miércoles, 11 de agosto de 2010

MARRAQUECH.



El viaje a Marraquech lo hicimos cuatro amigas, es una viaje que hacemos cada año en febrero y que me encanta porque me desligo de mi familia y me siento sin responsabilidades (me refiero respecto a otras personas), así que disfruto de lo lindo. Además mi familia es muy conservadora en los viajes y mi marido nunca quiere correr riesgos. Yo, con hijos (sobre todo cuando han sido pequeños) tampoco. Explico todo esto porque solo en estos viajes me puede ocurrir un suceso como el que voy a contar.
En Marraquech hay quilómetros de zocos (calles estrechas y con techo de cañizo, madera u otros materiales) donde se vende de todo y es fácil perderse porque no tienes referencias.Íbamos por uno de estos zocos buscando ya no sé qué... cuando se acercó un joven de los que anda buscando turistas incautos y nos preguntó qué buscábamos. Una del grupo, cansada de mirar el plano, le dijo que buscábamos el zoco de los tintoreros (creoooo) y él le dijo que era más bonito el de los curtidores y que era el último día que se les podía ver trabajando, que estaba cerca, blablabla..... Total que un poco a regañadientes decidimos seguirle. Empezó a andar y andar, nos sacó del zoco, nos sacó a las afueras de la ciudad, ya no se veía ni un turista, entramos en un barrio muy muy pobre, el "acojono" empezó porqué la tarde se echaba encima y teníamos dudas de si sabíamos volver.
Finalmente llegamos a las curtidurías, había un olor espantoso de las pieles de camello y de oveja. Había perros y gallinas comiendo las sobras de carne que quedaban en las pieles. Allí apareció otro señor que nos explicó cómo funcionaba el tema y éste nos condujo a una tienda a la que nos negamos a entrar. Un tanto enfadado este señor nos cobró 15€ que pagamos religiosamente porque estábamos asustadas y queríamos salir de allí. Al final apareció otra vez el joven primero, que más o menos nos acercó al zoco.... BUFFFFFF!!!!
Las cuatro estábamos tan asustadas que solo yo tuve ánimo para hacer una foto, son las piscinitas donde meten las pieles para curtirlas.

4 comentarios:

  1. ¡Qué miedo! Pero la foto te salió muy chula.

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  2. Un poquito sí.
    Pues tuvimos otro momento de... miedo, cuando nos vimos literalmente detenidas (vamos atascadas) en una calle llena de personas, bicis, carros, y no podíamos ir ni para adelante, ni para detrás. Y así, un par de horas...también hay una foto sólo.

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  3. Juraría que había dejado un comentario por aquí. Recordaba la belleza de la plaza y lo pesados que son los marroquís.

    Un abrazo

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  4. Jajaja, síiii está en la entrada de la plaza por el día.
    Abrazo grande.

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