sábado, 16 de octubre de 2010

CARMEN de Georges Bizet



CARMEN de Georges Bizet
Ópera comique en cuatro actos. Libreto de Henri Meilhac y Ludovic Halévy. Basada en la novela de Prosper Mérimée. Música de Georges Bizet.
Carmen: Béatrice Uria-Monzon
Don José: Roberto Alagna
Micaëla: Marina Poplavskaya
Escamillo: Erwin Schrott
Zuniga: Josep Ribot
Dirección de escena: Calixto Bieito
Dirección musical: Marc Piollet
Orquestra Simfònica i Cor del Gran Teatre del Liceu

Empezaré diciendo que no me gusta la ópera (y que me disculpen aquellos a los que les encanta, y que entienden, por mis comentarios). Mi origen social explica en parte mi escasa formación musical, sobre todo en ópera. Cierto es que, como han hecho algunos conocidos míos, podría haber dedicado tiempo a encontrar el gusto por este tipo de espectáculos. No lo he hecho, me ha atraído más otro tipo de música y de espectáculo, el jazz, el rock, el teatro, el cine, etc.
Tengo unas amigas-conocidas que están abonadas al Liceo y, tomando el café con dos de ellas, comenté que me gustaría ver la puesta en escena que había hecho Calixto Bieito de Carmen. Una de ellas me ofreció ir en su lugar porque estaba muy agobiada de trabajo y no me lo pensé. Así que, el miércoles 13, asistí a la ópera CARMEN (razón por la cual llegué a la una de la madrugada a casa y se produjo el retraso en mi entrada al Club Negro). Vestida de negro casi riguroso (es uno de mis colores favoritos) entré por la entrada principal del Liceo y ascendí (eso sí, en ascensor) a la tercera planta.



Mi temor principal era aburrirme, no me aburrí. La música es preciosa, y bastante conocida, la orquesta del Liceo es excelente y la acústica es muy buena.El tenor Roberto Alagna me gustó mucho (además, permitirme la frivolidad de decir, que es guapo y con buenos pectorales). Había un coro muy numeroso, había actuación (no solo canto) y emoción.



El retorno de la célebre obra de Georges Bizet lo ha hecho con una versión que huye de los tópicos españoles recurrentes en los montajes de la ópera y que dirige escénicamente Calixto Bieito. La fábrica de tabacos de Sevilla, el tercio de dragones del siglo XIX y los bandoleros en la sierra de Ronda que se describen en el libreto han sido sustituidos por Calixto Bieito en el escenario del Liceo por contrabandistas de la década de 1970, un regimiento de legionarios, viejos Mercedes donde cargar el contrabando y una enorme silueta del toro de Osborne que preside el escenario.



La acción se sitúa en la frontera entre Ceuta y Marruecos, adonde viajó el director de escena con su equipo para inspirarse. La puesta en escena de Bieito me pareció, pues, innovadora y actual, me encantó.



No me siento cómoda en el Liceo, demasiado elitista y casposo para mi gusto. Es un espectáculo caro, nunca baja de 100€ en la planta tercera, donde yo estuve, y sube a más de 150 € en platea y palcos del primer piso. El Liceo fue, desde su origen, el escaparate de la gran burguesía catalana, era un lugar de distinción, representativo del estatus de determinadas elites que lucían ostentosamente sus riquezas, sobre todo el día del estreno.



El Círculo del Liceo se creó como una entidad recreativa que nació imitando los clubes ingleses solo para hombres (que le pregunten a Montserrat Caballé qué le ocurrió, hace relativamente poco tiempo, cuando quiso entrar en el Club). El Liceo fue, por tanto, una institución donde los grupos de poder interactuaban con fines sociales, culturales y económicos. Hoy no es tan exquisito y elitista como antaño pero conserva aún ese aire minoritario que tanto aborrezco. A pesar de ello, y abstrayéndome de lo que ha simbolizado históricamente el Liceo, pasé una velada interesante.

