien le convenga.
    Investigaré mas acerca del libro, me interesa esa parte de la descripción de los celos y la relación con el psicoanalista que creo es donde podría estar lo fuerte del libro.

    "Dice Evelio Rosero que una novela tiene que ser, sobre todo, arte literario, no panfleto, no un ensayo o compendio de denuncias y reflexiones." Bueno, es igual, el género de la novela abarca todos esos aspectos y muchos otros, hay unas de alto estilo como hay otras que no.
    Difícil sentar directrices en ese aspecto también.

    Gracias por la reseña y la recomendación.

    Laura Uve!!! lo bueno de los carnavales son los excesos!!! ja ja ja.

    Un gran abrazo, feliz fin de semana!!!

    ResponderEliminar
  15. Leí el primero, una sucesión de actos sexuales de todas clases, y me sorprendió que una mujer con su posición publica contará esas aficiones.

    Entre ellas, ponerse desnuda en una mesa y dejar que la follara todo varón que quisiera, uno tras otro (en una de esas fiestas...).

    No me gusto nada. No le encontré ninguna aportación.

    Nunca he sido celoso (lo considero una suerte).

    ResponderEliminar
  16. Una lectura interesante...al igual que quien la escribe.
    Los celos, no traen nunca cosas buenas...y se pueden tener celos de muchos tipos. Pero los peores son los controladores...a mí entendender.
    Besos y buen fin de semana. (No me gustan los Carnavales...a no ser que me fuera a Brasil o a Canarias...)
    Un abrazo!!

    ResponderEliminar
  17. La libertad sexual nada tiene que ver con el libertinaje.
    En todo caso, pienso que la libertad sexual es una idea y el libertinaje una práctica. Se puede creer en la libertad sexual sin necesidad de ser libertino y viceversa.
    Supongo que todos somos celosos. De la felicidad, del dinero o de la salud, por poner unos ejemplos. Pero ¿del sexo? Por qué, me pregunto.

    ResponderEliminar
  18. No me considero celoso y tampoco he sufrido nunca mucho los celos de nadie, así que en ese aspecto soy afortunado. Sería un tema que daría para debates maratonianos. Qué gran tema, je,je. Un abrazo y buen fin de semana carnavalero.

    ResponderEliminar
  19. La canción extraordinaria, en cuanto al libro parece interesante pero no me ha despertado el interés, aunque la reseña es muy buena.

    ResponderEliminar
  20. Hola, Laura!
    Odio reconocer que yo sí que he sentido celos alguna vez y puedo corroborar las sensaciones que muy bien describe la autora que recomiendas. Es uno de los peores sentimientos que puede tener el ser humano. Algo irracional, totalmente negativo y que te quita mucha energía inútilmente. Recuerdo una vez que me miré al espejo y empecé a verme de color verde, horroroso, entonces entendí la expresión "estar verde de envidida". Por el contrario, cuando alguien de mi entorno los ha sentido, siempre lo he visto como injustificado y absurdo... contradicciones de la vida.
    En fin, que espero no volver a experimentar más ese sentimiento.
    Una abraçada i molts petonsss

    ResponderEliminar
  21. Laura,
    me veo mucho también en ese extracto de la letra de Bumbury,la verdad,aunque como canción sigo prefiriendo ésta:
    http://youtu.be/GFs_R5e1i3g

    Al "monstruo de los ojos verdes"(como se suele conocer a los celos)me lo he sufrido como parte activa y también pasiva ,pero sólo en pareja,con las amistades,mi sentir pensante y el de mis próxim@s siempre fue más desprendido y generoso,de hecho,siempre huí de las amistades posesivas y absorbentes.
    En pareja,creo que los celos son concebibles más a un plano mental que físico,pues el sexo en realidad no tiene por qué tener ningún tipo de implicación emocional.

    Bsts

    ResponderEliminar
  22. Me identifico totalmente. No sólo porque no creo que los celos sean compatibles con el amor, o al menos con el género de amor que yo deseo (para mí, monógama por naturaleza más que por convicción, es fundamental la confianza: saber a quién tenemos al lado y saber valorarlo), sino porque también pienso que para poder ser total y satisfactoriamente de uno solo debemos saber ser al tiempo un poco de todos. Se me viene siempre a la cabeza el maravilloso poema de Benedetti "Te quiero": mi ideal de amor compartido, también con el mundo. Besos.

    ResponderEliminar
  23. Querida Laura
    Siempre que vengo a tu blog encuentro temas interesantes y aprendo algo nuevo que no sabía
    No he tenido motivos para sentir celos pero en el fondo creo que sería un poquito celosa...
    Un Beso

    ResponderEliminar
  24. ¡Que bonita la foto con café, gafas y libro! Faltan las patatas chips,pero bueno. Así desde luego da gusto. Había oido hablar del bombazo que supuso lo de Millet,pero creo que mucha gente sefue acomprar ellibro más por morbo que porinterés literario, cosa que a ella por lo visto no le gustó nada.
    Sin embargo, veo que aquí reincide en su vida personal,entrando en temas muy íntimos. No lo he leido pero otro que anoto.Y no se cuantos van ya. Bumbury es un artista curioso. Tiene su punto, aunque no estéentre mis preferidos. Y el tema elegido va muy bien con lo que tratas.Menudos infiernos, espero no conocerlos nunca, un saludo.

    ResponderEliminar
  25. Cuando salieron no me atrajeron.
    Supongo que porque el tema tampoco es que me interese mucho.
    Aunque la reseña es apetecible, como siempre.
    Besos, Laura.

    ResponderEliminar
  26. Yo tampoco soy celosa. Creo que los celos son un signo claro de inseguridad propia (que se extiende a los demás) y de falta de autoestima, en la que ha tenido mucho que ver la tradición romántica que nos han enseñado. Tanto a mujeres como a hombres.
    Hay que pasar a otro estado para hablar de amor.

    Me quedo con el apunte literario. Como siempre, interesante!

    Besos.

    ResponderEliminar
  27. Yo debo confesar que al inicio de mi relación era una persona muy celosa, perseguía a mi novia como poseido por las injustificables dudas y no podía evitarlo, ella trabajaba en relación a la belleza y me molestaba todo ello, hoy en dia ya hace buenos años que me he vuelto totalmente seguro hacia ella, y ya no soy celoso, realmente se me ha ido esa exageración brutal, que al final es aunque duela decirlo inseguridad, si ella quiere engañarte lo va a hacer, es cuestión de cada uno, ser fiel no es viglar que no se cruce la raya, sino algo natural. Sobre el libro tengo el primero, lo voy a leer en cuanto me desocupe, ahora estoy con 9 libros distintos y salto de uno a otro, soy lento leyendo, pero en mi biblioteca solo guardo libros que voy a leer alguna vez sino los regalo. Y como curiosidad, agrego que Bunbury se va a presentar en Lima, no soy de conciertos sino iría, que tu página me ha producido curiosidad hacia él. Feliz fin de semana. Besos.

    ResponderEliminar
  28. Si hay algo que me haga huir despavorida son esas personas que quieren que les jure amor eterno y que no habrá nadie más en mi vida. Uf! qué plastas.

    El amor tiene que ser libre y consentido y los celos los encuentro enfermizos. A mí no me gusta que me controlen, así que yo tampoco controlo a mi pareja, aunque dejo claro que quiero fidelidad, nada de parejas abiertas y otros rollos.

    No me atrae así de entrada la novela, aunque la ojearé por curiosidad, a ver si encuentro algo que me atrape.


    Ando con poco tiempo libre, Laura, pero me iré poniendo al día de tu blog que siempre me resulñta tan interesante.

    Un beso y feliz finde.