25 comentarios:

  1. He de reconocer que tampoco me ha interesado nunca demasiado la ópera (si bien es cierto que la música de Carmen es espectacular y me pone la piel de gallina), pero ahora vivo en la ciudad de la ópera, donde todo el mundo asiste diariamente a obras y más obras y es muy difícil encontrar una entrada. Además, existe la opción de ver las obras de pie por un módico precio jaja...
    Comprendo lo que comentas sobre el Liceu de Barcelona, pero entiendo que últimamente se ha intentado "popularizar" la entrada y el acceso a la ópera a aquellos que antes no se lo podían permitir, rebajando los precios (aunque ya veo que es relativo).
    Yo en tu lugar también habría ido y disfrutado de música como ésta: http://www.youtube.com/watch?v=djsuP0uta7s
    Creo que ningún tipo de cultura debería ser elistia y no hay ninguna razón para que los pobres no sepamos apreciar la ópera :-P A mí me pasa algo parecido a ti con el jazz, fíjate tú (pero con otra clase de élite, no necesariamente ecónomica).

    Vaya rollo he soltadooooooo!!!!

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  2. * fe d'errades: quería decir, claro, "elitista" y no eso que he escrito... cosas del ímpetu :-)

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  3. Me gusta la ópera como tantas otras cosas aunque no soy un gran entendido. Vi esta versión de Calixto Bieito en el Escorial el verano del 2009 y me encantó. El montaje era el mismo pero el elenco no era tan bueno como el del Liceo, ni lo eran la mas modesta orquesta y coro de la Comunidad de Madrid.
    De hecho, lo que menos me gustó de aquella representación fué la interprete de Carmen, una argentina cuyo nombre he olvidado, demasiado alta y sosa.
    El Escorial es un sitio de esos de "la sierra madrileña de toda la vida" muy conservador y hubo un espectador al que no le gustó que se limpiara uno de aquellos cochazos del escenario con la bandera española y mostró su enfado con algún grito de protesta que no duró mas de un par de minutos. Pero ya ves, yo no lo he olvidado y Calixto debió dormir esa noche superfeliz.
    Soy de la opinión de que el aspecto elitista de la opera, hoy día, tiene que ver mas con el gusto musical y el rechazo de una parte del público a mezclarse con esa élite que con los precios. Los musicales no son mas baratos y no son tan elitistas.

    Un abrazo

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  4. Tuve suerte de que Bieito (en realidad era quien me interesaba) hiciera la puesta en escena de Carmen. Siempre me ha gustado y la he escuchado muchas veces (es una ópera de las fáciles que dicen los entendidos). Es verdad Dona de Viena, allí hay gran afición a la ópera. Bueno, en el Liceo, último piso y lateral también estaban de pie e inclinados hacia delante para ver algo. Supongo que ahí debía ser más barato (yo iba con la tarjeta de mi amiga y lo que valía es 110€, un precio que nunca he pagado por ningún otro espectáculo).
    Graciassss por el enlace, verdaderamente te pone la piel de gallina (y me la puso).
    Creo que la ópera requiere dedicación, o bien desde pequeño entras en ella (había algúnos niños y adolescentes) o le dedicas tiempo. El jazz creo que es una música populachera (su origen está en los cantos africanos de los esclavos americanos) mucho más sencilla y fácil. Yo entré en ella en la Universidad, en recitales baratos y he visto grandes estrellas (por ejemplo, hace dos años fui al Festival de Jazz de San Sebastián y vi a Diana Krall y Chick Corea) por la mitad de precio de Carmen.
    Pero estoy de acuerdo contigo, con educación y dedicación, cualquier música está al alcance de cualquiera. Yo no se la he dedicado a la ópera.
    Un abrazo grande.