    ResponderEliminar
  29. Celos amorosos, qué bonitos, y cómo gustan cuando son chiquitísimos, hasta nos aportan una pizca más de complacencia. Pero si se hacen grandes, enfermizos, consiguen devorarnos la vida interior y la exterior también, eso cuando no ocurre algo mucho peor, y totalmente irreparable.
    Antídoto; madurez y confianza ante todo.
    En cuánto a la libertad o amor libre, siempre y cuando sea de mutuo acuerdo, genial.
    Feliz carnaval y muchos besos Laura.

    ResponderEliminar
  30. Los celos... como pellizco amoroso tienen su gracia y dicen de lo que sí hay o sigue existiendo, pero como obsesión y llevados al extremo, son los peores compañeros de cualquier relación.

    Sentimiento de pertenencia entendida como transcendencia amorosa en el otro, como correspondencia, encuentro con otro tú... sí; pero no como "apropiación", necesidad de control y reflejo de la propia inseguridad y/o baja autoestima: Sentir que perteneces a otro..., no que otro te pertenece.

    Aunque no me considero una persona celosa, los he sentido en alguna ocasión sin llegar a mayores. Cuando me he dado cuenta de ellos y de que podían estar haciendo de mí lo que no soy o tener actitudes que no eran buenas... he aprendido a desterrarlos.

    El amor si no navega en aguas de libertad, no es amor. Libertad para elegir amar, para que elijan amarte...

    El libro en principio ahora mismo no me atrae pero si me apetece en alguna ocasión, vendré a por las referencias.

    Espero que hayas pasado un buen fin de semana y hayas recargado pilas para la que comienza.

    Un abrazo fuerte y un besote.

    Y gracias otra vez... ;)

    ResponderEliminar
  31. Los celos patológicos son espantosos, y no soy especialmente celosa... (a buen entendedor..). Por eso no me tienta leer ese libro.

    Besos, Laura

    ResponderEliminar
  32. Ja ja ja Laura Uve ¿Aún no te recuperas de los excesos?.
    Hay que tener en cuenta que este "transtorno" emocional hoy es tratable y no reviste tanto dramatismo, basta buscar la ayuda adecuada a tiempo y las cosas pueden variar de la noche a la mañana. De ahí mi interés en consultar la novela para ver como el psicoanalista aborda y trata el tema.
    También existen los remedios caseros que pueden resultar más venenosos que la misma enfermedad ja ja ja. La mesa del bar, amistades que les encanta aconsejar, libros de autoayuda, en fin los recursos son muchos.
    En mi época existencialista ja ja ja ahondé algo en esa relación tan difundida entre Sartre y Simone de Beauvoir, aporta bastante en la cultura filosófica occidental.
    Te dejo esta canción de W. Colón que está dentro de los calmantes caseros ja ja ja gitana

    Abrazos!!!

    ResponderEliminar
  33. El zarpazo de los celos... complejo asunto... no siempre la razón sale victoriosa en la lucha con la pasión.
    Me permito recomendar "Sonata Kreutzer de L. Tolstoi", todo un tratado sobre el tema que se lee de un tirón, excelente.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  34. No he leido nada de esta autora Laura, tomo nota. Conocí a los celos una vez, logré echarlos de mi vida, hicieron mucho daño. No dejaré que vuelvan.

    Un abrazo

    Isa

    ResponderEliminar
  35. Bueno... controvertido tema y controvertida escritora.
    No es fácil asumir la libertad sexual de la pareja, la posesión es un peso "mamado" y liberarse del lastre... cuesta lo suyo.

    Un beso.
    Mercedes.

    ResponderEliminar
  36. Buenas tardes "Utopi":

    Espero que hayas empezado bien la semana.
    Me paso otra vez porque se me olvidó comentarte que me gustó, me gusta mucho el "poema de la semana".

    Nada más.

    Un abrazo y un beso:

    :)

    ResponderEliminar
  37. Los celos, mala cosa. Supongo que quien es celos@ no podrá evitarlo. No soy celosa y me fastidia la gente celosa que anda viendo fantasmas donde nada hay.