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  5. Los entendidos decían que esta Carmen tampoco le daba la réplica a Roberto Alagna, que parece que es de lo mejorcito del momento.
    Pues en el Liceo se removió el personal cuando hizaron la bandera española en el mastil, pero por lo contrario del espectador de Madrid... ayssss... las cosas son así de contradictorias... jajaja
    Conozco a Calixto Bieito, nació en Miranda de Ebro (su padre es ferroviario) y luego se instalo......................en Vilanova... jajaja... estudió en mi instituto (yo no estaba aún), pero le di clase a su hermano que también es artista (toca la guitarra española estupendamente).

    En fin, en parte tienes razón... en el siglo XIX, nadie como yo hubiera entrado en el Liceo... pero vaya tela aún hoy.

    Un abrazo.

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  6. IZAR, IZAR, IZAR......GRRRRRR....SNIFFF....SNIFFFFF....

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  7. A mí me gusta mucho la música clásica pero la ópera es lo que menos, me gusta mucho escuchar música para orquestas sinfónicas, tampoco me educaron es eso pero con 13 años empecé a tocar el violín y me gusta, aunque desde hace dos años lo toco muy poco, requiere mucha disciplina y ahora el señor Blogger me tiene encandilada, pero debería retomarlo, sin embargo lo que no me gusta nada es el ambiente que a veces se encuentra uno en esos conciertos, una pena.
    La ópera a la que fuiste tiene muy buena pinta.
    Un beso

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  8. También me gusta la música clásica, Nuria, no soy una gran conocedora pero disfruto mucho con ella. Y estamos de acuerdo en que el ambiente es... "especial". La verdad es que es una hermosa ópera.
    Aysss... me gusta mucho el violin.

    Un abrazo grande.

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  9. A mí me encantaría ver mi ópera favorita, La Flauta Mágica, en El Liceo o donde fuera. Pero he de decirte que esos precios me tiran para atrás, y aún más tener que vestirme muy arreglada. Con los años cada vez me da más pereza.

    Me contaron que una tía abuela mía llegó al Liceo toda peripuesta y de pronto al bajar la vista descubrió que llevaba en los pies las zapatillas de estar por casa, jajaja!

    Besos

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  10. Buenos días Laura, he de admitir que a mí me sucedió algo parecido. No me gustaba la ópera y temía aburrirme hasta que Martina me invitó a ver Carmen y salí extasiada. Las fotos son muy reveladoras.
    Besos y feliz domingo.

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  11. Bueno, esa era la explicación, pero tiene justificación. Adoro la ópera, siempre que puedo voy.
    Muack.

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  12. A mi me pasaba igual, la ópera me intimidaba más que no gustarme hasta que entre en la coral lírica de Las palmas, solo fueron pocos los momentos que alli vivi pero descubrí algo que me engachó.
    Si que es verdad que es dificil que la ópera sea popular, aqui en Sevilla no hay manera de conseguir una entrada, no se que hacen per es que ni se llegan a poner a la venta y cuando lo hacen es casi imposible comprarlas por los precios.
    En fin creo que hey muchas causas para que no nos llegue a cautivar este bello arte
    Un beso

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  13. Muy buena esa anécdota, Elvira... y ¿sabes qué hizo?

    Yo no sé si volveré a otra ópera, una de las amigas, que tiene el bono, sólo se queda tres o cuatro y vende el resto (creo que son doce la temporada). Nunca me había planteado ir (sólo en otra ocasión había ido a un ballet con Tamara Rojo.... me gusta más y lo entiendo mejor), pero igual al año que viene le pregunto... o no.

    Un abrazo.

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  14. La verdad es que Carmen es muy bonita, Lía. Pero no es ésta que yo comento la que has visto ¿o sí?
    La puesta en escena me encantó y por Uno he entendido que pone de los nervios a los nacionalistas de aquí y de allí... jajajaja

    Un abrazo grande.

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  15. Sí, fue un día intenso... al día siguiente entraba a las ocho, así que pocas horas dormí.
    Ummm... otra enamorada de la ópera ehhh Emma...
    Un abrazo grande.

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  16. 40añera, los caminos para llegar a que guste la ópera no son fáciles... a eso me refería en mi entrada. Se ha de poner mucho interés en ello para lograrlo. Yo, que viví en Zaragoza hasta los 24 años, jamás vi ópera allí. No hay un lugar adecuado para ello. No sé si ahora la hacen en algún sitio (indagaré a ver si me entero).

    Un abrazo grande.

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  17. Soy muy pasional Laura, cuando algo me gusta, me gusta mucho y cuando algo me desagrada no tengo equilibrio. Marta dice que soy serpiente de nido. A veces no se sí es un piropo o una manera de decirme víbora.je,je.
    Muack.

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  18. No he asistido a ninguna ópera y, aunque hay arias que me gustan muchísimo, no sé si disfrutaría viendo una entera. En cualquier caso es una experiencia que está en "mi lista" y que espero poder cumplir en un futuro no muy lejano. Lo que no creo que esté a mi alcance, será poder vivirla en una bombonera tan especial como el Liceo. Porque aunque, como dices, es elitista y clasista... la ópera se creó para ambientes así mal que nos pese y sería como redondear la vivencia con todas sus luces y sombras.

    Saludos, compañera.

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  19. Emma, eso de ser pasional me suena... Sé que las personas pasionales sufrimos mucho y como vamos de duras no lo parece. También disfrutamos mucho...
    Ummmm... qué cosas dice Marta, jajaja.

    Un abrazote y me alegro que tú sí disfrutes de la ópera.

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  20. Garito, lo primero que pregunté es cuanto duraba. Algunas duras hasta cinco horas...buffff......imposible que yo aguantara (igual me da que suene irreverente). Pero era discreta: dos horas y media, más la media hora de descanso, tres horas.
    Te doy la razón sobre lo que dices, las óperas están hechas para lugares como el Liceo o la Scala de Milán (que visité este verano cuando estuvimos allí) o lugares así. Y yo creo que no estoy hecha para esos lugares... jejeje
    Un abrazo y espero que tengas pronto esa experiencia.

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  22. Tampoco soy ni entendida ni asidua a la ópera, la razón principal es porque al igual que en España, en Chile es muy cara. He tenido la oportunidad de ver Carmen montada acá y me ha gustado sin duda. La ópera tiene esa "cosa" imponente que para los pelos y hace que a una se le abra la boca. También vi Nabuco... y esa me fascinó. Sin ser fanática he escuchado óperas y me gusta mucho La Boheme. Igual para disfrutarlas debe saber una la historia que cuentan. Pero una puesta en escena como la que tu cuentas debe ser super atractiva, me gusta esa recontextualización pues de algún modo acerca una manifestación que es bastante hermética y elitista.
    Mis cariños para ti!

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  23. Querida Eva, estoy de acuerdo que es un espectáculo imponente. En este caso, además, el coro era muy numeroso con lo que todavía impresionaba más. Creo que es un tipo de espectáculo que requiere educación y como su acceso no es fácil requiere mucha dedicación para llegar a apreciarla.
    En el Liceo de Barcelona hay traducción en la parte alta del escenario y en cada asiento hay una pequeña pantallita que también dispone de la traducción.
    Yo fui por al puesta en escena, Calixto Bieito es muy famoso en Europa por sus innovadoras puestas en escena en tatro y ópera, es tan irreverente, a veces, que es cuestionado agriamente. A mi me encnata su atrevimiento y frescura.
    También te envio mi cariño.

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  24. Yo tampoco he ido a la ópera, aunque si me gustan algunas arias (serán las que más hemos escuchado), me uno a los que dicen que no saben si aguantarian todo el espectáculo.
    Me alegra que hayas disfrutado con la ópera y con esos pectorales...jejeje
    Abrazo grandee

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  25. Fue una sorpresa para mi encontrar un tenor como Alagna y una mezzo-soprano como Uria-Monzón, en tan buena forma física y delgados. Saltaban y luchaban por encima de los coches... jamás lo hubiera pensado, tengo en la cabeza el tipo de Montserrat Caballé o Pavarotti... y me quedé de pasta boniato...
    Un abrazo grande, Calma.

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