    Otra cuestión es que haya infidelidades. En ese caso, si hay celos, es la consecuencia del hecho de la infidelidad.

    Bss.

    ResponderEliminar
  38. Los celos... mala cosa, destruyen, lo he visto, afortunadamente no los conozco. Y en cuanto al libro no sé, me quedo con dudas, no consigo explicar porque pero no me motiva esta escritora.

    Besitos

    ResponderEliminar
  39. Los celos son cuestion de pasión mas que de un amor tranquilo
    No es cuestion de ser celosa
    es cuestion que cuando uno esta apasionada envuelta en éso a veces los celos nos hacen sentir en contacto con la cosa....
    jajaja!!

    me encanta tu blog lo enontré en mi camino!!

    ResponderEliminar
  40. Llevo un tiempo que me cuesta sacar ratitos para visitar a los amigos... En todo caso un placer volver por tu casa.

    Saludos y un abrazo.

    ResponderEliminar
  41. Como lector esta es una de las cosas que más me gusta de la blogosfera. Encontrar referencias de libros películas que en muchas ocasiones se nos pasarían sin más. Desde luego si parece una historia interesante, gracias por la reseña. Con tu permiso seguiré curioseando por tú “casa”. Un saludo, nos leemos.

    ResponderEliminar
  42. Gracias por vuestros comentarios, queridos y queridas comentaristas.

    El libro tiene interés relativo. Es de una sinceridad descarnada. No encuentro la complacencia que un narcisista tendría en sus acciones.

    Los celos patológicos provocan un gran sufrimiento en quien los padece y limitan la libertad de quien los sufre, a través de la pareja celosa, si se deja condicionar pensando que son una manifestación de gran amor.

    Sobre todas las maneras de amor, valoro la que se basa en la libertad de la pareja y propia. No concibo una relación amorosa sin libertad.

    Vuestras opiniones siempre me hacen pensar y me proporcionan puntos de vista nuevos... la visión poliédrica que tanto me gusta.

    Abrazos!!!!

    ResponderEliminar
  43. Bienvenidos y bien hallados... Lídia, Luigi Castelli, Recomenzar y juan andrés estrelles... espero que os encontréis a gusto en mi casa y os instaléis en ella... gracias por vuestros comentarios.

    Un gran abrazo!!

    ResponderEliminar
  44. Adriana, gracias por la murga... no tení ni idea de que hubiera allí murgas... era lógico pero no lo había pensado.

    Un abrazo!!

    Aristos, jajajaja....... vaya vaya... esa gitana... vaya movimiento y vaya tema... gracias!!

    No recuerdas que te puse un fragmento sobre su opinión de los psicoanalistas??? Qué hablan de manera susurrante por teléfono y quien los escuchan (ella) quedan prendados...??

    Un abrazo con todos los excesos canalizados para acercarme hoy al entierro del carnaval y pronto a la Cuaresma......... ¿y tú? ¿qué tal?

    Besitos!!

    Troyana, también me gusta la canción de Bunbury que dices, pero ésta me ha robado el corazón.

    Besos!!

    Índigo, anoto tu propuesta. Gracias.

    Un abrazo!!

    Salomé, adoro ese poema de Benedetti.

    Un abrazo!!

    Mariooooo........ nueve libros a la vez?????????? No puedo ni con dos... jajaja

    Un abrazo!!

    ResponderEliminar
  45. me encanta esta canción de Bunbury, me encanta!!!

    ResponderEliminar
  46. La última vez no vi que me habías citado. Menudo despiste! Gracias, Laura UVE.

    ResponderEliminar
  47. senses...... y a mi, estoy colgada de ella, no paro de escucharla, me tiene hipnotizada....

    Un abrazo!!

    ResponderEliminar
  48. jordicine,

    Gracias a ti que me creaste las ganas de leerla.

    Un abrazo!!

    ResponderEliminar

DIME QUÉ PIENSAS SI ASÍ LO DESEAS...